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M6 OFRENDA VIVIENTE 2

Noviembre 28 de 2019

Habla nuestro Señor Jesucristo

Hijitos Míos, hoy os voy a explicar el valor que tiene el Sufrimiento.

Mi Padre, al crear todo lo que conocéis u lo que no conocéis, todo lo hizo perfecto, todo lo que de Él sale es perfecto y así creó todo.

Cuando Él creó a los ángeles, también los creó perfectos, también les dio libre albedrío, él cuál utilizaron algunos para fallarLe.

Fué la soberbia la que causó la falla angelical y ésta también causó falla en vuestros Primeros Padres y al fallarle a Nuestro Padre, entraron a la Creación, la muerte, el pecado, el dolor.

Toda la Creación se vió afectada por ésta caída en el mal y desde el Principio del Tiempo, se les profetizó a vuestros Padres,

que padecerían dolor en el trabajo y en el parto, queriendo con ello indicar los momentos más importantes que tenéis como hombre y mujer.

La vida de Adán y Eva transcurría, en el Principio, muy bella, muy santa, sin preocupaciones de ninguna especie.

Todo lo tenían, todo lo sabían, pero Nuestro Padre tenía que probar la fidelidad de sus hijos, porque el Reino sólo se le dá a aquellos que Le son fieles, a pesar de todo lo que suceda.

Ellos fallaron y todo se alteró, pero como la falla ocurrió a niveles altísimos de espiritualidad, sólo alguien que pudiera abarcar ésos niveles, podría alcanzar a recuperar todo lo perdido por el Pecado Original,

Pecado horrible y tremendo, pecado difícil de entender aún ahora en éste tiempo, porque se produjo en una esfera espiritual muy alta y ahora no entendible por vosotros,

porque estáis bajo la influencia del Pecado Original y de sus repercusiones.

Mi Padre Me crea para poder cubrir la falla producida por la primera pareja creada.

El dolor y la muerte, que NO fueron creación de Mí Padre, tenían que ser vencidos, pero sólo una Persona lo podía hacer, Yo Jesús, Dios Encarnado.

Como Dios hubiera podido restaurar todo lo espiritual, pero hubiera quedado a nivel invisible.

Pero Me quise encarnar para restaurar también, la naturaleza caída; la carne, la cuál fue creada santa, y ahora ya estaba afectada por el Pecado.

Me hice hombre y tomé carne, pero no carne afectada por el Pecado, sino carne pura y santa, creada, ex profeso, para que vuestro Dios se encarnara.

Y por ello creamos, en forma especial y divina, a la Santísima Virgen María, Mi Madre carnal, vuestra Madre espiritual.

Yo, vuestro Dios, Me quise encarnar para padecer las causas del pecado. Padecí el dolor desde el principio de Mí Gestación.

Sufrí el dolor de la persecución, sufrí el dolor del frío al nacer, sufrí el dolor de caídas y tropezones desde pequeño, sufrí el dolor del ayuno y la sed.

Sufrí el dolor del calor y de los desprecios. Sufrí el dolor del ataque verbal de Mis enemigos.

Sufrí el dolor del rechazo de casi todo un pueblo, al que Yo le había ayudado tanto.

Sufrí el dolor pasado, presente y futuro de todos los pecados que se cometían. Sufrí el dolor de la Pasión infame y sufrí la muerte.

Acepté pasar por todo tipo de dolores para que Yo pudiera reparar y acompañar a cada uno de vosotros en vuestro peregrinar y que de Mi tomarais fuerzas para seguir adelante en vuestra misión terrena.

Todos éstos dolores y aún la Muerte, Yo los vencí.

Yo, el Hombre-Dios, vencí al Dolor y a la Muerte. 

Y CON MÍ SACRIFICIO DIVINO,

REPARÉ, EN MÍ Y EN CADA UNO DE VOSOTROS

LOS DOLORES Y LA MUERTE, QUE TAMBIÉN PADECERÍAIS

Yo, vuestro Dios y Hombre, quise daros el ejemplo y la fortaleza que deberíais tener en vuestro caminar terrestre.

De hecho al encarnaros, ya os habíais donado a tomar Mis Pasos para proseguir la Redención comenzada por Mí.

El Pecado Original fue muy grande y como afectó a toda la Naturaleza y a los descendientes de Adán y Eva,

cada uno de vosotros al ser sus hijos, el amor hacia ellos y el perdón hacia ellos, debe ser restaurado “por su familia”.

Todos vosotros sóis familia de Adán y Eva, todos sóis hermanos y al estar todos afectados por su Error, por vuestra caridad y por vuestro perdón hacia ellos, debéis ayudarlos a encontrar paz espiritual.

Ser comprensivos y tener una gran caridad para perdonar, aún a la mayor agresión física o espiritual que se pueda tener, son virtudes muy grandes; por ello Yo os la quise enseñar, vividas por Mí mismo.

Mateo 28, 11-15

Se Me Traicionó, se Me Flageló en cuerpo y en alma y se Me asesinó por disgusto de unos cuantos y que manipularon a todo un pueblo.

Yo sufrí por vosotros y aún por el Pecado Original que cometieron vuestros Primeros Padres; el cuál como Dios, NO Me afectaba,

pero que sí Me afectaba al veros a cada uno de vosotros sufriendo por su causa, porque os amo infinitamente.

QUISIMOS EN NUESTRA SANTÍSIMA TRINIDAD,

DAROS LAS ARMAS ESPIRITUALES NECESARIAS PARA AYUDAROS A PROTEGEROS

Y A PROTEGER A OTROS EN VUESTRA MISIÓN TERRENA

Debido a la complejidad espiritual del Principio y que no podríais entender a nivel humano, el deseo de encarnarMe, era, también para enseñaros todo en forma simple.

Yo os vine a enseñar como con el dolor aceptado y ofrecido, como holocausto a vuestro Creador,

se podía ir destruyendo el mal y sus consecuencias, que habían entrado a la Creación por insidias del Demonio y por la aceptación de Adán y Eva.

El dolor aceptado y ofrecido, del cuál vosotros no tenéis culpa directa de que exista, pero que sí aceptásteis padecer antes de vuestra concepción,

AL UNIRLO A LOS DESEOS DIVINOS QUE YO TOMÉ PARA OFRECER A MÍ PADRE

VA RESTAURANDO TODO LO AFECTADO

Y llegará el tiempo en que por vuestra ayuda, donación y entrega de vuestra vida a Mí Vida Humana y Divina, restaurará todo lo afectado y se logrará el Triunfo definitivo del Mí Amor.

Todo se deberá restaurar con vuestro amor unido al Mío.

En la Tierra el Amor de Jesús DOSIFICA nuestro calvario, Y ÉL ES EL CIRENEO que nos ayuda a recorrer el Camino…

Sóis víctimas de un mal que no cometísteis, pero que está afectando a lo que vuestro Dios creó con Amor infinito.

ES VUESTRO AMOR, QUE UNIDO AL MÍO PARA RESTAURAR LO PERDIDO

Y PARA DAR ALEGRÍA A NUESTRO PADRE

LO QUE HACE QUE LAS ALMAS BAJEN A SER CORREDENTORAS CONMIGO.

Tomáis del dolor que afecta al Mundo, sin que vosotros lo hayáis causado, para levantar a la dignidad del Principio, a vuestros Primeros Padres.

Tomáis el dolor y aceptáis la muerte con dolor, para que al uniros a Mis Dolores y a Mí Muerte, todo quede envuelto con Amor

y así se venza el Odio y la Maldad con los que envolvió a Nuestra Creación el ángel caído del Principio, Satanás.

El mal que él ha diseminado, fácilmente es vencido por el Amor de vuestro Dios y que habita en cada uno de vosotros.

DE ELLO DEBÉIS DAROS CUENTA Y DEBÉIS ENTREGAROS A VUESTRO DIOS,

PARA QUE ÉL OS TOME COMO SUS INSTRUMENTOS LLENOS DE AMOR,

PARA QUE, A TRAVÉS VUESTRO, SE DIFUNDA SU AMOR

El Dolor siempre es una bendición y lo permito en cada uno de vosotros y lo aumento, en las almas preparadas para recibirlo, con mayor intensidad.

El dolor debiera ser una dádiva a vuestro Creador, para que con el Amor que habita en vosotros, se anulara y se fuera destruyendo de toda la Tierra,

pero como ya no lo aceptáis, porque el Maligno os ha hecho creer que debéis pasar por éste mundo sacándole todo el provecho posible, en lo material

No podemos decir que amamos a Dios y estar abrazando los placeres de este mundo.

Y obteniendo todo el goce posible para vuestro cuerpo y sus pasiones desordenadas,

entonces Yo escojo almas en las que puedo confiar y les regalo con el dolor, el cuál nunca lo doy más allá de lo que podréis soportar.

Si ahora hay más dolor en el Mundo que antes, es debido a que los pecados actuales son mayores. Yo os voy dando el dolor para que lo unáis a Mis Dolores y juntos los podamos vencer.

Muchas almas se quejan del dolor y tratan de quitárselo lo más pronto posible, sin darse cuenta de que al aceptarlo y ofrecerlo,

EL REGALO CON EL QUE YO PREMIO A ÉSAS ALMAS,

AFECTADAS POR ÉL, QUE BIEN PODRÍA DECIR, “BENDECIDAS POR ÉL”

ES DESCOMUNAL

Nos llama a tomar su Cruz y a seguirle, porque Él sufrió por nosotros dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas. San Pablo escribe: a) Ga 2,20: «yo estoy con Cristo en la Cruz, y no soy yo el que vive sino que Cristo vive en mí». Para alcanzar la identificación con Cristo hay que abrazar la Cruz.

Daos cuenta, hijitos Míos, de que al uniros a Mis Dolores, estáis consintiendo una vida de Redención y al uniros a Mí, vuestro Dios Encarnado, alcanzáis Gozos Divinos.

SI OS ESTOY PIDIENDO ACEPTAR DOLOR JUNTO CONMIGO,

TAMBIÉN OS ESTOY INVITANDO A TENER GOZOS DIVINOS, JUNTO CONMIGO

Se os enseñó desde un principio, el valor del sacrificio y de la penitencia, donación libre y voluntaria, para uniros Conmigo, para ir destruyendo poco a poco, con la maldad del mundo.

Mí Madre, en Sus Apariciones, os lo ha recordado –Oración, Penitencia y Ayuno–, pero pocos, muy pocos, lo han aceptado y muchos, menos lo han comprendido.

Os vuelvo a repetir, el dolor debiera ser donación y a la libre donación Yo la pago, mucho mejor que al dolor que envío y es aceptado.

Las comodidades, con las que el Maligno os ha envuelto con maña infernal, os han ido quitando éstas dos bendiciones, la donación libre y amorosa y la aceptación con amor, a la Voluntad de Nuestro Padre.

El peor dolor no es el que te mata, sino el que te quita las ganas de vivir…

Al renegar al dolor, os váis sumiendo más a las consecuencias del Mal.

No sóis lo suficientemente sabios como para entender hacia donde os lleva el Mal, ni tampoco sóis lo suficientemente humildes, como para aceptar lo que vuestro Dios os pide PARA AYUDAROS.

Quiero que entendáis esto con más claridad.

Yo Soy vuestro Dios y a Mí, personalmente no Me afecta el pecado, pero sí Me afecta en Mí Corazón, a Mí Amor, por vosotros, al veros caídos y arrastrados en el fango del mal.

Si Yo os estoy dando todas estas explicaciones, es para ayudaros y para que juntos restauremos un mal cometido en el pasado.

Somos familia y con amor, debemos restaurar lo que otros han destruído y que, además, han puesto su salvación en juego.

Yo Soy vuestro Hermano Mayor y sé lo que es bueno en Nuestra Familia y por ello os guío y os protejo en innumerables formas, con tal de regresaros a Nuestro Reino Celestial.

Cuando el dolor y el sufrimiento nos flagelen, HAY QUE ENTREGARLOS INMEDIATAMENTE…

Diciendo a Jesús: «Padre Santísimo te entrego…(lo que nos esté aniquilando) Te doy gracias por esto que permites en mi vida y te alabo con todas y cada una de mis lágrimás, UNIDAS A LAS DE MARÍA MI MADRE SANTÍSIMA… ¡ABRÁZAME Y AYÚDAME! Señor mío y Dios Mío, TE AMO, SOBRE TODAS LAS COSAS… Te ofrezco TODO por el Círculo Dorado de la Perfección y por mis hermanitos del Purgatorio que estén más necesitados de tu Misericordia… Amén»

Y el AMOR de Jesús nos da el Consuelo y la Fortaleza… Y EL SUFRIMIENTO CASI DESAPARECE, cuando su Amor nos envuelve y su Sabiduría nos invaden…

Yo os he dado el ejemplo de vida y así como Yo vencí al Dolor y a la Muerte con Mí Donación a Mí Padre, ahora os aconsejo hacer lo mismo.

No dudéis ni temáis a lo que os pido y enseño, como tampoco dudéis del gozo con el que os voy a premiar para toda la Eternidad.

Recordad, el dolor es una bendición y así lo debéis entender, aceptar y ofrecer. 

Yo Soy un Dios de Amor y trato de dar lo mejor Mis hijos y hermanitos. Al dolor ya a la muerte nunca los podréis esquivar y los padecéis desde que sóis concebidos.

Ellos son parte de la naturaleza humana, pero la parte divina que habita en vosotros, vuestra alma los debe utilizar para que os podáis unir a Mí, vuestro Dios y Redentor

y para poderMe ayudar en la restauración de todo lo afectado por el pecado QUE EL MAL HA DESTRUIDO.

El Amor, tomando como instrumento al mismo mal producido –al dolor y a la muerte–, logra la vida nuevamente.

Yo Soy la Vida y así lo demostré al vencer a la muerte. Aquellos que se unen perfectamente a Mí, también la adquieren, para sí y para otros.

Hijitos y hermanos Míos, vuestra tarea aquí en la Tierra, es divina y la cumplís perfectamente cuando os unís a Mí, en la transmisión de la vida, que es el amor;

en la aceptación y en ofrecimiento del dolor que os dá la naturaleza humana, en el holocausto final, vuestra muerte, unida a Mí Muerte de Cruz, para daros Vida Eterna.

Yo he vencido al Mundo y sus falsedades y el que está Conmigo, también lo logra.

Hay males con los que os agrede el Enemigo, a ésos Yo los quito, como los quité cuando viví entre vosotros. Os repito, Yo no permito más allá de lo que el alma pueda soportar.

Por los dolores o penalidades que provoca el Maligno, sí debéis pedirMe que los quite, porque ellos sí os pueden llevar a una Muerte Eterna.

PedídMe por todos vuestros hermanos afectados por los males que el Demonio produce a través de sus instrumentos, como son los brujos, los espiritistas, los que pueden lograr conjuros y posesiones satánicas.

Así mismo, pedídMe por la recuperación de todos los vicios que afectan cuerpo y alma y por todas aquellas “enfermedades del corazón”, que causan problemas a los demás, por tener un corazón de piedra.

YO OS DÍ MÍ EJEMPLO.

YO OS DÍ LA FORMA DE AYUDAR A VUESTRO PRÓJIMO

YO OS DÍ LA FORMA DE LUCHAR CONTRA LOS ESPÍRITUS INMUNDOS

Todo lo tenéis en las Sagradas Escrituras, pero no lo queréis tomar de ahí y preferís seguir padeciendo tontamente, uniéndoos cada vez más en las trampas del Mal.

Si no tenéis vida en la Gracia y de acercamiento a vuestro Dios, no podréis vencer al mal. ¿Cómo queréis vencer al mal con las armas del mal?

Si él os está causando un mal, por medio de sus instrumentos, los brujos y gente satánica; en vez de buscar Mí ayuda os hundís más;

buscando, supuestamente, resolver el problema que os causaron, aprovechando sus mismos “remedios”, o sea, la ayuda de otros brujos.

Si a la lógica humana esto suena ilógico, a Mí lógica Divina esto es una tontería y traición.

Hijitos Míos, Mi Cruz sigue siendo escándalo para unos y amor para otros.

Sí, Mis pequeños, todavía muchos de vuestros hermanos se escandalizan al ver la Cruz; quieren ver triunfo, quieren ver Gloria, quieren ver Paz, quieren ver alegría.

Y NO SE DAN CUENTA QUE LA CRUZ OS DA TODO ESO Y MÁS

PERO NO SABÉIS APRECIAR LA CRUZ

QUE ES EL SUFRIMIENTO QUE TODOS VOSOTROS DEBÉIS PASAR

COMO YO TUVE QUE PASARLA POR VUESTRA SALVACIÓN

La Cruz os da alegría a tal grado, de que Yo Me abracé a Ella por la alegría de saber que al ofrecerMe por vosotros os iba a abrir las Puertas del Paraíso.

Mis pequeños, debéis aprender también vosotros a dar alegría a través del Sufrimiento…

El sufrimiento de los males fisicos y morales, ES LA OFRENDA más digna que puedes hacer a Aquel que nos ha salvado sufriendo

Dar alegría a través del servicio a vuestros hermanos, aún a pesar de que vosotros estéis cansados y sufráis; o NO estéis tan preparados como creéis que debéis estar.

Mis pequeños, todo se vive en el amor; cuando vosotros aprendéis a vivir en el amor, es más fácil vivir los sufrimientos, las penurias, vuestras penas de todo tipo; porque vosotros estaréis uniéndoos a Mí, vuestro Dios y Salvador.

Os he dicho que os amarais los unos a los otros Y LA CRUZ ES ESO MIS PEQUEÑOS, es amor de unos para otrosla Cruz no debe ser escándalo;

LA CRUZ DEBÉIS VERLA COMO SALVACIÓN,

JESÚS NO TE PIDE QUE LLEVES CON ÉL, LA PESADA CRUZ. SINO SÓLO UN PEQUEÑO TROZO DE ELLA…

COMO GLORIFICACIÓN, COMO VIDA PARA TODOS VOSOTROS

Uníos a Mí a través de vuestras cruces de cada día.

Vuestras pequeñeces se van a hacer grandes cuando os unáis a Mí, vuestro Salvador, NO desperdiciéis vuestros momentos…

OFRECEDME TODO, MIS PEQUEÑOS

Vosotros tenéis una Cruz de cada día, que no os podéis apartar de ella ni la podéis negar, porque la Cruz viene por el Pecado que se cometió por vuestros Primeros Padres. 

Vosotros debéis padecer vuestra Cruz y qué mejor cuando os unís a Mí, vuestro Dios.

Ahora os causa penurias, tenéis dolores, tenéis sufrimientos; pero vendrá el tiempo en que os daréis cuenta de lo que vosotros hicisteis al haber ofrecido vuestra vida junto con la Mía en la Tierra.

Cuando lleguéis al Reino de los Cielos gozaréis inmensamente el haberos ofrecido a Mí y haber unido toda vuestra vida, toda vuestra cruz a la Mía.

BuscadMe y Me encontraréis. Confiad en Mí y juntos restauraremos el Mal, que se introdujo desde el Principio. Yo os necesito como instrumentos y vosotros Me necesitáis para obtener vuestra vida eterna.

Gozad pues, desde ahora, Mis pequeños, ésos grandes momentos que tendréis Conmigo cuando lleguéis al Reino de los Cielos.

Y GOZAD MI CRUZ Y AGRADECED LA VUESTRA

Porque muchas almas, muchas almas se van a poder salvar a través de vuestros ofrecimientos y de vuestro amor.

Yo os bendigo en Nombre de Mí Padre, Creador de todo lo bello que véis y de los que no véis, en Mí Santo Nombre, de Redentor del género humano y en Nombre de Mí Santo Espíritu, Dios del Conocimiento y de la Sabiduría Divina y humana.