8- LA SINFONIA DE LA CREACION 1
En la Puerta del Cielo, Víctor admira aquella regia mansión tan magníficamente bella y en la cual,
todas las fuentes están decoradas con figuras de niños, delfines, pescados, palomas, ciervos, etc.
En ninguna parte hay estatuas de dioses.
Y aunque la decoración es muy rica, variada y hermosa;
tampoco hay escenas lúbricas, ni de faunos o ninfas.
Leonardo por su parte, está concentrado en sus propios pensamientos…
mientras su mirada vaga absorta, contemplando todo lo que le rodea.
Diego y Adrián, conversan con Ariadna junto a una fuente.
Los dos ríen felices y entusiasmados;
mientras ella los mira entre seria y divertida.
Curiosa pregunta:
– ¿Quién de los dos, mandó a Marte?
Y responde:
– Yo.
Pero no sirvió de nada.
Cuando su comandante general Lucifer, se ofreció a hacerlo personalmente, tampoco funcionó.
Estaba muy enojado y ahora sabemos por qué…
Ariadna siente un escalofrío al recordar lo que la hizo sufrir…
Y también sus amenazas al dejarla antes de huir…
Ella sabe que su hora de la muerte depende de Jesús y eso es lo importante.
Confía en Él y en su Amor.
Por ahora lo único que importa es que ha ganado las almas de sus astutos atormentadores…
Y poder entregárselas a Jesús es suficiente recompensa.
Adrián agrega:
– Evidentemente,
el incomparable Apolo tampoco logró nada…
Y a Asmodeo también lo aterrorizaste..
Ariadna contesta:
– Ellos son potestades y principados, no dioses.
Nosotros los conocemos como ángeles caídos y no pueden medirse con su Creador.
– ¿Entonces son solo creaturas?
– Así es.
Pero rebeldes a Dios.
Dominan a quien no los conoce…
Y a quién no ama a Jesús, ni lo reconoce como Dios.
Diego dice:
– Tratamos de conquistarte con hechizos y sortilegios…
Afrodita y Asmodeo, estaban seguros de vencer…
Y siempre fracasamos.
Jesucristo el Crucificado es el más Poderoso y venció siempre a los demonios y a nuestras artes mágicas.
Adrián suplica:
– Ariadna, te hemos perdido a ti, pero queremos ganar a Dios.
Queremos ser cristianos para servirlo y adorarlo sólo a Él.
Diego agrega:
– Pedro dijo que tú nos enseñarías lo que es el alma…
Ariadna mueve la cabeza asintiendo y su sonrisa se vuelve luminosa.
Diego y Adrián la miran fascinados.
Leonardo está curioso y sorprendido.
Ahora va a conocer los secretos de la religión, por la cual Sofía se le resiste tanto…
Más tarde, cuando todos están cómodamente instalados, en uno de los salones adaptados de la mansión…
La voz de Ariadna llega a los oídos que la escuchan con expectación
“La Sinfonía de la Creación”
YAHVE (Yeové) significa: YO SOY.
En el verdadero contexto de la palabra hebrea, tiene un significado más amplio:
el que ES, siendo; Crea, creando; Existe, existiendo.
En una palabra que expresa movimiento continuo e infinito.
El ES el que está en el trono de su Reino Celestial, en donde los ángeles le sirven.
Y vive rodeado de los justos que forman la Gran Familia de los Hijos de Dios.
Él, es el Padre Celestial.
El Altísimo Señor del Universo.
El Santísimo Creador.
“En el principio creó Dios el cielo y la tierra…
Y el Espíritu del Señor se movía sobre las aguas.”
Estas son las primeras palabras, de la maravillosa Historia de la Creación
Ya era Dios.
Siempre Él Fue.
Y por su SER podía crear de la nada, el todo;
del desorden, el orden; de lo informe, lo completo;
lo formado con leyes de sabiduría potentísima.
Del Caos, surge el Universo.
De los vapores cargados de moléculas confusas; de la anarquía de los elementos creó el cielo y la tierra.
Y poco a poco las sucesivas obras de la Creación, que fueron cada vez más portentosas.
Del caos que se separa y ordena; partes sólidas con partes sólidas para formar el planeta Tierra.
Partes húmedas con partes húmedas para formar sucesivamente los mares, los lagos, los ríos y los arroyos;
La primera de las cosas no solo ordenada con elementos ya existentes en el Caos;
sino creada con poder propio, de la nada.
Y poco a poco, las sucesivas obras de la Creación se cumplieron.
El Espíritu del Señor se movía sobre ellas, con sus leyes y providencias.
Del Caos, Dios creó el Universo, ordenando las caóticas materias y los elementos;
en aquella perfección de mundos que han durado millones de siglos.
Cuando se observa meditando, lo creado; se puede ver como la Creación es igual a una escala ascendente;
en un canto que sube siempre más; de nota a nota, hasta tocar la nota perfecta y sublime.
Como es igual a un generarse de vidas cada vez más completas y perfectas, hasta alcanzar la perfección total.
De las primeras moléculas sólidas, de los vapores y fuegos desordenados que eran la nebulosa primitiva,
se formaron la tierra y las aguas.
Cuando el Creador creó la tierra, la sacó de la Nada.
Reuniendo el gas del éter ya creado y revolviendo el firmamento, en una masa que rotando se solidificó;
como avalancha meteórica, que crecía siempre más; alrededor de un núcleo primitivo, con la fuerza centrípeta.
La tierra formándose así; en su recorrido de proyectiles nebulares que se solidifican a través de los espacios;
debía por fuerza arrebatar a esas emanaciones, los elementos provenientes de otras fuentes.
Los cuales quedaron encerrados en ella bajo la forma de fuegos volcánicos, azufres;
aguas minerales diversas, las cuales afloran a la superficie testimoniando su existencia y misterios…
¡Cuántas fuerzas buenas ignora todavía el hombre y que conocería;
si tuviera la humildad necesaria para reconocer al Creador Eterno!
Tres Días para preparar la tierra para ser habitada.
Y en el tercer Día, el Creador la vistió de hierba y plantas;
para que pudiera recibir semillas y hacerlas vegetales útiles.
Entonces sobre la tierra, en la cual ya había luz, agua, aire;
encendió la fuente de calor y con el sol perfeccionó la luz.
Con las estrellas y la luna que regula las mareas y las ondas de los vientos y las aguas celestes;
la tierra está lista para recibir a los animales.
Dios Creador es ilimitado en su poder.
Dios Creador, es Perfecto en su crear.
Dios Creador es Previdente en su crear.
Hizo diversidad en las especies vegetales, no solamente de las que tienen frutos.
Y ha unido a las plantas de deleite, las flores, las plantas medicinales… y con diferentes utilidades para el ser humano.
Hizo las diferentes especies de animales, no solo las que son fáciles de domesticar.
Sino también las que en su vida salvaje son útiles a la limpieza del campo.
Inclusive la maldita serpiente cargada de veneno y de gran utilidad;
porque este veneno cura algunas de las más penosas enfermedades.
Y todas estas especies obedecen a la razón para la que fueron creadas, al orden que les fue dado.
Desde el sol hasta el mosquito, no hay ninguno que diga: “yo quiero hacer lo que me parezca”.
Y con su vida ordenada el fin para el que fueron creados, cantan loas y reflejan la gloria de su Creador.
Por lo tanto en los animales está ya representado y perfeccionado,
lo que se encuentra en los reinos inferiores: los minerales y los vegetales.
“Y vio Dios que lo hecho estaba bueno.”
Dios creó el Universo para el deleite del hombre y lo llama a través de la grandeza que reflejan las obras de Dios.
Por último en la tierra, completada de todos los bienes, creó al hombre y lo colocó como rey de cuanto había hecho.
“Y vio Dios que lo que había hecho, era muy bueno”
Un artista no se siente complacido hasta que contempla su obra maestra.
En la escala ascendente, la nota se hace más alta y pura.
Más completa, más magníficamente divina
HE AQUÍ AL HOMBRE.
El hombre en el cual están los tres reinos precedentes.-privado de linfa el primero;
de movimiento, el segundo; de razón, el tercero. – y adjunto el cuarto reino:
aquel de la criatura razonable; dotado de palabra, de inteligencia y de razón.
Razón que regula los instintos.
Inteligencia que abre los pensamientos a comprensiones…
Y visiones que son infinitamente superiores a aquellas que se dan a los animales:
capacidad de pensar en un bien material.
Palabra que lo hace capaz de expresar sus necesidades y sus afectos;
entendiendo a aquellos de sus iguales.
Y sobre todo, de alabar a Dios su Creador y orar.
O de evangelizar al que lo ignora.
En el hombre están el reino mineral, el vegetal, el animal, el humano…
Y perfección de perfecciones: el espiritual.
He aquí la escala que del desorden del Caos, sube al orden sobrenatural, pasando por el natural.
He aquí a la criatura en la cual están reunidos y en síntesis,
todos los elementos y caracteres de las otras creaciones; reunidas y perfeccionadas.
A la criatura hecha de fango.
O sea, con el polvo en el cual están desmenuzadas las sales minerales en el elemento agua.
Dotado de calor (elemento fuego) y de respiración (elemento aire)
De vista natural e intelectual (elemento luz)
De sangre, humores, glándulas y órganos reproductores (linfa)
de instintos, pensamientos, movimientos, libertad, voluntad,
Dios infunde su “soplo o espíritu de vida.”
Cuando Dios creó al primer hombre, infundió en él más que la vida de la materia hasta entonces inanimada;
también la vida del espíritu.
De otra manera no habría podido decir que lo había hecho a imagen y semejanza suya.
El hombre fue creado a imagen y semejanza.
Y une en sí y en perfecta armonía: cuerpo, alma y espíritu.
Lo creó inmortal para que viviera una sola vez.
El orden en la vida humana es éste:
que un cuerpo se una a un espíritu para volver al hombre en similitud con Dios;

Génesis 18… ¿Abraham también estaría demente, armando todo este trajín, para ALGUIEN que los ateos dicen que NO existe?
el cual no es carne, sino Espíritu.
No animal, sino sobrenatural.
Cada hombre y cada obra tienen su sello diferente:
Dios jamás se repite.
Cada hombre es único.
Por eso los ángeles tienen diferentes habilidades y competencias:
unos son custodios, otros heraldos y otros, serafines adorantes.
Cada uno tiene su función.
El Creador proveyendo el resguardo de la Humanidad;

Los ateos que se creen sabios, traen también su silla, igualita a ésta… porque se sienten dioses, pero Satanás los tiene discapacitados. Stephen la traía completa: física y espiritual…
su mente santísima la diversificó por el bien de la tierra y según las necesidades,
dotó a cada hombre de las habilidades necesarias según las circunstancias.
Y le dio el ingenio para que creara a su vez.
Por eso es la diferencia de caracteres y de temperamentos.
Para el Creador, su obra Maestra fue el hombre.
Y su mayor satisfacción, el fin para el que lo creó.
Cuando la mente divina concibió la idea de crear al hombre,
su amor pensó en la criatura humana como un dios, hijo de Dios.
Y el Padre en verdad puso el sello de su Paternidad en su hijo: en el espíritu.
La capacidad de conocer y amar a Dios tanto en esta como en la otra vida.
Así pues creo al hombre compuesto de dos sustancias:
una material llamada cuerpo, creada inicialmente en el lodo
y procreada subsiguientemente con la carne y la sangre del hombre.
La otra inmaterial: compuesta por el alma y el espíritu.
Sin el alma el hombre sería una criatura animal guiada por los instintos y las facultades naturales.
Y sin el cuerpo el hombre sería una criatura espiritual:
con dotes sobrenaturales de inteligencia, voluntad y gracia, igual que los ángeles.
Dios a esta Obra Maestra representada por el hombre,
en el cual se encuentran unidas las dos criaturas:
la animal y la espiritual, formando una sola unidad.
Le dio su imagen y semejanza en sus pensamientos, en sus afectos,
en sus actos, en sus impulsos, en sus deseos y sentimientos.
El Sexto Día fue creado el Hombre.
Verdadero anillo de conjunción entre la Tierra y el Cielo.
Verdadero punto de unión entre el mundo espiritual y el material.
El ser en el cual la materia es tabernáculo del espíritu.
El ser en el cual el espíritu anima la materia, no solo por la vida limitada y mortal;
sino por la vida inmortal después de la resurrección final.
El hombre, la criatura en la cual habita el Espíritu Creador.
El hombre, la maravilla de la potencia de Dios, al que infunde parte de Sí Mismo Infinito.
El polvo elevado a la potencia de Hombre y Mujer.
Y unidos a ellos la Gracia, que eleva la potencia del hombre-animal,
a la potencia de la vida y condición de criatura sobrenatural deificándola,
convirtiéndola en hijo de Dios por participación de naturaleza.
Haciéndolo capaz de entrar en relación directa con Él.
Disponiéndolo a comprender al Incomprensible.
Haciéndole posible y lícito amar a Aquel a quién sin su Divino Don,
no podría el hombre por su sola capacidad, ni siquiera desear amar.
El hombre, hecho triángulo que apoya la base (la materia) sobre la tierra de la que fue extraído
y que tiende con sus facultades intelectuales, a ascender al conocimiento de Aquel al que se asemeja
y toca con su vértice (el espíritu del Espíritu, la parte electa del alma) EL CIELO;
perdiéndose en la contemplación de Dios Caridad, accesible por la unión con Dios y lo deifica.
EL CUERPO.
El cuerpo humano es una obra maestra que compendia las artes y las ciencias.
El Divino Escultor proyectó en él, una maravilla arquitectónica y un prodigio de ingeniería,
que contiene el más portentoso laboratorio químico…
Y el más asombroso y perfecto conjunto de armonía, belleza y funcionalidad.
Creado originalmente inmortal, fue destinado a ser un Templo Viviente para que Dios lo habitase.
Lavado por el Bautismo convierte al hombre en Templo del Espíritu Santo.
La belleza es un atributo de Dios y fue uno de los dones que dio a los progenitores.
Los cuerpos humanos creados por Dios, eran perfectamente hermosos…
Y reflejaban la perfección del que los había creado.
Dios es un Espíritu Purísimo.
Y el hombre testimoniaba con la perfección de un cuerpo armónico y bellísimo,
vasos vivos para contener el Espíritu del cual provenían.
El cuerpo humano profanado y corrupto
no puede contener al Espíritu de Dios y es invadido por Satanás.
Cuando Satanás toma posesión, inocula la corrupción en todas sus formas.
Y el hombre satanizado es un demonio con todos los desenfrenos de su amo.
Un Satanás que va contra la Ley divina y humana.
Que viola hasta las normas más elementales, del vivir como hombres racionales.
El cuerpo es solamente la vestidura del alma…
Y por el pecado ha quedado sujeto a la corrupción, a la muerte, a la enfermedad, al DOLOR.
EL ALMA Y EL ESPIRITU.
“El Altísimo no habita en templos hechos por la mano del hombre.”
Estas palabras fueron dichas por el Templo de Salomón,
la más suntuosa casa que el hombre haya elevado en honor de Dios.
Porque Dios Mismo al crear al hombre, se hizo con infinita potencia una morada digna de Sí:
en el espíritu del hijo fiel; espíritu que es una partícula de Sí Mismo.
El espíritu del hombre vivo por la Gracia, convertido en Templo del Espíritu Santo,
cierra el círculo del amor: Dios conteniéndose a Sí Mismo.
El alma es el cofre, el arca santa, el nutriente que contiene al espíritu,
que es la gema salida de la Mano de Dios,
de los infinitos tesoros de su YO para ponerla dentro de la criatura;
signo innegable del origen divino del hombre, que certifica su filiación con su Creador.
Como la sangre en las venas, está el espíritu en el interior del alma.
Y así como la sangre da vida al cuerpo para vivir la jornada terrena;
así el espíritu da la vida al alma, para vivir los días que no tienen fin.
El alma espiritual es la que diferencia al hombre de los animales.
Y ésta viene de Dios y todas sus potencias tienden hacia Él.
Dios es Luz y es el Padre de la Luz y de las luces.
A la tierra, su primera criatura, concede y dona la Luz.
Así como al hombre, perfección de la Creación
y última de las Seis Obras de las seis jornadas divinas; después de las cuales Dios reposó;
concede el atributo que lo hace a Él semejante:
el espíritu inmortal.
Libre, el hálito suyo divino, infuso en la materia, para que sea animado por Dios y tenga derecho al Cielo…
El cuerpo del hombre es animado por el soplo de Dios.
Por esto en todo hombre y en cada hombre;
se extiende y penetra el Espíritu de Dios con derecho de Rey y con su amor de Padre Creador.
Porque ¿En donde reposa Dios?
En el espíritu de los justos.
¿Qué es el espíritu?
Es la parte superior del alma humana.
¿Cuándo deja de ser trono de Dios?
Cuando la concupiscencia la trastorna…
¿Cómo estamos hechos?
LA PERFECCION DE ADAN….
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
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LA PERFECCIÓN DE ADÁN 2
Habla Dios Espíritu Santo
El Sexto Día fue creado el hombre siguiendo el fin para el que fue creado: amar y servir a su Señor durante la vida terrena, conocerlo en su Verdad y después gozar de Él para siempre en la Vida Eterna.
Fue creado el único hombre del cual debía venir toda la Humanidad y del cual fue tomada la mujer, compañera del hombre y para el hombre, con el cual poblará la Tierra, reinando sobre todas las criaturas inferiores.
Fue creado el Único Hombre, aquel que como padre habría trasmitido a sus descendientes todo cuanto había recibido:
VIDA, SENTIDOS, APTITUDES MATERIALES;
ASÍ COMO INMUNIDAD A TODO SUFRIMIENTO,
RAZÓN, INTELECTO, CIENCIA, INTEGRIDAD,
SABIDURÍA, INMORTALIDAD Y EL DON DE DONES:
LA GRACIA
El hombre era un semidiós por la Gracia y por la Fe.
Cuando el hombre se despertó de su primer sueño y encontró a su lado a la compañera, sintió que la felicidad que Dios le había dado era completa. Era ya tan grande desde antes.
Todo en Adán y en torno a Adán fue hecho para que él gozase de una felicidad completa, sana, santa y la delicia; o sea, el Edén no era solamente en torno, sino también adentro de Adán.
Lo circundaba un jardín pleno de bellezas vegetales, animales y minerales.
Pero dentro de él, un jardín pleno de bellezas espirituales, florecía con virtudes de todo género, prontas a madurarse en frutos de santidad perfecta;
perteneciente a la ciencia apropiada a su estado y que los hacía aptos para la vida sobrenatural, la Gracia.
Como criatura física, gozaba de esto que veía: la belleza de un mundo virgen, testimonio salido del querer de Dios. Gozaba de esto que podía:
su señorío sobre las criaturas inferiores.
Todo había sido hecho por Dios para el servicio del Hombre: desde el sol hasta los insectos, para que todo le fuese una delicia.
Como criatura sobrenatural gozaba, -un éxtasis radiante y suavísimo- de la compañía de la Esencia de Dios:
EL AMOR.
De los raptos de amor entre el Infinito que se donaba y la criatura que lo amaba adorándolo.
El Génesis encubre esta facultad y este comunicarse con Dios en la frase:
“Habiendo oído la Voz de Dios que se paseaba en el fresco de la brisa de la tarde.”
Por cuanto el Padre había dado a sus hijos una ciencia proporcionada a su estado, aun así, Él Mismo los instruía.
Porque Infinito es el Amor de Dios y después de haber dado, anhela nuevamente dar y tanto más da, en cuanto más la criatura desea serle hija.
Dios se da siempre a aquel que a Él se le da generosamente.
Cuando el hombre se despertó y vio a la mujer, su igual y su complemento; sintió que su felicidad de criatura era total,
teniendo el todo humano en plenitud y el todo sobrehumano colmado por el amor dado al amor del hombre.
EL ALMA
¿Cómo es? ¿Cuáles son sus atributos?
Los Progenitores, además de la Gracia Santificante y la Inocencia, tuvieron en su creación otros dones de su Creador.
La Inmortalidad: atributo divino.
La Inmunidad: de todo dolor y miseria.
La Integridad: la perfecta sujeción de los sentidos a la razón.
La Razón: Es más grande que el instinto.
La Ciencia: ilumina el saber y regula el amor, sujetándolo al orden hacia las criaturas y hacia Dios.
Adán estaba formado de carne más que de espíritu.
Pero no era carnal en cuanto a que sobre la materia, señoreaban el espíritu y la razón.
Y el espíritu inocente y pleno de Gracia, tenía semejanza admirable con su Creador y por lo tanto era inteligente y sabía comprender.
La Libertad:
Majestad dominante sobre el ‘yo’.

LIBERTAD PELIGROSA que nos permite ejercer nuestra voluntad y ejercer el PAGANISMO, lejos de nuestro Padre y Creador.
La inteligencia: perfecta e iluminada por la Caridad. Plena de sabiduría y de ciencia divina.
Dios dio al hombre la inteligencia unida a la libertad de pensamiento.
¿Qué es el pensamiento? Es al alma de la palabra.
La facultad de comprender y conocer expresando las ideas y comunicarlas a los demás, es una cualidad humana.
Los pensamientos brotan en la profundidad de la mente y esto es lo que distingue al hombre de los brutos,
en los cuales los movimientos mentales se limitan a los más rudimentarios para vivir.
El hombre piensa y del pensamiento nacen obras de arte, de genio, de belleza.
El hombre piensa y en este su pensar tiene un íntimo amigo que le sirve de compañía en su soledad.
El pensamiento del hombre viaja, espiritual como es, por todo el Universo.
Se sumerge en los recuerdos y emerge en la previsión de los tiempos futuros.
Estudia, contempla y medita, las admirables obras de Dios en la Creación.
Reflexiona los misterios de los hombres. Cada hombre es un misterio encerrado en su vestidura mortal.
Luminoso u oscuro según sea su ánimo, santo o satánico.
Misterio solo conocido por Dios para el que no hay nada oculto.
Y de la contemplación de las cosas y de los hombres, sube a la contemplación de Dios.
Como el águila que cada vez más alto asciende hacia el sol, así el pensamiento humano puede elevarse

“Correrán ríos de sangre, antes de que conquistemos nuestra LIBERTAD. Pero esa sangre deberá ser la nuestra.
y sumergirse en la luminosidad de Dios, después de haber meditado en la capacidad humana.
En la Inmensidad divina después de haber reflexionado en la relatividad humana.
En la eternidad divina, después de haber contemplado la efímera temporalidad humana.
La Perfección, después de haber mirado sin soberbia que ciega, la imperfección humana.
La Mente: humana es perfecta e imperfectísima. Iluminada por Dios es perfecta. Sin Él cae en el error.
La Razón: debe estar motivada por la bondad.
Solo así las acciones humanas obtienen frutos de santidad.
Y la razón si es humilde cae de rodillas en obsequio del Dios Infinito e Incomprendible, que solo se vuelve accesible a través de la FE.
Solo la Fe ilumina la ciencia y la ayuda a comprender.
El conocimiento de la Esencia de Dios se encuentra en la sabiduría.
Y la sabiduría se encuentra en el luminoso y ardiente centro que es la Caridad.
Porque Fe es religión y la religión permite a la criatura inteligente pero limitada, comprender al Perfecto e Infinito.
La Memoria: el hombre fue creado para amar y adorar a Dios. Y sufre porque desea a Dios.
Y ESTE SUFRIMIENTO LO PROVOCA EL VACÍO INTERIOR
QUE EXISTE EN EL HOMBRE QUE VIVE ALEJADO DE ÉL.
PORQUE HAY EN EL HOMBRE UN ANSIA DE CREER
QUE ES MÁS GRANDE QUE SU NECESIDAD DE RESPIRAR.
Por eso tiene hambre de Dios y experimenta una necesidad instintiva de buscar la Verdad,
que se convierte en un acicate doloroso, porque el hombre se engaña voluntariamente en su deseo,
se crea ídolos para aliviar su necesidad espiritual y el alma recuerda a Dios con nostalgia por el momento en que fue creada.
Instante fugaz frente a Él, pero que produce un sello indeleble en lo más íntimo de su ser.

IDOLATRÍA = ¿Qué nombre tiene lo que ocupa mis pensamientos la mayor parte del tiempo? Es el nombre de mi ídolo…
Su recuerdo se vuelve borroso porque el cuerpo que habita y al que gobierna una mente pagana, llena de ídolos, vive una vida que la enferma.
Y CON SU ESPÍRITU MUERTO,
SU SUFRIMIENTO AUMENTA.
PORQUE ELLA SABE QUE SU CUERPO ES PERECEDERO
Y ESTÁ UNIDO A ALGO QUE ES INMORTAL
El hombre se pierde en marasmos filosóficos y aún quién dice que no cree en nada, en alguna cosa cree.
El que afirma “No creo en Dios” presupone otra fe. Tal vez en sí mismo.
O en su inteligencia soberbia.
Es como el pensamiento “no quiero pensar”, por el hecho de expresarlo, está manifestando que está pensando.
LA VOLUNTAD:
De los atributos del alma, si la voluntad no es usada con sagacidad para manejar la inteligencia, ésta se vuelve como las medicinas peligrosas:
EN LUGAR DE SANAR MATAN
La voluntad es la soberana del alma.
Dios la respeta y da las fuerzas necesarias para ‘una buena voluntad’ con las virtudes que la hacen inclinarse hacia Él.
Pero “No querer ser esclavo del mal”, debe salir del hombre.
La Libertad de Arbitrio:
el libre albedrío es el regalo más grande que Dios otorgó a la inteligencia humana.
Dios ama a los hombres y les concede la libertad de arbitrio, para que por ella se perfeccionen en la virtud y se hagan más semejantes a Él.
Cuando el libre albedrío no está sostenido por el amor, la voluntad se debilita, muere poco a poco porque el libre albedrío se ha dejado seducir y se hace esclavo del Mal.
Dios lo hizo libre y el hombre lo convierte en esclavo de las pasiones.
EL DEMONIO, EL MUNDO, LA CARNE,
EN UN LIBRE ALBEDRÍO DESORDENADO
CONDUCEN AL EGOÍSMO DESENFRENADO

LO QUE DESTRUYE AL SER HUMANO: La política sin principios, el placer sin compromiso, la riqueza sin trabajo, la sabiduría sin carácter, los negocios sin moral, la ciencia sin humanidad, y la oración sin caridad.
QUE DA LA MUERTE AL ESPÍRITU
La inteligencia del egoísta queda obnubilada para Dios y sus verdades.
La soberbia ensombrece con su humo al egoísta y le ofusca la Verdad.
Comienza el proceso de los ‘¿Por qué?’ de estos se pasa a la duda.
A LA SEPARACIÓN NO SOLO DE DIOS Y LA CONFIANZA EN ÉL,
SINO TAMBIÉN DE SU JUSTICIA, DEL TEMOR DE DIOS
Y DE SU CASTIGO
Este es el motivo por el cual se explica, porqué tan fácilmente se peca.

ERES MI PECADO FAVORITO, Porque nada más delicioso que hacer TODO lo prohibido, romper las reglas y actuar en lugares en te dicen QUE NO SE PUEDE…
La mala voluntad en el pecar, es lo único que Dios, NO perdona.
Cuando el alma posee un libre albedrío que vive dentro del orden, en obediencia hacia Dios y siendo heroicamente fiel al Bien, el hombre se eleva y el alma se deifica al tomar la Semejanza con Dios.
Cuando es el Mal el que lo embrutece; esta Semejanza es casi borrada totalmente y la degradación espiritual es tal, que se hace semejante al Demonio.
Todo está en la voluntad con que se hace cada acción, ya sea virtuosa o pecaminosa.
Porque ES la voluntad la que da valor a nuestros actos.
QUERER ARREPENTIRSE. QUERER CONVERTIRSE.
QUERER OBEDECER. QUERER VENCER. QUERER PERDONAR.
QUERER AMAR.
QUERER SER FIEL.
QUERER TRIUNFAR SOBRE SÍ MISMOS Y SOBRE EL MAL
QUERER SER HÉROES.
QUERER. QUERER. QUERER.
El que NO se quiere salvar teniendo los medios…
ES PORQUE QUIERE
CONDENARSE
Hasta el último momento, Dios respeta el libre albedrío y la voluntad, reina y soberana del alma.
También la voluntad es el factor fundamental en la RECREACIÓN DEL ALMA.
Toda la Creación natural y sobrenatural, es obra del Amor.
Todas las providencias, las leyes físicas, morales, espirituales, son obras del Amor.
El Intelecto:
Es capaz de distinguir lo que está bien y lo que está mal.
Y amaestra sobre el cómo y el porqué, se puede y se debe querer hacer el bien y no querer hacer el Mal.
La Conciencia:
Su voz podría llamarse la Voz del Mismo Dios, hablando en el interior del hombre.
Es otra ayuda no-solo en empujar la voluntad a acciones buenas y en detener la misma para acciones malvadas.
Sino en hacer que surja el arrepentimiento y empujar a la reparación de un mal cometido, para que el hombre vuelva a encontrarse en Gracia de Dios, cuando la ha perdido pecando.
La Intuición:
Es una ayuda que Dios da a la inteligencia debilitada en la comprensión.
La lucidez de la inteligencia ayuda poderosamente a recibir y comprender las enseñanzas que la Ciencia Eterna, en las lecciones que Dios quiere que sean guía y consuelo en la hora que vivimos,
para que el mundo no se embrutezca totalmente,
pues las palabras de la justicia no son más que sonidos que repercuten en las orejas y a veces ni siquiera se perciben: no se hacen alimento de Vida.
Dios crea las almas por amor.
Y para que ellas puedan alcanzarLe y poseerLe, después de haberse esforzado en amarLe y conocerLe, las ha llenado de dones.
El alma viene de Dios y todas sus potencias físicas, morales y espirituales tienden hacia Él.
EL ALMA ORIGINALMENTE DADA AL HOMBRE
SE RECREA Y SE SUPERA EN GRADOS INIMAGINABLES,
A TRAVÉS DE GRANDES SUFRIMIENTOS Y TRIBULACIONES,
HACIÉNDOLA APTA PARA REPOSAR EN DIOS.
El espíritu vivo se funde en Dios y el alma se convierte en Templo Viviente del Espíritu Santo,
porque Dios VIVE en ellas y las funde con Él.
Y es de suma importancia para el alma que quiere avanzar en la vía del Cielo, ser robusta y tener todas sus potencias firmes en Dios.
Cuando esto sucede el alma está segura.
Cuando las potencias del espíritu están fijas en Él, ninguna fuerza la puede quitar de ahí.
El alma viva tiene tal repugnancia al mal, porque Jesús está en ella y el alma percibe lo que siente Él.
El mérito del alma es uno solo: aquel de su buena voluntad de querer tenerlo a Él y aferrarse a Él.
Todo otro pensamiento sería soberbia y vanidad espiritual.
Las almas que están fijas en Dios, no deben tener nunca miedo a nada. Solo a pecar.
EL ESPÍRITU
El espíritu es un Templo.
EL ÁNGEL CUSTODIO DE CADA CRIATURA,
ADORA EN LA MISMA, AL DIOS QUE LA HABITA
SI ESTÁ EN GRACIA DEL SEÑOR.
El espíritu es un Rey.
La infinita misericordia del Dios Único y Trino, ha dado a nuestro espíritu todas las ayudas para permanecer dominador.
Los sentimientos pueden ser domados, entregándolos a Dios y pidiéndole que nos llene de su Amor.
Es el alma lo que da al hombre el derecho a decir: “Padre mío…” ABBA
Cuanto más el alma es hija de Dios, tanto más pronta se siente para seguir los consejos del Espíritu Santo.
El alma hija de Dios toma de su Padre esta característica divina:
la solicitud pronta y alegre de hacer todo aquello que es bien.

En una ocasión. alguien le dió una bofetada a San Juan María Vianney, él solo dijo por respuesta: “Amigo, la otra mejilla va a tener celos”.
La medida de la filiación alcanzada, la da la prontitud con la que el alma secunda las divinas inspiraciones,
sin pararse a considerar lo que ellas puedan exigir de ESFUERZO por parte de la criatura humana;
ni del PELIGRO que hayan de suponer para el individuo carnal.
Y el alma espiritual es la que distingue al hombre de los animales y lo hace dios sobre todos los otros seres creados:
DIOS-REY QUE DOMINA Y SOMETE.
COMPRENDE, INSTRUYE, PROVEE
Y LO HACE DIOS POR SU ORIGEN Y DESTINO FUTUROS
Es el alma aquella que iluminada por su Divino Origen, Sabe, Quiere, Puede con fuerza ya semidivina.
FUERZA QUE DIOS POTENTEMENTE SOSTIENE Y AYUDA,
CUANTO MÁS EL ALMA SE ELEVA EN LA JUSTICIA Y
EL HOMBRE SE DIVINIZA CON UNA VIDA DE JUSTICIA
El hombre separado de Dios no sabe amar y cuando está dominado por Satanás, adquiere la semejanza con su Amo:
Los Demonios son los perpetuos rebeldes que viven y respiran en el Odio.
El hombre satanizado y convertido en demonio, es incapaz de amar a nadie.
Y se convierte en una máquina de destrucción hacia todo y hacia todos los que le rodean.
Grande es el poder y la perfección del hombre, comparada con la del animal.
Pero infinitos son el Poder y la Perfección de Dios, respecto al átomo que es el ser humano.
Y cuya grandeza radica precisamente en el alma que procede de Dios.
Y la única con la que puede llegar a ser grande ante su Presencia Santísima, volviéndola a recrear en la perfección.
LA PERFECCIÓN ES EL AMOR
Por eso la evolución debe ser desde el espíritu del muerto espiritual y corrupto por el pecado, hasta llegar a la FUSIÓN DEL ALMA VIVA, que lo convierte en hijo de Dios:
El dios DEIFICADO por Dios.
Con el renacer del espíritu, el que permanece en Cristo, se regenera;
porque Cristo teniéndole en Sí, lo hace parte de su Ser Santísimo y lo une al Espíritu de Dios, convirtiéndolo en hijo de Dios.
Ser hijos de Dios que tienen del Padre la Semejanza en el espíritu y las virtudes que lo caracterizan a Él.
El alma que se alimenta de la Verdad y del conocimiento y persevera en la Gracia, con los Sacramentos, creciendo cada vez más en sabiduría y amor,
recibe cuanto Dios quiere darle con simplicidad.
Y sin tener que suscitar NADA por sí mismo.
LOS PROFANADORES DE DIOS
SON SIMULADORES QUE SUSCITAN EL AMBIENTE
REQUIEREN DE MEDITACIONES Y RESPIRACIONES ESPECIALES DE SU SATANISMO,
PARA RECIBIR LAS EFUSIONES DEL MALIGNO,
COMETIENDO EL MAYOR DE LOS SACRILEGIOS:
Profanar su propio espíritu.
Muerto por sus pecados y por el Ocultismo.
Robando a Dios lo que legítimamente le pertenece por Creación y por Redención:
EL ALMA.
Y ES SATANÁS CON SU ERROR Y CON SUS MENTIRAS,
EL QUE LOS ARRASTRA EN SUS FALSAS DOCTRINAS
HASTA LO PROFUNDO DEL ABISMO,
AL QUE SE HAN ACERCADO CON TANTA IMPRUDENCIA.
Y DE ESTA MANERA SE CONSUMA LA POSESIÓN DIABÓLICA,
QUE HA PROPICIADO CON SU APOSTASÍA
Y SU REGRESION AL PAGANISMO
POR EL CONTRARIO,
DIOS TOMA DE LA MANO A LOS HUMILDES QUE ACOGEN SU LUZ Y LO BENDICEN,
NO JUZGÁNDOSE DIGNOS DE ELLOS:
LOS DONES MARAVILLOSOS DEL ESPÍRITU SANTO.
Los que siguen a Jesús en el Camino del Calvario;
pueden comprobar cuán dulce, suave, espontáneo y absoluto,
Es la Fusión con el Espíritu Santo.
Este episodio narrado en el Poema del Hombre Dios, la Obra escrita por María Valtorta, el Espíritu Santo nos ilumina varias enseñanzas…
El grupo apostólico está sufriendo la persecución del Sanedrín y se encuentran alojados en Aguas Hermosas, una de las fincas campestres de Lázaro de Betania, a quién los poderosos fariseos no pueden tocar.
Jesús está hoy con los nueve apóstoles restantes, porque los otros tres partieron a Jerusalén.
Tomás siempre alegre, se divide entre sus verduras y sus ocupaciones más espirituales; mientras Pedro, Felipe, Bartolomé y Mateo se ocupan de los peregrinos.
Y los demás van al río para administrar el bautismo como signo de penitencia, ¡Con el viento frío que sopla!
Jesús está todavía en su rincón, en la cocina.
Tomás trajina, pero guarda silencio para dejar tranquilo al Maestro.
En ese momento entra Andrés y dice:
– “Maestro hay un enfermo que a mí me parece que convendría curarle enseguida porque… dicen que está loco. Nosotros diríamos que está poseído… pero no es israelita. Grita, vocea, se desgañita con alaridos, se retuerce… Ven a ver”.
Jesús contesta:
– “Ahora mismo. ¿En dónde está?”.
Andrés:
– “Todavía en el campo. ¿Oyes esos aullidos? Es él. Parece una bestia, pero es él. Debe ser un rico porque su acompañante está bien vestido.
Y le traen en un carro, de mucho lujo y muchos siervos. Debe ser pagano porque blasfema de los dioses del Olimpo”.
Tomás, más curioso de saber qué va a suceder que de sus verduras, dice:
– “También voy yo a ver”.
En medio del prado donde poco antes pastaban unas ovejas que han huido despavoridas por todas partes y a las que los pastores y el perro tratan de reunir,
hay un hombre que está amarrado fuertemente y que no obstante, da unos saltos de loco, gritando terriblemente.
Y cada vez más fuerte a medida que Jesús se va acercando.
Pedro, Felipe, Mateo, Natanael están allí cerca sin saber qué decir.
Hay también más gente, solo hombres, porque las mujeres tienen miedo.
Pedro dice:
– “¿Has venido, Maestro? ¡Mira qué furia!”.
Jesús responde:
“Ahora se le pasará”.
Preocupado, Pedro agrega:
– “Pero… es pagano, ¿sabes?”.
Jesús sonríe y contesta:
– “¡Y qué importa eso!”.
Pedro:
– “¡Hombre!… ¡Por razón de su alma!…”.
En el rostro de Jesús se dibuja una sonrisa más amplia y continúa avanzando.
Llega al grupo del enfermo, que se agita cada vez más.
Se separa del grupo uno que por su vestido sin franjas y por llevar rostro rasurado se ve que es romano.
Y saluda diciendo:
– “Salve, Maestro. Tu fama ha llegado hasta mí. Eres más grande que Hipócrates en el arte de curar y que la estatua de Esculapio para curar milagrosamente enfermedades. Porque sé esto, he venido.
Mi hermano, ya lo ves, está loco por un mal misterioso. Ningún médico sabe lo que le pasa. Le llevé al templo de Esculapio, pero salió de allí más loco.
Tengo un familiar en Tolemaida; me mandó un mensajero con una galera. Decía que aquí hay Uno que curaba a todos… Y vine. ¡Qué viaje tan duro!”.
Jesús contesta:
– “Merece un premio”.
El romano agrega:
– “Pero ten en cuenta que no somos ni prosélitos. Somos romanos fieles a los dioses. Vosotros nos llamáis paganos. Somos de Síbari pero ahora estamos en Chipre”.
Jesús responde:
– “Es verdad. Paganos sois”.
– “Entonces… ¿Nada para nosotros? ¿Es tu Olimpo el que rechaza al nuestro o el nuestro al tuyo?”.
– “Mi Dios, Único y Trino, reina Único y Solo”.
El romano, desilusionado, pregunta:
– “¿He venido en vano?”.
– “¿Por qué?”.
– “Porque pertenezco a otro dios”.
– “Uno solo crea el alma”.
El romano está perplejo.
Y dice:
– ¿El alma?…”.
– “El alma. Esa cosa divina que Dios crea para cada hombre. Compañera en la existencia, sobreviviente más allá de la existencia”.
– ¿Y dónde está?”.
– “En lo profundo del yo. Pero, a pesar de que esté, como cosa divina, en el interior del más sagrado templo; se puede decir de ella —y digo «ella» no ésta; porque no es una cosa, sino un ente verdadero y digno de todo respeto.
QUE NO ESTÁ CONTENIDA, SINO QUE CONTIENE. – y ORDENA con imperio- ¡Traedme al enfermo!
El romano objeta:
– “Pero no tiene el espíritu de pitón. Es más, dice sólo cosas incoherentes y absurdas.
Jesús responde con amabilidad:
– Nosotros lo llamamos «demonio», no pitón. Está el que habla y el que es mudo, el que engaña con razones aparentes de verdad, y el que solo crea un desorden mental. El primero es el más completo y peligroso. Tu hermano tiene el segundo”.
Entre gritos y saltos le arrastran allí.
Jesús explica:
– “¿Ves? Dices que está loco; dices que ningún médico puede curarle. Es cierto: ningún médico, porque no está loco, sino que UN SER INFERNAL, te hablo así porque eres pagano, ha entrado en él”– y agrega enigmático- Pero ahora saldrá de él”.
El romano está totalmente confundido y exclama:
– ¿Cómo?
– “El mismo te lo dirá”.
Jesús mirando al enfermo, ordena:
– “¡Deja este hombre! Vuelve a tu Abismo”.
El hombre lo mira impotente y derrotado, mientras dice:
– Me voy. Contra Ti mi poder es demasiado débil. Me echas y me amordazas. – es el Demonio que agrega- ¿Por qué siempre nos vences?…”.
El desconcierto del romano es total, pues la voz que ha contestado, DEFINITIVAMENTE no es la que reconoce, como la de su familiar tan cercano…
El espíritu maligno habló por la boca del hombre el cual, después de ello, se desploma como agotado del todo.
Jesús decreta:
– “Está curado. ¡Soltadlo sin miedo!”.
El romano está impactado y cuestiona:
– “¿Curado?… ¿Estás seguro?… ¡Yo… yo te adoro!”.
El hombre hace ademán de postrarse, mas Jesús no se lo permite y le dice:
– “Levanta el alma. En el Cielo está Dios. A Él adórale y dirige tus pasos hacia Él. Adiós”.
– “No. Así no. Al menos acepta éste óbolo (limosna). Permíteme que te trate como a los sacerdotes de Esculapio. Permíteme que te oiga hablar… Permíteme que hable de Ti en mi patria…”.
Jesús concede:
– “Hazlo y ven con tu hermano”.
El curado está pasmado, mira a su alrededor asombrado y pregunta:
– “Pero ¿Dónde estoy? ¡Esto no es Cintium! ¿Dónde está el mar?”.
Jesús lo mira con un amor infinito y dice con dulzura:
– “Sufrías…” – Y haciendo una señal con la que impone silencio, agrega:
– “Sufrías una fiebre muy alta y te han traído a otro clima. Ahora estás mejor…”.
LA PERFECCIÓN DE ADÁN 1
“La Sinfonía de la Creación”
YAHVE (Yeové) significa: YO SOY.
En el verdadero contexto de la palabra hebrea, tiene un significado más amplio: el que ES, siendo; Crea, creando; Existe, existiendo. En una palabra que expresa movimiento continuo e infinito.
El ES el que está en el trono de su Reino Celestial, en donde los ángeles le sirven.
Y vive rodeado de los justos que forman la Gran Familia de los Hijos de Dios. Él, es el Padre Celestial. El Altísimo Señor del Universo. El Santísimo Creador.
“En el principio creó Dios el cielo y la tierra… Y el Espíritu del Señor se movía sobre las aguas.”
Estas son las primeras palabras de la maravillosa Historia de la Creación.
Ya era Dios. Siempre Él Fue.
Y por su SER podía crear de la nada, el todo; del desorden, el orden; de lo informe, lo completo; lo formado con leyes de sabiduría potentísima.
Del Caos, surge el Universo.
De los vapores cargados de moléculas confusas; de la anarquía de los elementos creó el Cielo y la Tierra.
Y poco a poco las sucesivas obras de la Creación, que fueron cada vez más portentosas.
Del caos que se separa y ordena; partes sólidas con partes sólidas para formar el planeta Tierra.
Partes húmedas con partes húmedas para formar sucesivamente los mares, los lagos, los ríos y los arroyos, A LA LUZ.
La primera de las cosas no solo ordenada con elementos ya existentes en el Caos; sino creada con poder propio, de la nada.
Y poco a poco, las sucesivas obras de la Creación se cumplieron. El Espíritu del Señor se movía sobre ellas con sus leyes y providencias.

3. Al ver tu cielo, hechura de tus dedos, la luna y las estrellas, que fijaste tú, 4. ¿qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán para que de él te cuides? 5. Apenas inferior a un dios le hiciste, coronándole de gloria y de esplendor; 6. le hiciste señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies: (10) ¡Oh Yahveh, Señor nuestro, qué glorioso tu nombre por toda la tierra!
Del Caos, Dios creó el Universo, ordenando las caóticas materias y los elementos, en aquella perfección de mundos que han durado millones de siglos.
Cuando se observa meditando, lo creado; se puede ver como la Creación es igual a una escala ascendente; en un canto que sube siempre más; de nota a nota, hasta tocar la nota perfecta y sublime.
Como es igual a un generarse de vidas cada vez más completas y perfectas, hasta alcanzar la perfección total.
De las primeras moléculas sólidas, de los vapores y fuegos desordenados que eran la nebulosa primitiva, se formaron la tierra y las aguas.
Cuando el Creador creó la Tierra, la sacó de la Nada.
Reuniendo el gas del éter ya creado y revolviendo el firmamento, en una masa que rotando se solidificó como avalancha meteórica, que crecía siempre más; alrededor de un núcleo primitivo, con la fuerza centrípeta.
La Tierra formándose así; en su recorrido de proyectiles nebulares que se solidifican a través de los espacios, debía por fuerza arrebatar a esas emanaciones, los elementos provenientes de otras fuentes.
Los cuales quedaron encerrados en ella bajo la forma de fuegos volcánicos, azufres, aguas minerales diversas, las cuales afloran a la superficie testimoniando su existencia y misterios…
¡Cuántas fuerzas buenas ignora todavía el hombre y que conocería si tuviera la humildad necesaria para reconocer al Creador Eterno!
Tres Días para preparar la Tierra para ser habitada.
Y en el tercer Día, la vistió de hierba y plantas, para que pudiera recibir semillas y hacerlas vegetales útiles.
Entonces sobre la Tierra, en la cual ya había luz, agua, aire; encendió la fuente de calor y con el sol perfeccionó la luz.
Con las estrellas y la luna que regula las mareas y las ondas de los vientos y las aguas celestes; la tierra está lista para recibir a los animales.
Dios Creador es ilimitado en su poder. Dios Creador, es Perfecto en su crear.
Dios Creador es Previdente en su crear.
Hizo diversidad en las especies vegetales, no solamente de las que tienen frutos. Y ha unido las plantas de deleite, las flores, las plantas medicinales y con diferentes utilidades para el ser humano.
Hizo las diferentes especies de animales, no solo las que son fáciles de domesticar. Sino también las que en su vida salvaje son útiles a la limpieza del campo.
Inclusive la maldita serpiente cargada de veneno y de gran utilidad, porque este veneno cura algunas de las más penosas enfermedades.
Y todas estas especies obedecen a la razón para la que fueron creadas, al orden que les fue dado.
Desde el sol hasta el mosquito, no hay ninguno que diga: “yo quiero hacer lo que me parezca”.
Y con su vida ordenada el fin para el que fueron creados, cantan loas y reflejan la gloria de su Creador.
Por lo tanto en los animales está ya representado y perfeccionado, lo que se encuentra en los reinos inferiores: los minerales y los vegetales.
“Y vio Dios que lo hecho estaba bueno.”
Dios creó el Universo para el deleite del hombre y lo llama a través de la grandeza que reflejan las obras de Dios.
Por último en la tierra, completada de todos los bienes, creó al hombre y lo colocó como rey de cuanto había hecho.
“Y vio Dios que lo que había hecho, era muy bueno”
Un artista no se siente complacido hasta que contempla su obra maestra.
En la escala ascendente, la nota se hace más alta y pura. Más completa, más magníficamente divina.
HE AQUÍ AL HOMBRE
El hombre en el cual están los tres reinos precedentes.-privado de linfa el primero; de movimiento, el segundo; de razón, el tercero.
Y adjunto el cuarto reino: aquel de la criatura razonable; dotado de palabra, de inteligencia y de razón.
Razón que regula los instintos. Inteligencia que abre los pensamientos a comprensiones y visiones que son infinitamente superiores a aquellas que se dan a los animales: capacidad de pensar en un bien material.
Palabra que lo hace capaz de expresar sus necesidades y sus afectos; entendiendo a aquellos de sus iguales.
Y sobre todo, de alabar a Dios su Creador y orar. O de evangelizar al que lo ignora.
En el hombre están el reino mineral, el vegetal, el animal, el humano y perfección de perfecciones: el espiritual.
He aquí la escala que del desorden del Caos, sube al orden sobrenatural, pasando por el natural.
He aquí a la criatura en la cual están reunidos y en síntesis, todos los elementos y caracteres de las otras creaciones; reunidas y perfeccionadas.
A la criatura hecha de fango; o sea, con el polvo en el cual están desmenuzadas las sales minerales en el elemento agua.
Dotado de calor (elemento fuego) y de respiración (elemento aire) De vista natural e intelectual (elemento luz)
De sangre, humores, glándulas y órganos reproductores (linfa)

7. Entonces Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente. GÉNESIS 2, 7
De instintos, pensamientos, movimientos, libertad, voluntad, Dios infunde su “soplo o espíritu de vida.”
CUANDO DIOS CREÓ AL PRIMER HOMBRE,
INFUNDIÓ EN ÉL MÁS QUE LA VIDA DE LA MATERIA HASTA ENTONCES INANIMADA,
TAMBIÉN LA VIDA DEL ESPÍRITU.
De otra manera no habría podido decir que lo había hecho a imagen y semejanza suya.
El hombre fue creado a Imagen y Semejanza.
Y une en sí y en perfecta armonía: cuerpo, alma y espíritu.

3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste,
4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
5 Le has hecho poco menor que los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra.
6 Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste debajo de sus pies:
Lo creó inmortal para que viviera una sola vez.
El orden en la vida humana es éste: que un cuerpo se una a un espíritu para volver al hombre en similitud con Dios; el cual no es carne, sino Espíritu.
No animal, sino sobrenatural.
Cada hombre y cada obra tienen su sello diferente:
DIOS JAMÁS SE REPITE.
CADA HOMBRE ES ÚNICO
Por eso los ángeles tienen diferentes habilidades y competencias:
unos son custodios, otros heraldos y otros, serafines adorantes. Cada uno tiene su función.
El Creador proveyendo el resguardo de la Humanidad; su mente santísima la diversificó por el bien de la Tierra y según las necesidades, dotó a cada hombre de las habilidades necesarias según las circunstancias.
Y le dio el ingenio para que creara a su vez.
Por eso es la diferencia de caracteres y de temperamentos.
Para el Creador, su Obra Maestra fue el hombre. Y su mayor satisfacción, el fin para el que lo creó.
CUANDO LA MENTE DIVINA CONCIBIÓ LA IDEA DE CREAR AL HOMBRE,
SU AMOR PENSÓ EN LA CRIATURA HUMANA COMO UN DIOS, HIJO DE DIOS
Y EL PADRE EN VERDAD PUSO EL SELLO DE SU PATERNIDAD EN SU HIJO:
EN EL ESPÍRITU
La capacidad de conocer y amar a Dios tanto en esta como en la otra vida.
Así pues creo al hombre compuesto de dos sustancias: una material llamada cuerpo, creada inicialmente en el lodo y procreada subsiguientemente con la carne y la sangre del hombre.
La otra inmaterial: compuesta por el alma y el espíritu.
Sin el alma el hombre sería una criatura animal guiada por los instintos y las facultades naturales.
Y sin el cuerpo el hombre sería una criatura espiritual, con dotes sobrenaturales de inteligencia, voluntad y gracia, igual que los ángeles.
Dios a esta Obra Maestra representada por el hombre, en el cual se encuentran unidas las dos criaturas: la animal y la espiritual, formando una sola unidad.

Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Con dos. naturalezas: la divina. y la humana. unidas en la Persona del Verbo. (Juan1,14).
Le dio su Imagen y Semejanza en sus pensamientos, en sus afectos, en sus actos, en sus impulsos, en sus deseos y sentimientos.
El Sexto Día fue creado el Hombre. Verdadero anillo de conjunción entre la Tierra y el Cielo.
Verdadero punto de unión entre el mundo espiritual y el material.
El ser en el cual la materia es tabernáculo del espíritu.
El ser en el cual el espíritu anima la materia, no solo por la vida limitada y mortal; sino por la vida inmortal después de la resurrección final.
El hombre, la criatura en la cual habita el Espíritu Creador.
El hombre, la maravilla de la potencia de Dios, al que infunde parte de Sí Mismo Infinito.
El polvo elevado a la potencia de Hombre y Mujer.
Y UNIDOS A ELLOS LA GRACIA,
QUE ELEVA LA POTENCIA DEL HOMBRE-ANIMAL,
A LA POTENCIA DE LA VIDA Y CONDICIÓN DE CRIATURA SOBRENATURAL
DEIFICÁNDOLA,
CONVIRTIÉNDOLA EN HIJO DE DIOS POR PARTICIPACIÓN DE NATURALEZA
Haciéndolo capaz de entrar en relación directa con Él. Disponiéndolo a comprender al Incomprensible.
Haciéndole posible y lícito amar a Aquel a quién sin su Divino Don, no podría el hombre por su sola capacidad, ni siquiera desear amar.
El hombre, hecho triángulo que apoya la base (la materia) sobre la tierra de la que fue extraído
Y que tiende con sus facultades intelectuales, a ascender al conocimiento de Aquel al que se asemeja
y toca con su vértice (el espíritu del Espíritu, la parte electa del alma) EL CIELO;
Perdiéndose en la contemplación de Dios Caridad, accesible por la unión con Dios y lo deifica.
EL CUERPO
El cuerpo humano es una obra maestra que compendia las artes y las ciencias.
El Divino Escultor proyectó en él, una maravilla arquitectónica y un prodigio de ingeniería, que contiene el más portentoso laboratorio químico y el más asombroso y perfecto conjunto de armonía, belleza y funcionalidad.
Creado originalmente inmortal, fue destinado a ser un Templo Viviente para que Dios lo habitase.
Lavado por el Bautismo convierte al hombre en Templo del Espíritu Santo.
La belleza es un atributo de Dios y fue uno de los dones que dio a los progenitores.
Los cuerpos humanos creados por Dios, eran perfectamente hermosos y reflejaban la Perfección del que los había Creado.
Dios es un Espíritu Purísimo. Y el hombre testimoniaba con la perfección de un cuerpo armónico y bellísimo, vasos vivos para contener el Espíritu del cual provenían.
EL CUERPO HUMANO PROFANADO Y CORRUPTO
NO PUEDE CONTENER AL ESPÍRITU DE DIOS
Y ES INVADIDO POR SATANÁS
CUANDO SATANÁS TOMA POSESIÓN
INOCULA LA CORRUPCIÓN EN TODAS SUS FORMAS.
Y el hombre satanizado es un demonio con todos los desenfrenos de su amo.
Un Satanás que va contra la Ley divina y humana. Que viola hasta las normas más elementales del vivir como hombres racionales.
El cuerpo es solamente la vestidura del alma y por el pecado ha quedado sujeto a la corrupción, a la muerte, a la enfermedad, al dolor.
EL ALMA Y EL ESPIRITU
“El Altísimo no habita en templos hechos por la mano del hombre.”
Estas palabras fueron dichas por el Templo de Salomón, la más suntuosa casa que el hombre haya elevado en honor de Dios.
PORQUE DIOS MISMO AL CREAR AL HOMBRE,
SE HIZO CON INFINITA POTENCIA UNA MORADA DIGNA DE SÍ,
EN EL ESPÍRITU DEL HIJO FIEL
ESPÍRITU QUE ES UNA PARTÍCULA DE SÍ MISMO
El espíritu del hombre vivo por la Gracia, convertido en Templo del Espíritu Santo, cierra el círculo del amor:
Dios conteniéndose a Sí Mismo.
El alma es el cofre, el arca santa, el nutriente que contiene al espíritu que es la gema salida de la Mano de Dios, de los infinitos tesoros de su YO
para ponerla dentro de la criatura; signo innegable del origen divino del hombre, que certifica su filiación con su Creador.
Como la sangre en las venas, está el espíritu en el interior del alma.

En la muerte física, el ESPÍRITU vuelve a Dios, el CUERPO regresa al polvo y el ALMA va al CIELO o al INFIERNO.
Y así como la sangre da vida al cuerpo para vivir la jornada terrena; así el espíritu da la vida al alma, para vivir los días que no tienen fin.
El alma espiritual es la que diferencia al hombre de los animales. Y ésta viene de Dios y todas sus potencias tienden hacia Él.
Dios es Luz y es el Padre de la Luz y de las luces. A la tierra, su primera criatura, concede y dona la Luz.
Así como al hombre, perfección de la Creación y última de las Seis Obras de las seis jornadas divinas; después de las cuales Dios reposó,
CONCEDE EL ATRIBUTO QUE LO HACE A ÉL SEMEJANTE:
EL ESPÍRITU INMORTAL
Libre, el hálito suyo divino, infuso en la materia para que sea animado por Dios y tenga derecho al Cielo y a la morada del Padre.
El cuerpo del hombre es animado por el soplo de Dios.
Por esto en todo hombre y en cada hombre, se extiende y penetra el Espíritu de Dios con derecho de Rey y con su amor de Padre Creador.
Porque ¿En donde reposa Dios?
En el espíritu de los justos.
¿Qué es el espíritu?
Es la parte superior del alma humana.
¿Cuándo deja de ser trono de Dios?
Cuando la concupiscencia la trastorna…
LA PERFECCION DE ADAN
La perfección de la obra regia de Dios en Adán y en la cual Dios puso su inteligencia creadora, estaba en su espíritu.
El semen de Adán si Adán hubiese sabido permanecer Rey cual Dios lo hizo, hubiera sido un semen de perpetua perfección.
El espíritu es el Tabernáculo de Dios.
El hombre fue creado para ser un templo viviente para que Dios lo habitase.
Para el espíritu no hay limitaciones, no hay obstáculos, no hay límites, no hay privaciones, no hay necesidades.
Él es poderoso, libre, instantáneo y como está formado de luz, cuando se une a la Luz, está pleno de Sabiduría Divina.
(Esto explica porque a los incultos, Dios los convierte en doctos sin haber estudiado)
El altar del espíritu es el corazón. Y el sagrario es el punto en el cual Dios puso en el hombre la necesidad de adoración.
Y esta adoración se alimenta de amor y de necesidad de amar.
Dios hizo este altar precioso y sagrado.
Lo hizo para estar formado del amor y de la unión con Él.
Y de la generosidad en el amor incorruptible a las acciones perjudiciales de los sentidos, de las tentaciones, de las insidias, de las tres carcomas del alma.
Porque el amor generoso y la unión con Él, hacen a las fibras del corazón incorruptible a las acciones disgregadoras que vienen del exterior.
Por eso el hombre ha hecho a este órgano, sede de los sentimientos y trono y asilo de las pasiones predominantes.
Y éstas se custodian con cada latido del corazón.
Y en el fondo la gema que esplende, amigable y santa o flameantemente engañosa y malvada:
su tesoro es el sentimiento que la domina.
El altar original perfumaba con su amor la santidad de Dios y cantaba su armonía, amándolo y adorándolo sobre todas las cosas;
porque en todas las cosas estaba el sello innegable del Amor Divino, que las había hecho perfectas y maravillosas para el gozo de su criatura.
El amor es el término de la perfección humana: el Amor Total.
El amor es una fuerza absoluta y el alimento de la vida.
EL AMOR ES EL CULTO DE ADORACIÓN A DIOS,
PORQUE EL QUE CRECE EN EL AMOR, CRECE EN PERFECCIÓN.
El hombre está obligado a conocer a Dios por gratitud y por respeto a su propia inteligencia.
Y su propia naturaleza le exige la necesidad de amar, porque aquel que ama es nacido de Dios
y por la Caridad es semejante a Dios.
¿QUÉ Y CÓMO ES EL ALMA?
El capítulo uno del Libro del Génesis nos relata la Sinfonía de la Creación.
En cada jornada creativa, Dios contempla lo que ha creado y lo califica así: “Y vio Dios que esto era bueno”
Dios creó el Universo para el deleite del hombre y lo llama a través de la grandeza que reflejan las obras de Dios.
Por último en la Tierra, completada de todos los bienes, creó al hombre y lo colocó como rey de cuanto había hecho.
Y cuando contempló su Obra Maestra:
“Y vio Dios que lo que había hecho, era muy bueno”
Un artista no se siente complacido hasta que contempla su obra maestra.
En la escala ascendente, la nota se hace más alta y pura. Más completa, más magníficamente divina.HE AQUÍ AL HOMBRE.
El hombre en el cual están los tres reinos precedentes.-privado de linfa el primero; de movimiento, el segundo; de razón, el tercero.
Y adjunto el cuarto reino: aquel de la criatura razonable; dotado de palabra, de inteligencia y de razón.
Razón que regula los instintos. Inteligencia que abre los pensamientos a comprensiones y visiones que son infinitamente superiores a aquellas que se dan a los animales: capacidad de pensar en un bien material.
Palabra que lo hace capaz de expresar sus necesidades y sus afectos; entendiendo a aquellos de sus iguales. Y sobre todo, de alabar a Dios su Creador y orar. O de evangelizar al que lo ignora.
En el hombre están el reino mineral, el vegetal, el animal, el humano y perfección de perfecciones: el espiritual.
He aquí la escala que del desorden del Caos, sube al orden sobrenatural, pasando por el natural. He aquí a la criatura en la cual están reunidos y en síntesis, todos los elementos y caracteres de las otras creaciones; reunidas y perfeccionadas.
A la criatura hecha de fango; o sea, con el polvo en el cual están desmenuzadas las sales minerales en el elemento agua.
Dotado de calor (elemento fuego) y de respiración (elemento aire) De vista natural e intelectual (elemento luz) De sangre, humores, glándulas y órganos reproductores (linfa)
De instintos, pensamientos, movimientos, libertad, voluntad, Dios infunde su “soplo o espíritu de vida.”
Cuando Dios creó al primer hombre, infundió en él más que la vida de la materia hasta entonces inanimada, también la vida del espíritu. De otra manera no habría podido decir que lo había hecho a imagen y semejanza suya.
El hombre fue creado a imagen y semejanza. Y une en sí y en perfecta armonía: cuerpo, alma y espíritu.
Lo creó inmortal para que viviera una sola vez. El orden en la vida humana es éste: que un cuerpo se una a un espíritu para volver al hombre en similitud con Dios; el cual no es carne, sino Espíritu.
No animal, sino sobrenatural. Cada hombre y cada obra tienen su sello diferente:
Dios jamás se repite. Cada hombre es único.Por eso los ángeles tienen diferentes habilidades y competencias: unos son custodios, otros heraldos y otros, serafines adorantes. Cada uno tiene su función.
El Creador proveyendo el resguardo de la Humanidad; su mente santísima la diversificó por el bien de la tierra y según las necesidades, dotó a cada hombre de las habilidades necesarias según las circunstancias.
Y le dio el ingenio para que creara a su vez. Por eso es la diferencia de caracteres y de temperamentos.
Para el Creador, su Obra Maestra fue el hombre.
Y su mayor satisfacción, el fin para el que lo creó. Cuando la mente divina concibió la idea de crear al hombre, su amor pensó en la criatura humana como un dios, hijo de Dios.
Y el Padre en verdad puso el sello de su Paternidad en su hijo: en el espíritu. La capacidad de conocer y amar a Dios tanto en esta como en la otra vida.
Así pues creo al hombre compuesto de dos sustancias: una material llamada cuerpo, creada inicialmente en el lodo y procreada subsiguientemente con la carne y la sangre del hombre. La otra inmaterial: compuesta por el alma y el espíritu.
Sin el alma el hombre sería una criatura animal guiada por los instintos y las facultades naturales. Y sin el cuerpo el hombre sería una criatura espiritual, con dotes sobrenaturales de inteligencia, voluntad y gracia, igual que los ángeles.
Dios a esta Obra Maestra representada por el hombre, en el cual se encuentran unidas las dos criaturas: la animal y la espiritual, formando una sola unidad.
Le dio su imagen y semejanza en sus pensamientos, en sus afectos, en sus actos, en sus impulsos, en sus deseos y sentimientos.
El Sexto Día fue creado el Hombre. Verdadero anillo de conjunción entre la Tierra y el Cielo. Verdadero punto de unión entre el mundo espiritual y el material. El ser en el cual la materia es tabernáculo del espíritu.
El ser en el cual el espíritu anima la materia, no solo por la vida limitada y mortal; sino por la vida inmortal después de la resurrección final.
El hombre, la criatura en la cual habita el Espíritu Creador.El hombre. La maravilla de la potencia de Dios, al que infunde parte de Sí Mismo Infinito. El polvo elevado a la potencia de Hombre y Mujer.
Y unidos a ellos la Gracia, que eleva la potencia del hombre-animal, a la potencia de la vida y condición de criatura sobrenatural deificándola, convirtiéndola en hijo de Dios por participación de naturaleza.
Haciéndolo capaz de entrar en relación directa con Él. Disponiéndolo a comprender al Incomprensible.
Haciéndole posible y lícito amar a Aquel a quién sin su Divino Don, no podría el hombre por su sola capacidad, ni siquiera desear amar.
El hombre, hecho triángulo que apoya la base (la materia) sobre la tierra de la que fue extraído y que tiende con sus facultades intelectuales, a ascender al conocimiento de Aquel al que se asemeja.
Y toca con su vértice (el espíritu del Espíritu, la parte electa del alma) EL CIELO; perdiéndose en la contemplación de Dios Caridad, accesible por la unión con Dios y lo deifica.
EL CUERPO.
El cuerpo humano es una obra maestra que compendia las artes y las ciencias.
El Divino Escultor proyectó en él, una maravilla arquitectónica y un prodigio de ingeniería, que contiene el más portentoso laboratorio químico y el más asombroso y perfecto conjunto de armonía, belleza y funcionalidad.
Creado originalmente inmortal, fue destinado a ser un Templo Viviente para que Dios lo habitase. Lavado por el Bautismo convierte al hombre en Templo del Espíritu Santo.
La belleza es un atributo de Dios y fue uno de los dones que dio a los progenitores.
Los cuerpos humanos creados por Dios, eran perfectamente hermosos y reflejaban la perfección del que los había creado.
Dios es un Espíritu Purísimo. Y el hombre testimoniaba con la perfección de un cuerpo armónico y bellísimo, vasos vivos para contener el Espíritu del cual provenían.
El cuerpo humano profanado y corrupto NO puede contener al Espíritu de Dios y es invadido por Satanás.
Cuando Satanás toma posesión, inocula la corrupción en todas sus formas. Y el hombre satanizado es un demonio con todos los desenfrenos de su amo.
Un Satanás que va contra la Ley divina y humana. Que viola hasta las normas más elementales del vivir como hombres racionales.
El cuerpo es solamente la vestidura del alma y por el pecado ha quedado sujeto a la corrupción, a la muerte, a la enfermedad, al dolor.
EL ALMA Y EL ESPIRITU
“El Altísimo NO habita en templos hechos por la mano del hombre.”
Estas palabras fueron dichas por el Templo de Salomón, la más suntuosa casa que el hombre haya elevado en honor de Dios.
Porque Dios Mismo al crear al hombre, se hizo con infinita potencia una morada digna de Sí, en el espíritu del hijo fiel; espíritu que es una partícula de Sí Mismo:
El espíritu del hombre vivo por la Gracia, convertido en Templo del Espíritu Santo, cierra el círculo del amor: Dios conteniéndose a Sí Mismo.
El alma es el cofre, el arca santa, el nutriente que contiene al espíritu que es la gema salida de la Mano de Dios, de los infinitos tesoros de su YO para ponerla dentro de la criatura; signo innegable del origen divino del hombre, que certifica su filiación con su Creador.
Como la sangre en las venas, está el espíritu en el interior del alma. Y así como la sangre da vida al cuerpo para vivir la jornada terrena; así el espíritu da la vida al alma, para vivir los días que no tienen fin.
El alma espiritual es la que diferencia al hombre de los animales. Y ésta viene de Dios y todas sus potencias tienden hacia Él.
Dios es Luz y es el Padre de la Luz y de las luces. A la tierra, su primera criatura, concede y dona la luz.
Así como al hombre, perfección de la Creación y última de las Seis Obras de las seis jornadas divinas; después de las cuales Dios reposó, concede el atributo que lo hace a Él semejante:
El espíritu inmortal. Libre, el hálito suyo divino, infuso en la materia para que sea animado por Dios y tenga derecho al Cielo y a la morada del Padre.
El cuerpo del hombre es animado por el soplo de Dios. Por esto en todo hombre y en cada hombre, se extiende y penetra el Espíritu de Dios con derecho de Rey y con su amor de Padre Creador.
Porque ¿En donde reposa Dios? En el espíritu de los justos. ¿Qué es el espíritu? Es la parte superior del alma humana. ¿Cuándo deja de ser trono de Dios? Cuando la concupiscencia la trastorna…
¿Cómo estamos hechos?
LA PERFECCION DE ADAN
La perfección de la obra regia de Dios en Adán y en la cual Dios puso su inteligencia creadora, estaba en su espíritu.
El semen de Adán si Adán hubiese sabido permanecer Rey cual Dios lo hizo, hubiera sido un semen de perpetua perfección. El espíritu es el Tabernáculo de Dios. El hombre fue creado para ser un templo viviente para que Dios lo habitase.
Para el espíritu NO hay limitaciones, NO hay obstáculos, NO hay límites, NO hay privaciones, NO hay necesidades.
Él es poderoso, libre, instantáneo y como está formado de luz, cuando se une a la Luz, está pleno de Sabiduría Divina. (Esto explica porque a los incultos, Dios los convierte en doctos sin haber estudiado)
El altar del espíritu es el corazón. Y el sagrario es el punto en el cual Dios puso en el hombre la necesidad de adoración.
Y esta adoración se alimenta de amor y de necesidad de amar.
Dios hizo este altar precioso y sagrado. Lo hizo para estar formado del amor y de la unión con Él.
Y de la generosidad en el amor incorruptible a las acciones perjudiciales de los sentidos, de las tentaciones, de las insidias, de las tres carcomas del alma.
Porque el amor generoso y la unión con Él, hacen a las fibras del corazón incorruptible a las acciones disgregadoras que vienen del exterior.
Por eso el hombre ha hecho a este órgano, sede de los sentimientos y trono y asilo de las pasiones predominantes.
Y éstas se custodian con cada latido del corazón.
Y en el fondo la gema que esplende, amigable y santa.
O flameantemente engañosa y malvada: su tesoro es el sentimiento que la domina.
El altar original perfumaba con su amor la santidad de Dios y cantaba su armonía, amándolo y adorándolo sobre todas las cosas porque en todas las cosas estaba el sello innegable del Amor Divino, que las había hecho perfectas y maravillosas para el gozo de su criatura.
El amor es el término de la perfección humana: el Amor Total.
El Amor es una fuerza absoluta y el alimento de la vida. El Amor es el culto de adoración a Dios, porque el que crece en el Amor, crece en perfección.
El hombre está obligado a conocer a Dios por gratitud y por respeto a su propia inteligencia.
Y su propia naturaleza le exige la necesidad de amar, porque aquel que ama es nacido de Dios y por la caridad es semejante a Dios. El Sexto Día fue creado el hombre siguiendo el fin para el que fue creado: amar y servir a su Señor durante la vida terrena, conocerlo en su Verdad y después gozar de Él para siempre en la Vida Eterna.
Fue creado el único hombre del cual debía venir toda la Humanidad y del cual fue tomada la mujer; compañera del hombre y para el hombre, con el cual poblará la Tierra, reinando sobre todas las criaturas inferiores.
Fue creado el Único Hombre, aquel que como padre habría trasmitido a sus descendientes todo cuanto había recibido: vida, sentidos, aptitudes materiales; así como inmunidad a todo sufrimiento, razón, intelecto, ciencia, integridad, sabiduría, inmortalidad y el Don de dones: la Gracia.
El hombre era un semidiós por la Gracia y por la Fe.
Cuando el hombre se despertó de su primer sueño y encontró a su lado a la compañera, sintió que la felicidad que Dios le había dado era completa. Era ya tan grande desde antes.
Todo en Adán y en torno a Adán fue hecho para que él gozase de una felicidad completa: sana, santa y la delicia; o sea, el Edén NO era solamente en torno, sino también adentro de Adán.
Lo circundaba un jardín pleno de bellezas vegetales, animales y minerales. Pero dentro de él, un jardín pleno de bellezas espirituales, florecía con virtudes de todo género.
Prontas a madurarse en frutos de santidad perfecta; perteneciente a la ciencia apropiada a su estado y que los hacía aptos para la vida sobrenatural, la Gracia.
Como criatura física, gozaba de esto que veía: la belleza de un mundo virgen, testimonio salido del querer de Dios. Gozaba de esto que podía: su señorío sobre las criaturas inferiores. Todo había sido hecho por Dios para el servicio del Hombre: desde el sol hasta los insectos, para que todo le fuese una delicia.
Como criatura sobrenatural gozaba, -un éxtasis radiante y suavísimo- de la compañía de la Esencia de Dios: el Amor.
De los raptos de amor entre el Infinito que se donaba y la criatura que lo amaba adorándolo.
El Génesis encubre esta facultad y este comunicarse con Dios en la frase: “Habiendo oído la Voz de Dios que se paseaba en el fresco de la brisa de la tarde.”
Por cuanto el Padre había dado a sus hijos una ciencia proporcionada a su estado, aun así, Él Mismo los instruía.
Porque Infinito es el Amor de Dios y después de haber dado, anhela nuevamente dar y tanto más da, en cuanto más la criatura desea serle hija. Dios se da siempre a aquel que a Él se le da generosamente.
Cuando el hombre se despertó y vio a la mujer, su igual y su complemento; sintió que su felicidad de criatura era total, teniendo el todo humano en plenitud y el todo sobrehumano colmado por el amor dado al amor del hombre.
EL ALMA.
¿Cómo es? ¿Cuáles son sus atributos?
Los Progenitores, además de la Gracia Santificante y la Inocencia, tuvieron en su creación otros dones de su Creador.
La Inmortalidad: atributo divino.
La Inmunidad: de todo dolor y miseria.
La Integridad: la perfecta sujeción de los sentidos a la razón.
La Razón: Es más grande que el instinto.
La Ciencia: ilumina el saber y regula el amor, sujetándolo al orden hacia las criaturas y hacia Dios. Adán estaba formado de carne más que de espíritu.
Pero NO era carnal en cuanto a que sobre la materia, señoreaban el espíritu y la razón.
Y el espíritu inocente y pleno de Gracia, tenía semejanza admirable con su Creador y por lo tanto era inteligente y sabía comprender.
La Libertad: majestad dominante sobre el ‘yo’.
La inteligencia: perfecta e iluminada por la Caridad. Plena de sabiduría y de ciencia divina. Dios dio al hombre la inteligencia unida a la libertad de pensamiento.
¿Qué es el pensamiento? Es al alma de la palabra. La facultad de comprender y conocer expresando las ideas y comunicarlas a los demás, es una cualidad humana.
Los pensamientos brotan en la profundidad de la mente y esto es lo que distingue al hombre de los brutos, en los cuales los movimientos mentales se limitan a los más rudimentarios para vivir.
El hombre piensa y del pensamiento nacen obras de arte, de genio, de belleza. El hombre piensa y en este su pensar tiene un íntimo amigo que le sirve de compañía en su soledad.
El pensamiento del hombre viaja, espiritual como es, por todo el Universo. Se sumerge en los recuerdos y emerge en la previsión de los tiempos futuros.
Estudia, contempla y medita, las admirables obras de Dios en la Creación. Reflexiona los misterios de los hombres.
Cada hombre es un misterio encerrado en su vestidura mortal. Luminoso u oscuro según sea su ánimo, santo o satánico.
Misterio solo conocido por Dios para el que no hay nada oculto. Y de la contemplación de las cosas y de los hombres, sube a la contemplación de Dios.
Como el águila que cada vez más alto asciende hacia el sol, así el pensamiento humano puede elevarse y sumergirse en la luminosidad de Dios, después de haber meditado en la capacidad humana.
En la Inmensidad divina después de haber reflexionado en la relatividad humana. En la eternidad divina, después de haber contemplado la efímera temporalidad humana. La Perfección, después de haber mirado sin soberbia que ciega, la imperfección humana. La Mente: humana es perfecta e imperfectísima. Iluminada por Dios es perfecta. Sin Él cae en el error.
La Razón: debe estar motivada por la bondad. Solo así las acciones humanas obtienen frutos de santidad. Y la razón si es humilde cae de rodillas en obsequio del Dios Infinito e Incomprendible, que solo se vuelve accesible a través de la FE.
Solo la Fe ilumina la ciencia y la ayuda a comprender. El conocimiento de la Esencia de Dios se encuentra en la sabiduría.
Y la sabiduría se encuentra en el luminoso y ardiente centro que es la Caridad. Porque fe es religión y la religión permite a la criatura inteligente pero limitada, comprender al Perfecto e Infinito.
La Memoria: el hombre fue creado para amar y adorar a Dios. Y sufre porque desea a Dios.
Y este sufrimiento lo provoca el vacío interior que existe en el hombre que vive alejado de Él. Porque hay en el hombre un ansia de creer que es más grande que su necesidad de respirar.
Por eso tiene hambre de Dios y experimenta una necesidad instintiva de buscar la Verdad, que se convierte en un acicate doloroso, porque el hombre se engaña voluntariamente en su deseo,
se crea ídolos para aliviar su necesidad espiritual y el alma recuerda a Dios con nostalgia por el momento en que fue creada.
Instante fugaz frente a Él, pero que produce un sello indeleble en lo más íntimo de su ser.

¿Qué nombre tiene lo que ocupa mis pensamientos la mayor parte del tiempo? Es el nombre de mi ídolo…
Su recuerdo se vuelve borroso porque el cuerpo que habita y al que gobierna una mente pagana, llena de ídolos,
Vive una vida que la enferma y con su espíritu muerto, su sufrimiento aumenta. Porque ella sabe que su cuerpo es perecedero y está unido a algo que es inmortal.
El hombre se pierde en marasmos filosóficos y aún quién dice que no cree en nada, en alguna cosa cree.
El que afirma “No creo en Dios” presupone otra fe. Tal vez en sí mismo o en su inteligencia soberbia.
Es como el pensamiento “no quiero pensar”, por el hecho de expresarlo, está manifestando que está pensando.
La Voluntad: de los atributos del alma, si la voluntad no es usada con sagacidad para manejar la inteligencia, ésta se vuelve como las medicinas peligrosas: en lugar de sanar matan. La voluntad es la soberana del alma. Dios la respeta y da las fuerzas necesarias para ‘una buena voluntad’ con las virtudes que la hacen inclinarse hacia Él. Pero “No querer ser esclavo del mal”, debe salir del hombre.
La Libertad de Arbitrio: el libre albedrío es el regalo más grande que Dios otorgó a la inteligencia humana.
Dios ama a los hombres y les concede la libertad de arbitrio, para que por ella se perfeccionen en la virtud y se hagan más semejantes a Él.
Cuando el libre albedrío no está sostenido por el amor, la voluntad se debilita, muere, poco a poco porque el libre albedrío se ha dejado seducir y se hace esclavo del mal. Dios lo hizo libre y el hombre lo convierte en esclavo de las pasiones.
El demonio, el mundo, la carne, en un libre albedrío desordenado, conducen al egoísmo desenfrenado que da la muerte al espíritu.
La inteligencia del egoísta queda obnubilada para Dios y sus verdades. La soberbia ensombrece con su humo al egoísta y le ofusca la Verdad.
Comienza el proceso de los ‘¿Por qué?’ de estos se pasa a la DUDA. A la separación no solo de Dios y la confianza en Él, sino también de su justicia, del temor de Dios y de su castigo.
Este es el motivo por el cual se explica, porqué tan fácilmente se peca. La mala voluntad en el pecar, es lo único que Dios, no perdona. Cuando el alma posee un libre albedrío que vive dentro del orden, en obediencia hacia Dios y siendo heroicamente fiel al Bien, el hombre se eleva y el alma se deifica al tomar la semejanza con Dios.
Cuando es el Mal el que lo embrutece; esta semejanza es casi borrada totalmente y la degradación espiritual es tal, que se hace semejante al Demonio.
Todo está en la voluntad con que se hace cada acción, ya sea virtuosa o pecaminosa. Porque es la voluntad la que da valor a nuestros actos.
QUERER ARREPENTIRSE. QUERER CONVERTIRSE. QUERER OBEDECER.
QUERER VENCER. QUERER PERDONAR. QUERER AMAR. QUERER SER FIEL.
QUERER TRIUNFAR SOBRE SÍ MISMOS Y SOBRE EL MAL. QUERER SER HEROES.
QUERER. QUERER. QUERER.
El que NO se quiere salvar teniendo los medios… ES PORQUE QUIERE CONDENARSE.
Hasta el último momento, Dios respeta el libre albedrío y la voluntad, reina y soberana del alma. También la voluntad es el factor fundamental en la RECREACIÓN DEL ALMA.
Toda la Creación natural y sobrenatural, es obra del amor. Todas las providencias, las leyes físicas, morales, espirituales, son obras del Amor.
El Intelecto: Es capaz de distinguir lo que está bien y lo que está mal. Y amaestra sobre el cómo y el porqué, se puede y se debe querer hacer el bien y no querer hacer el mal.
La Conciencia: su voz podría llamarse la Voz del Mismo Dios, hablando en el interior del hombre. Es otra ayuda no-solo en empujar la voluntad a acciones buenas y en detener la misma para acciones malvadas.
Sino en hacer que surja el arrepentimiento y empujar a la reparación de un mal cometido, para que el hombre vuelva a encontrarse en Gracia de Dios, cuando la ha perdido pecando.
LA Intuición: es una ayuda que Dios da a la inteligencia debilitada en la comprensión.
La lucidez de la inteligencia ayuda poderosamente a recibir y comprender las enseñanzas que la Ciencia Eterna, en las lecciones que Dios quiere que sean guía y consuelo en la hora que vivimos,para que el mundo no se embrutezca totalmente; pues las palabras de la justicia no son más que sonidos que repercuten en las orejas y a veces ni siquiera se perciben: NO se hacen alimento de Vida.
Dios crea las almas por amor. Y para que ellas puedan alcanzarle y poseerle, después de haberse esforzado en amarle y conocerle, las ha llenado de dones.
El alma viene de Dios y todas sus potencias físicas, morales y espirituales tienden hacia Él.
El alma originalmente dada al hombre se recrea y se supera en grados inimaginables, a través de grandes sufrimientos y tribulaciones, haciéndola apta para reposar en Dios.
El espíritu vivo se funde en Dios y el alma se convierte en Templo Viviente del Espíritu Santo, porque Dios vive en ellas y las funde con Él.
Y es de suma importancia para el alma que quiere avanzar en la vía del Cielo, ser robusta y tener todas sus potencias firmes en Dios. Cuando esto sucede el alma está segura. Cuando las potencias del espíritu están fijas en Él, ninguna fuerza la puede quitar de ahí.
El alma viva tiene tal repugnancia al mal, porque Jesús está en ella y el alma percibe lo que siente Él. El mérito del alma es uno solo: aquel de su buena voluntad de querer tenerlo a Él y aferrarse a Él.
Todo otro pensamiento sería soberbia y vanidad espiritual. Las almas que están fijas en Dios, no deben tener nunca miedo a nada. Solo a pecar.
EL ESPIRITU
El espíritu es un Templo. El ángel custodio de cada criatura, adora en la misma, al Dios que la habita si está en Gracia del Señor. El espíritu es un Rey. La infinita misericordia del Dios Único y Trino, ha dado a nuestro espíritu todas las ayudas para permanecer dominador.
Los sentimientos pueden ser domados, entregándolos a Dios y pidiéndole que nos llene de su Amor. Es el alma lo que da al hombre el derecho a decir: “Padre mío…”
Cuanto más el alma es hija de Dios, tanto más pronta se siente para seguir los consejos del Espíritu Santo.
El alma hija de Dios toma de su Padre esta característica divina: la solicitud pronta y alegre de hacer todo aquello que es bien.
La medida de la filiación alcanzada, la da la prontitud con la que el alma secunda las divinas inspiraciones, sin pararse a considerar lo que ellas puedan exigir de esfuerzo por parte de la criatura humana; ni del peligro que hayan de suponer para el individuo carnal.
Y el alma espiritual es la que distingue al hombre de los animales y lo hace dios sobre todos los otros seres creados: dios-rey que domina y somete; comprende, instruye, provee y lo hace dios por su origen y destino futuros.
Es el alma aquella que iluminada por su divino origen, sabe, quiere, puede con fuerza ya semidivina.
Fuerza que Dios potentemente sostiene y ayuda, cuanto más el alma se eleva en la justicia y el hombre se diviniza con una vida de justicia.
N249 ¿QUÉ Y CÓMO ES EL ALMA?
El capítulo uno del Libro del Génesis nos relata la Sinfonía de la Creación.
En cada jornada creativa, Dios contempla lo que ha creado y lo califica así: “Y vio Dios que esto era bueno”
Dios creó el Universo para el deleite del hombre y lo llama a través de la grandeza que reflejan las obras de Dios.
Por último en la Tierra, completada de todos los bienes, creó al hombre y lo colocó como rey de cuanto había hecho.
Y cuando contempló su Obra Maestra:
“Y vio Dios que lo que había hecho, era muy bueno”
Un artista no se siente complacido hasta que contempla su obra maestra.
En la escala ascendente, la nota se hace más alta y pura. Más completa, más magníficamente divina.HE AQUÍ AL HOMBRE.
El hombre en el cual están los tres reinos precedentes.-privado de linfa el primero; de movimiento, el segundo; de razón, el tercero.
Y adjunto el cuarto reino: aquel de la criatura razonable; dotado de palabra, de inteligencia y de razón.
Razón que regula los instintos. Inteligencia que abre los pensamientos a comprensiones y visiones que son infinitamente superiores a aquellas que se dan a los animales: capacidad de pensar en un bien material.
Palabra que lo hace capaz de expresar sus necesidades y sus afectos; entendiendo a aquellos de sus iguales. Y sobre todo, de alabar a Dios su Creador y orar. O de evangelizar al que lo ignora.
En el hombre están el reino mineral, el vegetal, el animal, el humano y perfección de perfecciones: el espiritual.
He aquí la escala que del desorden del Caos, sube al orden sobrenatural, pasando por el natural. He aquí a la criatura en la cual están reunidos y en síntesis, todos los elementos y caracteres de las otras creaciones; reunidas y perfeccionadas.
A la criatura hecha de fango; o sea, con el polvo en el cual están desmenuzadas las sales minerales en el elemento agua.
Dotado de calor (elemento fuego) y de respiración (elemento aire) De vista natural e intelectual (elemento luz) De sangre, humores, glándulas y órganos reproductores (linfa)
De instintos, pensamientos, movimientos, libertad, voluntad, Dios infunde su “soplo o espíritu de vida.”
Cuando Dios creó al primer hombre, infundió en él más que la vida de la materia hasta entonces inanimada, también la vida del espíritu. De otra manera no habría podido decir que lo había hecho a imagen y semejanza suya.
El hombre fue creado a imagen y semejanza. Y une en sí y en perfecta armonía: cuerpo, alma y espíritu.
Lo creó inmortal para que viviera una sola vez. El orden en la vida humana es éste: que un cuerpo se una a un espíritu para volver al hombre en similitud con Dios; el cual no es carne, sino Espíritu.
No animal, sino sobrenatural. Cada hombre y cada obra tienen su sello diferente:
Dios jamás se repite. Cada hombre es único.Por eso los ángeles tienen diferentes habilidades y competencias: unos son custodios, otros heraldos y otros, serafines adorantes. Cada uno tiene su función.
El Creador proveyendo el resguardo de la Humanidad; su mente santísima la diversificó por el bien de la tierra y según las necesidades, dotó a cada hombre de las habilidades necesarias según las circunstancias.
Y le dio el ingenio para que creara a su vez. Por eso es la diferencia de caracteres y de temperamentos.
Para el Creador, su obra Maestra fue el hombre.
Y su mayor satisfacción, el fin para el que lo creó. Cuando la mente divina concibió la idea de crear al hombre, su amor pensó en la criatura humana como un dios, hijo de Dios.
Y el Padre en verdad puso el sello de su Paternidad en su hijo: en el espíritu. La capacidad de conocer y amar a Dios tanto en esta como en la otra vida.
Así pues creo al hombre compuesto de dos sustancias: una material llamada cuerpo, creada inicialmente en el lodo y procreada subsiguientemente con la carne y la sangre del hombre. La otra inmaterial: compuesta por el alma y el espíritu.
Sin el alma el hombre sería una criatura animal guiada por los instintos y las facultades naturales. Y sin el cuerpo el hombre sería una criatura espiritual, con dotes sobrenaturales de inteligencia, voluntad y gracia, igual que los ángeles.
Dios a esta Obra Maestra representada por el hombre, en el cual se encuentran unidas las dos criaturas: la animal y la espiritual, formando una sola unidad.
Le dio su imagen y semejanza en sus pensamientos, en sus afectos, en sus actos, en sus impulsos, en sus deseos y sentimientos.
El Sexto Día fue creado el Hombre. Verdadero anillo de conjunción entre la Tierra y el Cielo. Verdadero punto de unión entre el mundo espiritual y el material. El ser en el cual la materia es tabernáculo del espíritu.
El ser en el cual el espíritu anima la materia, no solo por la vida limitada y mortal; sino por la vida inmortal después de la resurrección final.
El hombre, la criatura en la cual habita el Espíritu Creador.El hombre. La maravilla de la potencia de Dios, al que infunde parte de Sí Mismo Infinito. El polvo elevado a la potencia de Hombre y Mujer.
Y unidos a ellos la Gracia, que eleva la potencia del hombre-animal, a la potencia de la vida y condición de criatura sobrenatural deificándola, convirtiéndola en hijo de Dios por participación de naturaleza.
Haciéndolo capaz de entrar en relación directa con Él. Disponiéndolo a comprender al Incomprensible.
Haciéndole posible y lícito amar a Aquel a quién sin su Divino Don, no podría el hombre por su sola capacidad, ni siquiera desear amar.
El hombre, hecho triángulo que apoya la base (la materia) sobre la tierra de la que fue extraído y que tiende con sus facultades intelectuales, a ascender al conocimiento de Aquel al que se asemeja.
Y toca con su vértice (el espíritu del Espíritu, la parte electa del alma) EL CIELO; perdiéndose en la contemplación de Dios Caridad, accesible por la unión con Dios y lo deifica.
EL CUERPO.
El cuerpo humano es una obra maestra que compendia las artes y las ciencias.
El Divino Escultor proyectó en él, una maravilla arquitectónica y un prodigio de ingeniería, que contiene el más portentoso laboratorio químico y el más asombroso y perfecto conjunto de armonía, belleza y funcionalidad.
Creado originalmente inmortal, fue destinado a ser un Templo Viviente para que Dios lo habitase. Lavado por el Bautismo convierte al hombre en Templo del Espíritu Santo.
La belleza es un atributo de Dios y fue uno de los dones que dio a los progenitores.
Los cuerpos humanos creados por Dios, eran perfectamente hermosos y reflejaban la perfección del que los había creado.
Dios es un Espíritu Purísimo. Y el hombre testimoniaba con la perfección de un cuerpo armónico y bellísimo, vasos vivos para contener el Espíritu del cual provenían.
El cuerpo humano profanado y corrupto NO puede contener al Espíritu de Dios y es invadido por Satanás.
Cuando Satanás toma posesión, inocula la corrupción en todas sus formas. Y el hombre satanizado es un demonio con todos los desenfrenos de su amo.
Un Satanás que va contra la Ley divina y humana. Que viola hasta las normas más elementales del vivir como hombres racionales.
El cuerpo es solamente la vestidura del alma y por el pecado ha quedado sujeto a la corrupción, a la muerte, a la enfermedad, al dolor.
EL ALMA Y EL ESPIRITU
“El Altísimo NO habita en templos hechos por la mano del hombre.”
Estas palabras fueron dichas por el Templo de Salomón, la más suntuosa casa que el hombre haya elevado en honor de Dios.
Porque Dios Mismo al crear al hombre, se hizo con infinita potencia una morada digna de Sí, en el espíritu del hijo fiel; espíritu que es una partícula de Sí Mismo:
El espíritu del hombre vivo por la Gracia, convertido en Templo del Espíritu Santo, cierra el círculo del amor: Dios conteniéndose a Sí Mismo.
El alma es el cofre, el arca santa, el nutriente que contiene al espíritu que es la gema salida de la Mano de Dios, de los infinitos tesoros de su YO para ponerla dentro de la criatura; signo innegable del origen divino del hombre, que certifica su filiación con su Creador.
Como la sangre en las venas, está el espíritu en el interior del alma. Y así como la sangre da vida al cuerpo para vivir la jornada terrena; así el espíritu da la vida al alma, para vivir los días que no tienen fin.
El alma espiritual es la que diferencia al hombre de los animales. Y ésta viene de Dios y todas sus potencias tienden hacia Él.
Dios es Luz y es el Padre de la Luz y de las luces. A la tierra, su primera criatura, concede y dona la luz.
Así como al hombre, perfección de la Creación y última de las Seis Obras de las seis jornadas divinas; después de las cuales Dios reposó, concede el atributo que lo hace a Él semejante:
El espíritu inmortal. Libre, el hálito suyo divino, infuso en la materia para que sea animado por Dios y tenga derecho al Cielo y a la morada del Padre.
El cuerpo del hombre es animado por el soplo de Dios. Por esto en todo hombre y en cada hombre, se extiende y penetra el Espíritu de Dios con derecho de Rey y con su amor de Padre Creador.
Porque ¿En donde reposa Dios? En el espíritu de los justos. ¿Qué es el espíritu? Es la parte superior del alma humana. ¿Cuándo deja de ser trono de Dios? Cuando la concupiscencia la trastorna…
¿Cómo estamos hechos?
LA PERFECCION DE ADAN
La perfección de la obra regia de Dios en Adán y en la cual Dios puso su inteligencia creadora, estaba en su espíritu.
El semen de Adán si Adán hubiese sabido permanecer Rey cual Dios lo hizo, hubiera sido un semen de perpetua perfección. El espíritu es el Tabernáculo de Dios. El hombre fue creado para ser un templo viviente para que Dios lo habitase.
Para el espíritu NO hay limitaciones, NO hay obstáculos, NO hay límites, NO hay privaciones, NO hay necesidades.
Él es poderoso, libre, instantáneo y como está formado de luz, cuando se une a la Luz, está pleno de Sabiduría Divina. (Esto explica porque a los incultos, Dios los convierte en doctos sin haber estudiado)
El altar del espíritu es el corazón. Y el sagrario es el punto en el cual Dios puso en el hombre la necesidad de adoración.
Y esta adoración se alimenta de amor y de necesidad de amar.
Dios hizo este altar precioso y sagrado. Lo hizo para estar formado del amor y de la unión con Él.
Y de la generosidad en el amor incorruptible a las acciones perjudiciales de los sentidos, de las tentaciones, de las insidias, de las tres carcomas del alma.
Porque el amor generoso y la unión con Él, hacen a las fibras del corazón incorruptible a las acciones disgregadoras que vienen del exterior.
Por eso el hombre ha hecho a este órgano, sede de los sentimientos y trono y asilo de las pasiones predominantes.
Y éstas se custodian con cada latido del corazón.
Y en el fondo la gema que esplende, amigable y santa.
O flameantemente engañosa y malvada: su tesoro es el sentimiento que la domina.
El altar original perfumaba con su amor la santidad de Dios y cantaba su armonía, amándolo y adorándolo sobre todas las cosas porque en todas las cosas estaba el sello innegable del Amor Divino, que las había hecho perfectas y maravillosas para el gozo de su criatura.
El amor es el término de la perfección humana: el Amor Total.
El Amor es una fuerza absoluta y el alimento de la vida. El Amor es el culto de adoración a Dios, porque el que crece en el Amor, crece en perfección.
El hombre está obligado a conocer a Dios por gratitud y por respeto a su propia inteligencia.
Y su propia naturaleza le exige la necesidad de amar, porque aquel que ama es nacido de Dios y por la caridad es semejante a Dios. El Sexto Día fue creado el hombre siguiendo el fin para el que fue creado: amar y servir a su Señor durante la vida terrena, conocerlo en su Verdad y después gozar de Él para siempre en la Vida Eterna.
Fue creado el único hombre del cual debía venir toda la Humanidad y del cual fue tomada la mujer; compañera del hombre y para el hombre, con el cual poblará la Tierra, reinando sobre todas las criaturas inferiores.
Fue creado el Único Hombre, aquel que como padre habría trasmitido a sus descendientes todo cuanto había recibido: vida, sentidos, aptitudes materiales; así como inmunidad a todo sufrimiento, razón, intelecto, ciencia, integridad, sabiduría, inmortalidad y el Don de dones: la Gracia.
El hombre era un semidiós por la Gracia y por la Fe.
Cuando el hombre se despertó de su primer sueño y encontró a su lado a la compañera, sintió que la felicidad que Dios le había dado era completa. Era ya tan grande desde antes.
Todo en Adán y en torno a Adán fue hecho para que él gozase de una felicidad completa: sana, santa y la delicia; o sea, el Edén NO era solamente en torno, sino también adentro de Adán.
Lo circundaba un jardín pleno de bellezas vegetales, animales y minerales. Pero dentro de él, un jardín pleno de bellezas espirituales, florecía con virtudes de todo género.
Prontas a madurarse en frutos de santidad perfecta; perteneciente a la ciencia apropiada a su estado y que los hacía aptos para la vida sobrenatural, la Gracia.
Como criatura física, gozaba de esto que veía: la belleza de un mundo virgen, testimonio salido del querer de Dios. Gozaba de esto que podía: su señorío sobre las criaturas inferiores. Todo había sido hecho por Dios para el servicio del Hombre: desde el sol hasta los insectos, para que todo le fuese una delicia.
Como criatura sobrenatural gozaba, -un éxtasis radiante y suavísimo- de la compañía de la Esencia de Dios: el Amor.
De los raptos de amor entre el Infinito que se donaba y la criatura que lo amaba adorándolo.
El Génesis encubre esta facultad y este comunicarse con Dios en la frase: “Habiendo oído la Voz de Dios que se paseaba en el fresco de la brisa de la tarde.”
Por cuanto el Padre había dado a sus hijos una ciencia proporcionada a su estado, aun así, Él Mismo los instruía.
Porque Infinito es el Amor de Dios y después de haber dado, anhela nuevamente dar y tanto más da, en cuanto más la criatura desea serle hija. Dios se da siempre a aquel que a Él se le da generosamente.
Cuando el hombre se despertó y vio a la mujer, su igual y su complemento; sintió que su felicidad de criatura era total, teniendo el todo humano en plenitud y el todo sobrehumano colmado por el amor dado al amor del hombre.
EL ALMA.
¿Cómo es? ¿Cuáles son sus atributos?
Los Progenitores, además de la Gracia Santificante y la Inocencia, tuvieron en su creación otros dones de su Creador.
La Inmortalidad: atributo divino.
La Inmunidad: de todo dolor y miseria.
La Integridad: la perfecta sujeción de los sentidos a la razón.
La Razón: Es más grande que el instinto.
La Ciencia: ilumina el saber y regula el amor, sujetándolo al orden hacia las criaturas y hacia Dios. Adán estaba formado de carne más que de espíritu.
Pero NO era carnal en cuanto a que sobre la materia, señoreaban el espíritu y la razón.
Y el espíritu inocente y pleno de Gracia, tenía semejanza admirable con su Creador y por lo tanto era inteligente y sabía comprender.
La Libertad: majestad dominante sobre el ‘yo’.
La inteligencia: perfecta e iluminada por la Caridad. Plena de sabiduría y de ciencia divina. Dios dio al hombre la inteligencia unida a la libertad de pensamiento.
¿Qué es el pensamiento? Es al alma de la palabra. La facultad de comprender y conocer expresando las ideas y comunicarlas a los demás, es una cualidad humana.
Los pensamientos brotan en la profundidad de la mente y esto es lo que distingue al hombre de los brutos, en los cuales los movimientos mentales se limitan a los más rudimentarios para vivir.
El hombre piensa y del pensamiento nacen obras de arte, de genio, de belleza. El hombre piensa y en este su pensar tiene un íntimo amigo que le sirve de compañía en su soledad.
El pensamiento del hombre viaja, espiritual como es, por todo el Universo. Se sumerge en los recuerdos y emerge en la previsión de los tiempos futuros.
Estudia, contempla y medita, las admirables obras de Dios en la Creación. Reflexiona los misterios de los hombres.
Cada hombre es un misterio encerrado en su vestidura mortal. Luminoso u oscuro según sea su ánimo, santo o satánico.
Misterio solo conocido por Dios para el que no hay nada oculto. Y de la contemplación de las cosas y de los hombres, sube a la contemplación de Dios.
Como el águila que cada vez más alto asciende hacia el sol, así el pensamiento humano puede elevarse y sumergirse en la luminosidad de Dios, después de haber meditado en la capacidad humana.
En la Inmensidad divina después de haber reflexionado en la relatividad humana. En la eternidad divina, después de haber contemplado la efímera temporalidad humana. La Perfección, después de haber mirado sin soberbia que ciega, la imperfección humana. La Mente: humana es perfecta e imperfectísima. Iluminada por Dios es perfecta. Sin Él cae en el error.
La Razón: debe estar motivada por la bondad. Solo así las acciones humanas obtienen frutos de santidad. Y la razón si es humilde cae de rodillas en obsequio del Dios Infinito e Incomprendible, que solo se vuelve accesible a través de la FE.
Solo la Fe ilumina la ciencia y la ayuda a comprender. El conocimiento de la Esencia de Dios se encuentra en la sabiduría.
Y la sabiduría se encuentra en el luminoso y ardiente centro que es la Caridad. Porque fe es religión y la religión permite a la criatura inteligente pero limitada, comprender al Perfecto e Infinito.
La Memoria: el hombre fue creado para amar y adorar a Dios. Y sufre porque desea a Dios.
Y este sufrimiento lo provoca el vacío interior que existe en el hombre que vive alejado de Él. Porque hay en el hombre un ansia de creer que es más grande que su necesidad de respirar.
Por eso tiene hambre de Dios y experimenta una necesidad instintiva de buscar la Verdad, que se convierte en un acicate doloroso, porque el hombre se engaña voluntariamente en su deseo,
se crea ídolos para aliviar su necesidad espiritual y el alma recuerda a Dios con nostalgia por el momento en que fue creada.
Instante fugaz frente a Él, pero que produce un sello indeleble en lo más íntimo de su ser.

¿Qué nombre tiene lo que ocupa mis pensamientos la mayor parte del tiempo? Es el nombre de mi ídolo…
Su recuerdo se vuelve borroso porque el cuerpo que habita y al que gobierna una mente pagana, llena de ídolos,
Vive una vida que la enferma y con su espíritu muerto, su sufrimiento aumenta. Porque ella sabe que su cuerpo es perecedero y está unido a algo que es inmortal.
El hombre se pierde en marasmos filosóficos y aún quién dice que no cree en nada, en alguna cosa cree.
El que afirma “No creo en Dios” presupone otra fe. Tal vez en sí mismo o en su inteligencia soberbia.
Es como el pensamiento “no quiero pensar”, por el hecho de expresarlo, está manifestando que está pensando.
La Voluntad: de los atributos del alma, si la voluntad no es usada con sagacidad para manejar la inteligencia, ésta se vuelve como las medicinas peligrosas: en lugar de sanar matan. La voluntad es la soberana del alma. Dios la respeta y da las fuerzas necesarias para ‘una buena voluntad’ con las virtudes que la hacen inclinarse hacia Él. Pero “No querer ser esclavo del mal”, debe salir del hombre.
La Libertad de Arbitrio: el libre albedrío es el regalo más grande que Dios otorgó a la inteligencia humana.
Dios ama a los hombres y les concede la libertad de arbitrio, para que por ella se perfeccionen en la virtud y se hagan más semejantes a Él.
Cuando el libre albedrío no está sostenido por el amor, la voluntad se debilita, muere, poco a poco porque el libre albedrío se ha dejado seducir y se hace esclavo del mal. Dios lo hizo libre y el hombre lo convierte en esclavo de las pasiones.
El demonio, el mundo, la carne, en un libre albedrío desordenado, conducen al egoísmo desenfrenado que da la muerte al espíritu.
La inteligencia del egoísta queda obnubilada para Dios y sus verdades. La soberbia ensombrece con su humo al egoísta y le ofusca la Verdad.
Comienza el proceso de los ‘¿Por qué?’ de estos se pasa a la DUDA. A la separación no solo de Dios y la confianza en Él, sino también de su justicia, del temor de Dios y de su castigo.
Este es el motivo por el cual se explica, porqué tan fácilmente se peca. La mala voluntad en el pecar, es lo único que Dios, no perdona. Cuando el alma posee un libre albedrío que vive dentro del orden, en obediencia hacia Dios y siendo heroicamente fiel al Bien, el hombre se eleva y el alma se deifica al tomar la semejanza con Dios.
Cuando es el Mal el que lo embrutece; esta semejanza es casi borrada totalmente y la degradación espiritual es tal, que se hace semejante al Demonio.
Todo está en la voluntad con que se hace cada acción, ya sea virtuosa o pecaminosa. Porque es la voluntad la que da valor a nuestros actos.
QUERER ARREPENTIRSE. QUERER CONVERTIRSE. QUERER OBEDECER.
QUERER VENCER. QUERER PERDONAR. QUERER AMAR. QUERER SER FIEL.
QUERER TRIUNFAR SOBRE SÍ MISMOS Y SOBRE EL MAL. QUERER SER HEROES.
QUERER. QUERER. QUERER.
El que NO se quiere salvar teniendo los medios… ES PORQUE QUIERE CONDENARSE.
Hasta el último momento, Dios respeta el libre albedrío y la voluntad, reina y soberana del alma. También la voluntad es el factor fundamental en la RECREACIÓN DEL ALMA.
Toda la Creación natural y sobrenatural, es obra del amor. Todas las providencias, las leyes físicas, morales, espirituales, son obras del Amor.
El Intelecto: Es capaz de distinguir lo que está bien y lo que está mal. Y amaestra sobre el cómo y el porqué, se puede y se debe querer hacer el bien y no querer hacer el mal.
La Conciencia: su voz podría llamarse la Voz del Mismo Dios, hablando en el interior del hombre. Es otra ayuda no-solo en empujar la voluntad a acciones buenas y en detener la misma para acciones malvadas.
Sino en hacer que surja el arrepentimiento y empujar a la reparación de un mal cometido, para que el hombre vuelva a encontrarse en Gracia de Dios, cuando la ha perdido pecando.
LA Intuición: es una ayuda que Dios da a la inteligencia debilitada en la comprensión.
La lucidez de la inteligencia ayuda poderosamente a recibir y comprender las enseñanzas que la Ciencia Eterna, en las lecciones que Dios quiere que sean guía y consuelo en la hora que vivimos,para que el mundo no se embrutezca totalmente; pues las palabras de la justicia no son más que sonidos que repercuten en las orejas y a veces ni siquiera se perciben: NO se hacen alimento de Vida.
Dios crea las almas por amor. Y para que ellas puedan alcanzarle y poseerle, después de haberse esforzado en amarle y conocerle, las ha llenado de dones.
El alma viene de Dios y todas sus potencias físicas, morales y espirituales tienden hacia Él.
El alma originalmente dada al hombre se recrea y se supera en grados inimaginables, a través de grandes sufrimientos y tribulaciones, haciéndola apta para reposar en Dios.
El espíritu vivo se funde en Dios y el alma se convierte en Templo Viviente del Espíritu Santo, porque Dios vive en ellas y las funde con Él.
Y es de suma importancia para el alma que quiere avanzar en la vía del Cielo, ser robusta y tener todas sus potencias firmes en Dios. Cuando esto sucede el alma está segura. Cuando las potencias del espíritu están fijas en Él, ninguna fuerza la puede quitar de ahí.
El alma viva tiene tal repugnancia al mal, porque Jesús está en ella y el alma percibe lo que siente Él. El mérito del alma es uno solo: aquel de su buena voluntad de querer tenerlo a Él y aferrarse a Él.
Todo otro pensamiento sería soberbia y vanidad espiritual. Las almas que están fijas en Dios, no deben tener nunca miedo a nada. Solo a pecar.
EL ESPIRITU
El espíritu es un Templo. El ángel custodio de cada criatura, adora en la misma, al Dios que la habita si está en Gracia del Señor. El espíritu es un Rey. La infinita misericordia del Dios Único y Trino, ha dado a nuestro espíritu todas las ayudas para permanecer dominador.
Los sentimientos pueden ser domados, entregándolos a Dios y pidiéndole que nos llene de su Amor. Es el alma lo que da al hombre el derecho a decir: “Padre mío…”
Cuanto más el alma es hija de Dios, tanto más pronta se siente para seguir los consejos del Espíritu Santo.
El alma hija de Dios toma de su Padre esta característica divina: la solicitud pronta y alegre de hacer todo aquello que es bien.
La medida de la filiación alcanzada, la da la prontitud con la que el alma secunda las divinas inspiraciones, sin pararse a considerar lo que ellas puedan exigir de esfuerzo por parte de la criatura humana; ni del peligro que hayan de suponer para el individuo carnal.
Y el alma espiritual es la que distingue al hombre de los animales y lo hace dios sobre todos los otros seres creados: dios-rey que domina y somete; comprende, instruye, provee y lo hace dios por su origen y destino futuros.
Es el alma aquella que iluminada por su divino origen, sabe, quiere, puede con fuerza ya semidivina.
Fuerza que Dios potentemente sostiene y ayuda, cuanto más el alma se eleva en la justicia y el hombre se diviniza con una vida de justicia.
R98 EJÉRCITO DE AMOR
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Hace algún tiempo, Mi Hijo os dijo que Satanás iba a caminar por vuestras calles y nadie lo iba a poder detener.
El Mal esta ya por todos lados Mis pequeños, porque lo dejasteis crecer. Os ha quitado la paz, vuestra paz interior, paz en la familia, paz en vuestro trabajo.
Las mismas autoridades se han aliado con Satanás, con el Mal que os está atacando por todos lados. Las autoridades protegen al Mal que os acecha.
Os causan temores, pánico, os quitan la paz de múltiples formas, os amenazan, os asaltan y asesinan aún en pleno día, secuestran a vuestros seres queridos.
Y todo esto para causar Terror, que es una de las estrategias de Satanás, contra vosotros, Mis pequeños.
Mi Hijo os vino a traer la paz. El tener paz en vuestro corazón es indicativo de que Mi Hijo vive con vosotros y vosotros con Él. Y estáis confiados en lo que Mi Hijo os pida.
Vuestra vida ya no se desarrolla alrededor de Mi Hijo, porque ya no tenéis paz en vuestro corazón.
Estáis pensando solamente en los ataques de la maldad, que está a vuestro alrededor. Y no tenéis tiempo de pensar en el regreso de vuestra alma, hacia Quien os puede dar verdaderamente la paz en vuestro interior.
Por eso estoy Yo aquí, Mis pequeños, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María.
Y sabéis que estos son Mis tiempos, porque esto iba a suceder.
Y el Padre Me dio estos Tiempos para protegeros contra esta Maldad que os rodea, que os ataca, que os destruye. Y que estáis viviendo alrededor del mundo.
Sois muy necios Mis pequeños, se os han dado todas las formas necesarias, para que volváis a la paz.
Goliath fue vencido por una piedra y vosotros podéis vencer a Satanás fácilmente. Os lo revelé en todas Mis apariciones.
Y esto es, rezando el Santo Rosario, viviendo en estado de gracia. Lo cuál os iba a llevar a uniros y a destruir la Maldad que os está acechando.
Pero preferís buscar por otros medios cómo destruir esa maldad y actuáis de la forma incorrecta, que es atacando el Mal con Mal.
Y se os ha dicho que nunca vais a poder vencer al Mal con el mal, porque a Satanás solamente se le vence con el bien.
Si NO volvéis a Dios, si NO volvéis a la Oración, si NO volvéis a los Sacramentos, NO recuperareis la Paz que Satanás os ha quitado. Y además, el Mal crecerá si NO lo detenéis ¡YA!, Mis pequeños.
Debéis regresar al rezo del Santo Rosario. Uníos en grupos y fácilmente venceréis.
Os falta FE. Os falta fe para CREER que con esto que os pido, venceréis al Mal. Pero probad, Mis pequeños. Soy vuestra Madre y os estoy protegiendo.
Pero vosotros tenéis que poner de vuestra parte también. Y debéis poner FE en todo lo que hacéis.
Si NO volvéis a la Oración, si NO tomáis esta arma que se os ha dado para estos Últimos Tiempos, para vencer a Satanás, todavía PADECERÉIS COSAS PEORES. Entended ya de una vez, Mis pequeños. Yo os cuido, pero tenéis que poner de vuestra parte.
Hijitos Míos, florecitas Mías, Soy vuestra Madre. Estoy reuniendo a todos Mis hijos, a Mis verdaderos hijos que siguen los preceptos y Voluntad del Padre. Vosotros tenéis un corazón puro, porque Yo os he preservado.
Porque ésa ha sido Mi voluntad y el Padre Me lo ha concedido. Porque habéis caminado por el Fango y NO os habéis contaminado.
Necesito de los corazones de Mis pequeños que confiadamente se abandonen a Mí, para que Me entreguen su voluntad, para que Me tomen de la mano y se dejen guiar dócilmente. Para así salir triunfantes de la Gran Prueba.
Necesito de vuestros corazones en donde pueda vivir plenamente Mi Hijo, para que sean Luz para la humanidad, que inminente y duramente, va a ser atacada y probada.
Necesito que ustedes sean Luz para sus hermanos, que estarán confundidos y en Tinieblas, que sean guías para su camino…
NO os preocupéis cuando los Acontecimientos vengan, porque Yo estaré con vosotros. NO os soltéis de Mi mano porque con la otra tomaréis a vuestros hermanos, que aún habitan en las Tinieblas.
Permaneced en continua vida de Oración para que seáis fortificados por la Gracia de vuestro Dios.
Habéis sido preservados del Mundo porque así Yo lo he pedido a vuestro Padre Dios. Y ahora, os he tomado como Mis pequeños grandes guerreros, para que Me ayudéis contra la Lucha Infernal que en breve se manifestará con su máxima potencia.
Recordad que los que son pequeños, se hacen pequeños por donarse a la Voluntad de vuestro Dios. A ellos, enfrentar los Acontecimientos de la Purificación, se les hará sencillo y sin temor.
Apartad el MIEDO de vuestro corazón y NO os dejéis envolver por él. Porque vosotros como Luces preciosas que he escogido, como los preciosos corazones que he escogido, deberán ser ejemplo pleno de Nuestro Creador.
Avanzad presurosos y NO desperdicies ni un solo momento más de vuestra vida. Muchas almas claman por su salvación y pocas oraciones puedo Yo recoger de la Tierra.
Uníos perfectamente a la Vida de Mi Hijo, para que vuestra pequeñez se engrandezca y vuestras oraciones se multipliquen.
Somos una Familia y tenemos que ver por todos aquellos que necesitan de salvación, velad por ellos. Entended Mi preocupación de Madre Amorosa y Fiel a la voluntad de Nuestro Dios, Yo Soy Vuestra Madre Santísima y vosotros Mis pequeños.
Habéis sido escogidos por Mi Corazón para que Mi Amor se manifieste perfectamente en vosotros. Acercaos tiernamente a Mi Corazón, introducíos en la profundidad de Mis necesidades amorosas para con vuestros hermanos.
Y vivid en toda la obediencia a Nosotros, para que podáis ser perfectos mensajeros del Amor y la Paz, que Yo reflejo en Nuestra Santísima Trinidad.
Permaneced fieles a Mis inspiraciones. Y vivid confiados plenamente a lo que Yo, vuestra Madre os indicaré.
Yo Soy la Siempre Virgen María, Madre del Verdadero Dios y del Verdadero Hombre.
Las Fuerzas del Mal nunca prevalecerán sobre las del Bien. Y Yo estoy aquí para guiar al Ejército Vencedor, al Ejército de Amor, a Mi Ejército formado por pequeñas almas como las vuestras.
Yo os Bendigo hijitos Míos y el Amor de Mi Corazón se desborda plenamente sobre vosotros.
Y así tomados de la mano y unidos en un solo Corazón, os presentaré a vuestro regreso a la Divinidad y a la Santísima Trinidad, para que gocéis con Nosotros bellezas inigualables por toda la Eternidad.
Hijitos Míos, cantad, cantad al Señor con todo vuestro corazón.
Gritad vítores y alabanzas a Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad.
Así alaban todas las almas que en el Cielo están a Nuestro Dios, Nuestro Creador, vuestro Salvador, al Dios Amor.
Mis pequeños, el Cielo alegre está, las almas en el Cielo gozan de estar ante la Presencia de Nuestro Dios.
Ese deseo debiera existir en cada uno de vosotros, vuestro corazón debiera estar unido, perfectamente, con la Vida del Cielo.
Si vosotros os dierais plenamente cuenta, si hubierais entendido todo lo que se os ha explicado y que habéis hecho a un lado, desearíais estar ya en el Reino de los Cielos.
Yo como Madre vuestra, os llevo a cada uno de vosotros a desear ésos momentos; pero por vuestra falta de Fe y vuestra falta de Oración, NO os adentráis en vuestras realidades futuras.
Mis pequeños, todos estáis llamados a regresar al Reino de los Cielos. Pero también sabéis que para lograrlo, se os exigen ciertas cosas. La vida en la Gracia es importantísima.
Vuestro deseo de AMAR como os enseñó Mi Hijo, es primordial.
El hecho de desear la Vida Celestial Mis pequeños, es ya un gran paso para vosotros. Porque vosotros ciertamente habéis entendido, que estáis de paso por la Tierra y habéis crecido en Fe. Y ésa Fe, es la que os está indicando que volveréis al Reino de los Cielos.
Por eso vuestro regreso es un regalo a vuestra Fe, pero también un esfuerzo grande de haberos mantenido sirviendo a Nuestro Dios. NO os imagináis Mis pequeños, cuántas almas se pierden o cuántas almas NO desean siquiera vivir y desear ése futuro espiritual que tanto se os ha explicado.
Hay un vacío tan grande en tantas almas. Cuánto tiempo desperdiciado, cuánto amor desperdiciado, cuánta donación de Mi Hijo desperdiciada.
Almas, que pudieron haber ganado un lugar muy especial en el Reino de los Cielos y Satanás fácilmente las desvió.
Y prefirieron seguir viviendo para el Mundo, que luchar por el Reino de Mi Hijo aquí en la Tierra.
Cuánto Dolor de Mi Hijo en Su Pasión Dolorosa pero, básicamente causado por éste desperdicio de Su Bondad, de Su Donación.
Almas que NO aprecian todo lo que se hizo por ellas, almas que NO CREEN aún a pesar de que se les ha explicado tantas veces a lo largo de su vida. Almas tercas prefiriendo vivir en el Mal, en el Mundo, en la Ignorancia, para NO tener obligaciones, para NO tener que pagarle a Mi Hijo, a Nuestro Dios, por Sus Bondades.
Cuántos corazones viviendo en la necedad de NO QUERER y mantenerse tan alejados de la realidad Divina.
Ciertamente la Misericordia Divina de Nuestro Dios, les dará oportunidades de conversión, de arrepentimiento. Les dará deseos en su corazón, para buscar lo bello que se les ha enviado desde el Cielo. Y aún así, muchas almas NO responderán.
Poneos, por un momento en el lugar de Mi Hijo. Vosotros, como seres humanos, ciertamente NO entendéis plenamente el Sacrificio de Mi Hijo, pero podéis sentir en vuestro corazón, algo de ello. Poneos por un momento en el lugar de Mi Hijo, Es el Amor en pleno que se da en totalidad para salvar almas.
Sentid vosotros en vuestro corazón, lo que Mi Hijo vivía. Vosotros mismos diríais que es una ingratitud tremenda el que NO respondáis a tanta Bondad.
Vosotros mismos os enojaríais por tantas almas que NO os agradecerían vuestra donación de amor, vuestro sacrificio total. Eso lo podéis comprender bien, porque en algún momento de vuestra vida os habéis dado por algún semejante y NI las gracias recibisteis de ellos a los favores que les concedisteis.
Ahora imaginad eso, lo que hizo Mi Hijo por vosotros, multiplicado por miles de millones de veces.
Ciertamente Él NO se va a enojar, pero fue una gran Tristeza en ésos momentos de Su Donación, el ver cómo en ése momento y en lo futuro, muchas almas NO iban a responder a tanto Amor.
Os pido Mis pequeños, que oréis por ésos hermanos vuestros que NO han comprendido tanto Bien que Mi Hijo os dio con Su Donación. Orad para que vosotros también, entendáis en plenitud tantas Bondades, tanto Sacrificio, tanto Amor, tanto Dolor que Le costó a Mi Hijo salvaros.
No dejéis de orar Mis pequeños, por todos aquellos hermanos vuestros que NO quieren entender o NO les interesa conocer y aceptar el Bien que os trajo Mi Hijo a la Tierra con Su Donación. Es Puro Amor, Mis pequeños.
Mataron al Amor los jefes del pueblo de Israel y vosotros seguís matando al Amor por NO querer aceptar todo el Tesoro Celestial que os trajo a la Tierra.
Llorad vuestros pecados. Pedid que se os abran vuestras capacidades espirituales para que podáis entender éste Misterio de Amor, en el cual poco meditáis y poco provecho le sacáis. Llorad acompañando a Mi Hijo en los momentos que Él lloró por vosotros, por vuestra salvación.
Él es vuestro Hermano, Él es vuestro Dios, acompañadLo y pedidLe que os perdone, pero que os dé la Gracia de entender las Bendiciones de todo un Dios hacia los seres humanos.
¡Oh!, Mis pequeños, cuánto gusto Me dais los que veo reunidos, buscando el Amor de Nuestro Dios, a Quien tanto Le debemos. Y sobre todo, a Quien tanto debemos amar por Su Bondad, por Su Misericordia, por Su Perdón.
Mis pequeños, Yo os cuido y os llevo por caminos seguros, pero NO los queréis, buscáis caminos de peligro. Satanás os ha desviado a tal grado, que NO buscáis la seguridad de vuestra vida.
NO buscáis que vuestra alma NO se pierda y sobre todo, que seáis ésas almas en la Tierra, deseosas de vivir la Vida del Cielo.
Cuando Nuestro Padre, Nuestro Dios, os dio el Don de la vida, también puso toda Su Confianza en vosotros.
Esto tenéis qué meditarlo, meditad éstas Palabras en lo más profundo de vuestro corazón Mis pequeños, para que os deis cuenta de lo que vale vuestra vida, para que os deis cuenta de lo que valen éstas Palabras. Todo un Dios, el Creador de todo lo que veis y de lo que no veis, os dio el Don de la vida.
Un Don maravilloso y además, CONFIÓ plenamente en vosotros para que Le sirvierais, ¿En qué Mis pequeños? Simplemente, en amar. EN PRODUCIR AMOR. Esto Mis pequeños, lo tenéis qué meditar una y mil veces.
El tener el Don de la Vida y, además, haber sido escogidos por vuestro Dios, es una Gracia muy grande y que no habéis meditado como es debido, porque si entendierais perfectamente bien esto, caeríais de rodillas.
O postrados ante ésta realidad, ante ésta Gracia tan grande, que cada uno de vosotros posee, con la que habéis sido regalados por vuestro Dios, el Don de la Vida.
El hecho de que tengáis vida, os da derechos más grandes que aquellas almas que NO han bajado a la Tierra a servir a Nuestro Dios.
Con vuestro actuar correcto aquí en la Tierra, podéis ganar un lugar mucho más cercano a Nuestro Dios en el Reino de los Cielos cuando regreséis y seáis juzgados por Él.
O desgraciadamente, también podréis ser juzgados por el Mal que cometisteis y vuestra alma quizá se pierda eternamente. Pero ahora os quiero hablar de lo bello, Mis pequeños.
El hecho de tener el Don de la Vida, os da mayores responsabilidades, podéis hacer tantas y tantas cosas que NO PUEDEN HACER las almas en el Cielo y que NO han sido escogidas todavía para servir en la Tierra aquí, a Nuestro Dios.
Lo primero que podéis hacer Mis pequeños, al producir el Amor que se vive en el Cielo, es ERRADICAR LA MALDAD que os rodea y que está también dentro de vosotros.
Ciertamente con el Pecado Original vuestro ser quedó dañado, pero contáis con el Amor que os ha otorgado Nuestro Dios. Y al POTENCIALIZARLO en vosotros, podéis erradicar ése Mal de vuestro interior y el que os rodea.
Ciertamente ésta es una lucha continua, NO quiere decir que un día específico en el que hayáis tenido éxito, ahí ya terminó vuestra misión y que ya NO necesitaréis luchar contra la Maldad de Satanás. No, Mis pequeños.
Satanás se desquita, Satanás es muy Malo y tratará de haceros caer. Pero seguís contando con la Gracia de Nuestro Dios y con Mi Gracia también Mis pequeños y con los cuidados de las almas del Cielo.
Vosotros, CADA UNO de vosotros, que estáis misionando en la Tierra, estáis llamados a la santidad y ésta se logra viviendo plenamente para vuestro Dios.
Nuevamente, si vosotros meditáis ésta Palabra “plenamente”, NO debiera haber distracciones en vuestra vida.
Si enamorados estuvierais del Amor de vuestro Creador y vuestro Dios, NO debiera caber ninguna otra idea o pensamiento diferente, sino el de Nuestro Dios en vuestra vida.
Eso es vivir en la plenitud del Amor en el servicio a vuestro Dios.
Ciertamente, sois creaturas imperfectas por el Pecado Original, pero vuestro premio en el Reino de los Cielos, se dará por vuestra lucha en manteneros en el Bien, en el Amor, en el servicio hacia vuestro Dios y el tratar de evitar todo aquello que daña a vuestra alma.
Es una lucha continua y eso es lo que le da el valor a las almas.
Nuestro Dios es el Juez y la Purificación que HA LLEGADO para todos vosotros y para el Universo entero, es para eliminar a las almas débiles. A las almas que contaminan en el Mal a otras almas, a las almas que NO son ejemplo de bondad, de Amor, de respeto, de vida en la Virtud.
Hay tantas almas que causan tanto mal a almas buenas. Les quitan su inocencia, les quitan el deseo de servir a Nuestro Dios y a sus hermanos, les quitan el deseo de crecer y buscar la perfección. Las destruyen a tal grado, de hacerles creer que lo que les están enseñando éstas almas malas, es lo que deben hacer.
Satanás es el Rey de la Mentira y las almas contaminadas, son almas que NO tuvieron la Sabiduría necesaria para apartarse del Mal antes de que fueran tan dañadas, que ya NO pudieran salir de él.
Mis pequeños, sabéis que son Mis tiempos. Son los Tiempos de la gran lucha, de la Mujer contra la Serpiente. De vuestra Madre Celestial, contra las potencias del Mal. Satanás tiembla ante Mi Presencia. Satanás espera el desenlace final.
En su soberbia, todavía creyendo está que Me vencerá, lo cual no va a ser así. Pero todavía tratará de destruir a muchas almas que NO han buscado una protección espiritual contra sus ataques, cada vez más fuertes.
Venid a Mi Mis pequeños para que os cubra bajo Mi Manto, como la gallina protege a sus polluelos, así estoy Yo ahora Mis pequeños. Protegiendo a aquellas almitas sabias, que supieron entender las Palabras de las Escrituras, amaron el Amor de Nuestro Dios y el Mío. Y desean de todo corazón mantenerse en Nosotros eternamente.
Las almas que luchan, para engrandecerse en el Amor de Nuestro Dios, al final obtendrán su Premio Eterno. Un premio bien ganado, porque NO es una lucha fácil la que ahora tenéis sobre la Tierra.
Satanás ha tomado mucha fuerza y la santidad de estos tiempos, es más grande que la de otros tiempos, porque NUNCA había tomado tanta fuerza Satanás sobre la Tierra.
NO os separéis de Mí, Mis pequeños. Estando Conmigo, seguros estaréis y permaneceréis. Mi Corazón se queda con vosotros y en vosotros.
Mí Dios y Señor, Padre de todo lo creado, os bendiga; que Mí Hijo, bendición de Mí Dios y Señor, a Mí Corazón y a Mí Vientre Virginal, os bendiga y que Mí Esposo, el Santo Espíritu del Amor, la Sabiduría, la Palabra, el Amor, también os bendiga y recibíd, también de Mí, Vuestra Madre Celestial, Mis Bendiciones y Mí Ternura,
Y preparád vuestra voluntad a una libre donación para ser guiados al Triunfo de la Verdad y del Amor.
F62 EL SECRETO DE LA PERFECCIÓN
Queridos hijitos Míos, hoy os quiero hacer una ligera semblanza didáctica sencilla, pero entendible, sobre el Cielo, el Purgatorio y la Tierra.
El Cielo es vuestro hogar, en donde vivís, del cual vivís Conmigo y gozáis aún antes de bajar a servirMe. El Cielo siempre ha existido, no tiene principio ni tendrá fin, ya que es parte de Mí, como lo sois también vosotros. El Cielo y su gozo lo constituye Mí Amor.
Cuando el alma decide, por propio libre albedrío, bajar a servirMe, como Mí Hijo lo hizo, atendiendo una necesidad de Mí Corazón, en la ayuda a sus hermanos y la difusión de Mí Amor como alimento y vida, Yo le concedo el Don de la Vida.
El Don de la Vida como ya os he explicado, es un Don excelso concedido a algunas almas, a las que Yo escojo para bajar a servirMe. No todas las almas tienen la oportunidad de bajar y el tener el Don de la Vida.

“CRUCIFÍCAME, SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, PORQUE TE ADORO SOBRE TODAS LAS COSAS” Yo merezco la Cruz por mis pecados y quiero bajarte, para que vivas dentro de mi corazón y tomes las riendas de mi vida. Y yo viva para tí y que a través de mí, sigas viviendo para mis hermanos…”
Es un honor grandísimo para el alma y un gozo para Mí vuestro Dios, al ver que el alma se ofrece a su Dios en amor y sacrificio, para servirMe en la Tierra.
El alma goza en el Cielo antes de bajar, pero podría decirles que su gozo el limitado, según su nivel de creación. El alma que regresa después de su misión por la Tierra, alcanza niveles superiores de gozo; porque fue escogida por Mí, se donó, se sacrificó por Mí en sus hermanos.
NO sucumbió a las tentaciones fortísimas del Mal y regresó triunfante. El Gozo del alma triunfante se vuelve superior, porque Yo así premio su donación libre y espontánea por servir a su Dios.
Mi hijo Pablo, apóstol de Mí Hijo Jesucristo os habló algo de ésto, al deciros sobre la existencia de “varios Cielos” a los que otra gran santa les llama “moradas”.
Según haya sido vuestro desempeño, con la misión que os concedí para llevar a cabo sobre la Tierra, podréis alcanzar diferentes niveles de gozo en el Cielo a vuestro regreso. En todos los niveles el gozo es total, pero como sabéis, no es lo mismo llenar hasta el borde un recipiente grande, que uno pequeño.
Si amasteis y os distéis por completo, durante vuestra vida por Mí, en vuestros hermanos; vuestro “recipiente”, vuestra capacidad de gozar en Mí Cielo, será mayor. Si os distéis menos por los demás, para Mí Amor a vuestros hermanos, vuestro gozo será menor. Si casi no os distéis, pero al menos algo pequeñito distéis, el gozo que os dé será casi del mismo nivel que teníais antes de bajar.
El gozo que os dé en cada nivel será total, de modo que NO podréis envidiar el gozo que tenga un alma en un nivel superior, debido a que Yo colmaré plenamente el “recipiente”, vuestra alma, según lo crecida que regrese después de su paso por la Tierra, por haber vivido en el Amor y haberlo dejado en las almas de sus semejantes.
Si distéis mucho amor y alimentasteis correctamente a vuestra alma, ella llegará muy crecida, muy madura en el Amor y ella será colmada, como premio a ésa donación.
Si en cambio, NO distéis mucho amor, distéis lo mínimo u os salvasteis por intercesión de otros, no por méritos propios, vuestra alma llegará pequeña, raquítica, pero aún así la colmaré. Su gozo será pequeño, como pequeño y raquítico fue el amor que dejó en la Tierra.
No podrá desear más, porque NO supo amar más y tampoco envidiará a las almas más crecidas y con más gozo, porque NO le podrá “caber más amor” a su recipiente pequeño, a su alma poco crecida.
Esto Mí Hijo os lo ejemplificó con los talentos. Aquella alma rica en talentos, ella admira Mí obra en ella, siente la responsabilidad, pero se dá a sus hermanos y dá todo. Por eso “al regresar al amo”, o sea a vuestro regreso a Mí Reino a vuestro Hogar, Yo le agradezco su buen servicio y le doy más, porque fue fiel en lo poco y ahora le doy mucho más en Mí Reino.
Al que se le dieron menos talentos y también los puso a trabajar, se le dá de la misma forma que al primero y se le premia según su nivel de donación… Pero NO así al que, aunque se le dio poco y sintió la responsabilidad con su Dios, tuvo miedo y no hizo nada por Mí Reino entre vosotros.
A éste no sólo se le quita lo que se le dió, sino se le reprende y lo que tenía se le dá al que se le dió más, porque es un alma en la que puedo confiar para trabajar en las cosas de Mí Reino.
La Tierra, lugar de la Creación del hombre, sufrió una fuerte caída al cometerse el Pecado Original en ella. Toda la Tierra, Mí Creación, las almas al encarnarse, todo lo creado sufrió por tal Pecado.
La misión de las almas es la de ayudarMe a conseguir para la Tierra, para Mí Creación, para el hombre, su nivel de perfección en el cuál fue creado. Para daros a conocer la forma “ideal” de hacerlo, os mandé a Mí Único Hijo, Jesucristo para que os enseñara el Camino para lograrlo.
Os dio Mis Leyes y Preceptos de Amor. Os dio Mis Enseñanzas y os dejó su Vida en la Sagrada Eucaristía.
El alma baja de la misma forma que bajó Mí Hijo, con una donación total, la diferencia estriba en que la Esencia Divina de Mí Hijo, no se podía manchar por el Pecado Original.
Esto es porque Soy Yo Mismo en Mí Segunda Persona y como Dios, Yo tengo todo el Poder y la Gracia Divina para NO mancharMe con algo que es infinitamente más pequeño que Yo: el Pecado Original, causado por la desobediencia de vuestros primeros padres.
El Pecado afectó a la materia creada de la cual tomáis cuerpo y al encarnaros, vuestra alma va a ser afectada en vuestro desenvolvimiento sobre la Tierra.
Si el alma toma del alimento debido –Oración, vida de amor, Eucaristía-, esa alma estará fuerte para vencer las Insidias del Mal, en el campo de batalla.
Si el alma NO se alimenta bien, esa alma estará muy atacada y si no es vencida, por lo menos muy herida quedará a su regreso a Mí Reino, cuando Yo la mande llamar.
Este campo de batalla –Tierra- está ahora al mando del Príncipe del Mundo, quien os atacará continuamente para que dejéis Mí Amor y Mis Enseñanzas, además de tratar de haceros caer en la perdición eterna para que NO podáis regresar a Mí Reino, vuestro Hogar.
Las almas sufren caídas, quebrantos, éxitos, durante el tiempo de vida que os concedo. Cuando se os termina el tiempo de vida que os concedo para servirMe, os mando llamar a cuentas… Y como administrador de Mis Bienes, os hago un recuento de vuestra vida.
Y así es cómo en vuestro juicio personal se os dará Vida Eterna con el nivel de Gozo que lograsteis, según vuestros méritos.
O se os dará Dolor Eterno, si en lugar de trabajar para Mí en la salvación de vuestros hermanos, en su crecimiento y apoyo espiritual en la lucha, os volvisteis instrumentos del Mal y le servisteis para matarlos espiritualmente.
El Purgatorio es el “hospital” de las almas heridas en misión. Prácticamente ninguna alma llega sana y limpia a Mí Presencia al final de su vida. Todas han sufrido “heridas” y llegan con cicatrices de odios, envidias, rencores, mentiras…
Caídas mortales de pecados graves que aunque ya perdonados sus pecados, tienen que purgar por su mal proceder. El Purgatorio “sanará” todas esas heridas que el Demonio os causó, porque vosotros lo permitisteis en alguna etapa de vuestra vida.
Las almas van al Purgatorio a cerrar heridas, a hacer desaparecer cicatrices profundas, a limpiar y restaurar vuestras vestiduras, para poder entrar a vuestra Casa Eterna como dignos hijos de Rey, quien os recibirá con los brazos abiertos a invitaros al gozo eterno.
Hijitos Míos, que esta pequeña explicación os haga reflexionar sobre vuestro paso por la Tierra y tened presente que vuestra misión es algo muy serio para el Cielo.
Os he concedido el Don de la Vida porque fuisteis escogidos por Mí, vuestro Dios, para ayudarMe a levantar la Creación al nivel Divino del Principio. He puesto Mí Confianza en cada uno de vosotros, dándoos diferentes talentos para ser puestos al servicio de la salvación eterna de vuestros hermanos… Y según los uséis, así será vuestro Premio Eterno.
El tiempo es corto y tampoco sabéis cuándo os he de llamar a cuentas, así que reparad vuestro camino pasado y emprended ya desde ahora, un nuevo camino basado en Mis Leyes y en Mí Amor.
Yo Soy el Buen Dios que perdona todo un pasado lleno de maldad y al olvidarlo, os da la oportunidad de ganaros un buen lugar en Mí Reino, vuestro Hogar de Siempre.
Todos vosotros tenéis necesidades de diferente índole. Si tenéis mucho de lo material y creéis que NO tenéis necesidades, estáis faltos de lo espiritual y viceversa. Mi Hijo os dijo que NO podíais servir a dos amos o estáis Conmigo o estáis en contra de Mí y le estáis sirviendo al enemigo.
Debéis escoger Mis pequeños en vuestra vida, a quién serviréis. NO necesariamente padeceréis falta siempre de lo material si estáis Conmigo. NO por el hecho de escoger la mejor parte que es vivir Conmigo y vivir bajo Mi Voluntad, bajo Mis Mandamientos, vais a perder también lo material.
¡No! Mis pequeños, si aceptáis Mi Voluntad en vuestra vida, Yo os daré todo; porque sabré y sé de antemano, que vosotros NO Me haréis a un lado, si tenéis de lo material.
Muchos de vuestros hermanos se sienten satisfechos al tener mucho de lo material. Ya NO tienen la Oración de Invocación, NI en su corazón, NI en sus labios. NO vienen a Mí, ni siquiera para agradecer lo que Yo les he dado.
Todos vosotros recibís de Mí lo material y lo espiritual. Pero es tan fuerte el hecho de tener de lo material, que las almas se olvidan de Mí, se obsesionan, se creen satisfechos. Presumen de lo material y si buscáis un poquito debajo de ellos, si rascáis un poquito en su alma, veréis que NO tienen ellos prácticamente ningún soporte espiritual.
Orad también por éstas almas que se han obsesionado con los bienes de la Tierra, porque éstas almas NO están previendo su futuro eterno. Se sienten complacidas con ellas mismas de arreglar su futuro terreno, de tener posesiones, muchas riquezas, ahorros grandes, etc., buscando solamente lo material.
Están llenas de lo material y tan llenas están, que NO cabe lo espiritual en su vida. Programan su existencia para vivir en cuerpo y alma buscando lo material.
Se hacen compromisos grandes y continuos para vivir en lo material, para vivir dentro de una sociedad material. Escogen a sus amistades, escogen sus grupos, escogen una vida en la cual, estos hermanos vuestros están viviendo una irrealidad.
Creen ellos estar por sobre los demás de sus hermanos, gozando más que los demás. Gozando los bienes materiales, que Yo les permití en gran medida tener, pero para que hicieran el bien. Se sienten superiores y viven una irrealidad, porque NO tienen ningún apoyo sólido para lo espiritual.
Y así, ése mundo privado de ellos, que han creado para vivir entre ellos con los bienes materiales, se les derrumba rápidamente cuando se tienen que presentar ante Mí. Les permito un tiempo antes de regresar a Mí, de que se den cuenta de su error…
De que crearon un mundo de fantasía, un mundo de pecado, un mundo de falsedad, que desperdiciaron el tiempo de su vida para hacer el Bien a sus hermanos y no Me dieron nada a Mí, vuestro Dios.
Los bienes que les concedí para que en un momento dado repartieran entre sus hermanos necesitados, los utilizaron con gran desperdicio, comprando tantas cosas y según ellos tan valiosas y exclusivas; que desperdiciaron lo que a muchos de sus hermanos les hubiera servido para siquiera vivir o alimentarse un tiempo más.
¡Cómo desperdiciáis, Mis pequeños, vuestra vida!, ¡Cómo desperdiciáis de los bienes que os permito tener! En lugar de comparar el Cielo, compráis vuestra perdición eterna. Usad de los bienes de la Tierra, usad de los bienes materiales para ganar el Cielo. NO utilicéis las riquezas que tenéis para hundiros en la condenación eterna.
Ahí está la Sabiduría que debéis pedir y Me la debéis pedir a Mí, vuestro Dios: ¿Cómo os debéis comportar a lo largo de vuestra existencia?
Y eso Me lo debéis preguntar todos los días de vuestra vida y eso es vivir bajo Mi Divina Voluntad. Es vivir con Sabiduría, es vivir con humildad, es vivir sabiendo que NO sois dueños de vuestra vida y que necesitáis una guía sabia que os lleve por caminos de perfección.
Sí, Mis pequeños, os remarco tanto esto, porque sois mediocres, os conformáis con tan poco y NO queréis buscar la perfección de vuestra vida.
NO os imagináis cómo Me alegro con ésas almas que buscan la perfección y la perfección la lográis, teniendo como ejemplo a Mi Hijo, comportándoos como Él, viviendo de acuerdo a como Él vivía.
Y Él vivía también bajo Mi Divina Voluntad. Éste es el secreto de la perfección y espero lo entendáis bien, Mis pequeños.
Hijitos Míos, el hecho de que os volváis verdaderos instrumentos Míos, os dan capacidades enormes. Por un lado, vosotros os dejáis mover como instrumentos libres, para que Yo os lleve a donde Yo quiera, que deis el ejemplo que Yo quiera, que platiquéis a vuestros hermanos de lo que Yo quiera.
Cuando os dejáis mover, según Mi Divina Voluntad, gozáis. Gozáis el ser instrumentos libres para Mi Amor. Pero, por otro lado, os doy también otra Bendición, de que vosotros mismos os deis cuenta de tantas cosas que podéis hacer al ser instrumentos e intercesores.
Os dejáis mover por Mí, pero también Me pedís a Mí, vuestro Dios, que os dé Gracias y Bendiciones extras, para que vosotros podáis interceder en vuestro libre albedrío por vuestros hermanos, que podáis obrar para su bien, que podáis amarlos como Mi Hijo los amaría.
Vosotros os volvéis verdaderos instrumentos celestiales que transmitís Mi Amor y transmitís también vuestro amor.
El ser instrumentos y el estar sueltos totalmente a Mi Divina Voluntad, no os resta a vosotros vuestra libertad de acción, seguís siendo libres y podéis hacer, dentro de ésa libertad, tantas cosas de Bien para vuestros hermanos y así es como amo más, Mis pequeños.
Porque entráis a formar parte del Cielo y vivís el Cielo en la Tierra, porque estáis viviendo como Yo quiero que viváis, y esto es santamente, atrayendo almas hacia Mí, viviendo interna y externamente en forma auténtica, santos, donados, salvadores, como lo es Mi Hijo.
Tomaréis Su presencia, Él os tomará y os reconocerán como hijos verdaderos Míos, por llevar paz y amor a vuestros hermanos, por llevarles Sabiduría excelsa, que solamente os puede dar Mi Santo Espíritu.
Ciertamente, una gran mayoría de vuestros hermanos no os entienden, os hacen a un lado porque les estáis hablando en otro idioma. Pero vosotros con prudencia y Sabiduría, deberéis moverlos hacia la conversión, hacia la búsqueda del Verdadero Amor, hacia la búsqueda de las Virtudes, hacia la necesidad de regresar al Reino de los Cielos.
Todo lo podréis obtener si estáis Conmigo y si tenéis ésos deseos santos en vuestro interior. No hay nada imposible para Mí vuestro Dios, Yo os puedo hacer crecer a niveles espirituales que ni vosotros mismos os imagináis, pero necesito estar seguro de vuestra autenticidad de vida.
Cuando vosotros estáis preparados por Mí y vosotros aceptáis ése cambio de vida, con donación completa hacia Mí, es cuando Yo puedo hacer grandes obras a través de vosotros, porque ya no os verán a vosotros, ya Me verán a Mí.
Y vosotros habréis crecido con suficiente humildad para aceptar ésta realidad, ya NO buscaréis ser protagonistas, sino sencillos siervos del Señor.
Yo os Bendigo, Mis pequeños, os llevo en Mi Corazón. Amaos los unos a los otros, os lo pidió Mi Hijo. Bendecid estos momentos en vuestra vida y agradecedMelos, son momentos de Gloria.
Os amo, os amo, Mis pequeños, y dejadMe ser vuestro Dios en vuestra vida, en total libertad.
Os amo, Mis pequeños y os Bendigo en Mi Santísima Trinidad.
Yo os Bendigo en Mi Santísimo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo, salvador de todo el género humano y en el de Mi Santo Espíritu de Amor. Recibid todo el amor maternal y cuidados de mi Hija, la Siempre Virgen María.
8.- LA SINFONIA DE LA CREACION
En la Puerta del Cielo, Víctor admira aquella regia mansión tan magníficamente bella y en la cual todas las fuentes están decoradas con figuras de niños, delfines, pescados, palomas, ciervos, etc. En ninguna parte hay estatuas de dioses.
Y aunque la decoración es muy rica, variada y hermosa; tampoco hay escenas lúbricas, ni de faunos o ninfas.
Leonardo por su parte, está concentrado en sus propios pensamientos, mientras su mirada vaga absorta contemplando todo lo que le rodea.
Diego y Adrián conversan con Ariadna junto a una fuente.
Los dos ríen felices y entusiasmados, mientras ella los mira entre seria y divertida.
Curiosa pregunta:
– ¿Quién de los dos mandó a Marte?
Adrián se ruboriza:
– Yo. Pero no sirvió de nada. Tampoco cuando su comandante general Lucifer, se ofreció a hacerlo personalmente, funcionó. Estaba muy enojado y ahora sabemos por qué…
Ariadna siente un escalofrío al recordar lo que la hizo sufrir y también sus amenazas al dejarla antes de huir…
Ella sabe que su hora de la muerte depende de Jesús y eso es lo importante. Confía en Él y en su Amor. Por ahora lo único que importa es que ha ganado las almas de sus astutos atormentadores y poder entregárselas a Jesús es suficiente recompensa.
Adrián agrega:
– Evidentemente, el incomparable Apolo tampoco logró nada…
Ariadna contesta:
– Ellos son potestades y principados, no dioses. Nosotros los conocemos como ángeles caídos y no pueden medirse con su Creador.
– ¿Entonces son solo creaturas?
– Así es. Pero rebeldes a Dios. Dominan a quien no los conoce y a quién no ama a Jesús, ni lo reconoce como Dios.
Diego dice:
– Tratamos de conquistarte con hechizos y sortilegios y siempre fracasamos. Ahora comprendemos porqué. Jesucristo el Crucificado es el más Poderoso y venció siempre a los demonios y a nuestras artes mágicas.
Adrián suplica:
– Ariadna, te hemos perdido a ti, pero queremos ganar a Dios. Queremos ser cristianos para servirlo y adorarlo sólo a Él.
Diego agrega:
– Pedro dijo que tú nos enseñarías lo que es el alma…
Ariadna mueve la cabeza asintiendo y su sonrisa se vuelve luminosa.
Diego y Adrián la miran fascinados.
Leonardo está curioso y sorprendido. Ahora va a conocer los secretos de la religión por la cual Sofía se le resiste tanto…
Cuando todos están cómodamente instalados, la voz de Ariadna llega a los oídos que la escuchan con expectación:
“La Sinfonía de la Creación”
YAHVE (Yeové) significa: YO SOY.
En el verdadero contexto de la palabra hebrea, tiene un significado más amplio: el que ES, siendo; Crea, creando; Existe, existiendo. En una palabra que expresa movimiento continuo e infinito.
El ES el que está en el trono de su Reino Celestial, en donde los ángeles le sirven. Y vive rodeado de los justos que forman la Gran Familia de los Hijos de Dios. Él, es el Padre Celestial. El Altísimo Señor del Universo. El Santísimo Creador.
“En el principio creó Dios el cielo y la tierra… Y el Espíritu del Señor se movía sobre las aguas.”
Estas son las primeras palabras de la maravillosa Historia de la Creación.
Ya era Dios. Siempre Él Fue. Y por su SER podía crear de la nada, el todo; del desorden, el orden; de lo informe, lo completo; lo formado con leyes de sabiduría potentísima. Del Caos, surge el Universo.
De los vapores cargados de moléculas confusas; de la anarquía de los elementos creó el cielo y la tierra. Y poco a poco las sucesivas obras de la Creación, que fueron cada vez más portentosas. Del caos que se separa y ordena; partes sólidas con partes sólidas para formar el planeta Tierra. Partes húmedas con partes húmedas para formar sucesivamente los mares, los lagos, los ríos y los arroyos a la luz. La primera de las cosas no solo ordenada con elementos ya existentes en el Caos; sino creada con poder propio, de la nada.
Y poco a poco, las sucesivas obras de la Creación se cumplieron. El Espíritu del Señor se movía sobre ellas con sus leyes y providencias.
Del Caos, Dios creó el Universo, ordenando las caóticas materias y los elementos, en aquella perfección de mundos que han durado millones de siglos. Cuando se observa meditando, lo creado; se puede ver como la Creación es igual a una escala ascendente; en un canto que sube siempre más; de nota a nota, hasta tocar la nota perfecta y sublime. Como es igual a un generarse de vidas cada vez más completas y perfectas, hasta alcanzar la perfección total.
De las primeras moléculas sólidas, de los vapores y fuegos desordenados que eran la nebulosa primitiva, se formaron la tierra y las aguas. Cuando el Creador creó la tierra, la sacó de la Nada. Reuniendo el gas del éter ya creado y revolviendo el firmamento, en una masa que rotando se solidificó como avalancha meteórica, que crecía siempre más; alrededor de un núcleo primitivo, con la fuerza centrípeta.
La tierra formándose así; en su recorrido de proyectiles nebulares que se solidifican a través de los espacios, debía por fuerza arrebatar a esas emanaciones, los elementos provenientes de otras fuentes.
Los cuales quedaron encerrados en ella bajo la forma de fuegos volcánicos, azufres, aguas minerales diversas, las cuales afloran a la superficie testimoniando su existencia y misterios…
¡Cuántas fuerzas buenas ignora todavía el hombre y que conocería si tuviera la humildad necesaria para reconocer al Creador Eterno!
Tres Días para preparar la tierra para ser habitada. Y en el tercer Día, la vistió de hierba y plantas, para que pudiera recibir semillas y hacerlas vegetales útiles. Entonces sobre la tierra, en la cual ya había luz, agua, aire; encendió la fuente de calor y con el sol perfeccionó la luz. Con las estrellas y la luna que regula las mareas y las ondas de los vientos y las aguas celestes; la tierra está lista para recibir a los animales.
Dios Creador es ilimitado en su poder. Dios Creador, es Perfecto en su crear. Dios Creador es Previdente en su crear. Hizo diversidad en las especies vegetales, no solamente de las que tienen frutos. Y ha unido las plantas de deleite, las flores, las plantas medicinales y con diferentes utilidades para el ser humano.
Hizo las diferentes especies de animales, no solo las que son fáciles de domesticar. Sino también las que en su vida salvaje son útiles a la limpieza del campo. Inclusive la maldita serpiente cargada de veneno y de gran utilidad, porque este veneno cura algunas de las más penosas enfermedades.
Y todas estas especies obedecen a la razón para la que fueron creadas, al orden que les fue dado. Desde el sol hasta el mosquito, no hay ninguno que diga: “yo quiero hacer lo que me parezca”. Y con su vida ordenada el fin para el que fueron creados, cantan loas y reflejan la gloria de su Creador. Por lo tanto en los animales está ya representado y perfeccionado, lo que se encuentra en los reinos inferiores: los minerales y los vegetales.
“Y vio Dios que lo hecho estaba bueno.”
Dios creó el Universo para el deleite del hombre y lo llama a través de la grandeza que reflejan las obras de Dios.
Por último en la tierra, completada de todos los bienes, creó al hombre y lo colocó como rey de cuanto había hecho.
“Y vio Dios que lo que había hecho, era muy bueno”
Un artista no se siente complacido hasta que contempla su obra maestra.
En la escala ascendente, la nota se hace más alta y pura. Más completa, más magníficamente divina. HE AQUÍ AL HOMBRE.
El hombre en el cual están los tres reinos precedentes.-privado de linfa el primero; de movimiento, el segundo; de razón, el tercero.- y adjunto el cuarto reino: aquel de la criatura razonable; dotado de palabra, de inteligencia y de razón. Razón que regula los instintos. Inteligencia que abre los pensamientos a comprensiones y visiones que son infinitamente superiores a aquellas que se dan a los animales: capacidad de pensar en un bien material.
Palabra que lo hace capaz de expresar sus necesidades y sus afectos; entendiendo a aquellos de sus iguales. Y sobre todo, de alabar a Dios su Creador y orar. O de evangelizar al que lo ignora. En el hombre están el reino mineral, el vegetal, el animal, el humano y perfección de perfecciones: el espiritual.
He aquí la escala que del desorden del Caos, sube al orden sobrenatural, pasando por el natural. He aquí a la criatura en la cual están reunidos y en síntesis, todos los elementos y caracteres de las otras creaciones; reunidas y perfeccionadas.
A la criatura hecha de fango; o sea, con el polvo en el cual están desmenuzadas las sales minerales en el elemento agua. Dotado de calor (elemento fuego) y de respiración (elemento aire) De vista natural e intelectual (elemento luz) De sangre, humores, glándulas y órganos reproductores (linfa) de instintos, pensamientos, movimientos, libertad, voluntad, Dios infunde su “soplo o espíritu de vida.”
Cuando Dios creó al primer hombre, infundió en él más que la vida de la materia hasta entonces inanimada, también la vida del espíritu. De otra manera no habría podido decir que lo había hecho a imagen y semejanza suya. El hombre fue creado a imagen y semejanza.
Y une en sí y en perfecta armonía: cuerpo, alma y espíritu. Lo creó inmortal para que viviera una sola vez. El orden en la vida humana es éste: que un cuerpo se una a un espíritu para volver al hombre en similitud con Dios; el cual no es carne, sino Espíritu. No animal, sino sobrenatural. Cada hombre y cada obra tienen su sello diferente: Dios jamás se repite. Cada hombre es único.
Por eso los ángeles tienen diferentes habilidades y competencias: unos son custodios, otros heraldos y otros, serafines adorantes. Cada uno tiene su función. El Creador proveyendo el resguardo de la Humanidad; su mente santísima la diversificó por el bien de la tierra y según las necesidades, dotó a cada hombre de las habilidades necesarias según las circunstancias.
Y le dio el ingenio para que creara a su vez. Por eso es la diferencia de caracteres y de temperamentos.
Para el Creador, su obra Maestra fue el hombre. Y su mayor satisfacción, el fin para el que lo creó. Cuando la mente divina concibió la idea de crear al hombre, su amor pensó en la criatura humana como un dios, hijo de Dios. Y el Padre en verdad puso el sello de su Paternidad en su hijo: en el espíritu.
La capacidad de conocer y amar a Dios tanto en esta como en la otra vida. Así pues creo al hombre compuesto de dos sustancias: una material llamada cuerpo, creada inicialmente en el lodo y procreada subsiguientemente con la carne y la sangre del hombre. La otra inmaterial: compuesta por el alma y el espíritu.
Sin el alma el hombre sería una criatura animal guiada por los instintos y las facultades naturales. Y sin el cuerpo el hombre sería una criatura espiritual, con dotes sobrenaturales de inteligencia, voluntad y gracia, igual que los ángeles.
Dios a esta Obra Maestra representada por el hombre, en el cual se encuentran unidas las dos criaturas: la animal y la espiritual, formando una sola unidad. Le dio su imagen y semejanza en sus pensamientos, en sus afectos, en sus actos, en sus impulsos, en sus deseos y sentimientos.
El Sexto Día fue creado el Hombre. Verdadero anillo de conjunción entre la Tierra y el Cielo. Verdadero punto de unión entre el mundo espiritual y el material. El ser en el cual la materia es tabernáculo del espíritu. El ser en el cual el espíritu anima la materia, no solo por la vida limitada y mortal; sino por la vida inmortal después de la resurrección final.
El hombre, la criatura en la cual habita el Espíritu Creador. El hombre, la maravilla de la potencia de Dios, al que infunde parte de Sí Mismo Infinito. El polvo elevado a la potencia de Hombre y Mujer.
Y unidos a ellos la Gracia, que eleva la potencia del hombre-animal, a la potencia de la vida y condición de criatura sobrenatural deificándola, convirtiéndola en hijo de Dios por participación de naturaleza.
Haciéndolo capaz de entrar en relación directa con Él. Disponiéndolo a comprender al Incomprensible. Haciéndole posible y lícito amar a Aquel a quién sin su Divino Don, no podría el hombre por su sola capacidad, ni siquiera desear amar.
El hombre, hecho triángulo que apoya la base (la materia) sobre la tierra de la que fue extraído y que tiende con sus facultades intelectuales, a ascender al conocimiento de Aquel al que se asemeja y toca con su vértice (el espíritu del Espíritu, la parte electa del alma) EL CIELO; perdiéndose en la contemplación de Dios Caridad, accesible por la unión con Dios y lo deifica.
EL CUERPO.
El cuerpo humano es una obra maestra que compendia las artes y las ciencias. El Divino Escultor proyectó en él, una maravilla arquitectónica y un prodigio de ingeniería, que contiene el más portentoso laboratorio químico y el más asombroso y perfecto conjunto de armonía, belleza y funcionalidad. Creado originalmente inmortal, fue destinado a ser un Templo Viviente para que Dios lo habitase. Lavado por el Bautismo convierte al hombre en Templo del Espíritu Santo.
La belleza es un atributo de Dios y fue uno de los dones que dio a los progenitores. Los cuerpos humanos creados por Dios, eran perfectamente hermosos y reflejaban la perfección del que los había creado. Dios es un Espíritu Purísimo. Y el hombre testimoniaba con la perfección de un cuerpo armónico y bellísimo, vasos vivos para contener el Espíritu del cual provenían.
El cuerpo humano profanado y corrupto no puede contener al Espíritu de Dios y es invadido por Satanás. Cuando Satanás toma posesión, inocula la corrupción en todas sus formas. Y el hombre satanizado es un demonio con todos los desenfrenos de su amo. Un Satanás que va contra la Ley divina y humana. Que viola hasta las normas más elementales del vivir como hombres racionales.
El cuerpo es solamente la vestidura del alma y por el pecado ha quedado sujeto a la corrupción, a la muerte, a la enfermedad, al dolor.
EL ALMA Y EL ESPIRITU.
“El Altísimo no habita en templos hechos por la mano del hombre.”
Estas palabras fueron dichas por el Templo de Salomón, la más suntuosa casa que el hombre haya elevado en honor de Dios. Porque Dios Mismo al crear al hombre, se hizo con infinita potencia una morada digna de Sí, en el espíritu del hijo fiel; espíritu que es una partícula de Sí Mismo.
El espíritu del hombre vivo por la Gracia, convertido en Templo del Espíritu Santo, cierra el círculo del amor: Dios conteniéndose a Sí Mismo.
El alma es el cofre, el arca santa, el nutriente que contiene al espíritu que es la gema salida de la Mano de Dios, de los infinitos tesoros de su YO para ponerla dentro de la criatura; signo innegable del origen divino del hombre, que certifica su filiación con su Creador.
Como la sangre en las venas, está el espíritu en el interior del alma. Y así como la sangre da vida al cuerpo para vivir la jornada terrena; así el espíritu da la vida al alma, para vivir los días que no tienen fin.
El alma espiritual es la que diferencia al hombre de los animales. Y ésta viene de Dios y todas sus potencias tienden hacia Él. Dios es Luz y es el Padre de la Luz y de las luces. A la tierra, su primera criatura, concede y dona la Luz.
Así como al hombre, perfección de la Creación y última de las Seis Obras de las seis jornadas divinas; después de las cuales Dios reposó, concede el atributo que lo hace a Él semejante: el espíritu inmortal. Libre, el hálito suyo divino, infuso en la materia para que sea animado por Dios y tenga derecho al Cielo y a la morada del Padre.
El cuerpo del hombre es animado por el soplo de Dios. Por esto en todo hombre y en cada hombre, se extiende y penetra el Espíritu de Dios con derecho de Rey y con su amor de Padre Creador.
Porque ¿En donde reposa Dios? En el espíritu de los justos. ¿Qué es el espíritu? Es la parte superior del alma humana. ¿Cuándo deja de ser trono de Dios? Cuando la concupiscencia la trastorna…
¿Cómo estamos hechos?
LA PERFECCION DE ADAN.
La perfección de la obra regia de Dios en Adán y en la cual Dios puso su inteligencia creadora, estaba en su espíritu. El semen de Adán si Adán hubiese sabido permanecer Rey cual Dios lo hizo, hubiera sido un semen de perpetua perfección.
El espíritu es el Tabernáculo de Dios. El hombre fue creado para ser un templo viviente para que Dios lo habitase. Para el espíritu no hay limitaciones, no hay obstáculos, no hay límites, no hay privaciones, no hay necesidades.
Él es poderoso, libre, instantáneo y como está formado de luz, cuando se une a la Luz, está pleno de Sabiduría Divina. (Esto explica porque a los incultos, Dios los convierte en doctos sin haber estudiado)
El altar del espíritu es el corazón. Y el sagrario es el punto en el cual Dios puso en el hombre la necesidad de adoración. Y esta adoración se alimenta de amor y de necesidad de amar. Dios hizo este altar precioso y sagrado. Lo hizo para estar formado del amor y de la unión con Él.
Y de la generosidad en el amor incorruptible a las acciones perjudiciales de los sentidos, de las tentaciones, de las insidias, de las tres carcomas del alma. Porque el amor generoso y la unión con Él, hacen a las fibras del corazón incorruptible a las acciones disgregadoras que vienen del exterior.
Por eso el hombre ha hecho a este órgano, sede de los sentimientos y trono y asilo de las pasiones predominantes. Y éstas se custodian con cada latido del corazón. Y en el fondo la gema que esplende, amigable y santa o flameantemente engañosa y malvada: su tesoro es el sentimiento que la domina.
El altar original perfumaba con su amor la santidad de Dios y cantaba su armonía, amándolo y adorándolo sobre todas las cosas porque en todas las cosas estaba el sello innegable del Amor Divino, que las había hecho perfectas y maravillosas para el gozo de su criatura. El amor es el término de la perfección humana: el Amor Total.
El amor es una fuerza absoluta y el alimento de la vida. El amor es el culto de adoración a Dios, porque el que crece en el amor, crece en perfección.
El hombre está obligado a conocer a Dios por gratitud y por respeto a su propia inteligencia. Y su propia naturaleza le exige la necesidad de amar, porque aquel que ama es nacido de Dios y por la caridad es semejante a Dios.
El Sexto Día fue creado el hombre siguiendo el fin para el que fue creado: amar y servir a su Señor durante la vida terrena, conocerlo en su Verdad y después gozar de Él para siempre en la Vida Eterna.
Fue creado el único hombre del cual debía venir toda la Humanidad y del cual fue tomada la mujer, compañera del hombre y para el hombre, con el cual poblará la tierra, reinando sobre todas las criaturas inferiores.
Fue creado el Único Hombre, aquel que como padre habría trasmitido a sus descendientes todo cuanto había recibido: vida, sentidos, aptitudes materiales; así como inmunidad a todo sufrimiento, razón, intelecto, ciencia, integridad, sabiduría, inmortalidad y el Don de dones: la Gracia.
El hombre era un semidiós por la Gracia y por la Fe. Cuando el hombre se despertó de su primer sueño y encontró a su lado a la compañera, sintió que la felicidad que Dios le había dado era completa. Era ya tan grande desde antes.
Todo en Adán y en torno a Adán fue hecho para que él gozase de una felicidad completa, sana, santa y la delicia; o sea, el Edén no era solamente en torno, sino también adentro de Adán.
Lo circundaba un jardín pleno de bellezas vegetales, animales y minerales. Pero dentro de él, un jardín pleno de bellezas espirituales, florecía con virtudes de todo género, prontas a madurarse en frutos de santidad perfecta; perteneciente a la ciencia apropiada a su estado y que los hacía aptos para la vida sobrenatural, la Gracia.
Como criatura física, gozaba de esto que veía: la belleza de un mundo virgen, testimonio salido del querer de Dios. Gozaba de esto que podía: su señorío sobre las criaturas inferiores. Todo había sido hecho por Dios para el servicio del Hombre: desde el sol hasta los insectos, para que todo le fuese una delicia.
Como criatura sobrenatural gozaba, -un éxtasis radiante y suavísimo- de la compañía de la Esencia de Dios: el Amor. De los raptos de amor entre el Infinito que se donaba y la criatura que lo amaba adorándolo.
El Génesis encubre esta facultad y este comunicarse con Dios en la frase: “Habiendo oído la Voz de Dios que se paseaba en el fresco de la brisa de la tarde.”
Por cuanto el Padre había dado a sus hijos una ciencia proporcionada a su estado, aun así, Él Mismo los instruía. Porque Infinito es el Amor de Dios y después de haber dado, anhela nuevamente dar y tanto más da, en cuanto más la criatura desea serle hija. Dios se da siempre a aquel que a Él se le da generosamente.
Cuando el hombre se despertó y vio a la mujer, su igual y su complemento; sintió que su felicidad de criatura era total, teniendo el todo humano en plenitud y el todo sobrehumano colmado por el amor dado al amor del hombre.
EL ALMA.
¿Cómo es? ¿Cuáles son sus atributos?
Los Progenitores, además de la Gracia Santificante y la Inocencia, tuvieron en su creación otros dones de su Creador.
La Inmortalidad: atributo divino.
La Inmunidad: de todo dolor y miseria.
La Integridad: la perfecta sujeción de los sentidos a la razón.
La Razón: Es más grande que el instinto.
La Ciencia: ilumina el saber y regula el amor, sujetándolo al orden hacia las criaturas y hacia Dios. Adán estaba formado de carne más que de espíritu. Pero no era carnal en cuanto a que sobre la materia, señoreaban el espíritu y la razón. Y el espíritu inocente y pleno de Gracia, tenía semejanza admirable con su Creador y por lo tanto era inteligente y sabía comprender.
La Libertad: majestad dominante sobre el ‘yo’.
La inteligencia: perfecta e iluminada por la Caridad. Plena de sabiduría y de ciencia divina. Dios dio al hombre la inteligencia unida a la libertad de pensamiento.
¿Qué es el pensamiento? Es al alma de la palabra. La facultad de comprender y conocer expresando las ideas y comunicarlas a los demás, es una cualidad humana. Los pensamientos brotan en la profundidad de la mente y esto es lo que distingue al hombre de los brutos, en los cuales los movimientos mentales se limitan a los más rudimentarios para vivir.
El hombre piensa y del pensamiento nacen obras de arte, de genio, de belleza. El hombre piensa y en este su pensar tiene un íntimo amigo que le sirve de compañía en su soledad. El pensamiento del hombre viaja, espiritual como es, por todo el Universo. Se sumerge en los recuerdos y emerge en la previsión de los tiempos futuros.
Estudia, contempla y medita, las admirables obras de Dios en la Creación. Reflexiona los misterios de los hombres. Cada hombre es un misterio encerrado en su vestidura mortal. Luminoso u oscuro según sea su ánimo, santo o satánico. Misterio solo conocido por Dios para el que no hay nada oculto.
Y de la contemplación de las cosas y de los hombres, sube a la contemplación de Dios. Como el águila que cada vez más alto asciende hacia el sol, así el pensamiento humano puede elevarse y sumergirse en la luminosidad de Dios, después de haber meditado en la capacidad humana.
En la Inmensidad divina después de haber reflexionado en la relatividad humana. En la eternidad divina, después de haber contemplado la efímera temporalidad humana. La Perfección, después de haber mirado sin soberbia que ciega, la imperfección humana.
La Mente: humana es perfecta e imperfectísima. Iluminada por Dios es perfecta. Sin Él cae en el error.
La Razón: debe estar motivada por la bondad. Solo así las acciones humanas obtienen frutos de santidad. Y la razón si es humilde cae de rodillas en obsequio del Dios Infinito e Incomprendible, que solo se vuelve accesible a través de la FE. Solo la fe ilumina la ciencia y la ayuda a comprender.
El conocimiento de la Esencia de Dios se encuentra en la sabiduría. Y la sabiduría se encuentra en el luminoso y ardiente centro que es la Caridad. Porque fe es religión y la religión permite a la criatura inteligente pero limitada, comprender al Perfecto e Infinito.
La Memoria: el hombre fue creado para amar y adorar a Dios. Y sufre porque desea a Dios. Y este sufrimiento lo provoca el vacío interior que existe en el hombre que vive alejado de Él. Porque hay en el hombre un ansia de creer que es más grande que su necesidad de respirar.
Por eso tiene hambre de Dios y experimenta una necesidad instintiva de buscar la Verdad, que se convierte en un acicate doloroso, porque el hombre se engaña voluntariamente en su deseo, se crea ídolos para aliviar su necesidad espiritual y el alma recuerda a Dios con nostalgia por el momento en que fue creada.
Instante fugaz frente a Él, pero que produce un sello indeleble en lo más íntimo de su ser. Su recuerdo se vuelve borroso porque el cuerpo que habita y al que gobierna una mente pagana, llena de ídolos, vive una vida que la enferma y con su espíritu muerto, su sufrimiento aumenta. Porque ella sabe que su cuerpo es perecedero y está unido a algo que es inmortal.
El hombre se pierde en marasmos filosóficos y aún quién dice que no cree en nada, en alguna cosa cree. El que afirma “No creo en Dios” presupone otra fe. Tal vez en sí mismo o en su inteligencia soberbia. Es como el pensamiento “no quiero pensar”, por el hecho de expresarlo, está manifestando que está pensando.
La Voluntad: de los atributos del alma, si la voluntad no es usada con sagacidad para manejar la inteligencia, ésta se vuelve como las medicinas peligrosas: en lugar de sanar matan. La voluntad es la soberana del alma. Dios la respeta y da las fuerzas necesarias para ‘una buena voluntad’ con las virtudes que la hacen inclinarse hacia Él. Pero “No querer ser esclavo del mal”, debe salir del hombre.
La Libertad de Arbitrio: el libre albedrío es el regalo más grande que Dios otorgó a la inteligencia humana. Dios ama a los hombres y les concede la libertad de arbitrio, para que por ella se perfeccionen en la virtud y se hagan más semejantes a Él.
Cuando el libre albedrío no está sostenido por el amor, la voluntad se debilita, muere poco a poco porque el libre albedrío se ha dejado seducir y se hace esclavo del Mal. Dios lo hizo libre y el hombre lo convierte en esclavo de las pasiones. El Demonio, el Mundo, la Carne, en un libre albedrío desordenado conducen al Egoísmo desenfrenado que da la muerte al espíritu.
La inteligencia del egoísta queda obnubilada para Dios y sus verdades. La soberbia ensombrece con su humo al egoísta y le ofusca la Verdad. Comienza el proceso de los ‘¿Por qué?’ de estos se pasa a la duda. A la separación no solo de Dios y la confianza en Él, sino también de su justicia, del temor de Dios y de su castigo.
Este es el motivo por el cual se explica, porqué tan fácilmente se peca. La mala voluntad en el pecar, es lo único que Dios, NO perdona.
Cuando el alma posee un libre albedrío que vive dentro del orden, en obediencia hacia Dios y siendo heroicamente fiel al Bien, el hombre se eleva y el alma se deifica al tomar la semejanza con Dios. Cuando es el Mal el que lo embrutece; esta semejanza es casi borrada totalmente y la degradación espiritual es tal, que se hace semejante al Demonio. Todo está en la voluntad con que se hace cada acción, ya sea virtuosa o pecaminosa. Porque ES la voluntad la que da valor a nuestros actos.
QUERER ARREPENTIRSE. QUERER CONVERTIRSE. QUERER OBEDECER. QUERER VENCER. QUERER PERDONAR. QUERER AMAR.
QUERER SER FIEL. QUERER TRIUNFAR SOBRE SÍ MISMOS Y SOBRE EL MAL. QUERER SER HÉROES. QUERER. QUERER. QUERER.
El que NO se quiere salvar teniendo los medios…
ES PORQUE QUIERE CONDENARSE.
Hasta el último momento, Dios respeta el libre albedrío y la voluntad, reina y soberana del alma. También la voluntad es el factor fundamental en la RECREACIÓN DEL ALMA. Toda la Creación natural y sobrenatural, es obra del amor. Todas las providencias, las leyes físicas, morales, espirituales, son obras del Amor.
El Intelecto:
Es capaz de distinguir lo que está bien y lo que está mal. Y amaestra sobre el cómo y el porqué, se puede y se debe querer hacer el bien y no querer hacer el mal.
La Conciencia: su voz podría llamarse la Voz del Mismo Dios, hablando en el interior del hombre. Es otra ayuda no-solo en empujar la voluntad a acciones buenas y en detener la misma para acciones malvadas. Sino en hacer que surja el arrepentimiento y empujar a la reparación de un mal cometido, para que el hombre vuelva a encontrarse en Gracia de Dios, cuando la ha perdido pecando.
LA Intuición: es una ayuda que Dios da a la inteligencia debilitada en la comprensión. La lucidez de la inteligencia ayuda poderosamente a recibir y comprender las enseñanzas que la Ciencia Eterna, en las lecciones que Dios quiere que sean guía y consuelo en la hora que vivimos, para que el mundo no se embrutezca totalmente, pues las palabras de la justicia no son más que sonidos que repercuten en las orejas y a veces ni siquiera se perciben: no se hacen alimento de Vida.
Dios crea las almas por amor. Y para que ellas puedan alcanzarLe y poseerLe, después de haberse esforzado en amarLe y conocerLe, las ha llenado de dones. El alma viene de Dios y todas sus potencias físicas, morales y espirituales tienden hacia Él.
El alma originalmente dada al hombre se recrea y se supera en grados inimaginables, a través de grandes sufrimientos y tribulaciones, haciéndola apta para reposar en Dios. El espíritu vivo se funde en Dios y el alma se convierte en Templo Viviente del Espíritu Santo, porque Dios vive en ellas y las funde con Él.
Y es de suma importancia para el alma que quiere avanzar en la vía del Cielo, ser robusta y tener todas sus potencias firmes en Dios. Cuando esto sucede el alma está segura. Cuando las potencias del espíritu están fijas en Él, ninguna fuerza la puede quitar de ahí.
El alma viva tiene tal repugnancia al mal, porque Jesús está en ella y el alma percibe lo que siente Él. El mérito del alma es uno solo: aquel de su buena voluntad de querer tenerlo a Él y aferrarse a Él. Todo otro pensamiento sería soberbia y vanidad espiritual.
Las almas que están fijas en Dios, no deben tener nunca miedo a nada. Solo a pecar.
EL ESPÍRITU
El espíritu es un Templo. El ángel custodio de cada criatura, adora en la misma, al Dios que la habita si está en Gracia del Señor.
El espíritu es un Rey. La infinita misericordia del Dios Único y Trino, ha dado a nuestro espíritu todas las ayudas para permanecer dominador. Los sentimientos pueden ser domados, entregándolos a Dios y pidiéndole que nos llene de su Amor. Es el alma lo que da al hombre el derecho a decir: “Padre mío…”
Cuanto más el alma es hija de Dios, tanto más pronta se siente para seguir los consejos del Espíritu Santo. El alma hija de Dios toma de su Padre esta característica divina: la solicitud pronta y alegre de hacer todo aquello que es bien.
La medida de la filiación alcanzada, la da la prontitud con la que el alma secunda las divinas inspiraciones, sin pararse a considerar lo que ellas puedan exigir de esfuerzo por parte de la criatura humana; ni del peligro que hayan de suponer para el individuo carnal.
Y el alma espiritual es la que distingue al hombre de los animales y lo hace dios sobre todos los otros seres creados: dios-rey que domina y somete; comprende, instruye, provee y lo hace dios por su origen y destino futuros.
Es el alma aquella que iluminada por su divino origen, sabe, quiere, puede con fuerza ya semidivina. Fuerza que Dios potentemente sostiene y ayuda, cuanto más el alma se eleva en la justicia y el hombre se diviniza con una vida de justicia.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONOCELA
F56 LOS HIJOS DE DIOS
Hijitos Míos, en donde dicen las Escrituras que en el Paraíso Terrenal estaba el Árbol del Bien y del Mal, esto se refiere al libre albedrío del hombre.
Vosotros tenéis ése libre albedrío, nunca le he quitado a las creaturas, desde las angelicales a las humanas, el libre albedrío. Ahí es donde reconozco a aquellos que quieren venir en pos de Mí, que quieren mantenerse en el Amor y haciendo el bien, que quieren darse en libertad total a Mí, su Dios y querer servirMe como a su Padre, a su Rey, a su Señor.
Os he creado para el Bien, os he consentido a todos en el bien, pero hay almas que no son agradecidas, son ingratas. Y a pesar de haber recibido a veces muchos bienes tanto materiales como espirituales o intelectuales, que Me he derramado en ellos en Sabiduría, todo ello lo han volcado solamente para buscar bienes materiales.
Han utilizado toda ésta Sabiduría y capacidades Divinas, para llenarse solamente de cosas materiales, humanas o riquezas que muy lejos de llevarlas a Mí, os apartan de Mí. Ahí es donde el hombre utiliza mal ése libre albedrío, utiliza mal la Sabiduría que he puesto en ellos.
Vosotros diríais ¿Cómo si son sabios, por qué se vuelcan hacia el Mal? Y es que Satanás les hace ver las cosas de diferente forma y con diferentes valores.
Les hace creer que los bienes de éste mundo es lo que deben de buscar y se tienen que llenar de ellos para que además todos vosotros, hermanos de éstas almas; los vean, los alaben, se inclinen hacia ellos por estar llenos de bienes materiales.
Y realmente lo que se deberían de ganar ellos, es conmiseración. Que los vierais tal y como es la realidad espiritual: están perdidos por su falta de espiritualidad, son pobres en espiritualidad, viven en el Pecado, Me han hecho a un lado, utilizan sus bienes para pecar y aprovecharse de vosotros.
Todos ésos hermanos vuestros que se dicen ricos, millonarios de los bienes de éste mundo, son por los que hay que orar más y darse más por ellos en ofrecimientos, en intercesión y en amor, porque son los que más lo necesitan.
Al llenarse de mundo, Me han hecho a un lado, han dejado a un lado la riqueza más grande que existe en todo el Universo, que Soy Yo vuestro Dios y Creador, de todo el Universo. Se han dejado llevar por las riquezas de un grano de arena, que sería la Tierra…
Cuando los que están Conmigo, son los poseedores del Universo entero, que sería la playa entera. Así es como os ciega Satanás. Os hace creer que teniendo ése grano de arena serán más ricos y poderosos. Aquellos que no desean de los bienes del mundo, han escogido la mejor parte, que es todo lo que viene de Mí y Mi Amor…
Y en su donación por Mí, ellos se han ganado la playa entera. Ellos SÍ han visto la realidad, ellos sí conocen la Verdad.
Por eso Mis pequeños, os vuelvo a pedir mucha Oración, mucha Intercesión, sacrificios, penitencias, ayunos, por vuestros hermanos que se sienten millonarios aquí en la Tierra. Que se sienten que poseen todo y que pueden mandar por sobre vosotros.
Que son dueños casi de vuestra persona, de vuestra libertad, de vuestro ser, cuando realmente están ciegos y están encadenados a las cosas del Mundo.
Estas riquezas se les volverán pesos tremendos, que si no recapacitan a tiempo, los hundirán irremediablemente en el Abismo del Infierno. Orad por ellos, porque necesitan de vuestra Oración.
Hijitos Míos, ¡Os amo tanto! A cada uno de vosotros viéndoos en forma individual, sois débiles, sois pequeñitos. No tenéis gran fuerza con qué defenderos y poder ayudar a vuestros hermanos.
No podéis crecer en forma individual, porque no estáis recibiendo la ayuda que Yo también pongo en otras almas con lo cual os enriquecéis unos a otros.
A cada uno os voy dando diferentes conocimientos, para que cuando compartáis, os enriquezcáis y así podáis crecer, tanto en lo de la Tierra, como en lo del Cielo.
Mis pequeños, cuando vosotros no os queréis relacionar con vuestros hermanos y queréis hacer vuestras propias cosas, no apreciáis Mi obra en vuestros hermanos y menos en aquellos que no están a vuestro nivel económico o cultural.
Cuando sois soberbios, no aceptáis que algunos de ellos os puedan enseñar con palabras sabias y aún hermosas, lo que vosotros necesitáis, lo que os hace falta para crecer; para que con humildad, cuando os mostréis ante ellos podáis recibir Mi Sabiduría por su conducto.
Os falta tanto a muchos de vosotros. Os creéis que pertenecéis a determinadas familias de renombre, de alcurnia, de nobleza y no os podéis rebajar a convivir con aquellos que en vuestra confusión interna, creéis que no valen nada a los ojos del mundo.
Lo hago así, Mis pequeños. Y doy Sabiduría grande en hermanos vuestros, pequeños, ignorados, pobres; para que cuando tengáis la humildad de ir hacia ellos, ellos os puedan enseñar cosas grandes.
Sí, Mis pequeños. No obtenéis cosas grandes que Yo os puedo enseñar, por vuestra soberbia. Porque nada más vivís en ciertos grupos sociales, los cuales a veces muy lejos están de hablar de Mí y menos de vivir de Mí.
Os compartís de todo, pero NO os compartís de las verdades que valen muchísimo más que todo lo que creéis tener.
Cuando NO apreciéis en vuestros hermanitos menores a veces mendigos o pobres, que ellos os puedan enseñar mucho, entonces NO estaréis todavía preparados para convivir con vuestros hermanos en el Reino de los Cielos.
Para eso pasáis un tiempo de preparación en la Tierra, para cumplir vuestra misión y otro tiempo en el Purgatorio, para ir apreciando Mis capacidades a través de vuestros hermanitos pequeñitos, vuestros hermanos despreciados en el mundo.
Os pido que no los despreciéis, porque ellos os van a enseñar cosas grandes en algún momento de vuestra vida y especialmente, cuando más necesitéis.
Porque vuestra confianza en Mí, vuestra Fe en Mí, debe ser a prueba de todo. Aún en cosas que prácticamente a ojos humanos, las veáis imposibles.
Recordad que Yo Soy vuestro Dios y que NO HAY IMPOSIBLES para Mí.
Satanás goza en cerrar vuestro paso, cerrar vuestro camino y hacer ver a veces imposibles vuestras necesidades y vosotros os desesperáis.
Pero lo peor de todo, es que en vuestra desesperación NO acudís a Mí.

ENGAÑO SATÁNICO. Satanás también sana; pero a precio de salvación. Con estas ‘pequeñas e inocentes prácticas’ trasgredimos el Segundo Mandamiento y cometemos Pecado de Idolatría…
NO confiáis en Mí y caéis en pecados graves al buscar por otros caminos que no son los Míos, para resolver ésos supuestos problemas que el mismo Satanás os pone para que caigáis en sus trampas.
Cuando el alma confía plenamente en Mí, ésa alma obtiene grandes cosas de Mí, de vuestro Dios.
Las almas timoratas, las almas que dudan, las almas que no quieren estar Conmigo, ésas almas sí sufren.
Y sufren mucho mal por parte de Satanás, porque al NO CONFIAR EN MÍ, están desperdiciando infinidad de bendiciones que Yo doy a las almas confiadas.
Ved Mis pequeños, repasad las Sagradas Escrituras y ahí hay muchos ejemplos de almas que confiaron plenamente en Mí, a pesar de que todo se volvía adverso en su vida.
Fue la humildad, fue la sinceridad de su corazón de saberse vencidos y que solamente una Fuerza muy grande, un Poder muy grande, una Ayuda muy grande podía sacarlos delante de ése problema y recurrían a Mí.
NO buscaron por caminos equivocados. Me buscaban a Mí y pudieron obtener Mi Poder en pleno.
Revisad las escrituras, revisad la vida de ésos hermanos vuestros que os dieron ejemplo de Fe, de valor, de confianza plena en Mí, vuestro Dios y así es como debéis vosotros actuar en éstos tiempos de Obscuridad.
En éstos Tiempos en los que Satanás os está poniendo trampas aparentemente muy difíciles de apartar, de vencer. Pero Yo estoy aquí junto a vosotros. Vivo en vosotros…
Pero vuestra Fe y vuestra confianza deben dejarMe actuar, para que Yo resuelva para el bien vuestro y de los vuestros, TODAS ésas dificultades que os pone el mismo Satanás y de ésta forma vosotros podáis crecer más confianza hacia Mí, vuestro Dios.
No os amedrentéis con lo que él os ponga en vuestro camino, os vuelvo a repetir, Soy vuestro Dios y Señor y NO HAY NADA IMPOSIBLE PARA MÍ.
Es más, para aquellos que siguen a Satanás, para él sí hay imposibles y para todos aquellos que le sigan SÍ hay imposibles…
Porque él es un ser limitado, es un Ángel Caído que no dejó que Mi Gracia se siga derramando en él… Y así, quedó trunca su vida espiritual y sus capacidades espirituales.
Por eso, vosotros los que Me seguís SOIS INFINITAMENTE SUPERIORES EN CAPACIDADES al mismo Satanás y lo podéis vencer fácilmente.
Porque cuando confiáis en Mí, Mi Gracia, Mis Bendiciones y Mis Capacidades fluyen a través de vosotros…
Y esto también está ejemplificado en la vida de los santos, que leéis desde las Sagradas Escrituras y a lo largo de la historia.
Podéis vencer a Satanás fácilmente, porque pertenecéis a Mi pueblo, a Mi Familia. Me pertenecéis y sois Mis hijos. Confiad en Mí, en vuestro Dios. Confiad en Mis capacidades que son vuestras, si así lo queréis.
Confiad en Mí, Mis pequeños, en Mí, vuestro Dios. Estad Conmigo, que no Me he de separar de vosotros y menos en éstos momentos de Obscuridad Mundial.
Hijitos Míos, qué difícil se os hace a vosotros vivir en la Caridad y en ésa Caridad profunda, Caridad de corazón; porque para eso, para que realmente viváis en Caridad profunda, Mi Corazón debe estar junto a vuestro corazón.
Posiblemente deis ayuda a vuestros hermanos. Pero cuando la dais, ¿Realmente la dais con agrado o la dais por obligación?
Mis pequeños, la más de las veces dais las cosas por obligación y hasta con enojo. No dais lo que tenéis con gusto, tratando de ayudar a vuestros hermanos de corazón.
Ciertamente hay hombres que se aprovechan de sus hermanos, porque están llenos de maldad, se aprovechan de su bondad.
Pero ya os lo había dicho Mi Hijo: ‘si vienen a vosotros y os están pidiendo el manto, dadles la túnica también.’ Y ¿Qué quiero con esto, Mis pequeños? Que deis y deis hasta de más.
Si ellos están engañando, su engaño los llevará hacia el Mal, pero vosotros disteis con la bondad de vuestro corazón y un corazón ya preparado para amar.
A vosotros se os tomará en cuenta éste detalle lleno de amor hacia vuestros hermanos. Pero también a aquél que os quiso engañar, también se le tomará en cuenta su engaño; porque se quiso sobrepasar y aprovechar de vuestra bondad.
De cualquier manera Mis pequeños, os pido que siempre deis. Que no haya en vosotros ésa arbitrariedad de solamente dar a algunos y a otros no. No tratéis de evitar el bien que podáis hacer con un pretexto humano, diciendo a éstos hermanos vuestros que trabajen, que busquen en otro lado…
Que vosotros no tenéis, aún a pesar de que sí podríais ayudarles, poniendo muchos pretextos para que vuestra Caridad no llegue a ellos.
Si vosotros estáis ejercitando vuestra Caridad, tarde o temprano seréis grandemente recompensados. Si vosotros anteponéis vuestro juicio humano antes de dar la Caridad, vuestros actos NO serán perfectamente limpios. No serán purificados por el Amor, porque estáis anteponiendo un juicio que quizá sea erróneo.
Y ya vuestro acto de amor que debiera ser bello, sencillo, humilde; ya lleva un acto humano que no lo va a hacer bello ante Mis Ojos.
Simplemente dad, Mis pequeños. Y dad de corazón, porque vosotros os estáis ejercitando en la bondad.
Que todo lo que salga de vosotros en palabras, en obras, en pensamientos, sean sin juicio humano. Que sean como de niño, simplemente dar y dar para el bien del otro. En eso os debéis centrar.
Si vais a dar algo, que vuestra alegría se una a la alegría del hermano a quien le estáis dando de lo que vosotros tenéis, de lo que Yo os he dado en Mi Divina Providencia…
Que ciertamente si os lo ganasteis con el sudor de vuestra frente, con mayor razón vuestro acto de bondad será muy grande y será grandemente recompensado. Yo recompenso los actos salidos de un corazón limpio, de un corazón humilde y sin ningún tipo de restricción humana.
Simplemente dad, que no se os acabará de lo que disteis porque ésa es Mi Promesa. Aunque os estén engañando, aunque se quiera pasar de listo aquél hermano vuestro, de vuestra bondad vosotros seréis recompensados.
Porque ése acto bueno, ése acto caritativo salió desde lo más profundo de vuestro corazón…
Y así recibiréis después en lo más profundo de vuestro corazón Mi Amor, Mi Bondad. Y lo que necesitéis tanto en lo material, como en lo espiritual.
Hijitos Míos, os quiero pedir que a diario hagáis un ejercicio espiritual que os irá perfeccionando. Pero sobre todo, os irá ayudando a crecer en conciencia de todos los males que se producen en el mundo y por los cuales deberéis pedir.
Dejaos que el Espíritu Santo os vaya ayudando a crecer en el conocimiento de todo el Mal que se produce en el mundo, para que vosotros inmediatamente intercedáis, para que este mal se vaya acabando.
Como os he dicho tanto, a veces estáis tan distraídos en vuestras cosas, que no os estáis dando cuenta de lo que sucede a vuestro alrededor y de las necesidades espirituales que se requieren subsanar a través de Mi Gracia y que vosotros debéis pedirla.
Os pido que repaséis a diario los Diez Mandamientos que Yo os he dado. Cuando vayáis repasándolos, MEDITADLOS por un buen rato. Dejad que Mi Santo Espíritu os vaya indicando con más Sabiduría lo que vosotros debéis aprender de ellos.
No quiero que los repaséis rápidamente, sin meditarlos. Recordad que todo lo que Yo os doy, lleva atrás Sabiduría Divina que os quiero transmitir y de la cual vosotros os debéis llenar.
Dejad que en vuestro corazón se vaya implantando Mi Sabiduría Divina al ir recorriendo cada uno de los Diez Mandamientos… Y os asombraréis Mis pequeños de cómo los entenderéis ahora, que los meditaréis con la ayuda de Mi Santo Espíritu.
Hay tanto que todavía debéis aprender de ellos. Hay tanto que debéis vosotros buscar y con ello ayudar a vuestros hermanos. Si Yo os di estos Diez Mandamientos para toda una generación, es para que vosotros fuerais creciendo hacia la perfección.
Esta generación humana se tiene que mejorar y es en base a ellos. Y sobre todo siguiéndolos en humildad, aceptando que vosotros sois parte de ése Error que se os indica en Mis Diez Mandamientos. Caéis desgraciadamente de forma continua en unos o en otros.
Y veréis Mis pequeños, que si vosotros ya estáis concientizados en lo que estaréis aprendiendo y que os estará dando Mi Santo Espíritu; vosotros empezaréis a subir en Gracia hacia Mí y veréis vuestro Mundo en forma diferente.
Apreciaréis lo que se os ha dado, especialmente Mi Gracia Divina, para que fuerais protegidos de los pecados que se pueden cometer al no seguir Mis Diez Mandamientos. Me agradeceréis también por toda la Gracia que se derrama sobre vuestros hermanos, cuando Yo salve muchas almas de ellos por vuestra intercesión.
Por eso es necesario que vosotros os concienticéis perfectamente con los Diez Mandamientos a tantos errores en que el hombre puede caer y que vosotros no lo habíais tomado en cuenta.
Agradeced a Mi Santo Espíritu toda la enseñanza que os dará, cuando vosotros en docilidad y en obediencia, los repacéis, porque Yo os lo estoy pidiendo. Soy vuestro Padre y vuestro Dios y quiero que actuéis todos vosotros Mis pequeños, en humildad, en docilidad, en Sabiduría y en Amor.
En el principio del cristianismo, los que siguieron lo que Mi Hijo les enseñó, se distinguían ante los demás. Era una distinción muy especial que les daba Mi Santo Espíritu y que quiero que se dé entre vosotros…
Porque vosotros al dar vuestro ejemplo, es como podéis mover también corazones ahora, en éstos tiempos de Tribulación espiritual que estáis padeciendo.
Por otro lado, hay muchas almas muy necesitadas de alimento y de crecimiento espiritual. Pero si no saben quién se los puede dar, solamente están añorando éste alimento que no pueden obtener. Y quiero que vosotros a los que ESTOY PREPARANDO seáis los evangelizadores de éste tiempo: Los Apóstoles de los Últimos Tiempos.
Que os busquen vuestros hermanos por éste distintivo que vosotros tengáis en vuestro corazón. Y esto es el amor, Mis pequeños.
Los primeros cristianos se amaban de corazón unos a otros. Buscaban el bien del hermano, compartían sus bienes, compartían el conocimiento que se les había dado.
Vivían realmente en el amor y en el respeto. Y esto es muy importante Mis pequeños: el respetarse unos a otros, el no decir malas palabras, en compartirse los bienes, en ser educados unos para con los otros, en vivir la vida de Mi Hijo.
Él, que nunca le faltó a alguien al respeto, que siempre se dio por los demás, eso es lo que quiero que tengáis vosotros, TODOS vosotros Mis pequeños.
Llevad la Vida de Mi Hijo a todos lados y así seréis ésos testigos de Mi Vida en vosotros, de la Vida de Mi Hijo que es Mi Propia Vida, porque Él mismo se lo dijo a los apóstoles: el que Me ve a Mí, ve al Padre.
Vosotros Me deberéis ver a Mí vuestro Dios, en la vida de vuestros hermanos que están con vosotros y vosotros deberéis ser ésa Vida Mía al presentaros a vuestros hermanos que aún no Me conocen o que en algún momento Me han rechazado; pero posiblemente puedan venir cuando os venga a vosotros dar ejemplo de vida, de vida correcta en el amor.
Recordad que ya os he dicho que nadie puede dar lo que no tiene. Si vosotros Me tenéis en vuestro corazón, Me podréis transmitir a vuestros hermanos.
Si vosotros NO Me tenéis en vuestro corazón, ¿Qué podréis dar? Quizá absolutamente nada o quizá actuéis con vicios, con defectos, con maldad, con error, con mala educación hacia vuestros hermanos.
Tened mucho cuidado, Mis pequeños. Porque si estáis Conmigo deberéis limitar vuestro lenguaje, deberéis limitar vuestro actuar o vuestro vivir, ya no podréis actuar con maldad o irrespetuosamente.
O viviendo en los vicios, porque entonces no Me estaréis transmitiendo a Mí. Estaréis dando un ejemplo malo, que los otros harán por causa vuestra.
Cuando os limitéis y sacrifiquéis vuestro propio “yo”, es cuando saldrá lo bueno de vuestro corazón, porque ahí es donde estaré Yo y esto es lo que quiero Mis pequeños, que se llene la Tierra de Mí pero a través de vosotros.
Que Viva nuevamente Mi Hijo entre vosotros, pero a través de vuestro actuar y de vuestro vivir.
Reflexionad y aceptad que Mí Santo Espíritu de Amor os guíe hacia la Verdad y a la Luz Verdadera de Mí Camino al Reino Celestial. Confiad en Mí, Mis pequeños, en Mí, vuestro Dios. Yo os Bendigo, Mis pequeños, estad Conmigo, que no Me he de separar de vosotros y menos en éstos momentos de Obscuridad Mundial.
Os amo y bendigo en Mí Santo Nombre en el de Mí Hijo Jesucristo y en el del Paráclito de Amor. Recibid todo el Amor de Mí Hija la Siempre Virgen María.
P165 PERFECCION EN EL AMOR
Ni el ojo vio ni el oído oyó, lo que Dios tiene preparado para las almas. Y así es.
Hijitos Míos, si vosotros os alejarais de la crítica, muy cerca estaríais de la santidad. No os imagináis el daño que os hace el criticar a vuestros hermanos ―vuestra alma ante Mis Ojos, sufre muchísimo, pierde mucho valor ante Mis Ojos.
Con la crítica, vosotros matáis a vuestros hermanos y también, os matáis a vosotros mismos. No crecéis en Virtudes, os impide alcanzar un alto grado de amor.
Criticáis muchas veces porque os creéis mejores, os creéis perfectos, hacéis menos a vuestros hermanos y eso no es amor.
Ya os he dicho que Yo os creé como sois a cada uno de vosotros, porque así se Me hizo bien hacerlo, Yo Soy vuestro Dios y Soy el Perfecto. Yo sí os puedo criticar, pero lo hago porque os amo.
Vosotros criticáis lo que veis, que es vuestro exterior. Pero Yo veo vuestro interior que es lo que vale, Yo veo vuestra alma. Ésa, es la que vale y os va a dar con sus actos, el Cielo o el Infierno.
Cuántas veces no os ha sucedido que criticáis a un hermano vuestro por su exterior, pero cuando le tratáis más cercanamente, os lleváis grandes sorpresas; porque su interior es bello o quizá sea muy inteligente o es gente simpática y vosotros lo juzgabais diferente.
A todos vosotros os he dado cualidades, os he dado Virtudes, os he llenado de Bendiciones. Y esto lo he hecho en vuestra alma. El cuerpo, recordad que es solamente un vehículo. Lo que vale es vuestra alma y si vosotros no tratáis en profundidad a vuestros hermanos, ¿Por qué los criticáis?
Quizá os estéis perdiendo de una muy buena amistad o de un hermano que en lo futuro os va a ayudar muchísimo en tal o cual situación que necesitéis. O podréis perder alguna ayuda muy grande que os podría haber dado, pero por criticarle se aparte de vosotros.
Mejor callad. Aprended de Mi Hija, la Siempre Virgen María. Vivid en silencio, vivid en Sabiduría, llevando una vida profunda Conmigo y no exteriorizando vuestros defectos.
A veces, es mucho más virtuosa una persona que es más callada, que no critica, que no habla mal de su prójimo, que una persona que habla mucho derrochando inteligencia, pero que puede causar problemas entre vosotros.
Aprended de las Virtudes, aprended de Mi Hija, la Siempre Virgen María, que Ella es la Virtuosa por excelencia. Seguid Sus Pasos, seguid Su manera de Ser y os llevará a la perfección. Y vosotros quizá, hasta os hagáis de muchos amigos que realmente son vuestros hermanos, a quienes debéis cuidar y respetar porque Yo estoy en ellos.
Amaos los unos a los otros, quiere decir: respetar a vuestros hermanos, tal cual son.
Yo os creé, ciertamente tenéis defectos, pero vosotros tampoco se los vais a quitar. El alma se tiene que acercar a Mí, para pedir Mi ayuda para crecer espiritualmente y vosotros no sois capaces de ello. Podréis en un momento dado aconsejar a un hermano vuestro, pero vuestro consejo nunca será perfecto, como el que Yo pueda dar para ayudar al alma que Me pida ayuda.
Os aconsejo el ser como Mi Hija, la Siempre Virgen María: guardar silencio, ayudar cuando os lo pidan y sobre todo, tratar a vuestros hermanos con respeto y amor,
Sois Mis hijos, Yo estoy en cada uno de vosotros y Yo merezco respeto, porque Soy vuestro Dios y estoy en vosotros.
Cuando un padre o una madre aman realmente a los hijos buscan intuitivamente lo mejor, la perfección de sus actos. Si realmente quieren ver a los hijos moviéndose en un ambiente social correcto les enseñan lo mejor, para que ellos no sean rechazados.
Mi Reino se va a implantar en la Tierra y estoy preparando a Mis hijos, a los que quiero que estén Conmigo, a quienes les voy a compartir Mis Bellezas, Mi Amor, Mis Delicadezas espirituales.
Les he dado la oportunidad a todas las almas de poder obtener éstos regalos espirituales Míos y ser preparados para el regalo grande que os daré, pero no todos han permitido ése cambio, principalmente por falta de Fe y de amor hacia Mí.
Cuando sois pequeños o adolescentes, la gran mayoría de vosotros habréis tenido a un personaje que llamó vuestra atención, como para seguir su forma de ser. Puede haber sido un gran hombre, una gran mujer, algún artista. Y queréis ser como ésa persona.
O quizá sea una persona culta que sobresale de entre todos los demás y la tenéis como una meta a seguir. Buscaréis todo lo que podáis encontrar para ser como esa persona y quizá hasta os lleguéis a parecer a ella porque os gusta mucho su forma de ser.
Esto os lo digo, porque Yo Soy muy Superior a cualquiera de vuestros hermanos que os llamen la atención para seguirles. ¿Cuántas veces os he dicho el ser otros Cristos? Que esto es lo más grande que puede tener un alma aquí en la Tierra.
Ya el simple hecho de querer ser como Mi Hijo, que es Dios y es Perfecto, al buscarLe y seguirLe alcanzaréis un alto grado de perfección. Pero además de gran alegría, porque al momento en que os acercáis a Mi Hijo y empezáis a investigar cómo era, qué hacía y querer ser como Él, os lleva automáticamente a la santidad.
Porque entráis a un alto grado de perfección y esto ante Mis Ojos es muy agradable. Y os ayudo a que alcancéis ése grado de perfección a la que han llegado hermanos vuestros y se han santificado.
Os recuerdo que un alma, solamente puede entrar al Reino de los Cielos, si es santa.
Entonces, si ya vosotros empezasteis a buscar la santidad aquí en la Tierra. Al ser como Mi Hijo, al ser otros Cristos, vuestro paso al Reino de los Cielos será muy rápido y será muy fácil.
¿Cuándo comprenderéis esta realidad, Mis pequeños? Pero Satanás se encarga de que vosotros lo olvidéis y os vayáis por caminos equivocados. Os desviáis y perdéis mucho tiempo y os perdéis de Mi Vida en vosotros.
Sí, Mis pequeños. Las almas santas, son almas que Me han invitado a vivir con ellas. Yo Vivo plenamente en ellas y por eso pueden hacer grandes cosas, porque Yo estoy en ellas.
Mis pequeños, si realmente Me amáis, si realmente queréis estar Conmigo buscadMe y Yo os enseñaré. Os guiaré y os daré todo lo que necesitéis para que alcancéis ésos grados altos de Virtud que necesitáis para vuestra perfección.
Y que eso os lleve a vuestra santificación, para que al momento de vuestra muerte podáis pasar, prácticamente de inmediato al Reino de los Cielos.
Si buscáis a Mi Hijo, para a ser otro Cristo, vais por el camino correcto.
Hijitos Míos, tenéis la obligación de dejar estela. O sea, dejar recuerdos buenos de vuestra vida sobre la Tierra. Cuántas veces vosotros recordáis hermanos vuestros en el pasado o en el presente, que dejaron un gran recuerdo sobre su vida. Esto es la vida en las Virtudes, Mis pequeños.
Cuando un alma vive las Virtudes en alto grado, necesariamente dejan una huella entre sus hermanos y esto lo veis también, cuando ha habido persecuciones a Mi Iglesia.
Muchos mueren por defender lo que Me pertenece y os dan un gran ejemplo a todos vosotros. Y también en esta forma, Mi Iglesia se refuerza con la sangre de los mártires o con el ejemplo de aquellos que viven profundamente un gran amor hacia todo lo que es Mío.
Os volvéis inolvidables, precisamente por haber encontrado lo Mío, seguirlo, transmitirlo y más que nada, amarlo de corazón. Cuando vosotros Me amáis de corazón, se refleja hacia vuestros hermanos.
Vosotros, os impresionáis muchas veces y no entendéis cómo es posible que tal o cual alma, se haya llenado profundamente de Mi Amor y lo transmita a pesar de que esté prohibido por las autoridades o por grupos.
Vosotros o ésas almas, transmitís de corazón lo que amáis y de esta forma al estar Yo en vuestro corazón, Me transmitís y gozáis con ello. Y no os importa si en un momento dado, os apresen u os quiten la vida por amarMe.
Si perdéis la vida, la ganaréis de inmediato, es Mi Promesa. Y Yo voy recogiendo de la Tierra a las almas santas, porque el seguirMe y dar vuestra vida por Mí os lleva a la santidad y os premio grandemente en el Reino de los Cielos.
Pero, ¿Cuántos hay aún dentro de la misma Iglesia o en la sociedad, que no dan ni su tiempo y menos su vida por transmitirMe o defenderMe?
Es una tristeza Mis pequeños, porque vuestra principal función aquí en la Tierra es el servirMe. Es el de transmitir Mi Palabra a vuestros hermanos y el de morir santamente por haberos mantenido en Mí y haber ayudado a infinidad de almas a su salvación eterna.
Ciertamente hay entre vosotros algunos que nacisteis en familias cristianas, que fuisteis educados dentro del cristianismo, que hicisteis vuestra Primera Comunión, que habéis crecido con los Sacramentos, que os habéis mantenido en una vida de ejemplo.
Si habéis actuado así Mis pequeños, ¡Imaginad lo que Yo os voy a dar! Soy vuestro Dios y busco ésa perfección de almas. Pero no todos quieren actuar en el Bien, se sienten mal actuando en el Bien, ante vuestros hermanos del Mundo.
Os he dicho en las Sagradas Escrituras que aquél que defienda Mi Santo Nombre, que Me defienda ante aquellos que viven en el Mal, aquél que se comporte como verdadero hijo Mío; ésa alma se salvará porque de antemano ya escogisteis el camino. O sea, escogisteis a Mi Hijo para vivirLo y transmitirLo.
Me dan lástima aquellas almas que se avergüenzan de hablar de Mí en grupos sociales, entre amistades…
¿Por qué os avergonzáis de Quien es el Santo de los Santos? ¿De Aquél que os cuida, de Aquél que os ama como nadie os ha amado ni os amará?
Es una tristeza que Me hagáis a un lado de vuestra vida, cuando Yo siempre he velado por vuestro Bien.
¡Cuánta tristeza Me causan muchas almas que no quieren llevarMe a sus hermanos! Sois ricos, millonarios, por tenerMe a Mí y Me podéis llevar a vuestros hermanos y compartirMe. Compartir vuestra gran riqueza que Soy Yo, a vuestros hermanos.
Cuánto Dolor Me causáis, porque no sois fieles a Mí, porque no buscáis Mi Amor y no queréis seguirlo. Ciertamente eso conlleva mucho esfuerzo de vuestra parte, porque os tenéis que negar a vosotros mismos y eso no os gusta,
Satanás os ha llevado a buscar ser siempre el número uno ante vuestros hermanos, ante la sociedad. Ante el Mundo, él os dice que debéis ser el número uno y crecéis en soberbia. Y la soberbia ante Mis Ojos, no es buena.
Ser como Mi Hijo es lo más grande que podéis alcanzar aquí en la Tierra. En el Reino de los Cielos, hablaréis eternamente de Mí vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad y Yo por Ser vuestro Dios, por Ser Omnipotente, nunca terminaréis de hablar de Mí.
Esto para las almas es lo más grande que podéis tener, vivir a vuestro Dios, amar a vuestro Dios, servir a vuestro Dios, compartir a vuestro Dios y ser Bendecidos infinidad de veces por Mí, vuestro Dios.
Vosotros, todavía sois en gran medida del Mundo y no entendéis esto que os acabo de explicar. Cuando seáis iluminados por Mi Santo Espíritu, entenderéis todo esto mejor y es cuando Me buscaréis con mayor ahínco.
Los Santos Ángeles aquí en el Cielo gozan el servirMe, en alabarMe, en cantar para Mí, darse plenamente para Mi Contento.
Seguid adelante Mis pequeños, buscando vuestra perfección y Yo os ayudaré a alcanzarla. Y cuando os llenéis plenamente de Mí, os daréis cuenta el por qué os digo todo esto.
Busco vuestro Bien y el mayor Bien que podáis alcanzar es a Mí, vuestro Dios.
Hijitos Míos, recordad las palabras del apóstol Pablo cuando dice: “ni el ojo vio ni el oído oyó, lo que Dios tiene preparado para las almas.”
Y así es. Mis pequeños, vosotros en estos momentos no os podéis imaginar las maravillas que gozaréis si perseveráis y ganáis los Nuevos Cielos, las Nuevas Tierras.
O los que vayáis a ganar el Cielo porque os deis y os ofrezcáis en estos momentos de Tribulación y llegarais a morir, que va a ser vida eterna para vosotros.
Mis pequeños, Yo no Soy un Dios que limite Mis Regalos a las almas. Mis Regalos son inmensos, porque todo es Mío. Yo Soy Creador y puedo inventar por así decirlo, infinidad de cosas buenas para vosotros.
Soy Infinito, no Soy limitado. Y entonces, al hablar de la eternidad quiero decir que os voy a estar consintiendo, porque vosotros fuisteis buenos hijos, porque fuisteis buenos ejemplos a seguir entre vuestros hermanos.
A un alma buena, Yo la consiento aquí en la Tierra con muchas cosas. Y en el Reino de los Cielos en forma infinita, la consiento aún más.
El alma que se mantiene en Mí, que tiene Fe en Mí, que Me busca, que se da totalmente por Mí; tiene un futuro Celestial grandísimo. Esto es lo que os tengo preparado a todos vosotros, los que queráis estar Conmigo.
Lástima que hay muchas almas que le hacen más caso a Satanás, que buscan nada más el goce del Mundo, el goce de vuestro cuerpo. El goce de los bienes de la Tierra que la más de las veces, os van a llevar lejos de Mí y de ésta forma, Satanás se aprovecha de las almas que se alejan de Mí.
Que al perder espiritualidad, van perdiendo su protección, al grado que ya no puedo hacer prácticamente nada por ésas almas.
Os he dicho que Yo respeto vuestro libre albedrío. Y si vosotros habéis escogido desde mucho tiempo antes, una forma de vida contraria a la que Yo os enseñé, preparaos pues.
Soy un Dios Misericordiosos y no quiero vuestro Dolor, no quiero vuestra Condenación, os quiero consentir a todos. Pero vosotros insistís en querer seguir haciendo vuestra vida, que ciertamente está muy alejada a lo que Yo os pido.
Pedid por vuestros hermanos Mis pequeños, aquellos que están llevado una vida de confusión, de maldad. Que son testigos del mismísimo Satanás aquí en la Tierra, porque causan mucho mal a sus demás hermanos, a todos vosotros.
Vosotros los que estáis Conmigo, tenéis un gran poder sobre Mí, que es Mi Mismo Amor en vosotros. Yo no puedo negaros nada si estáis pidiendoMe lo que necesitáis o lo que necesitan vuestros hermanos con Amor, con Mi Amor en vosotros.
Si vosotros actuáis buscando el Bien de vuestros hermanos y esto necesariamente lo hacéis con Amor, Yo no os puedo negar nada. El Amor Me obliga en cierta forma a actuar, porque no puede haber un deseo malo cuando estáis viviendo en el Amor.
Y prácticamente no os puedo negar nada si estáis viviendo así, en el Amor. Y sobre todo, viendo por el Bien de vuestros hermanos. Ése es el verdadero Amor, el buscar el Bien de vuestros hermanos y éste a la vez, se va a volver un Bien para vosotros.
Ser otros Cristos como os pedí antes, es vivir en la perfección del Amor. Y si vivís en la perfección del Amor, pertenecéis al Reino de los Cielos
Y de esta forma, conocéis que vuestro futuro eterno va a ser ahí. Como antes os dije, las almas intuyen a dónde pertenecen. Sabéis perfectamente cuando estáis obrando en el Mal. Y también sabéis perfectamente, cuando estáis obrando en el Bien y con ello, Me dais un gusto inmenso.
Seguid así Mis pequeños, obrando en el Bien. Para que Me deis el gusto inmenso de compartiros el Reino de los Cielos eternamente. Gracias, Mis pequeños
Yo os bendigo ahora y por siempre en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Salvador vuestro y en el del Espíritu de Amor y Vivificador.
Mí Santa Hija la Siempre Virgen Maria, os cuidará y os guiará para aplastar la cabeza de la Serpiente del Mal. Dejaos llevar por Sus Palabras de Amor y Salvación. Su ternura es excelsa.
Hijitos Míos, ¡cuánto os amo!