300 EL MÁS ALLÁ…
300 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Con la luz un poco cruda de una mañana bastante ventosa, la singularidad de este pueblo
que yace sobre una plataforma rocosa elevada en medio de una corona de picos,
unos más altos, otros más bajos que él, se muestra en toda su peculiar belleza.
Parece una gran bandeja de granito que tuviese encima casas de distintos tamaños,
puentes y fuentes, para diversión de un niño gigante.
Las casas parecen labradas en la roca calcárea que constituye la materia base de esta zona.
Edificadas a escuadra, a base de superposición de sillares, algunos sin revoque,
algunos ni siquiera desbastados, parecen realmente casitas del pueblo de un Nacimiento
construido con hexaedros por un gigantesco niño ingenioso.
Y todo alrededor de este poblado se contempla su fértil campiña poblada de árboles
y variados cultivos, que hacen que desde arriba parezca una alfombra de geometría:
cuadrados, trapecios, triángulos: unos, pardos de tierra poco antes arada;
otros, verde esmeralda por la hierba renacida con las lluvias de otoño;
otros, rojeantes por las últimas hojas de vides y árboles frutales;
otros, verde-grises por los chopos y sauces.
O de un verde lustroso por las encinas y algarrobos,
o verde-bronce por los cipreses y coníferas.
¡Muy bonito, verdaderamente muy bonito!
Y caminos que van, como cintas a partir de un nudo, del pueblo a la lejana llanura,
o hacia montes incluso más elevados;
o separan con una marca cenicienta el color verde de los prados,
el pardo de los campos arados.
Hay un risueño curso de agua:
allende el pueblo en la dirección de su nacimiento,
argénteo; de un azul esfumado tendente al color del jaspe, por el lado opuesto,
en el descenso hacia el valle entre angosturas y suaves cuestas;
que aparece o desaparece, juguetón, cada vez más caudaloso,
cada vez más azul a medida que, aumentando sus aguas,
va impidiendo a las cañas de su fondo
y a las hierbas nacidas en su lecho durante los meses secos,
teñirlo de verde, para reflejar, antes al contrario, el cielo, sepultados ahora los leves tallos
bajo una capa de aguas ya profundas.
El cielo es de un azul irreal: una preciosa lastra de esmalte azul intenso,
sin siquiera una veta impura en su estupenda totalidad.
Y la caravana reanuda así su marcha, con las mujeres todavía a caballo,
porque, como dice el mercader, el camino es penoso allende el pueblo…
Y deben recorrerlo pronto para llegar a Gerasa esa noche.
Arrebozados, ligeros por haber descansado, van a buen ritmo por el camino que sube
entre un estupendo boscaje, rozando las pendientes más altas de un monte solitario
que se eleva como un enorme bloque por encima de los dorsos de los otros montes más bajos:
un verdadero gigante como los que pueden verse en los puntos más altos de nuestros Apeninos.
El mercader, que se ha quedado al lado de Jesús, conduciendo todavía del ramal,
al mulito de María.
Señalando hacia un punto específico,
dice:
– Galaad
Y añade:
« Después de esto el camino es mejor.
¿Habías estado alguna vez aquí?».
Jesús responde:
– Nunca.
Quería recorrerlo en primavera.
Pero en Galgala no me aceptaron.
– ¿Rechazarte a Ti?
¡Qué error!
El mercader ha subido a la silla de su caballería a Margziam, que realmente penaba con sus
piernitas cortas, para seguir el paso ágil de los caballos.
¡Bien sabe Pedro si es ágil!
Pues él camina deprisa y con fatiga, con toda su energía
imitado por los otros, pero aún así, bastante distanciado de la caravana.
Suda, pero está contento porque oye que Margziam ríe.
Y ve que la Virgen va descansada
y el Señor alegre.
Habla, resoplando, con Mateo y su hermano Andrés, que son los que van en la cola como él.
Y los hace reír diciendo que si en vez de piernas tuviera alas, esa mañana se sentiría dichoso.
Se ha desembarazado de todos los pesos, como los otros, atando los talegos a las sillas de las mujeres;
pero el camino es verdaderamente tremendo, por piedras resbaladizas a causa del rocío.
Los dos Santiagos, junto con Juan y Tadeo se las apañan mejor y logran mantener el paso
al lado de las mulas de las mujeres.
Simón Zelote habla con Juan de Endor.
Timoneo y Hermasteo cooperan en guiar a los mulitos.
De esta manera avanzan por el camino, hasta llegar al lugar que señalara Alejandro.
Por fin la parte peor queda atrás.
Un escenario completamente distinto se abre ante los ojos asombrados.
El valle del Jordán ha dejado de verse definitivamente.
Ahora la mirada se extiende hacia el oriente, por un altiplano de dimensiones imponentes,
en el que sólo una encrespadura de cerros apenas quiere elevarse
para interrumpir la monotonía del paisaje.
No habría imaginado nunca que pudiera existir en Palestina una cosa como ésta.
Parece como si la tempestad rocosa de los montes se hubiera petrificado y calmado,
en una ingente onda que hubiera quedado suspendida entre el nivel del fondo y el cielo.
Y en la que el único recuerdo de su furia originaria, al extenderse el agua de la onda
por una superficie plana de una magnificencia maravillosa,
fueran esas encrespaduras de cerros.
Con la espuma de las crestas solidificada acá o allá.
A esta zona de paz se accede a través de la última garganta, bravía como el abismo
entre dos golpes de mar que se embisten;
los dos últimos golpes de una marejada;
en su fondo hay un nuevo torrente espumeante que corre de este a oeste,
por un atormentado y furioso camino entre rocas y cascadas,
tan en contraste con la paz lejana del enorme altiplano.
Misace dice:
– A partir de ahora el camino será bueno.
Si me lo permites, doy la orden de que se paren.
Jesús responde:
– Me dejo guiar por ti, hombre.
Tú conoces esto.
Se apean todos y se diseminan por la ladera en busca de leña para asar los alimentos,
agua para los pies cansados y para las gargantas sedientas.
Los animales, librados de su carga, rozan la abundante hierba y bajan a abrevarse
en las cristalinas aguas del torrente.
Olor de resinas y carne asada emanan de las pequeñas hogueras, que se yerguen
para asar los corderos.
Los apóstoles se han preparado su fuego y están calentando en él pescado salado,
previo lavado en el agua fresca del torrente.
Pero el mercader lo ve y viene con un corderito despellejado -quizás es un cabritillo-
y obliga a aceptar.
Pedro se dispone a asarlo, después de llenarlo bien lleno de poleo fresco.
La comida pronto está terminada y pronto consumida.
Y bajo el sol cenital del mediodía se reanuda la marcha por un camino mejor,
que sigue el curso del torrente en dirección nordeste, en una zona de maravillosa fertilidad
y muy bien cultivada, rica en ovejas y en manadas de cerdos,
los cuales, al encontrarse la caravana, huyen gruñendo.
– Aquella ciudad fortificada es Gerasa, Señor.
Una ciudad con un gran porvenir.
Ahora se está formando.
No creo que me equivoque si digo que pronto competirá con Joppe y Ascalón,
con Tiro y muchas otras ciudades, en belleza, comercio y riqueza.
Los romanos ven la importancia que tiene, situada en esta vía que viene desde el mar Rojo,
por tanto desde Egipto…
Y pasando por Damasco, va hasta el mar Póntico
Así que ayudan a los gerasenos a construir…
Tienen vista y buen olfato.
Por ahora sólo tiene mucho comercio, ¡Pero más adelante!…
Una pequeña Roma, con templos, piscinas, circos y termas.
Yo sólo tenía en esta ciudad relaciones comerciales.
Pero ahora he comprado ya mucho terreno, para abrir bazares,
o venderlo a alto precio dentro de poco,
o quizás para construir una casa de verdadero señor y venir a pasar mi vejez cuando Baltasar,
Nabor, Félix y Sidmia puedan, respectivamente, tener y llevar adelante los bazares de Sinopo,
Tiro, Joppe y Alejandría en la desembocadura del Nilo.
Mientras tanto, crecerán mis otros tres hijos varones y les daré los bazares de Gerasa, Ascalón,
y quizás Jerusalén.
Las mujeres, ricas y guapas, recibirán propuestas, se casarán bien y me darán muchos nietos…
El mercader sueña con los ojos abiertos el más rosa y áureo futuro.
Jesús pregunta sereno:
El mercader torna en sí, lo mira perplejo,
y dice:
– ¿Y luego?
Nada más.
Luego vendrá la muerte…
Es triste, pero es así.
– ¿Y dejarás todas las actividades, todos los bazares, todos los sentimientos de afecto?
– ¡Señor, no quisiera, pero de la misma forma que he nacido debo morir…
y tengo que dejar todo!
Y suelta un suspiro tan profundo, que sería capaz de hacer avanzar sólo con su viento a la caravana…
Jesús pregunta:
– ¿Pero quién te ha dicho que cuando uno muere deja todo?
– ¿Quién?
¡Los hechos!
Una vez que uno está muerto…
No hay nada más.
Ya no tenemos manos, ni ojos, ni orejas…
– No eres sólo manos, ojos y orejas.
– Soy un hombre.
Eso lo sé.
Tengo otras cosas.
Pero todas terminan con la muerte.
Es como el ocaso del sol.
– Pero la aurora lo crea otra vez,
o, mejor, lo hace presente de nuevo.
Eres un hombre, eso has dicho; no eres un animal como el que cabalgas.
Él, cuando muera, sí acabará realmente.
Tú no. Tú tienes el alma.
¿No lo sabes?
¿Ya no sabes ni siquiera esto?
El mercader percibe la triste reprensión;
triste y dulce,
e, inclinando la cabeza, susurra:
– Eso lo sé todavía…
– ¿Y entonces?
¿No sabes que el alma sigue viviendo?
– Lo sé.
-¿Y entonces?
¿No sabes que en el más allá tiene siempre una actividad?:
santa si es santa, mala si es mala.
Tiene sus sentimientos
¡Claro que los tiene!:
de amor, si es santa; de odio, si es réproba
¿Odio, a quién? a las causas de su condena.
En tu caso las actividades, los bazares, los afectos exclusivamente humanos.
¿Amor, a quién?
A las mismas cosas.

En la muerte física, el ESPÍRITU vuelve a Dios, el CUERPO regresa al polvo y el ALMA va al CIELO o al INFIERNO.
¡Ah, qué bendiciones para los hijos y para las actividades de los hijos puede dar un alma
que vive la paz del Señor!
El hombre está pensativo.
Luego dice:
– Es tarde. Soy viejo ya – y detiene al mulo.
Jesús sonríe y responde:
– No te obligo, te aconsejo.
Y luego se vuelve para mirar a los apóstoles, los cuales, en la pausa que precede a la entrada
en la ciudad, ayudan a las mujeres a bajar de las cabalgaduras y cogen sus talegos.
La caravana reemprende la marcha y pronto entra en la ciudad.
-que está muy concurrida- por la puerta que custodian
las torres.
El mercader se acerca otra vez a Jesús:
Y le pregunta:
– ¿Quieres seguir conmigo todavía?
– Si no me rechazas…
¿Por qué no voy a querer?
– Por lo que te he dicho.
Siendo Santo como eres, debo darte asco.
– ¡Oh! ¡no!
He venido para los que son como tú.
Os amo porque sois los más necesitados.
No me conoces todavía.
Soy el Amor que pasa mendigando amor.
– ¿Entonces no me odias?
– Te amo.
Los ojos profundos del hombre brillan;
pero sonríe y dice:
– Entonces estaremos juntos.
En Gerasa estaré tres días por negocios.
Aquí dejo los mulos y tomo los camellos.
Tengo la posta de las caravanas en los lugares de las etapas mayores.
Y uno de mis servidores cuida los animales que dejo en estos lugares.
¿Tú qué vas a hacer?
– El sábado evangelizaré.
Te habría dejado si no te hubieras detenido, porque el sábado está consagrado al Señor.
El hombre frunce la frente, piensa…
Y, como con dificultad, asiente:
Es verdad.
Está consagrado al Dios de Israel.
Está consagrado. Está consagrado – Mira a Jesús…
Y añade:
Si me lo permites, te lo voy a consagrar.»
Jesús lo corrige:
– A Dios. No a su Siervo.
– A Dios y a Ti, escuchándote.
Haré los negocios entre hoy y mañana por la mañana.
Luego te escucharé.
¿Vienes a la posada ahora?
– ¡Por fuerza!
Tengo a las mujeres y aquí soy un desconocido.
– Ahí está.
Es mía porque están mis caballerizas de un año para otro.
Pero dispongo de vastas salas para las mercancías.
Si piensas…
– Dios te lo pague.
Vamos.
256 LA GRAN FUERZA DEL UNIVERSO
256 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Todavía no ha surgido del todo la aurora.
Jesús está erguido en medio del devastado huerto de Doras:
una serie de árboles muertos o próximos a la muerte,
muchos de ellos ya abatidos o arrancados.
Alrededor de Jesús están los campesinos de Doras y de Yocaná.
Y los apóstoles parte en pie, parte sentados en los troncos abatidos.
Jesús empieza a hablar:
– Un nuevo día, una nueva despedida.
No soy Yo el único que se marcha, también vosotros partís.
Si no materialmente, sí moralmente, porque pasáis a otro patrón.
Viviréis unidos a otros campesinos buenos y píos.
Formaréis una familia en que podréis hablar de Dios y de su Verbo,
sin tener que recurrir a subterfugios para hacerlo.
Sosteneos en la fe unos a otros; ayudaos mutuamente.
Sed indulgentes unos con otros en los defectos personales de cada uno, edificaos recíprocamente.
Esto es amor.
Ayer noche, si bien de forma distinta,
habéis oído por boca de mis apóstoles cómo el amor contiene la salvación.
Simón Pedro, con palabras sencillas y buenas, os ha hecho reflexionar
sobre cómo el amor transforma la naturaleza pesada en naturaleza sobrenatural.

Cuando no actuamos bien, nuestro corazón se va endureciendo y nos volvemos solitarios, egoístas, desconfiados. Y necesitamos que Alguien nos sane…
Y os ha hablado de cómo el amor, de una persona que sin él puede acabar corrompida
O siendo un corruptor, cual animal matado que no se asa o cuanto menos,
un inútil cual leña que empieza a pudrirse en el agua y no sirve para hacer fuego,
de esa persona dijo, puede hacer un hombre que viva en el ambiente de Dios,
por tanto, un ser que deja la corrupción y se hace útil para el prójimo.
Porque creedlo hijos, la gran fuerza del Universo es el amor.
Nunca me cansaré de decirlo.
Todas las catástrofes de la Tierra provienen de la falta de amor,
empezando por la muerte y las enfermedades,
que nacieron de la falta de amor de Adán y Eva hacia el Señor altísimo.
El que no obedece es un rebelde.
El rebelde no ama a aquel contra el cual se rebela.
Pero, no sólo esto, sino que ¿De dónde provienen también las otras catástrofes generales,
como las guerras, o individuales como la destrucción de una o dos familias rivales?
Del egoísmo, que es falta de amor.
Y con la destrucción de las familias, vienen también ruinas materiales por castigo de Dios.
Porque Dios, antes o después, castiga a quien vive sin amor.
Sé que por aquí circula la leyenda y por ella algunos me odian,
otros me miran con corazón temeroso, me invocan cual nuevo castigo.
o me soportan por miedo a una condena.
Sé que circula la leyenda de que fue mi mirada la que acarreó la maldición a estos campos.
No, no fue mi mirada,
sino el castigo del egoísmo de un hombre injusto y cruel.
¡Si mis miradas tuvieran que agostar las tierras de todos los que me odian,
en verdad poco verde quedaría en Palestina!
Nunca vengo las ofensas contra Mí;
pero eso sí, paso al Padre a aquellos que obstinadamente persisten en su pecado de egoísmo
para con el prójimo y que sacrílegamente, se burlan del Precepto.
Y que, cuantas más palabras se les dice para persuadirlos, cuantas más obras,
junto a las palabras, se hacen para convencerlos en orden al amor, más crueles son.
Siempre estoy dispuesto a levantar mi mano para decir a quien se arrepiente:
“Yo te absuelvo. Ve en paz”.
Pero no ofendo al Amor condescendiendo con la dureza inconvertible.
Tened siempre presente esto, para ver las cosas en su luz exacta e impugnar las leyendas;
las cuales, provengan de veneración o de miedo iracundo, son siempre distintas de la verdad.
Ahora pasáis a otro patrón, pero no dejáis estas tierras, que en el estado en que se encuentran,
parece locura cuidar.
Pues bien, no obstante os digo: cumplid en estas tierras vuestro deber.
Hasta ahora lo habéis cumplido por miedo a los castigos humanos.
Seguid haciéndolo, aun sabiendo que no seréis tratados como antes.
cuanta más humanidad se use con vosotros, mayor habrá de ser la alegre diligencia con que trabajéis,
para devolver, con el trabajo, humanidad a quien humanidad os dé.
Porque, si bien es verdad que los jefes deben ser humanos para con sus subordinados
recordando que todos somos de un mismo linaje.
Y que verdaderamente, todo hombre nace desnudo de una manera.
Y muere y se convierte en podredumbre de una manera,
tanto el pobre como el rico; recordando que las riquezas son obra no de quien las posee;
sino de los que para ellos las han atesorado, con honradez o sin ella;
recordando que no hay que gloriarse de ellas, ni avasallar por ellas;
sino más bien, usándolas con amor, discreción y justicia; hacer de las riquezas algo bueno
para que nos mire sin severidad el verdadero Dueño, que es Dios.
Y que no se compra con talentos de oro ni se seduce con joyas, sino que antes al contrario
su amistad se conquista con las buenas acciones, nuestras buenas acciones, si bien es cierto esto;
no es menos cierto que los siervos tienen el deber de ser buenos con sus jefes.
Haced con sencillez y buena voluntad la voluntad de Dios, que quiere para vosotros esta humilde condición.
Ya sabéis la parábola del rico Epulón.
Como veis, en el Cielo no recibe premio el oro, sino la virtud.
La virtud y la sumisión a la voluntad divina hacen a Dios amigo del hombre.
Sé que es muy difícil ser siempre capaces de ver a Dios a través de las obras de los hombres.
En lo bueno es fácil.

Mientras el mundo dice: Después de la tormenta viene la calma. Dios dice: Yo Soy la Paz aún en medio de la tempestad. NO TEMAS, al frente está la Victoria.
En lo malo es difícil, porque puede inducir al ánimo a pensar que Dios no es bueno.
Vosotros superad el mal que sufrís de manos del hombre tentado por Satanás;
al otro lado de esta barrera que cuesta lágrimas, ved la verdad del dolor y su belleza.
El dolor viene del Mal.
Pero, Dios, no pudiendo abolirlo porque la fuerza del Mal existe.
Y siendo ensaye del oro espiritual de los hijos de Dios, le obliga a extraer de su veneno,
el jugo de una medicina que da vida eterna:
porque el dolor, con su mordiente, inocula en los buenos reacciones tales;
que los espiritualizan cada vez más y los hacen santos.
Sed, pues, buenos, respetuosos, dóciles.
Ya tienen quien los juzga.
Querría que quien manda sobre vosotros se hiciera justo, para que os hiciera más fácil el camino
y para darle a él vida eterna.
Mas debéis tener presente que cuanto más penoso es el cumplimiento del deber,
mayor es el mérito a los ojos de Dios.
No tratéis de robarle al amo.
El dinero robado no enriquece;
el fruto de la tierra arrebatado con fraude no quita el hambre.
Tened puros las manos, los labios y el corazón.
Entonces celebraréis vuestros sábados y vuestras fiestas de precepto,
con gracia a los ojos del Señor, aunque estéis sujetos a la gleba.
Verdaderamente vuestro esfuerzo tendrá más valor, que no la hipócrita oración
de los que van a cumplir el precepto para ser alabados por la gente,
contraviniendo en realidad el precepto al desobedecer a la Ley,
que dice que debes cumplir tú y cuantos viven en tu casa
el precepto del sábado y de las solemnidades de Israel.
Porque la oración no está en la acción, sino en el sentimiento.
Y si vuestro corazón ama a Dios con santidad, en toda contingencia;
cumplirá los ritos del sábado y las fiestas, mejor que los que os lo impiden.
Os bendigo y os dejo, porque el sol ya se levanta y quiero llegar a las colinas,
antes de que sea demasiado fuerte el calor.
Nos volveremos a ver pronto, porque ya no está muy lejos el otoño.
La paz quede con todos vosotros, nuevos y antiguos siervos de Yocaná.
Y dé serenidad a vuestro corazón».
Y Jesús se encamina,
pasando por entre los campesinos y bendiciéndolos uno a uno.
Detrás de un manzano seco de gran tamaño hay un hombre medio escondido.
Cuando Jesús va a pasar por delante de él, fingiendo no verle;
de repente se pone delante,
y dice:
– Soy el administrador de Yocaná, que me ha dicho:
“Si viene el Rabí de Israel déjalo estar en mis tierras y hablar a los siervos.
Trabajarán más porque sólo enseña cosas buenas”.
Y ayer, al saber la noticia de que desde hoy ellos – y señala a los de Doras- están conmigo.
Y estas tierras son de él, me ha escrito:
“Si viene el Rabí, escucha lo que te diga y actúa en consecuencia.
No sea que nos vaya a suceder alguna desgracia.
Cúbrelo de honores.
Pero mira a ver si logras levantar la maldición que pesa sobre las tierras”.
Porque has de saber que Yocaná las adquirió por pundonor.
Pero parece que se ha arrepentido de ello.
No será poco si podemos dedicarlas a pastos..
.– Me has estado oyendo mientras hablaba?
– Sí, Maestro.
– Entonces sabréis cómo actuar, tú y tu patrón, para obtener de Dios la bendición.
Transmite esto a tu patrón.
Y, por lo que a ti respecta, dulcifica sus órdenes, tú que ves lo que es en la práctica
el trabajo del hombre de campo y que gozas de la estima del patrón.
Más te vale, de todas formas, perder la estima y el puesto, que tu alma.
Adiós.
– Yo…
Tengo que rendir honor.
– No soy un ídolo.
No necesito honores interesados para otorgar gracias.
Hónrame con tu espíritu, poniendo en práctica cuanto has oído
y habrás servido a Dios y al patrón juntos.
Y Jesús, seguido por sus discípulos, las mujeres y por todos los campesinos,
atraviesa los campos y toma el camino de las colinas,
saludado de nuevo por todos.
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203 LA CONVERSIÓN DE DIMAS
203 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Han emprendido el regreso de la gira por tierras fenicias.
La comitiva se va adentrando cada vez más por unos valles que acometen el monte por caminos difíciles, pedregosos, estrechos.
Y suben y bajan, perdiendo horizontes, recuperándolos de nuevo, hasta que llegan a un valle profundo;
por una bajada inclinadísima por la que, como dice Pedro, sólo la cabra se siente a gusto.
Luego se internan en el bosque para atravesarlo y bajar al valle donde está el camino que los llevará a Judea.
Se encuentran con peregrinos que van a Jerusalén, para la Fiesta de Pentecostés.
También con la caravana de una novia..
Entonces se paran a descansar y a comer junto a un manantial muy rico de aguas.
En un prado donde se detienen para comer, cerca del grupo apostólico…
Dos hombres conversan acerca de la riqueza que rodea al que será un fastuoso matrimonio, digno de la hija de un rey
Hay otras personas, diseminadas por los prados y las arboledas comiendo, como Jesús y los suyos.
Debe ser un lugar de descanso especialmente apreciado, por estar resguardado del viento y por disponer de prados esponjosos y agua.
Son peregrinos que van hacia Jerusalén, viajeros que se dirigen al Jordán, mercaderes de corderos destinados al Templo, pastores con sus rebaños.
Algunos hacen el viaje en cabalgaduras; la mayoría, a pie.
Jesús dice.
– En el sitio al que vamos hablaré Yo.
Llega también la caravana nupcial toda ataviada festivamente.
Resplandecientes objetos de oro se entreven bajo el velo que envuelve a la novia, que apenas ha dejado de ser niña.
A su lado van dos matronas llenas de resplandores de pulseras y collares.
Un hombre – quizás es el paraninfo – y dos siervos.
Han venido montados en asnos llenos de borlas y cascabeles.
Y ahora se retiran a un ángulo apartado para comer, como si tuvieran miedo a que la mirada de los presentes profanara a la novia.
El paraninfo monta guardia amenazador, mientras las mujeres comen.
Han despertado una viva curiosidad.
En efecto, con la disculpa de pedir sal, un cuchillo o un chorrito de vinagre; siempre hay alguno que se acerca a uno u otro;
para preguntar si conocen a la novia, si saben a dónde se dirige y otras muchas cosas interesantes de este tipo…
Hay uno que sabe de dónde viene y a dónde va.
Además parece muy contento de contarlo todo, estimulado por otro, que le alegra cada vez más la campanilla, echando en su copa vino generoso.
Salen a relucir a veces hasta los aspectos más secretos de las dos familias, del ajuar que la novia lleva en esos dos baúles…
o de las riquezas que esperan en la casa del novio, etc. etc.
Se sabe así que la novia es hija de un rico comerciante de Joppe y que se casa con el hijo de un rico comerciante de Jerusalén.
Que el novio se ha adelantado para ir adornando la casa nupcial, ante la inminencia de su llegada.
Y que el que la acompaña, el amigo del novio, es también hijo de un comerciante;
de Abraham, el que trabaja diamantes y otras gemas.
Mientras que el novio es orfebre y el padre de la novia es mercader de lana, telas, alfombras, cortinas…
Dado que el hablador está cerca del grupo apostólico,
Tomás oye y pregunta:
– ¿Es Natanael de Leví el novio?
– Sí, sí, es él.
¿Lo conoces?
– Conozco bien a su padre…
Por una serie de tratos que hemos hecho; un poco menos a Natanael.
¡’Nupcias ricas!
– ¡Y novia venturosa!
Cubierta de oro.
Abraham, pariente de la madre de la novia y padre del amigo del novio, ha hecho honor a su persona.
Y lo mismo el novio y su padre.
Se dice que en aquellas cajas hay un valor de muchos talentos de oro.
Pedro acompaña su admiración, con un significativo silbido.
Y exclama
– ¡Caramba!
Voy a ver más de cerca si la mercancía principal corresponde al resto.
Y se levanta, junto con Tomás, para ir a dar una vueltecita en torno al grupo nupcial.
Miran con detenimiento a las tres mujeres que son un amasijo de ropajes y velos,
bajo los cuales sobresalen manos y muñecas enjoyeladas o se traslucen brillos de pendientes y collares.
Miran también al jactancioso personaje que tan matón se muestra; que parece debiera rechazar un asalto de corsarios contra la doncellita.
Mira también mal a los dos apóstoles.
Pero Tomás le ruega que salude de parte de Tomás, apodado Dídimo, a Natanael de Leví…
Y así se instaura la paz, hasta el punto de que mientras él habla,
la novia halla la manera de provocar admiración;
poniéndose en pie, de forma que manto y velo tengan su caída normal y quede patente toda la belleza de su cuerpo…
Y la elegancia de sus vestiduras, con toda su riqueza idolátrica.
Tendrá como mucho quince años. ¡Y qué ojos tan astutos!…
Se mueve con embeleso a pesar de la desaprobación de las matronas.
Se suelta las trenzas y se las vuelve a fijar con la ayuda de valiosas horquillas.
Se aprieta su cinturón de pedrería, se desata sus finas sandalias, se las quita y se las vuelve a poner…
Muy bien ceñidas a sus pies menudos, con hebillas de oro
Y mientras, encuentra la manera de mostrar su magnífica melena negra, sus bonitas manos, sus brazos delicados…
Su cintura estrecha, el pecho y las caderas bien modelados, los pies pequeños y perfectos…
Así como todas las joyas, que tintinean y emiten destellos,
reflejando las últimas luces del día y las llamas de las primeras fogatas.
Pedro y Tomás regresan.
Tomás dice:
Pedro contesta haciendo gestos muy significativos.
– Y una grandísima coqueta.
Lo que pienso es que tu amigo Natanael pronto sabrá que hay alguien que le mantiene caliente la cama…
Mientras él mantiene caliente el oro para trabajarlo.
Y su amigo es un perfecto estúpido:
¡Pues sí que la ha puesto en buenas manos a la novia!…
Pedro concluye, mientras se sienta junto a los compañeros
Cuando termina la comida…
– A mí no me ha gustado ese hombre que le tiraba de la lengua a ese otro estúpido.
En cuanto se enteró de todo lo que quería saber, se fue para el monte…
Estos lugares son peligrosos.
Además, el tiempo es ideal para lances de malhechores:
Noches de luna, calor extenuante.
Y además, árboles frondosos. ¡Malo!…
Estos lugares son malos y es la ocasión oportuna para que los bandidos den un golpe…
No me gusta este sitio.
Hubiera sido mejor no detenerse.
Pedro confirma
– ¡Y ese imbécil que ha hablado de todas esas riquezas!…
¡Y ese otro, que se hace el héroe y vigila las sombras; pero no ve los cuerpos verdaderos!…
Bueno, pues me voy a quedar vigilando yo donde las fogatas.
Simón Zelote responde:
– Yo, Simón.
Que resisto bien el sueño.
Pasan las horas y quién no ronca, cabecea.
Jesús está en Oración.
Muchos del campo, especialmente los que viajan solos, se han levantado y se han marchado en pequeños grupos.
Quedan unos pastores con sus rebaños, la comitiva nupcial…
La comitiva apostólica y tres mercaderes de corderos que ya están durmiendo.
También la novia duerme ya, con las matronas, dentro de una tienda que les han montado los siervos.
Los apóstoles se buscan un sitio.
Jesús se retira solo, a hacer oración.
Los pastores encienden un fuerte fuego en el centro de la explanada enque están.
Pedro y Simón encienden otra hoguera cerca del sendero de la escarpa;
por la que el hombre que había provocado las sospechas de Bartolomé se había ocultado.
Pasan las horas y… quien no ronca cabecea.
Jesús ora.
El silencio es total.
Parece callar hasta el manantial que resplandece bajo la alta Luna, que ilumina perfectamente la explanada,;
mientras las zonas en pendiente quedan en sombra bajo el tupido follaje.
El perro que cuida los rebaños de unos pastores, gruñe.
Otro se pone alerta y también gruñe.
Un ruido imperceptible viene del bosque…
Otro perro grande de pastor se arquea amenazante.
Un pastor alza la cabeza.
El perro se pone tieso y eriza el pelo de la espalda;
atentísimo, en actitud de defensa y de escucha…
Tiembla incluso con el gruñido sordo que hierve dentro de él y que se va haciendo más fuerte cada vez.
Simón levanta también la cabeza y da unos jalones a Pedro, que está adormilado.
Un leve rumor proviene del bosque.
El silencio es profundo.
Simón dice a Pedro:
– Vamos por el Maestro.
El pastor despierta a sus compañeros.
Y el perro está cada vez, más inquieto.
Los apóstoles obedecen al Maestro y van en distintas direcciones.
Mientras, Jesús dice a los pastores:
– Alimentad el fuego.
Que esté bien fuerte, que haga una llama muy viva.
Los pastores obedecen.Jesús, dado que los ve nerviosos,
dice:
– No temáis.
No os robarán ni una sola vedija de lana.
Llamad a los que están durmiendo, a todos.
Decidles que vengan aquí sin hacer ruido.
Sobre todo a las mujeres y a los esclavos con los cofres.
Decidles que tal vez se trata de bandidos; pero no lo digáis a las mujeres.
A los hombres, nada más.
En esto llegan los mercaderes y dicen en tono bajo:
-¡ Ay, nos robarán nuestras mercancías y nuestras ganancias!
Y añaden una verdadera letanía de improperios contra los gobernantes romanos y judíos;
porque no limpian el mundo de ladrones.
– No temáis.
No perderéis ni una sola moneda.
Llegan las mujeres llorando, muy asustadas.
Y es que el valiente paraninfo, temblando con un miedo colosal…
las aterroriza gimoteando:
-¡ Es la muerte!
¡La muerte a manos de los salteadores!
Jesús las consuela también a ellas,
diciendo:
– No temáis.
No os tocarán ni siquiera con la mirada.
Y las pone en el centro de esta pequeña población de hombres espantados y de animales inquietos.
Jesús los conforta a todos y trata de tranquilizarlos.
Cuando todos se han despertado y se reúnen…
El murmullo del bosque no se puede oír con todo este alboroto.
Pero en el bosque están los bandidos,y se están acercando.
Los asnos rebuznan.
Los perros aúllan.
Las ovejas balan.
Los hombres maldicen.
Y están más aterrorizados que las mujeres.
Jesús está tranquilo, como si nada pasara
El ruido del bosque no se puede escuchar en medio de este alboroto.
Que los bandidos están en el bosque;
lo denuncian las ramas que se quiebran…
O las piedras que ruedan…
Jesús ordena:
– ¡Silencio!
Y lo dice en tal forma, que todos callan.
Jesús deja el lugar en que está y se va en dirección al bosque,…
Donde termina el prado, que comienza en el límite de la explanada.
Se vuelve hacia el bosque. con los brazos extendidos y…
Toda la majestad que asume cuando realiza los grandes milagros...
Y empieza a hablar:
“La maldita hambre del oro, empuja al hombre a los sentimientos más abyectos…
Con el oro se revela el hombre más que con otras cosas.
Observad cuánto mal siembra este metal con su cautivador e inútil brillo.
Tanta es su naturaleza infernal desde que el hombre es pecador, que Yo creo que el aire del Infierno es de color oro.
El Creador lo había dejado en las entrañas de ese enorme lapislázuli que es la Tierra,
Que existe por su voluntad creadora, para que le fuera útil al hombre con sus sale…
Y para que adornase sus templos.
Pero Satanás, besando los ojos de Eva y mordiendo el yo del hombre, inoculó un sabor maléfico en el inocente metal.
Desde ese momento, por el oro se mata y se peca.
La mujer, por el oro, se hace coqueta y fácil para el pecado carnal.
El hombre, por él, se hace ladrón, usurpador, homicida, cruel para con su prójimo y para con la propia alma…
Porque la despoja de su verdadera herencia por darse una cosa efímera.
Cruel para con esa alma a la que roba el tesoro eterno, por unas pocas pepitas brillantes, que con la muerte habrán de abandonarse.
Vosotros, que por el oro pecáis, más o menos levemente, más o menos gravemente.
Vosotros que cuanto más pecáis más os burláis de cuanto os enseñaron vuestra madre y vuestros maestros.
Es decir, el hecho de que existe un premio y un castigo por las acciones realizadas durante la vida.
¿No pensáis que por este pecado perderéis la protección de Dios, la vida eterna, la alegría?
¿Que tendréis remordimientos, que sentiréis la maldición de vuestro corazón?
¿Que el miedo será vuestro compañero?
¿El miedo al castigo humano, que al fin y al cabo no es nada, comparado con el miedo?
¡¿Santo miedo, al castigo divino, que deberíais tener y no tenéis?!
¿No pensáis que, por vuestros descalabros, si desembocan en verdaderos delitos, podéis sufrir un terrible fin?
¿Y un fin aún más terrible – por ser eterno – por los atropellos cometidos por amor al oro,
aun cuando no hayan producido derramamiento de sangre, si han pisoteado la ley del amor y del respeto al prójimo,
negando ayuda por avaricia al que padece hambre, robando puestos, dinero o en los pesos, por codicia?
Mas bien decís:
“¡Todo eso son patrañas, patrañas que he aplastado bajo el peso de mi oro y ya no existen
“. No son patrañas, son verdades.
No digáis: “Cuando muera, todo se habrá acabado”. No.
Entonces todo empezará.
La otra vida no es el abismo sin pensamiento ni recuerdo del pasado vivido y sin aspiración a Dios
que vosotros creéis que será el tiempo de espera de la liberación del Redentor.
La otra vida es espera dichosa para los justos,
espera paciente para los purgantes,
espera horrenda para los réprobos.
Para los primeros, en el Limbo;
para los segundos, en el Purgatorio;
los últimos, en el Infierno.
La espera de los primeros cesará con la entrada en el Cielo siguiendo al Redentor;.
La de los segundos, una vez cumplida aquella hora, se verá más confortada de esperanza.
Mas los terceros verán lobreguecer su terrible certeza de maldición eterna.
Pensadlo, vosotros que pecáis.
Nunca es tarde para enmendarse.
Cambiad con un verdadero arrepentimiento el veredicto que está siendo escrito en el Cielo para vosotros.
Que el Seol, para vosotros, no sea infierno sino, por voluntad vuestra, al menos, penitente espera.
No tinieblas, sino crepúsculo de luz.
no angustia, sino nostalgia; no desesperación, sino esperanza.
Marchaos.
No tratéis de luchar contra Dios.
Él es el Fuerte y el Bueno. No pisoteéis el nombre de vuestros padres.
Escuchad cómo gime ese manantial.
Su gemido es semejante al que desgarra el corazón de vuestras madres, al saber que sois unos asesinos.
Escuchad el silbido del viento en el desfiladero: parece amenazar y maldecir;
como os maldice vuestro padre por la vida que vivís.
Escuchad el quejumbroso alarido del remordimiento en vuestros corazones.
¿Por qué queréis sufrir, si podríais sentiros serenamente satisfechos con lo poco en esta tierra y con el todo en el Cielo?
¡Pacificad vuestro espíritu!
¡Devolved la paz a los que temen, a los que se ven obligados a temeros como a animales feroces!
¡Poned paz en vuestro corazón, desdichados malhechores!
Levantad vuestra mirada al Cielo, separad vuestros labios del venenoso alimento;
purificaos las manos,
purificaos el corazón.
Yo tengo fe en vosotros, por eso os hablo;
aunque todo el mundo os odia y teme…
Yo ni os odio ni os temo; os tiendo la mano para deciros:
“Levantaos.
Venid.
Volved a reintegraros, mansos y hombres, entre los otros hombres”.
Un llamado al arrepentimiento a ‘los hombres sin conciencia,
cuyas manos chorrean sangre fraterna’.
Y que termina así:
– Yo no os odio., ni os temo.
Os extiendo la mano y por eso digo a éstos:
“Regresad a donde estabais durmiendo, sin tener rencor contra vuestros hermanos.
Rogad por ellos. Yo me quedo aquí a mirarlos con ojos de amor y os juro que nada os sucederá.
Porque el Amor desarma a los violentos y harta a los avaros.
Sea bendito el Amor. Fuerza verdadera del mundo. Fuerza desconocida y poderosa.
Escondidos en el bosque, los hombres que esperaban obtener un buen botín, están totalmente desconcertados.
Gestas, el líder; está aterrorizado.
Porque una fuerza desconocida lo tiene paralizado…
Su miedo está lleno de ira.
Pero no puede hacer nada.
Su segundo en la banda:
Dimas…
Ha inclinado la cabeza y está llorando.
Cada una de las palabras de Jesús ha tocado su corazón y le ha revelado una gran verdad.
Se siente avergonzado e infinitamente desdichado…
Y volviéndose a todos,
Jesús termina diciendo:
– Volved.
Volved. No tengáis miedo.
Allí ya no hay bandidos, sólo hombres asustados y hombres que lloran.
Quién llora no hace daño.
Quiera Dios que así permanezcan, como ahora son.
Sería su redención.
Los bandidos se retiran, como si una fuerza invisible los alejara de allí.
Los integrantes de la caravana vuelven a sus lugares.
Todos se quedan reflexionando en lo que han escuchado…
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96 EL SECRETO DEL REDENTOR
96 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Jesús sube de nuevo a la terraza para hablar a la gente que de Betania y los alrededores, ha venido a escucharle.
– Paz a vosotros.
Aun cuando Yo callara, los vientos de Dios llevarían hasta vosotros las palabras de mi amor y del odio de otros.
Sé que estáis turbados porque no desconocéis el porqué de que Yo esté entre vosotros. Pues no sea sino agitación de alegría…
Y bendecid al Señor conmigo, que aprovecha el mal para proporcionar un motivo de alegría a sus hijos, conduciendo de nuevo a su Cordero, aguijoneado por el Mal, a donde los otros corderos, para ponerlo al seguro contra los lobos.
Ved qué bueno es el Señor. Al lugar en que me encontraba llegaron como aguas a un mar, un río y un arroyuelo. Un río de amorosa dulzura, un arroyuelo de abrasadora amargura.
El primero era vuestro amor, desde Lázaro y Marta al último del lugar; el arroyuelo era el injusto rencor de quien, no pudiendo ir al Bien que le llama, acusa al Bien de ser Pecado.
Y el río decía: “Vuelve, vuelve con nosotros. Que nuestras olas te circunden, te aíslen, te defiendan, te den todo aquello que el mundo te niega”.
El arroyuelo malvado lanzaba amenazas y quería matar con su veneno. Mas, ¿Qué es un arroyuelo comparado con un río? ¿Qué, comparado con un mar? NADA.
Como a nada ha quedado reducido el veneno del arroyuelo, porque el río de vuestro amor lo ha sobrepujado en tal modo, que al mar de mi amor no ha llegado sino la dulzura de vuestro amor.
Podríamos decir más aún: ha producido un bien. Me ha traído de nuevo con vosotros. Bendigamos por ello al Señor Altísimo.
La voz de Jesús se expande poderosa, por el aire ttanquilo y silencioso.
Jesús, lleno de hermosura bajo el sol, desde lo alto de la terraza, gesticula y sonríe sereno.
Abajo, la gente lo escucha encantada: son como un jardín de rostros alzados sonriendo a la armonía de su Voz.
Lázaro está cerca de Jesús, como también Simón y Juan. Los demás están diseminados entre la multitud.
Sube también Marta y se sienta en el suelo a los pies de Jesús, mirando hacia su casa, que se ve más allá de los árboles frutales.
La voz de Jesús se expande:
“El mundo es de los malos. El Paraíso es de los buenos. Ésta es la verdad y la promesa; apóyese sobre ella nuestro firme vigor.
El mundo pasa. El Paraíso no pasa. Si, siendo bueno, uno se lo gana, eternamente lo gozará. ¿Por qué pues, debe turbarnos lo que hacen los malos?
¿Os acordáis de las quejas de Job?: son las eternas quejas de los buenos que se sienten oprimidos; porque la carne gime, más no debería hacerlo,
sino que, cuanto más pisoteada fuera, más se deberían levantar las alas del alma regocijándose con el júbilo del Señor.
¿Qué pensáis: que se sienten felices los que parecen estarlo debido a que en ocasiones lícitamente; en otras las más, ilícitamente tienen llenos los graneros, colmados los tinos, rebosantes de aceite sus odres?
No. Sienten el sabor de la sangre y de las lágrimas de los demás en todo lo que toman como alimento. Y el lecho les parece como erizado de espinas por lo desgarrador de sus remordimientos cuando en él yacen.
Depredan a los pobres, desvalijan a los huérfanos, le roban al prójimo para atesorar, tiranizan a quien es menos que ellos en poder y en perversidad.
No importa. Dejadlos. Su reino es de este mundo.
Después de su muerte, ¿Qué quedará? NADA.
A menos que se quiera llamar tesoro al cúmulo de culpas que se llevan consigo y con el que ante Dios se presentan.
Dejadlos. Son los hijos de las Tinieblas, los que se rebelan contra la Luz; no pueden seguir los luminosos senderos de ésta.
Cuando Dios hace brillar la estrella de la mañana, ellos la llaman sombra de muerte y como tal, la consideran contaminada y prefieren caminar a la luz del destello sucio de su oro y de su odio,
que resplandece solamente porque las cosas infernales tienen brillo de fósforo, el brillo de los eternos lagos de perdición…
Lázaro exclama espantado:
– ¡Mi hermana, Jesús… Oh!
Lázaro descubre a María, que se desliza tras un seto de la arboleda del huerto de Lázaro, para llegar lo más cerca posible. Va agachada, pero su cabeza rubia brilla como oro contra el boj oscuro.
Marta hace ademán de levantarse, pero Jesús le pone una mano sobre la cabeza y aprieta, de forma que debe quedarse donde está.
Jesús aumenta la potencia de su Voz.
– ¿Qué decir de estos infelices?
Dios les ha dado tiempo de hacer penitencia y ellos no hacen otra cosa sino abusar de él para pecar.
Pero no los pierde de vista Dios, aunque parezca que lo haga.
Llega el momento en que o bien porque, cual rayo capaz de penetrar incluso en la roca, el amor de Dios hiende y desgarra su duro corazón…
O bien, porque la suma de los delitos hace llegar el nivel de su cieno hasta introducirse en su boca y en su nariz.
Y experimentan, sí, ¡Al fin experimentan la repugnancia de ese sabor y de esa fetidez que a los demás da asco y que colma su corazón!
Llega el momento en que ello les produce náusea y surge un movimiento de aspiración al bien.
El alma entonces grita:
“¿De quién recibiré el don de volver a ser como un tiempo fui, cuando vivía en amistad con Dios, cuando su luz resplandecía en mi corazón y bajo su rayo yo caminaba.
Cuando al ver mí justicia, guardaba silencio admirado el mundo, y quien me veía me llamaba bienaventurado?
El mundo bebía mi sonrisa, mis palabras eran acogidas como palabras de ángel, saltaba de orgullo el corazón en el pecho de mis familiares. Y ahora, ¿Qué soy?
Motivo de burla para los jóvenes, de horror para los ancianos, yo soy el tema de sus chácharas, el esputo de su desprecio me surca el rostro”.
Sí, así habla en ciertas horas el alma de los pecadores, de los verdaderos Job, porque no hay miseria mayor que ésta, la de quien ha perdido para siempre la amistad de Dios y su Reino.
Deben infundir piedad, sólo piedad.
Son pobres almas que han perdido, por ociosidad o por ligereza, al eterno Esposo. “Por la noche, en mi lecho, busqué el amor de mi alma y no lo encontré.”
Así es. En las Tinieblas no se puede distinguir al esposo. Y el alma, aguijoneada por el amor, irreflexiva por hallarse envuelta en la noche espiritual, busca y quiere encontrar un refrigerio para su tormento.
Cree encontrarlo con cualquier amor. NO. Uno sólo es el amor del alma: Dios. Van buscando amor estas almas a las que el amor de Dios aguijonea.
Bastaría con que admitieran la luz en ellas para que el amor fuera su consorte. Van como enfermas, buscando a tientas amor…
Y encuentran todos los amores, todas las cosas sucias que el hombre ha bautizado así, mas no encuentran el amor, porque el amor es Dios y no el oro, el sentido, el poder.
¡Pobres, pobres almas! Si, menos ociosas, se hubieran puesto en pie al oír la invitación del Esposo eterno, al oír a Dios que dice: “Sígueme”, a Dios que dice: “Ábreme”
No habrían llegado tarde a abrir la puerta, con el ímpetu de su amor despertado, cuando desilusionado, el Esposo ya estaba lejos y había desaparecido…
Y no habrían profanado ese ímpetu santo de una necesidad de amor en un lodo tan inútil y con tantos diminutos tríbulos diseminados en él, que hasta al animal inmundo le da asco.
Tríbulos que no eran flores, sino sólo pinchos, pinchos que laceran, no coronan.
Y no habrían conocido los vituperios de todos aquellos que, cual guardias de ronda, como Dios, pero por motivos opuestos, no pierden de vista al pecador y lo acechan para burlarse de él y criticarlo.
¡Pobres almas maltratadas, expoliadas, heridas por todos! Sólo Dios permanece al margen de esta lapidación de cruel escarnio.
Es más, vierte sus lágrimas para cura de las heridas y para cubrir con diamantino vestido a su criatura. Siempre su criatura… Sólo Dios… y los hijos de Dios con el Padre.
Bendigamos al Señor. Él ha querido que por los pecadores, Yo debiera volver aquí para deciros:
“Perdonad. Siempre perdonad. Haced de todo mal un bien. Haced de toda ofensa una gracia”. No os digo sólo “haced”; os digo: repetid mi gesto.
Yo amo y bendigo a los enemigos, porque por ellos he podido volver a vosotros, amigos míos.
La paz sea con todos vosotros.
La gente agita velos y ramajes en dirección a Jesús y luego lentamente, se va alejando.
Lázaro dice:
– ¿Habrán visto a esa desvergonzada?
Jesús ressponde:
– No, Lázaro.
Estaba detrás del seto bien escondida. Nosotros podíamos verla porque estábamos aquí arriba. Los demás, no.
– Nos había prometido que…
– ¿Y por qué no debía venir?
¿No es ella, acaso también una hija de Abraham? Quiero de vosotros, hermanos y de vosotros discípulos, el juramento de no hacerle observaciones de ningún tipo.
Dejadla. ¿Que se burla de Mí? Dejadla. ¿Qué llora? Dejadla. ¿Que quiere quedarse? Dejadla. ¿Que quiere alejarse? Dejadla.
Es el secreto del Redentor y de los redentores: tener paciencia, bondad, constancia y oración. Nada más.
Todo gesto sobra ante ciertas enfermedades…
Adiós, amigos. Yo me quedo orando. Vosotros marchad a las respectivas tareas. Y que Dios os acompañe.
Y todo termina.
30 UN SUEÑO EQUIVOCADO
30 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Pareciera que el nudo más angosto de las montañas de Judea, se encuentra entre Hebrón y Yuttá.
Porque en este valle que se despliega ante vastos horizontes en los que emergen montes aislados, que ya no forman una cadena, hay diversas plantaciones de cereales distribuidas en terrenos muy bien cuidados:
Cebada, centeno y también bonitos viñedos en las partes más soleadas. Más arriba, lindos bosques de pinos, abetos y otros árboles de maderas preciosas.
Por un camino ondulante llegan a un pequeño poblado, Jesús y tres de sus apóstoles.
Judas está verdaderamente exaltado…
Y dice:
– Éste es un suburbio de Keriot. Te ruego que vengas a mi casa de campo. Mi madre te espera allí. Después iremos a Keriot.
Jesús replica:
– Como quieras, Judas; pero también podíamos habernos quedado aquí para conocer a tu madre.
– ¡Oh, no! Es un barracón. Mi madre viene en tiempo de cosecha, pero después vuelve a Keriot. ¿No quieres que mi ciudad te vea? ¿No quieres traer aquí tu Luz?
– Si que quiero, Judas, pero ya sabes que no me detengo a considerar la humildad del lugar que me hospeda.
– Pero hoy eres mi invitado…
Y Judas sabe ser hospitalario.
Caminan todavía unos metros entre casas pequeñas esparcidas por el campo.
Mujeres y hombres, avisados por los niños, se asoman. Está muy claro que se ha despertado la curiosidad.
Judas ha lanzado un grito de reclamo.
Y dice:
– He aquí mi pobre casa. Perdona su pobreza.
La casa no es ninguna barraca: es un cubo de un solo piso pero amplio y bien cuidado, dentro de un terreno tupido y floreciente de árboles frutales.
Un camino privado muy limpio, va desde la calzada a la casa.
– ¿Me permites que me adelante, Maestro?
– Como quieras.
Judas se adelanta.
Simón dice:
– Maestro, Judas ha preparado algo grande. Antes lo sospechaba, pero ahora estoy seguro. Tú dices: ‘Espíritu, espíritu, espíritu…’ Pero él no lo entiende así.
Jamás te entenderá, pues solo piensa en lo material. O lo hará muy tarde… -corrige finalmente para no mortificar a Jesús.
Jesús suspira y calla.
Llegan a una bella casa que está en medio de un jardín frondoso y muy bien cultivado.
Judas sale con una mujer que tiene alrededor de cuarenta años.
Es muy alta y muy hermosa.
Inmediatamente se nota que es de ella, de quién Judas ha heredado su belleza y su cabello castaño oscuro, abundante y ondulado.
Sus ojos son iguales y diferentes.
Tienen el mismo color gris oscuro; pero los de ella, tienen una mirada suave y más bien triste; mientras que los de Judas, son imperiosos y astutos.
Cuando llegan ante Jesús, ella se postra como una verdadera súbdita y dice:
– Te saludo, Rey de Israel. Haz el favor de que tu sierva te dé hospitalidad.
Jesús la mira con amor y dice:
– La paz sea contigo, mujer. Y Dios sea contigo y con tu hijo.
Ella contesta con una voz que es más bien un suspiro, que una respuesta:
– ¡Oh sí, con mi hijo!…
Jesús la toma por los antebrazos diciendo:
– Levántate madre. También yo tengo una madre y no puedo permitir que me bese los pies.
En nombre de mi madre te beso, mujer. Es tu hermana en el amor… -y añade enigmáticamente- … y en el destino doloroso de madre de los señalados.
Judas pregunta un poco inquieto:
– ¿Qué es lo que quieres decir, Mesías?
Pero Jesús no le responde. Está abrazando cariñosamente a la mujer, a la que ha levantado del suelo y a quién besa en las mejillas.
Y luego, con ella de la mano; camina hacia la casa.
Entran en una habitación fresca y adornada con festones. Sobre las mesas hay bebidas y frutas frescas.
Ella hace una señal a la sierva y ésta trae agua y toallas.
La madre de Judas trata de quitar las sandalias a Jesús, para lavarle los pies llenos de polvo.
Pero Jesús se opone diciendo:
– No, madre. La madre es una criatura muy santa. Sobre todo cuando es honrada y buena como tú lo eres; para permitir que lo hagas como si fueras una esclava.
Ella voltea y mira fijamente a Judas, con una mirada extraña…
Y luego se va.
Mientras tanto Jesús se ha refrescado y cuando está a punto de ponerse las sandalias…
La mujer regresa con un par nuevo y dice:
– Aquí están éstas, Mesías nuestro. Creo que las hice bien… Tal y como las quería Judas. Él me dijo: ‘Un poco más grandes que las mías, pero igual de anchas’
Jesús mira a Judas con un mudo reproche y pregunta:
– ¿Por qué, Judas?
Judas responde:
– ¿No quieres permitirme que te haga un regalo? ¿Acaso no eres mi Rey y mi Dios?
– Sí, Judas. Pero no debías haber causado tantas molestias a tu madre. Tú sabes como Soy Yo…
– Lo sé. Eres Santo. Pero también debes aparecer como un Rey Santo.
Así es como debe ser. El mundo en el que nos movemos está compuesto de tontos.
A nueve de cada diez, les importan mucho las apariencias y es necesario imponerse con la presencia.
Porque esto es muy importante… Yo lo sé.
Jesús calla y se amarra las sandalias de fina piel roja, que van desde el empeine hasta las pantorrillas. Son mucho más hermosas, exquisitas y elegantes; que las sencillas sandalias de obrero que usa Jesús.
Son semejantes a las de Judas, que parecen unos mocasines a los que apenas si se les ve algo del pie.
Entonces la madre de Judas, le entrega una túnica nueva diciendo:
– También el vestido Rey mío. Lo tenía preparado para mi Judas.
Pero él te lo regala. Es de lino; fresco y nuevo. Por favor, permite que una madre te vista, como si fueses su hijo.
Jesús vuelve a mirar a Judas, pero no contradice. Se suelta en el cuello la cinta y cae la amplia túnica. Quedándose solamente con la túnica corta.
La mujer le pone el vestido nuevo y le ofrece un cinturón que es una faja muy rica, recamada con hilos de oro; de la que sale un cordón, que termina con muchos hilos.
Es indudable que los elegantes vestidos frescos y limpios de polvo, son muy confortables. Pero Jesús no parece muy contento…
Los demás también se han aseado
Y Judas; como el anfitrión perfecto, invita:
– Ven Maestro. Son de mi pobre huerto. Éste es el jugo de manzanas que mi madre prepara. –le alarga un vaso de cristal labrado exquisitamente.
Y agrega:
– Tú Simón, tal vez te guste más, este vino blanco. Toma. Lo elaboramos en mi viñedo. Y tú Juan, ¿Igual que el maestro?
Juan asiente con la cabeza.
Judas está feliz, mostrando sus hermosos vasos y en lo más profundo de su corazón, se regodea con la oportunidad de presumir que lo que posee, no sólo es lo mejor de lo mejor…
Sino que sólo un sacerdote, descendiente de la clase sacerdotal; es decir, la élite del Pueblo de Israel; tiene la riqueza y la clase para honrar a Dios.
La madre habla poco. Mira una y otra vez a su Judas.
Pero mira mucho más a Jesús.
Y cuando Él antes de comer; le ofrece la fruta más hermosa y jugosa: un durazno muy grande y de un color que manifiesta su punto óptimo, para ser ingerido;
Mientras le dice:
– Primero es la madre.
Una lágrima como una perla, asoma a sus ojos.
Judas pregunta:
– ¿Mamá; todo lo demás está listo?
Ella contesta titubeante:
– Sí, hijo mío. Creo que todo lo he hecho bien. Yo he vivido siempre aquí… Y no sé… no conozco las costumbres de los reyes.
Jesús interviene interrogante:
– ¿A qué costumbres te refieres, mujer? ¿A qué reyes? Pero… ¿Qué has hecho, Judas?
Judas contesta a la defensiva:
– Pero… ¿Acaso no eres Tú, el Rey Prometido a Israel? Es hora de que el mundo te salude como a tal.
Lo que debe suceder, tiene que ser por vez primera aquí en mi ciudad y en mi casa. Yo te venero como a tal.
Por el amor que me tienes, respeto tu Nombre de Mesías, de Rey. El Nombre que los profetas te dieron por orden Yeove. Y por favor no me desmientas.
Jesús se dirige a todos:
– Mujer… Amigos, permítanme un momento. Debo hablar con Judas. Debo darle órdenes precisas.
Su Voz es una orden perentoria.
La madre y los discípulos se retiran.
Y Luego, volviéndose hacia el discípulo que conoce perfectamente su identidad..,
Lo cuestiona con severidad:
– Judas, ¿Qué has hecho? ¿Hasta ahora me has entendido tan poco? ¿Por qué me has rebajado hasta el punto de hacerme tan solo un poderoso de la tierra?
¿Aún mucho más: a uno que se esfuerza en ser poderoso?
¿No entiendes que es una ofensa a mi misión y hasta un obstáculo?
Sí. No digas que no: OBSTÁCULO. Israel está sujeto a Roma.
Tú sabes lo que ha sucedido cuando alguien con apariencia de cabecilla, ha querido levantarse contra Roma y crea sospechas de fomentar una guerra de liberación.
Has oído justamente en estos días, como se ensañaron contra un Niño, tan solo porque se pensó que fuese un futuro Rey, según el mundo.
¡Y tú!… ¡Tú! ¡Oh, Judas!… ¡Pero qué es lo que esperas de un poder mío, humano! ¿Qué esperas?…
¡Te he dado tiempo para que pensaras! Y decidieras.
Te hablé muy francamente desde la primera vez. Te he rechazado, porque sabía… Porque sé. Sí. Porque sé…
Porque lo leo y veo, lo que hay en ti.
¿Por qué quieres seguirme, si no quieres ser como Yo quiero? Vete, Judas. No te hagas daño y no me lo hagas… ¡Vete!… Es lo mejor para ti.
No eres un obrero apto para esta obra… Es muy superior a ti.
En ti hay mucha soberbia. Concupiscencia con sus tres ramas. Autosuficiencia.
Tú misma madre debe tener miedo de ti. Tienes inclinación hacia la mentira. ¡No! Así no debe ser el que me siga…
Judas, Yo no te odio. No te maldigo y tan solo te digo con el dolor del que ve que no se puede cambiar al que ama…
Tan solo te digo: ‘Vete por tu camino. Ábrete camino en el mundo, que es el lugar que tú quieres:
Pero No te quedes conmigo’
¡Mi camino! ¡Mi Palacio! ¡Oh, cuánta aflicción hay en ellos! ¿Sabes en donde seré Rey? ¿Sabes cuándo seré proclamado Rey?…
¡Cuando sea levantado en un madero infame y tendré mi Sangre por púrpura!
¡Por corona un tejido de espinas; por bandera un cartelón de burla! Por trompetas, tambores, organillos y cítaras, que saluden al proclamado Rey: ¡Blasfemias de todo un pueblo!
De mi Pueblo, que no habrá entendido nada.
¿Y sabes por obra de quién todo esto? De uno que no me habrá entendido, QUE NO HABRÁ ENTENDIDO NADA.
Corazón de bronce hueco en el que la soberbia, la sensualidad y la avaricia, para entonces ya habrán destilado sus humores y éstos habrán engendrado una maraña de serpientes que servirán como cadena para mí y…
Y MALDICIÓN PARA ÉL. Los demás no conocen tan claramente mi suerte. Y te ruego que no lo digas. Que esto quede entre tú y Yo.
Por otra parte es un regaño… Y tú callarás por no decir: ‘Me regañaron’ ¿Has entendido, Judas?
Judas está muy colorado. De pié ante Jesús, está avergonzado, con la cabeza baja.
Se deja caer y llora con la cabeza pegada a las rodillas de Jesús.
Suplica:
– Maestro, te amo. No me rechaces. Soy un necio. Sí, soy soberbio… pero no me apartes de Ti. No, Maestro. Será la última vez que falto. Tienes razón. No he reflexionado.
Pero también en este error, hay amor. Quise proporcionarte mucho honor. Y que los demás te lo diesen porque te amo. ¡Ea, pues; Maestro! Yo estoy a tus rodillas.
Me has dicho que serás para mí un padre y te pido perdón. Te pido que me hagas un adulto santo. No me despidas, Jesús.
Jesús, Jesús, Jesús… No todo es maldad en mí. ¿Lo ves?… Por Ti he dejado todo y he venido.
Tú vales más que los honores y victorias que obtenía yo, cuando servía a otros. Tú en realidad Eres el amor del pobre e infeliz Judas; que querría darte tan solo alegrías y que en cambio te da dolores…
Jesús está fatigado, por un tremendo cansancio espiritual…
Es indispensable mirar este diálogo con el Carisma de Discernimiento…
Y lo interrumpe:
– Basta, Judas. Una vez más, te perdono… Te perdono esperando… esperando que en el futuro me comprendas.
Una sombra pasa por la mirada de Judas y aparece el verdadero motivo de su insistencia:
Pero Judas se obstina y sin querer revela el verdadero motivo por el que no quiere ser expulsado del grupo apostólico:
– Sí, Maestro, sí. Ahora ya no quieras en modo alguno, desmentirme. Pues esto haría de mí, una burla.
Todo Keriot sabe que he venido con el descendiente de David; el Rey de Israel… Y esta ciudad mía se ha preparado para recibirte.
Pensé que hacía bien. Quise presentarte de tal forma, que todos te temieran y te obedecieran.
También Simón y Juan…
Y a través de ellos trasmitir a los demás… cómo se equivocan al tratarte como un igual.
Ahora… también mi madre será objeto de burla, por ser la madre de un hijo mentiroso y loco.
Por ella, Señor mío, te suplico… Y te juro que yo…
Jesús lo interrumpe:
– No jures por Mí. Jura por ti mismo, si puedes; para no pecar más en este sentido.
Por tu madre y por los ciudadanos, no me marcharé. Levántate…
– ¿Qué dirás a los demás?
– La verdad.
– ¡Nooooo!
– La Verdad. Ya te he dado órdenes para hoy. Siempre existe la manera de decir la Verdad con caridad… Llama a tu madre y a los demás.
Jesús está severo y no sonríe.
D99 PROFECÍA EN CURSO 1
PROFECÍAS Y REVELACIONES
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
ENERO 2009
¿Les había hablado de la caída de la economía, de un leve respiro y nuevamente de una mayor caída de la que no se iban a levantar más las economías mundiales?
A eso se enrumban ya. No tengan falsas esperanzas.
Todas las economías del mundo caerán, mas como siempre, los países más pequeños son los que sufren más…
11 DE FEBRERO DEL 2013
El hombre se fía de la economía para su seguridad y olvidan que YO SOY QUIÉN PROVEE…
La economía caerá en un hoyo profundo. Y el hombre de poca fe se estremecerá hasta el desconcierto y más allá.
13 DE FEBRERO DEL 2013
No confíen sobre los anuncios de una economía fortalecida, no confíen en las alianzas y componendas, ya que éstas serán apariencia.
Y de un día a otro, de un instante a otro, la humanidad habrá sido privada de todo control sobre sus bienes.
18 DE AGOSTO DEL 2013
Amados hijos, no sustenten la vida en la economía, este falso dios caerá de un instante a otro,
y se darán cuenta que desgastaron la vida en lo superfluo, mientras que la verdad está sólo en Mis Manos.
22 DE OCTUBRE DEL 2014
No permitan ser engañados, en ningún lugar del planeta la economía es sólida. Cíñanse la cintura y confíen en Mí.
03 DE MARZO DEL 2015
El dios de esta generación en el que el hombre basa la propia vida demostrará que no tiene poder, sino únicamente dominio del “ego” humano. La economía mundial se tambalea primero y luego cae.
21 DE ENERO DEL 2016
En este instante la economía es una de las fuertes estrategias del anticristo con lo que desestabilizará a las Naciones hasta llevarlas a sucumbir y comprará las almas de los que no deseen padecer a falta del dinero.
12 DE MARZO DEL 2016
Amado Pueblo Mío, el poder económico auspicia al mal, y el mal derribará la economía para causar la desesperación de los hombres. (La finalidad: instaurar una moneda única).
14 DE ABRIL DEL 2016
Amado Pueblo Mío, padecerán ante la carestía irreversible de los recursos naturales, padecerán en toda la Tierra a causa de que toda la economía se detendrá, debido al plan gestado desde antaño por los grupos que anteceden al Anticristo.
17 DE ABRIL DEL 2016
El dios metal es señal de poder y estabilidad para el hombre, caerá y sucumbiendo, no se levantará.
La humanidad aceptará lo que le ofrecen, se marcará y ante un único valor se entregará sin reparos en las garras del anunciado enemigo de esta generación.
08 DE FEBRERO DEL 2017
Oren, hijos Míos, oren, el hombre se desubica ante la caída imprevista del dios dinero.
17 DE MAYO DEL 2017
No se confundan, hijos Míos, manténganse alerta en todo aspecto. Cuando la economía aparente gran solidez, no confíen en esto.
YO MIRO MÁS ALLÁ
Y NO CONTINUARÁN VIVIENDO COMO HASTA AHORA
El que posee dinero será como el mendigo y el mendigo le enseñará a vivir sin posesiones.
29 DE MAYO DEL 2017
El dominio del Impostor en el mundo entero es consentido por quienes en este instante mantienen el poder sobre la Humanidad
para declarar la guerra, la hambruna para los países que no les generan ingresos y envían las enfermedades a las naciones que no son de su conveniencia.
Ellos, los que deciden el destino de la Humanidad, decretan las revoluciones, las revueltas, los levantamientos, la caída de los gobiernos, la caída de la economía…
Y así se mantendrán hasta que mis hijos ante la Purificación, Me reconozcan como Rey de reyes y Señor de señores.
28 DE SEPTIEMBRE DEL 2018
Grandes cambios sucederán en toda la Tierra, la Naturaleza azotará a las grandes naciones y a las pequeñas naciones, una y otra vez. El hombre apegado al dinero caerá sin ese dios que ha creado y del cual se enorgullece.
10 DE OCTUBRE DEL 2018
Una vez más he de decirles que las economías del mundo caerán una a una, se derribarán y aquellos que han cifrado su vida en el dios dinero, se encontrarán en un estado terrible de desesperación, tanto que algunos no lo soportarán.
Ahora sí les digo hijos Míos, que el pobre se sentirá rico, pues no carecerá más de lo que necesita y no posee, pero el rico y ostentoso se sentirá pobre, pues carecerá de aquello que ostentó y ya no logrará poseerlo más.
03.01.2019
Amado Pueblo Mío, manténganse atentos, la economía es frágil y el hombre sin el dios dinero olvida que es hombre y se tranforma como en una fiera,
por ello no sean ustedes de los que se desvelan por el dinero y de los que la codicia les lleva a ser insensatos
y a desesperarse ante los anuncios mundiales sobre la economía,
TODO PUEDE CAER MENOS LA FE DE MI PUEBLO
https://www.revelacionesmarianas.com/especiales.html
Marzo 07 de 2014 – 8:10 A.M.
LLAMADO URGENTE DE DIOS PADRE A LA HUMANIDAD
Paz a vosotros, hombres de buena voluntad.
Fuego de las entrañas de mi Tierra en cadena muy pronto brotará y hará que el eje terráqueo se mueva, haciendo que la rotación de mi Tierra se acelere y se acorten más los días, meses y años, que faltan para el Regreso Triunfal de mi Hijo.
El gran dragón del país del norte está a punto de despertar y la Babilonia de estos últimos tiempos sufrirá.
Su soberbia y rebeldía serán doblegadas; toda su prepotencia y su ciencia de nada le servirán. Fuego, azufre, cenizas, llanto y dolor, enlutará muchas de sus ciudades.
Desaparecerá gran parte del territorio que se halla en la franja pacífica, hasta el extremo sur del continente.
Mi Creación se tambaleará y gemirá como mujer de parto y su dolor y sus ayes, se sentirán en todos los confines de la Tierra.
Se está acercando el tiempo de mi gran justicia y los insensatos siguen sin creer, continúan en su cotidianidad como en los tiempos de Noe y Lot.
La historia se repite y 2/3 partes de la Humanidad de estos Últimos Tiempos va desaparecer al Paso de mi Justicia Divina.
¡OH INSENSATOS OS ESTÁ LLEGANDO LA HORA!
¿QUÉ ESTÁIS ESPERANDO PARA VOLVER A MÍ?
Mirad que el cielo os está mostrando con señales que todo está por comenzar; mirad la decadencia de este mundo y escuchad los rumores de guerra aquí o allá.
Escuchad las trompetas celestiales, están sonando y anunciando que está llegando la noche y con ella el tiempo de mi Justicia.
Y vosotros insensatos seguís dormidos, no os dais cuenta que en cualquier momento todo cambiará y ya no habrá marcha atrás.
¡Ay de aquellos que adoran al dios dinero, porque muy pronto caerá!
¡Qué tristeza siento al ver a tantos que me han dado la espalda y han puesto su confianza y seguridad en este dios, hechura de la mano del hombre!.
¡Pobres de vosotros idólatras, porque vuestros dioses mundanos están por caer y vosotros os vais a perder eternamente!
Volved vuestros ojos a vuestro Creador, humanidad rebelde; entended de una vez que no me complazco con vuestro sufrimiento, ni con vuestra muerte. Aceptad mi ofrecimiento de vida y no le deis más largas a vuestra salvación, para que mañana no lloréis y os lamentéis en las profundidades del Abismo, porque os aseguro que ya nadie os escuchará.
SEPTIEMBRE 24 2018 1:35 P.M.
Humanidad ingrata y pecadora, mis días de Justicia Divina están llegando;
¿Quién podrá resistir los días de mi Justa Ira?
¡Sólo aquellos que escuchan mi Voz y ponen en práctica mis Preceptos, serán los únicos que podrán resistir el Paso de mi Justicia!
Humanidad de dura cerviz, entended que como Padre me duele ver perderse a mis criaturas, y más a vosotros que sois lo más amado creado por MÍ.
Si supierais humanidad ingrata de la tribulación que está por llegar, de seguro que lo dejaríais todo y me buscaríais con sincero corazón.
LA TRIBULACIÓN QUE ESTÁ POR LLEGAR NUNCA ANTES SE HA VISTO EN LA TIERRA;OS DIGO QUE TODA LA CREACIÓN Y EL UNIVERSO ESTARÁN EN CONMOCIÓN;
HABRÁ ESCASEZ DE TODO,
TRAGEDIAS E INFORTUNIOS SE DESATARÁN EN CADENA
virus y enfermedades crearán pandemias, plagas y pestes, diezmarán gran parte de la humanidad.
Los hombres enloquecerán y el hambre hará perder la cabeza a muchos, hasta el punto de que muchas madres se comerán a sus hijos. (Lamentaciones de Jeremías 4, 10)
El dios dinero, rodará por el suelo y ya no servirá de nada; ya no les dará seguridad a los hombres ni les brindará alimento y protección.
La soberbia y prepotencia de muchos que se sentían seguros con sus riquezas, caerá junto con su ídolo.
La inmensa mayoría de la humanidad enloquecerá y los ricos y potentados, verán caer sus fortunas como castillos de arena.
Sólo los que tengan puesta su Fe y confianza en el Señor, podrán sobrevivir a aquellos días de gran tribulación que están por comenzar.
Pueblo mío, Heredad mía, estad preparados con vuestras lámparas encendidas con la Oración, porque el día grande y terrible del Señor se acerca.
Que no os pase como las doncellas necias que se quedaron por fuera del banquete por no tener aceite en sus lámparas.
Vosotros permaneced despiertos y vigilantes, porque vuestro Amo se acerca y muy pronto tocará a la puerta de vuestra alma.
Quedad en mi Paz, Pueblo mío, Heredad mía. Vuestro Padre, Yahvé, Señor de la Creación
Dad a conocer mis mensajes en todos los confines de la Tierra.
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
¡LAS ECONOMÍAS DEL MUNDO MUY PRONTO CAERÁN!
¡EL DIOS DINERO TIENE SUS DÍAS CONTADOS!
JULIO 25/2011 3:45 P.M.
Los hombres serán egoístas, amigos del dinero, altivos, orgullosos, blasfemos, rebeldes, ingratos, injustos, inhumanos, enemigos de todo lo bueno, traidores, más amigos de los placeres que de Dios. (2 Timoteo 3.2.4).
JULIO 30 DEL 2012 – 3:30 PM
Grandes acontecimientos que cambiaran los destinos de la humanidad están por darse, las riquezas se perderán y con ellas todos los que pusieron su confianza en ellas.
La crisis de la tribulación azotará la humanidad y el flagelo del hambre a muchos devorará.
¡Oh insensatos y necios, dejad de acumular tesoros, porque nada de esto os quedará; el dinero rodará por el suelo y será basura que nadie recogerá! Estad preparados porque todo llegará de repente, en el momento menos esperado mí Justicia tocará a vuestras puertas.
Cuando la humanidad se sienta más segura es ahí, cuando más insegura estará.
Dejad pues vuestras carreras y afanes mundanos, preocupaos más bien por alcanzar la meta de vuestra salvación; alistaos de nuevo os lo digo, porque el Despertar de Conciencias de mi Padre muy pronto estará tocando a las puertas de vuestra alma
9 DE NOVIEMBRE DE 2013 – 8:15 A.M.
Las economías del mundo muy pronto caerán, el dios dinero tiene sus días contados. ¡Ay de aquellos que tienen puesta su confianza en este dios salido de la mano del hombre, porque grande va a ser su caída!
¡Millones van a perder la cabeza con la hecatombe financiera!
Todos aquellos que depositaron su fe y esperanza en este dios y se sintieron seguros por su poder financiero, van a llorar y a lamentarse;
Muchos maldecirán su suerte, otros enloquecerán…
Y otros tantos se quitarán la vida y perderán el alma.
Ovejas de mi Grey, acostumbraos a vivir con lo necesario, no ambicionéis tesoros, ni riquezas de este mundo, porque todo muy pronto pasará.
Buscad vuestro tesoro que soy Yo, y la vida eterna encontraréis.
Muy pronto hijos míos, lo que llamáis dinero rodará por el suelo y con el dios de este mundo, rodarán también todos aquellos que lo adoraron.
La caída de los ídolos está por darse; los dioses hechos por la mano del hombre en polvo se convertirán.
Los muertos enterrarán a sus muertos y todos aquellos que hoy me dan la espalda, Me buscarán y ya no Me hallarán.
Angustiados gritarán: ¿Dónde está nuestro Dios que nos ha dado la espalda?
¡Señor, Señor, escúchanos!, Y ya no habrá Dios que les responda.
30 DE MARZO DE 2014 – 3:00 P.M
Cuando todo marcha bien, son muy pocos los que vienen a agradecerMe; el hombre de estos últimos tiempos es frío, calculador y descorazonado; mide la felicidad en base a las cosas materiales que posee y piensa que la felicidad solo la da la estabilidad económica.
¡Oh, qué insensatos y qué pensamientos tan materialistas los que muchos manejan! Os digo insensatos, que muy pronto vuestro dios dinero caerá y esta sociedad de consumo desaparecerá para siempre.
La felicidad, la plenitud y la estabilidad, sólo provienen de mí, que soy el camino, la verdad y la vida y este gozo es espiritual y no se compra con dinero.
He visto a muchos ricos, pobres y a muchos pobres, ricos; porque la felicidad no se compra, ni se vende.
¡Oh vanidad de vanidades, todo en este mundo es vanidad y necedad de los hombres! Buscad a Dios primero y lo demás se os dará por añadidura. Yo soy la felicidad, venid a mí y os la daré en abundancia.
¿Quién puede comprar la felicidad, quién la vida, quién el gozo?, ¿Quién con todo el dinero del mundo puede comprar estas gracias? Vuestro dinero no es la felicidad.
Vuestro dinero, sólo sirve para comprar cosas muertas y llenar de ego el corazón humano.Vuestro ídolo solo sirve para brindarle al hombre un gozo pasajero, que dura mientras se alcanza lo que se está buscando.
Más luego vuelve el hombre a caer en la monotonía de su vida, porque no tiene a Dios. El hombre de hoy, vive creándose necesidades y así se la pasa hasta que lo sorprende la muerte buscando ser feliz.
SEPTIEMBRE 03 DE 2015 – 8:10 A.M.
Todo se ha consumado en su totalidad, no tengáis miedo rebaño mío, nada os pasará si permanecéis a mi lado.
La caída de los dioses de este mundo se aproxima y ya no podrán volver a levantarse; el dios dólar tiene sus días contados y con él caerán las economías de muchas naciones.
Se acerca la hecatombe financiera que hará perder la cabeza a muchos y muchas naciones quedarán en la banca rota.
El desempleo y la falta de oportunidades, será el común denominador de esos días de crisis económica.
La humanidad sabrá que solo en Dios hay que poner su confianza y seguridad, porque lo demás es ilusión, es sueño y vanidad de vanidades. Todos los que pusieron su confianza y seguridad en el dios dinero, se lamentarán y muchos desesperados al ver caer sus fortunas e imperios, se quitarán la vida y al hacerlo perderán su alma.
¡Rebaño mío, se acerca la hora de la caída y muerte del dios dinero!. La inmensa mayoría de la humanidad llorará su partida;
el desespero se apoderará de muchos y preferirán morir con su dios que permanecer en este mundo sin poder, sin gloria y sin seguridad.
¡POBRES DE AQUELLOS CUYO DIOS ES EL DINERO, PORQUE SU CAÍDA Y MUERTE SON INMINENTES!
Después de la caída de las economías todo será caos.
Por un tiempo la humanidad vagará en la incertidumbre; TODO escaseará y los Jinetes de la hambruna y de la guerra, harán su aparición.
Millones morirán, tal como fue planeado por los reyes de este mundo.
El camino estará listo y despejado para que haga su aparición el Anticristo y con él, su reinado de esclavitud y muerte
OCTUBRE 26 DE 2015 – 2:00 P.M.
¡Qué tristeza siento al ver la frialdad espiritual de la inmensa mayoría de la humanidad de estos Últimos Tiempos!
Sólo buscan satisfacer su ego, dejándose arrastrar por una sociedad consumista que los está llevando a cambiar a Dios por los placeres de la carne y cosas materiales.
Así se cumple lo que dice mi Palabra: “Al final de los días, vendrán tiempos difíciles, porque los hombres serán más amantes de los placeres de la carne que de Dios.”(2 Timoteo 3. 4, 5).
ENERO 31 DE 2018 – 2:10 P.M.
Hijos míos, los dioses hechura de la mano del hombre, comenzarán a caer; el dios dólar tiene sus días contados y con él, caerán las economías de muchas naciones.
Todos aquellos que pusieron su esperanza y fe en los dioses de este mundo, también caerán con ellos.
La crisis económica dejará en la banca rota a un gran número de naciones y personas, que pusieron su fe en el dios dinero.
MARZO 19 2018 3:25 P.M.
No atesoréis riquezas en este mundo, porque muy pronto éste pasará; atesorad más bien para el cielo que allí, nada se os perderá.
Haced obras de caridad, no acumuléis riquezas, porque todo cuanto veis muy pronto dejará de ser. Lo que hoy llamáis dinero, mañana basura será.
Aprovechad ahora que tiene valor y quitadles el hambre a la viuda y al huérfano, socorred al desvalido, alimentad al hambriento y calmad la sed del sediento.
Y OS ASEGURO QUE SI ASÍ LO HACÉIS,
UN LUGAR EN EL CIELO, OS ESTARÁ ESPERANDO
Dejad avaros de acumular riquezas, porque con ellas no compráis vuestra salvación.
No depositéis vuestra fe y confianza en las cosas de este mundo, porque bien sabéis que este mundo es efímero y muy pronto pasará.
Poned más bien vuestra confianza y seguridad en Mí, y a cambio recibiréis el gozo de la Vida Eterna.
YO SOY VUESTRA SEGURIDAD, VUESTRA FORTALEZA Y VUESTRA SALVACIÓN
Si queréis ir en pos de Mí, y tener un tesoro en el cielo, debéis de desprenderos de todo apego y riquezas de este mundo y seguirme.
Os aseguro que no os defraudaré; a cambio recibiréis el tesoro de la Vida Eterna.
MARZO 04 2019 2: 20 P.M.
Hijos míos, el principio de la Sabiduría es el temor a Dios; temer a Dios, es cumplir sus Preceptos y hacer su voluntad.
La vida del hombre es una constante búsqueda de la Sabiduría y la Felicidad; muchos piensan que estas gracias las da el dinero y las cosas materiales y toda su vida se dedican a lograr este objetivo, sin poder alcanzarlo.
A muchos los sorprende la vejez y la enfermedad, buscando este tesoro y todo cuanto han acumulado es su vida lo ven irse por una calamidad imprevista o una enfermedad prolongada.
He visto a muchos reyes bajo el sol, tristes y amargados aun siendo dueños de muchas riquezas.
He visto también al pobre que escasamente tiene para comer y vivir, pero está con Dios y confía en El; comparte lo poco que tiene con su hermano y a pesar de su pobreza, lo he visto alegre y sonriendo.
Que contrastes hay en la vida, hay unos que lo tienen todo y viven tristes, no disfrutan lo que tienen; hay otros carentes de todo, pero confían en Dios y le sirven y son alegres.
La felicidad no la da la riqueza material, la felicidad se halla en el temor a Dios, en el amor y servicio a vuestros hermanos; la felicidad es hacer la voluntad de Dios.
YO SOY VUESTRA FELICIDAD, YO SOY VUESTRO TESORO
Quien Me encuentre, hallará el Gozo de la Vida Eterna.
Vuestro tesoro que soy Yo, está dentro de vosotros, para encontrarme debéis amar y servir y ante todo cumplir mis Preceptos y hacer mi Voluntad.
El amor, el servicio a vuestros hermanos y el temor a Dios, son las llaves que abren la puerta de la Felicidad y la Sabiduría.
JULIO 23 2019 11: 30 A.M
Todo lo tienen ya planificado para desestabilizar la economía y la paz mundial, con el fin de que el mundo entre en caos; para que en medio de esta crisis, haga su aparición el Anticristo, como el pacificador y salvador de la humanidad.
Los que sois de mi Rebaño, vais a discernir fácilmente el Show del engaño, cuando aparezca el falso mesías.
Pero la inmensa mayoría de esta humanidad ingrata y pecadora, que anda alejada de Mí, correrá a darle la bienvenida, lo adorará y le anunciará al mundo entero, que el Mesías ha regresado.
El Anticristo ya está entre vosotros, solo le falta hacer su declaración al mundo para darse a conocer a la humanidad.
http://www.mensajesdelbuenpastorenoc.org/mensajesrecientes.html
BIENAVENTURADOS LOS POBRES DE ESPIRITU
La importancia de este artículo es muy relevante, por los Acontecimientos que YA se ciernen sobre nosotros.
La mayoría de la gente que intuye la Esencia del Cristianismo le huye, porque NO quiere sufrir. El Hedonismo se ha vuelto su meta y NO quieren saber nada de Dolor.
Pero aquí hay un grave problema:
Por el hecho de que NO queramos reconocer que Australia ES un continente que existe, va a dejar de existir.
Por el hecho de que DECIDAMOS NEGAR A DIOS Y A SUS VERDADES, van a dejar de existir.
El Infierno Existe, igual que Australia. Satanás existe, Igual que Dios.
Toda la Creación existe Y VIVE, porque Dios la Hizo…
Y lo más problemático para el hombre actual: está regida por Leyes de Amor, igual al Amor que la Creó.
Satanás está determinado a exterminar el Cristianismo y especialmente a la Iglesia Católica.
El Mundo NO quiere saber nada de sufrimiento, porque está enfocado en el Egoísmo y el Placer.
Pero el hecho de que digas: DIOS NO EXISTE, NO lo mata.
Aunque sus Leyes NO te importen… TE RIGEN, al igual que a todas las creaturas en todo el Universo.
El hecho de que te niegues a reconocer la Cruz con la que fuimos salvados y que también te niegues a cargarla, al pertenecer al Mundo que Dios Creó, estás sometido a sus Leyes y Preceptos… TE GUSTE O NO.
Desde el momento en que el Hombre ASESINÓ A DIOS, clavándolo en un madero y le proporcionó el amarguísimo cáliz que lo hizo SUDAR SANGRE…
Selló su propio destino.
La Humanidad atea y pecadora, creyente o NO. Deberá cargar su propia Cruz y caminar su propio Calvario, le guste o NO.
Porque cometió el error de Imponérselo a su Creador y por Ley de amor y de Justicia, vivirá lo MISMO QUE DIÓ.
ESO ES LO QUE PADECEN EN EL INFIERNO Y EN EL PURGATORIO LAS ALMAS…
Pero sin paliativos y sin Dios.
Los que de vosotros aprendáis a manejar el cuerpo espiritual con TODAS sus potencias sin perder el piso, enfrentaréis la Verdad y NO podréis dejar de postraros agradeciendo la Infinita Bondad Divina.
Puedes elegir como ancestro a un simio o un elefante… Ese es TU Problema.
La realidad es UNA: Somos hijos de Dios y nuestro deber de amor es arrodillarnos y dar gracias por todo lo que tenemos, ADMINISTRÁNDOLO porque NO nos pertenece…
Al Mundo le guste o NO, beberá y Vivirá:
EL CALVARIO COMPLETO DE JESÚS…
En las Catástrofes que Dios PERMITIRÁ, los hombres veremos desaparecer nuestros ídolos materiales.
Y veremos a nuestros piés, DERRIBADO al Dios Dinero y a todos nuestros apegos materiales…
Si NO sabemos actuar con prudencia y sabiduría renegaremos…
Pero si estamos templados con la Sabiduría del Espíritu Santo, lograremos responder como Job:
Y TRANSMITEREMOS A NUESTRO ALREDEDOR ESTA VERDAD.
Los Primeros cristianos lo comprendieron y lo Testimoniaron…
Y LAS ACTAS MARTIRIALES LO COMPRUEBAN…
¿CÓMO LO HICIERON Y LO SIGUEN HACIENDO MILES DE CRISTIANOS EN EL MEDIO ORIENTE?
Para desgracia de Satanás y sus esbirros, MILES DE CRISTIANOS VERDADEROS
SON HÉROES QUE ESTÁN SIGUIENDO
LAS ENSANGRENTADAS HUELLAS DE JESÚS
Y ESTÁN DEJANDO UN CAMINO LUMINOSO…
EL MUNDO DEBERÁ aprender a vivir sin dioses materiales…
Y cuando éstos desaparecen ¿Qué te queda?
Para nuestra desgracia, esto solo lo aprenderemos en la práctica. Sobre la marcha…
Después de un terremoto o un desastre natural…
¿Cuál es tu balance? ¿Hay algo de qué dar gracias?
¿Tienes la vida?
Y cuando lo único que tienes es a Dios…
¡Sómos las creaturas más dichosísimas sobre la tierra! Porque lo tenemos TODO.
Que el Mundo quiera o No, tiene que mirar Y ACEPTAR O RECHAZAR…
Los acontecimientos y la Naturaleza nos van a enseñar lo que significa la Verdadera Pobreza de Espíritu…
En la Puerta del Cielo, están acelerando la preparación de los catecúmenos.
Regina habla a un grupo de más de quinientos.
Su voz argentina resuena hasta el último rincón de aquel salón:
LA RIQUEZA.
Dios creó el oro y lo dejó en las entrañas de la Tierra, porque quería que fuese útil al hombre con sus sales y para que sirviese de adorno para sus templos.
Pero Satanás ha mordido el corazón del hombre y le inyectó la maldita hambre del oro y la sed de poder.
Arrastrándolo con esto a los sentimientos más abyectos.
Y sembrando mucho mal con su fascinante e inútil esplendor, de este metal que no tiene la culpa.
La mujer por tenerlo se hace coqueta y se entrega a la lujuria…
El hombre por su causa se hace ladrón, usurpador y homicida.
Duro para con su prójimo y para consigo mismo, porque despoja a su alma de su verdadera herencia, para proporcionarse algo efímero.
Y se pierde por unas pocas piedras relumbrosas que a la hora de la muerte tiene que abandonar.
El hombre se desvela más por el oro, que por otras cosas. Los avaros y los codiciosos se ríen que hay un premio y un castigo, para las acciones que se realizan durante la vida.
No reflexionan que por este pecado pierden la Protección de Dios, la Vida Eterna, la alegría. Y que a cambio, lo único que obtienen son remordimientos, maldiciones en el corazón; miedo de estar acompañados, miedo a los castigos humanos.
Miedo que Satanás les inyecta, para no dejarlos disfrutar lo que con sus delitos y su amor al dinero, perjudicaron al prójimo.
Pues lo que se obtiene con delito, se convierte en maldición. Los espera un fin terrible a los que a este punto llevan sus crímenes. Un fin terrible porque es eterno.
La otra vida no es el abismo muerto y sin recuerdos del pasado vivido.
La otra vida es gloria para los justos; espera paciente para los que penan; tormento terrible para los que esperan en la certeza de una maldición eterna. El ansia por las riquezas los hunde en tan tenebroso destino.
No solo se es rico de dinero. Quién logra despojarse de todas las vanidades y se afana por poseer la verdadera sabiduría, logrando desprenderse de los tentáculos de las pobres posesiones terrenas, emprende el vuelo de las elevadas cumbres espirituales.
Jesús dijo que no se puede servir a Dios y al dios dinero, ¡Porque la raíz de todos los males es el afán del dinero y algunos por dejarse dominar por él, se extravían en la Fe y se atormentan con muchos dolores!
Hay otros todavía más duros. No trabajan pero hacen trabajar.
Y acumulan riquezas con el sudor de los demás.
Despilfarran los bienes maliciosamente y fertilizan con el sudor ajeno.
Los que obran así, tienen su hora terrena de triunfo, pero atraen sobre sí la Justicia Divina que vengará a los oprimidos.
Los viciosos no pueden vivir en la pobreza. La codicia empuja al robo.
El avaro nunca está satisfecho y siempre desea más.
El dinero es la cosa más peligrosa sobre la Tierra. Porque muy pocos saben hacer uso de él.
No sirve sino para la materia, el crimen y el Infierno. Muy raras veces el hombre lo emplea para el bien.
Es muy raro encontrar a un rico que no sea injusto y es más fácil desarrollar las virtudes en medio de la pobreza.
El dinero o las mercancías obtenidas con la injusticia, no enriquecen ni sacian.
La amargura de la perversidad humana, crea odio en los miserables, contra los poderosos.
La fiebre satánica de los delirios por las riquezas, conducen a ricos y pobres a su destrucción.
El rico que vive para su dinero, el ídolo más infame de su espíritu en ruinas.
Y el pobre que vive odiando al que envidia y le desea toda clase de males.
No basta no hacer el Mal. Es menester no desearlo, para no acarrearse daño espiritual.
La ambición, la gloria y el poder, son como una burbuja de agua sucia, en la superficie de un desagüe de lavadero: iridiscente pero sucia.
Una sola cosa es necesaria: poseer la sabiduría aún a costa de la vida. La pobreza es un freno en el pecar.
Entre ustedes, los que sean ricos no deben ser altaneros, ni poner su esperanza en lo inseguro de las riquezas. Sino en Dios que nos provee espléndidamente de todo, para que lo disfrutemos, para que practiquen el bien y que se enriquezcan de buenas obras.
Den con generosidad y con liberalidad. De esta forma, estarán atesorando para el futuro, un excelente fondo con el que podrán adquirir la vida verdadera. “Porque donde está tu tesoro, está tu corazón”
Tanto en el bueno como en el malvado, el corazón (o sea, el impulso vital de todas nuestras acciones) está donde está el tesoro que más se quiere.
Cuando se ama a Dios sobre todas las cosas, Él se vuelve el tesoro más precioso y se hace todo por llegar a poseerlo.
Los que tienen la obligación de enseñar la sabiduría a los pobres con su conducta, son los ricos que despojados del afecto por las riquezas materiales, compran para sí el Reino por medio de las Obras de Misericordia para los pequeños y despreciados: los menos afortunados, despojándolos de su abatimiento.
La miseria, al mismo tiempo que envilece al hombre, lo lleva a que pierda la Fe en la providencia que es necesaria, para resistir las pruebas de la vida.
El despego de las riquezas es una escalera que lleva a poseer las riquezas eternas.
Dios no descuida al que deja todo por la verdadera Riqueza y Felicidad:
La de servir a Dios hasta la muerte.
Las cosas que tenemos NO nos pertenecen. Porque Dios nos las concede para administrarlas por un pequeño espacio de tiempo.
Los hombres son los administradores de las migajas de la Gran Creación, pero el Verdadero Dueño es el Padre de los vivientes.
Los ricos son solo los depositarios de estas riquezas que Dios les ha concedido con el fin de que sean distribuidores de ellas para con quien sufre.
Es un honor que Dios hace al hacerlos partícipes de su providencia a favor de los pobres, enfermos, viudas, huérfanos.
Dios no hizo llover comida, vestidos, etc. Sobre el camino de los pobres, porque entonces quitaría al rico el mérito de la caridad para con sus hermanos.
No todos los ricos pueden ser doctos, pero sí pueden ser buenos.
Pobre es quién le falta lo necesario para vivir.
Todos pueden compartir lo que tienen con el que muere de cansancio, de hambre, de frío.
No deben olvidar que en cada ser humano, hay un Cristo pobre o crucificado, que espera la misericordia del que posee más.
LA POBREZA.
LA POBREZA ES UNA REINA VESTIDA DE HARAPOS.
A la vista espanta a la naturaleza, pero el que se abraza a ella, disfruta de la paz y la alegría que solamente Dios puede dar.
Porque a unas manos vacías las llena el Señor, al cual le agrada dar al que no tiene y reconoce que lo que tiene es de Él y se lo devuelve.
Los que tienen la pobreza material, la llevan con toda clase de molestias.
La Providencia existe y los ricos del mundo son sus ministros, porque Dios les concede el honor de ser el único medio para hacer que las riquezas no sean un peligro.
El que logra ver a Cristo que sufre en los necesitados, hace de las riquezas la moneda con la que compra el Cielo.
Los pobres están en Dios. Por eso Jesús quiso nacer pobre y permaneció pobre, a pesar de los ríos de dinero que los óbolos de los ricos le ofrendaron, porque los pobres le aman con todas sus fuerzas.
Los ricos tienen muchas cosas. Los pobres tienen solo a Dios.
Los ricos tienen amigos. Los pobres están solos.
Los ricos tienen muchas consolaciones, los pobres carecen de ellas.
Los ricos tienen diversiones. Los pobres no tienen más que trabajo.
A los ricos se les facilita todo con dinero.
Los pobres tienen además el miedo a la enfermedad y a la carestía, porque es su fin la muerte y la indigencia.
Pero tienen a Dios que es su Amigo y su Consolador. El que los distrae de su penosa vida actual, con esperanzas celestiales.
El rico poco se acerca a Dios, porque piensa que nada le hace falta y todo lo puede con su riqueza.
La pobreza hace al alma humilde al decir: ‘Padre, socórrenos con tu Misericordia.’
Los pobres conservan en su corazón, las joyas de la palabra de Dios: son su Tesoro, su única riqueza y la cuidan como tal.
En el Cielo, muchos asientos los ocuparán los que en la Tierra fueron despreciados como nada y pisoteados como polvo.
La Buena Nueva está destinada principalmente a los pobres, para que tengan un consuelo sobrenatural en la esperanza de una vida gloriosa, después de soportar la triste jornada de la vida humana.
LA POBREZA DE ESPIRITU
Las cosas que hacen rico al hombre son: el oro como riqueza material y los afectos como riqueza moral.
Los bienes hacen acaudalada una vida.
En los afectos se cuentan los lazos de sangre o por matrimonio. Las amistades, la capacidad intelectual, los cargos públicos.
“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.”
Para ser un pobre de espíritu, es necesario poseer la libertad de las riquezas.
Es decir: ser un rico pobre. Estar satisfecho con lo que se tiene, sin envidiar a nadie, ni codiciar nada.
Porque aún el más miserable pordiosero, puede ser pecaminosamente rico en espíritu, por la desmoderada afición a algo o a alguien, convirtiéndolo en pecado.
Porque incluso el amor puede llegar a ser un mal, cuando convertimos en ídolos a la persona amada.
La santa Pobreza de espíritu se despoja de todo, para poder conquistar más libremente a Dios, que es la Suprema Riqueza.
El pobre de espíritu si es rico en bienes materiales, no peca porque tenga dinero, ya que lo emplea para ser santo. Todos le aman y lo bendicen porque es como los oasis en los desiertos que salvan la vida. Sin avaricia alguna dan con alegría, para aliviar la desesperación de los demás.
Si es pobre, se alegra en su pobreza. Come su pan con la alegría del que desconoce el ansia por el dinero y duerme tranquilamente sin pesadillas. Descansado se levanta a su trabajo, que se le hace más llevadero, porque lo lleva a cabo sin ambición ni envidia.
El que llega a la verdadera sabiduría, no busca lo mejor para el cuerpo que perece, sino más bien le da lo peor. Reservando todos los derechos para el espíritu.
Porque Dios NO confía las verdaderas riquezas a quién en la Prueba Terrena, mostró NO saber usar las riquezas materiales.
La Pobreza de espíritu es una de las verdades menos comprendidas.
Para la superficialidad humana, los que se burlan creyéndose sabios piensan que es una estupidez.
El alma entregada a Dios, sabe como guardar el equilibrio justo y pone el espíritu como rey de cuanto hay en el hombre. Con todas sus dotes físicas y morales, sujetas como siervas a este rey.
Cuando el hombre no es espiritual, ni está entregado a Dios, sobrevienen las idolatrías y las esclavas se convierten en reinas, quitan de su trono al espíritu y producen una anarquía que lleva a la ruina y a la destrucción.
La Pobreza de espíritu consiste en tener esa libertad soberana, de todas las cosas que son la delicia del hombre y por las que se llega al impune delito material y moral que frecuentemente escapa a la ley humana.
Y que hace numerosas víctimas que tienen consecuencias trágicas, para la inmensa mayoría de los que lo sufren.
EL POBRE DE ESPIRITU DEJA DE SER ESCLAVO DE LAS RIQUEZAS.
Si no se despoja de ellas y de toda comodidad, sabe usarlas con frugalidad, que es un doble sacrificio y se vuelve pródigo con los pobres. El que comprende las palabras:
‘Haceos amigos con las riquezas injustas’ convierte en su siervo al dinero.
Lo que de otra manera lo conduciría a la lujuria, la prepotencia y la falta de caridad, lo hace que le sirva para allanarle el camino al Cielo.
Camino tapizado con mortificaciones y obras de misericordia para ayudar a sus semejantes; reparando y curando las numerosas injusticias que se llevan a cabo en un mundo que carece de amor y se encuentra plagado de injusticias sociales.
¿Cuántas veces hace esto el generoso que aunque no nade en las riquezas, es capaz de sacrificar ‘sus dos céntimos’, para aliviar una necesidad?
Son ‘Pobres de espíritu’ los que perdiendo lo mucho o lo poco que poseen, saben conservar la paz y la esperanza… y no maldicen, ni odian a nadie. No reniegan de Dios, ni se rebelan contra los hombres.
Pobreza de espíritu es también la humildad que no se hincha y no se ensoberbece proclamándose ‘superhombre’, sino que reconocen el Don de Dios y le agradece por su misericordia al haberlo otorgado.
Conservan la sencillez y admiran al Espíritu, verdadero Autor de la Sabiduría.
Es también generosidad que sabe despojarse aún de los afectos más legítimos y a veces de la misma vida: las riquezas más estimadas por el hombre, para seguir a Dios.
Saben ser mártires para ser generosos en el sentido más completo, porque su espíritu sabe hacerse pobre, para ser rico con la única riqueza eterna: Dios.
Las riquezas se deben amar como un don de la Providencia Divina. Pero nunca se deben amar por sobre el Dador de ellas y de su Voluntad.
Saber desprenderse de ellas y NO maldecir a Dios, si alguien las arrebata.
Zaqueo es la figura evangélica que comprendió perfectamente esto y supo dar su justo valor a la riqueza, para hacerse pobre de espíritu.
El alma que empieza a crecer en el Amor, corta todos los tentáculos que la esclavizan a la tierra.
Y al hacer de Dios su tesoro, el poder de la recta intención hace germinar el deseo justo que empuja a un mayor conocimiento del Bien…
Y a buscar a Dios continuamente, para alcanzarlo con un arrepentimiento sincero y justo, que le da el valor a la renuncia.
Ser pobre de espíritu no es ser estúpido y bobo.
El estafador tal vez se considere muy listo, abusando del que le pone la otra mejilla y le entrega también el manto.
Pero el cristiano que lo hace, es porque comprende que el espíritu está sobre la inteligencia: es el rey de todo cuanto hay en el hombre.
Se está ejerciendo ya la santa Pobreza de Espíritu, cuando somos capaces de conformarnos con lo que poseemos y nos sentimos muy dichosos y afortunados porque nuestra riqueza infinita es Dios.
Y ES cuando podemos sentir la maravillosa libertad que se encierra en las siguientes palabras: “Yo necesito poco para vivir mi existencia. Y lo poco que necesito, lo necesito poco…”
Todas las dotes físicas y morales le deben estar sujetas y ser siervas de este rey.
La criatura filialmente entregada a Dios, sabe tener las cosas en su punto justo, destruyendo todas las idolatrías.
El hombre entiende la pobreza como la falta de dinero, de tierras, de palacios, de joyas.
Son cosas que ama y que le cuesta sacrificio renunciar a ellas y dolor al perderlas.
Pero por una vocación de amor, también sabe despojarse de ellas.
Cuantas mujeres no dejan todo para mantener al esposo o al amante y lo que es peor… Continúan con ellos, por una vocación de amor humano.
Otros, por una idea lo dejan todo: soldados, científicos, políticos, dirigentes de nuevas doctrinas sociales, más o menos justas.
Y se inmolan todos los días por su ideal, vendiendo la vida por la belleza de un ideal y haciéndose pobres por alcanzar ese ideal.
Así también los seguidores de Jesús.
Saben renunciar a las riquezas de la vida, ofreciéndosela a Él, por su amor y por el prójimo. Renuncia mucho más grande que aquella de las riquezas materiales.
La gente del mundo se afana y se aflige por proveerse de objetos que no pueden gozar.
Para practicar la Pobreza de espíritu, se deben desprender de todos los bienes; dando a los familiares lo que les pertenece y lo propio para hacer caridad.
Se debe sacrificar la riqueza de los afectos. Es el oro más puro y valioso que cualquier otro: saber renunciar a la familia, por amor a Dios.
Es fabricar perlas eternas con llanto…
Y rubíes con la sangre que mana por la herida del corazón que es desgarrado, por la separación del padre, de la esposa y de los hijos.
EL DESPOJO TOTAL DE LA POBREZA
El despojo total de la pobreza se efectúa en ‘NO TENER’
Y es similar del ‘NO PERTENECERSE’.
El que decide ser pobre dice: “Me doy. Me entrego. Me vacío. Me nulifico. Todo lo entrego. De todo me despojo: entrego todas las personas, todos los afectos.
Devuelvo al Señor todo cuanto de Él he recibido, con todos sus dones y sus gracias: te doy mi cuerpo, mi alma, mi vida, mis sentidos, mis potencias, mis sentimientos, mis esperanzas, mi inteligencia, mi espíritu y todo mi ser.
Con todas sus palpitaciones hasta mi eternidad.’
Esto es el Despojo de la Pobreza.
En el desprecio de todo adorno y comodidad, hasta llegar a despreciarse a sí mismo, desnudándose de todo olor mundano y vistiéndose solo de Jesús.
Es así como cada día se encuentran más las verdaderas riquezas y se hallan los encantos de la pobreza.
La pobreza y la Obediencia tienen el aroma de lo divino.
El alma unida a Dios, es muy rica con las riquezas y los tesoros que Él siempre tiene consigo. Pero es totalmente pobre y vacía en sí misma.
Es decir: todo lo tiene, sin tenerlo.
Y se queda con su pobreza, aunque esté vestida de perlas.
Porque los pobres de espíritu son los que devuelven los dones al dador de ellos. Los que se renuncian totalmente y mueren a su propia voluntad, para vivir solamente de la Voluntad Divina.
Al alma creada que se da, se le da a ella un Dios Increado, proporcionándole una dicha desconocida por el mundo.
Dios dio al hombre los afectos humanos buenos, para que sean un alivio que lo levante en medio de las fatigas de la vida.
Muchas raíces están trabadas en el ser humano y deben ser separadas.
Y a veces, definitivamente cortadas.
Dios llama y pasa. Con libertad espiritual se viene al servicio de Dios.
Nada debe impedir a quién se entrega.
Dios es tan exigente, como es infinitamente generoso en premiar.
El hombre debe amar a sus seres queridos con el amor perfecto que se obtiene a través del amor a Dios, que sublima todos los amores.
Cuando le amamos a Él sobre todas las cosas, le pertenecemos por entero.
Y Él tiene derecho de posesión total: por Creación y por Redención.
Nadie es más grande que Él, en tener derecho sobre los afectos.
Al cumplir la Voluntad divina con perfección, implica hasta el sacrificio total de cualquier querer o voz de sangre y de afecto.
La riqueza de los afectos, es la que está más ligada al espíritu y arrancarla causa más dolor, que rasgarse la carne.
Los afectos son una riqueza casi viva. Sin embargo por amor a Dios, es necesario dejarlos también a ellos, porque por ese mismo dolor, se expía para salvarlos.
Dios no condena los afectos. Él los ha bendecido con la Ley y los Sacramentos, pero deben ser dejados sobre la Tierra, para conquistar el Cielo, que es la morada verdadera.
Todo cuanto Dios ha creado para el hombre, debe mirarse a través de la lente celestial. Cuanto Dios ha dado debe ser tomado con reconocimiento, pero devuelto con prontitud a su requerimiento.
Cuando el hombre muere, deja todo lo terrenal, incluyendo a los seres queridos.
Y queda totalmente solo frente a Dios, para enfrentar el destino que Él mismo se procuró.
El que decide ser discípulo y dejarlo todo, debe ‘morir’ a las cosas de la Tierra en una muerte mística, pero real.
Es una experiencia desgarradora.
Pero igualmente el alma se queda totalmente sola ante Dios y ‘vive muriendo’.
Haciendo solamente su Voluntad, en la misión que todavía debe cumplir en los días que le es concedido vivir, en el resto de su jornada terrena.
Dios no destruye la riqueza afectiva. La levanta de la Tierra para trasplantarla en el Cielo.
Allá serán reconstruidas eternamente las santas convivencias familiares, las amistades, toda aquella forma de afecto honesto y bendito que Jesús quiso para Sí Mismo y que sabe que preciosas son.
Pero nunca serán más preciosas que Dios y que la vida Eterna.
El amor de la sangre nunca debe hacernos salir del camino de la justicia. Porque sobre Dios NO hay nadie.
Los lazos de sangre se subliman porque con nuestras lágrimas, damos a nuestros familiares la ayuda definitiva para atraerlos hacia el Cielo y hacia Dios, por el camino del sacrificio de los afectos.
Renunciar a la riqueza de un afecto por seguir la voluntad de Dios sin pesares humanos, es la Perfección de la Renuncia aconsejada al joven del Evangelio.
Dios no destruye los lazos familiares. Él los santifica y enseña a amarlos con un amor sobrenatural. Y ¿Cuál amor más alto que tener caridad por las almas enfermas de nuestros familiares?
Se recibe mucha ingratitud; pero también ésta es necesaria para que trabaje el amor que las redime. Y los de casa son los primeros.
No hay que llorar por la carne y la sangre que sufren, al sentir que a quién engendramos, nos rechazan. Nuestro sufrimiento trabaja más que cualquier otra cosa a favor de nuestra alma y la de ellos.
No hay que formarse remordimientos por haber querido ser más de Dios, que de nuestra familia. Porque más que ella es Dios.
Así podemos sentir como nuestros amores se van transformando y se han concentrado en uno solo: Dios.
Con nuestro sufrimiento desgarrador engendramos hijos para Dios.
El alma-victima prueba todos los suplicios: el de la renuncia a los afectos, a las comodidades, a los intereses.
Satanás arrebata todo.
Después vendrá algo mucho más grande y que ciñe con una corona inmortal. Hay que ser como columnas y permanecer firmes y fieles.
Nunca se debe mirar a lo que hemos dejado para seguir a Jesús.
El pasado, los afectos y todo lo que se abandona para caminar por el Camino de la Cruz, son un peligroso lastre que puede arrollarnos en la rebeldía, si volvemos la vista y el dolor nos desgarra.
Así no se puede trabajar en ningún apostolado.
Porque todas estas cosas impiden que el fuego del amor se encienda en nuestro espíritu y son un estorbo para cumplir la misión.
Se debe vigilar porque el corazón viva en una sumisión completa a la Voluntad de Dios que se manifiesta en la suerte que vivimos.
Soportando pacientemente, sin permitir al pensamiento la libertad de un juicio que no sea benévolo con Él.
En otras palabras: no se debe reflexionar en el estado que se tiene, para que no haya rebeliones que matan el amor.
Y Dios dará la fortaleza como Don del Espíritu Santo, que es la renuncia a los que se ama.
La riqueza más grande que el oro y más preciosa que la misma existencia, es la riqueza intelectual: el propio pensamiento.
Los escritores lo donan a las muchedumbres, más ellos lo hacen elástico para acomodarlo a su público. Pero lo hacen por lucro y su verdadero pensamiento no lo dicen nunca.
Dicen aquello que sirve para su tesis, pero su intimidad la guardan celosamente en lo más profundo de su mente; porque son pensamientos de dolor, por penas íntimas o reproches de la conciencia, que es la lejana voz de Dios.
Y esta es la renuncia más grande: la renuncia a la propia manera de pensar, para adquirir la de Dios.
Arrodillando la razón en amorosa sumisión a la Voluntad Divina.
Regina calla…
Ella no sabe cuán pronto deberá dar el más grandioso y estremecedor testimonio de todo cuanto acaba de enseñar…
Una de las cosas que más asombraron al mundo pagano y hacían nuevos y siempre más numerosos prosélitos para la Iglesia; era la calma, la serenidad, la fortaleza de los mártires, durante la hora del martirio.
Solo de Dios puede venir esta inmutable y serena paz.
Pero el martirio del corazón no es menos atroz que el de la carne. Y solo Dios puede comunicar a los desgarrados del corazón, el heroísmo de una resignación que es verdaderamente la cuarta frase del ‘Pater’ vivida con toda la carne y con toda el alma, la inteligencia y el espíritu.
El mundo ciego cambiará esta calma heroica, don del Espíritu Santo, por indiferencia y desamor.
El mundo ensucia todo cuanto toca.
Pero lo sucio no penetra en un bloque de diamante. Se posa encima y después cae con la más pequeña lluvia.
Hay que dejar que los ciegos del mundo no vean.
Los demás para los cuales el Espíritu es Luz, leen el Nombre de Dios en el coraje del mártir y…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
F62 EL SECRETO DE LA PERFECCIÓN
Queridos hijitos Míos, hoy os quiero hacer una ligera semblanza didáctica sencilla, pero entendible, sobre el Cielo, el Purgatorio y la Tierra.
El Cielo es vuestro hogar, en donde vivís, del cual vivís Conmigo y gozáis aún antes de bajar a servirMe. El Cielo siempre ha existido, no tiene principio ni tendrá fin, ya que es parte de Mí, como lo sois también vosotros. El Cielo y su gozo lo constituye Mí Amor.
Cuando el alma decide, por propio libre albedrío, bajar a servirMe, como Mí Hijo lo hizo, atendiendo una necesidad de Mí Corazón, en la ayuda a sus hermanos y la difusión de Mí Amor como alimento y vida, Yo le concedo el Don de la Vida.
El Don de la Vida como ya os he explicado, es un Don excelso concedido a algunas almas, a las que Yo escojo para bajar a servirMe. No todas las almas tienen la oportunidad de bajar y el tener el Don de la Vida.

“CRUCIFÍCAME, SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, PORQUE TE ADORO SOBRE TODAS LAS COSAS” Yo merezco la Cruz por mis pecados y quiero bajarte, para que vivas dentro de mi corazón y tomes las riendas de mi vida. Y yo viva para tí y que a través de mí, sigas viviendo para mis hermanos…”
Es un honor grandísimo para el alma y un gozo para Mí vuestro Dios, al ver que el alma se ofrece a su Dios en amor y sacrificio, para servirMe en la Tierra.
El alma goza en el Cielo antes de bajar, pero podría decirles que su gozo el limitado, según su nivel de creación. El alma que regresa después de su misión por la Tierra, alcanza niveles superiores de gozo; porque fue escogida por Mí, se donó, se sacrificó por Mí en sus hermanos.
NO sucumbió a las tentaciones fortísimas del Mal y regresó triunfante. El Gozo del alma triunfante se vuelve superior, porque Yo así premio su donación libre y espontánea por servir a su Dios.
Mi hijo Pablo, apóstol de Mí Hijo Jesucristo os habló algo de ésto, al deciros sobre la existencia de “varios Cielos” a los que otra gran santa les llama “moradas”.
Según haya sido vuestro desempeño, con la misión que os concedí para llevar a cabo sobre la Tierra, podréis alcanzar diferentes niveles de gozo en el Cielo a vuestro regreso. En todos los niveles el gozo es total, pero como sabéis, no es lo mismo llenar hasta el borde un recipiente grande, que uno pequeño.
Si amasteis y os distéis por completo, durante vuestra vida por Mí, en vuestros hermanos; vuestro “recipiente”, vuestra capacidad de gozar en Mí Cielo, será mayor. Si os distéis menos por los demás, para Mí Amor a vuestros hermanos, vuestro gozo será menor. Si casi no os distéis, pero al menos algo pequeñito distéis, el gozo que os dé será casi del mismo nivel que teníais antes de bajar.
El gozo que os dé en cada nivel será total, de modo que NO podréis envidiar el gozo que tenga un alma en un nivel superior, debido a que Yo colmaré plenamente el “recipiente”, vuestra alma, según lo crecida que regrese después de su paso por la Tierra, por haber vivido en el Amor y haberlo dejado en las almas de sus semejantes.
Si distéis mucho amor y alimentasteis correctamente a vuestra alma, ella llegará muy crecida, muy madura en el Amor y ella será colmada, como premio a ésa donación.
Si en cambio, NO distéis mucho amor, distéis lo mínimo u os salvasteis por intercesión de otros, no por méritos propios, vuestra alma llegará pequeña, raquítica, pero aún así la colmaré. Su gozo será pequeño, como pequeño y raquítico fue el amor que dejó en la Tierra.
No podrá desear más, porque NO supo amar más y tampoco envidiará a las almas más crecidas y con más gozo, porque NO le podrá “caber más amor” a su recipiente pequeño, a su alma poco crecida.
Esto Mí Hijo os lo ejemplificó con los talentos. Aquella alma rica en talentos, ella admira Mí obra en ella, siente la responsabilidad, pero se dá a sus hermanos y dá todo. Por eso “al regresar al amo”, o sea a vuestro regreso a Mí Reino a vuestro Hogar, Yo le agradezco su buen servicio y le doy más, porque fue fiel en lo poco y ahora le doy mucho más en Mí Reino.
Al que se le dieron menos talentos y también los puso a trabajar, se le dá de la misma forma que al primero y se le premia según su nivel de donación… Pero NO así al que, aunque se le dio poco y sintió la responsabilidad con su Dios, tuvo miedo y no hizo nada por Mí Reino entre vosotros.
A éste no sólo se le quita lo que se le dió, sino se le reprende y lo que tenía se le dá al que se le dió más, porque es un alma en la que puedo confiar para trabajar en las cosas de Mí Reino.
La Tierra, lugar de la Creación del hombre, sufrió una fuerte caída al cometerse el Pecado Original en ella. Toda la Tierra, Mí Creación, las almas al encarnarse, todo lo creado sufrió por tal Pecado.
La misión de las almas es la de ayudarMe a conseguir para la Tierra, para Mí Creación, para el hombre, su nivel de perfección en el cuál fue creado. Para daros a conocer la forma “ideal” de hacerlo, os mandé a Mí Único Hijo, Jesucristo para que os enseñara el Camino para lograrlo.
Os dio Mis Leyes y Preceptos de Amor. Os dio Mis Enseñanzas y os dejó su Vida en la Sagrada Eucaristía.
El alma baja de la misma forma que bajó Mí Hijo, con una donación total, la diferencia estriba en que la Esencia Divina de Mí Hijo, no se podía manchar por el Pecado Original.
Esto es porque Soy Yo Mismo en Mí Segunda Persona y como Dios, Yo tengo todo el Poder y la Gracia Divina para NO mancharMe con algo que es infinitamente más pequeño que Yo: el Pecado Original, causado por la desobediencia de vuestros primeros padres.
El Pecado afectó a la materia creada de la cual tomáis cuerpo y al encarnaros, vuestra alma va a ser afectada en vuestro desenvolvimiento sobre la Tierra.
Si el alma toma del alimento debido –Oración, vida de amor, Eucaristía-, esa alma estará fuerte para vencer las Insidias del Mal, en el campo de batalla.
Si el alma NO se alimenta bien, esa alma estará muy atacada y si no es vencida, por lo menos muy herida quedará a su regreso a Mí Reino, cuando Yo la mande llamar.
Este campo de batalla –Tierra- está ahora al mando del Príncipe del Mundo, quien os atacará continuamente para que dejéis Mí Amor y Mis Enseñanzas, además de tratar de haceros caer en la perdición eterna para que NO podáis regresar a Mí Reino, vuestro Hogar.
Las almas sufren caídas, quebrantos, éxitos, durante el tiempo de vida que os concedo. Cuando se os termina el tiempo de vida que os concedo para servirMe, os mando llamar a cuentas… Y como administrador de Mis Bienes, os hago un recuento de vuestra vida.
Y así es cómo en vuestro juicio personal se os dará Vida Eterna con el nivel de Gozo que lograsteis, según vuestros méritos.
O se os dará Dolor Eterno, si en lugar de trabajar para Mí en la salvación de vuestros hermanos, en su crecimiento y apoyo espiritual en la lucha, os volvisteis instrumentos del Mal y le servisteis para matarlos espiritualmente.
El Purgatorio es el “hospital” de las almas heridas en misión. Prácticamente ninguna alma llega sana y limpia a Mí Presencia al final de su vida. Todas han sufrido “heridas” y llegan con cicatrices de odios, envidias, rencores, mentiras…
Caídas mortales de pecados graves que aunque ya perdonados sus pecados, tienen que purgar por su mal proceder. El Purgatorio “sanará” todas esas heridas que el Demonio os causó, porque vosotros lo permitisteis en alguna etapa de vuestra vida.
Las almas van al Purgatorio a cerrar heridas, a hacer desaparecer cicatrices profundas, a limpiar y restaurar vuestras vestiduras, para poder entrar a vuestra Casa Eterna como dignos hijos de Rey, quien os recibirá con los brazos abiertos a invitaros al gozo eterno.
Hijitos Míos, que esta pequeña explicación os haga reflexionar sobre vuestro paso por la Tierra y tened presente que vuestra misión es algo muy serio para el Cielo.
Os he concedido el Don de la Vida porque fuisteis escogidos por Mí, vuestro Dios, para ayudarMe a levantar la Creación al nivel Divino del Principio. He puesto Mí Confianza en cada uno de vosotros, dándoos diferentes talentos para ser puestos al servicio de la salvación eterna de vuestros hermanos… Y según los uséis, así será vuestro Premio Eterno.
El tiempo es corto y tampoco sabéis cuándo os he de llamar a cuentas, así que reparad vuestro camino pasado y emprended ya desde ahora, un nuevo camino basado en Mis Leyes y en Mí Amor.
Yo Soy el Buen Dios que perdona todo un pasado lleno de maldad y al olvidarlo, os da la oportunidad de ganaros un buen lugar en Mí Reino, vuestro Hogar de Siempre.
Todos vosotros tenéis necesidades de diferente índole. Si tenéis mucho de lo material y creéis que NO tenéis necesidades, estáis faltos de lo espiritual y viceversa. Mi Hijo os dijo que NO podíais servir a dos amos o estáis Conmigo o estáis en contra de Mí y le estáis sirviendo al enemigo.
Debéis escoger Mis pequeños en vuestra vida, a quién serviréis. NO necesariamente padeceréis falta siempre de lo material si estáis Conmigo. NO por el hecho de escoger la mejor parte que es vivir Conmigo y vivir bajo Mi Voluntad, bajo Mis Mandamientos, vais a perder también lo material.
¡No! Mis pequeños, si aceptáis Mi Voluntad en vuestra vida, Yo os daré todo; porque sabré y sé de antemano, que vosotros NO Me haréis a un lado, si tenéis de lo material.
Muchos de vuestros hermanos se sienten satisfechos al tener mucho de lo material. Ya NO tienen la Oración de Invocación, NI en su corazón, NI en sus labios. NO vienen a Mí, ni siquiera para agradecer lo que Yo les he dado.
Todos vosotros recibís de Mí lo material y lo espiritual. Pero es tan fuerte el hecho de tener de lo material, que las almas se olvidan de Mí, se obsesionan, se creen satisfechos. Presumen de lo material y si buscáis un poquito debajo de ellos, si rascáis un poquito en su alma, veréis que NO tienen ellos prácticamente ningún soporte espiritual.
Orad también por éstas almas que se han obsesionado con los bienes de la Tierra, porque éstas almas NO están previendo su futuro eterno. Se sienten complacidas con ellas mismas de arreglar su futuro terreno, de tener posesiones, muchas riquezas, ahorros grandes, etc., buscando solamente lo material.
Están llenas de lo material y tan llenas están, que NO cabe lo espiritual en su vida. Programan su existencia para vivir en cuerpo y alma buscando lo material.
Se hacen compromisos grandes y continuos para vivir en lo material, para vivir dentro de una sociedad material. Escogen a sus amistades, escogen sus grupos, escogen una vida en la cual, estos hermanos vuestros están viviendo una irrealidad.
Creen ellos estar por sobre los demás de sus hermanos, gozando más que los demás. Gozando los bienes materiales, que Yo les permití en gran medida tener, pero para que hicieran el bien. Se sienten superiores y viven una irrealidad, porque NO tienen ningún apoyo sólido para lo espiritual.
Y así, ése mundo privado de ellos, que han creado para vivir entre ellos con los bienes materiales, se les derrumba rápidamente cuando se tienen que presentar ante Mí. Les permito un tiempo antes de regresar a Mí, de que se den cuenta de su error…
De que crearon un mundo de fantasía, un mundo de pecado, un mundo de falsedad, que desperdiciaron el tiempo de su vida para hacer el Bien a sus hermanos y no Me dieron nada a Mí, vuestro Dios.
Los bienes que les concedí para que en un momento dado repartieran entre sus hermanos necesitados, los utilizaron con gran desperdicio, comprando tantas cosas y según ellos tan valiosas y exclusivas; que desperdiciaron lo que a muchos de sus hermanos les hubiera servido para siquiera vivir o alimentarse un tiempo más.
¡Cómo desperdiciáis, Mis pequeños, vuestra vida!, ¡Cómo desperdiciáis de los bienes que os permito tener! En lugar de comparar el Cielo, compráis vuestra perdición eterna. Usad de los bienes de la Tierra, usad de los bienes materiales para ganar el Cielo. NO utilicéis las riquezas que tenéis para hundiros en la condenación eterna.
Ahí está la Sabiduría que debéis pedir y Me la debéis pedir a Mí, vuestro Dios: ¿Cómo os debéis comportar a lo largo de vuestra existencia?
Y eso Me lo debéis preguntar todos los días de vuestra vida y eso es vivir bajo Mi Divina Voluntad. Es vivir con Sabiduría, es vivir con humildad, es vivir sabiendo que NO sois dueños de vuestra vida y que necesitáis una guía sabia que os lleve por caminos de perfección.
Sí, Mis pequeños, os remarco tanto esto, porque sois mediocres, os conformáis con tan poco y NO queréis buscar la perfección de vuestra vida.
NO os imagináis cómo Me alegro con ésas almas que buscan la perfección y la perfección la lográis, teniendo como ejemplo a Mi Hijo, comportándoos como Él, viviendo de acuerdo a como Él vivía.
Y Él vivía también bajo Mi Divina Voluntad. Éste es el secreto de la perfección y espero lo entendáis bien, Mis pequeños.
Hijitos Míos, el hecho de que os volváis verdaderos instrumentos Míos, os dan capacidades enormes. Por un lado, vosotros os dejáis mover como instrumentos libres, para que Yo os lleve a donde Yo quiera, que deis el ejemplo que Yo quiera, que platiquéis a vuestros hermanos de lo que Yo quiera.
Cuando os dejáis mover, según Mi Divina Voluntad, gozáis. Gozáis el ser instrumentos libres para Mi Amor. Pero, por otro lado, os doy también otra Bendición, de que vosotros mismos os deis cuenta de tantas cosas que podéis hacer al ser instrumentos e intercesores.
Os dejáis mover por Mí, pero también Me pedís a Mí, vuestro Dios, que os dé Gracias y Bendiciones extras, para que vosotros podáis interceder en vuestro libre albedrío por vuestros hermanos, que podáis obrar para su bien, que podáis amarlos como Mi Hijo los amaría.
Vosotros os volvéis verdaderos instrumentos celestiales que transmitís Mi Amor y transmitís también vuestro amor.
El ser instrumentos y el estar sueltos totalmente a Mi Divina Voluntad, no os resta a vosotros vuestra libertad de acción, seguís siendo libres y podéis hacer, dentro de ésa libertad, tantas cosas de Bien para vuestros hermanos y así es como amo más, Mis pequeños.
Porque entráis a formar parte del Cielo y vivís el Cielo en la Tierra, porque estáis viviendo como Yo quiero que viváis, y esto es santamente, atrayendo almas hacia Mí, viviendo interna y externamente en forma auténtica, santos, donados, salvadores, como lo es Mi Hijo.
Tomaréis Su presencia, Él os tomará y os reconocerán como hijos verdaderos Míos, por llevar paz y amor a vuestros hermanos, por llevarles Sabiduría excelsa, que solamente os puede dar Mi Santo Espíritu.
Ciertamente, una gran mayoría de vuestros hermanos no os entienden, os hacen a un lado porque les estáis hablando en otro idioma. Pero vosotros con prudencia y Sabiduría, deberéis moverlos hacia la conversión, hacia la búsqueda del Verdadero Amor, hacia la búsqueda de las Virtudes, hacia la necesidad de regresar al Reino de los Cielos.
Todo lo podréis obtener si estáis Conmigo y si tenéis ésos deseos santos en vuestro interior. No hay nada imposible para Mí vuestro Dios, Yo os puedo hacer crecer a niveles espirituales que ni vosotros mismos os imagináis, pero necesito estar seguro de vuestra autenticidad de vida.
Cuando vosotros estáis preparados por Mí y vosotros aceptáis ése cambio de vida, con donación completa hacia Mí, es cuando Yo puedo hacer grandes obras a través de vosotros, porque ya no os verán a vosotros, ya Me verán a Mí.
Y vosotros habréis crecido con suficiente humildad para aceptar ésta realidad, ya NO buscaréis ser protagonistas, sino sencillos siervos del Señor.
Yo os Bendigo, Mis pequeños, os llevo en Mi Corazón. Amaos los unos a los otros, os lo pidió Mi Hijo. Bendecid estos momentos en vuestra vida y agradecedMelos, son momentos de Gloria.
Os amo, os amo, Mis pequeños, y dejadMe ser vuestro Dios en vuestra vida, en total libertad.
Os amo, Mis pequeños y os Bendigo en Mi Santísima Trinidad.
Yo os Bendigo en Mi Santísimo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo, salvador de todo el género humano y en el de Mi Santo Espíritu de Amor. Recibid todo el amor maternal y cuidados de mi Hija, la Siempre Virgen María.
73.- POBREZA DE ESPÍRITU
En la Puerta del Cielo, están acelerando la preparación de los catecúmenos.
Regina habla a un grupo de más de quinientos.
Su voz argentina resuena hasta el último rincón de aquel salón:
LA RIQUEZA.
Dios creó el oro y lo dejó en las entrañas de la Tierra, porque quería que fuese útil al hombre con sus sales y para que sirviese de adorno para sus templos.
Pero Satanás ha mordido el corazón del hombre y le inyectó la maldita hambre del oro y la sed de poder.
Arrastrándolo con esto a los sentimientos más abyectos.
Y sembrando mucho mal con su fascinante e inútil esplendor, de este metal que no tiene la culpa.
La mujer por tenerlo se hace coqueta y se entrega a la lujuria…
El hombre por su causa se hace ladrón, usurpador y homicida.
Duro para con su prójimo y para consigo mismo, porque despoja a su alma de su verdadera herencia, para proporcionarse algo efímero.
Y se pierde por unas pocas piedras relumbrosas que a la hora de la muerte tiene que abandonar.
El hombre se desvela más por el oro, que por otras cosas. Los avaros y los codiciosos se ríen que hay un premio y un castigo, para las acciones que se realizan durante la vida.
No reflexionan que por este pecado pierden la Protección de Dios, la Vida Eterna, la alegría. Y que a cambio, lo único que obtienen son remordimientos, maldiciones en el corazón; miedo de estar acompañados, miedo a los castigos humanos.
Miedo que Satanás les inyecta, para no dejarlos disfrutar lo que con sus delitos y su amor al dinero, perjudicaron al prójimo.
Pues lo que se obtiene con delito, se convierte en maldición. Los espera un fin terrible a los que a este punto llevan sus crímenes. Un fin terrible porque es eterno.
La otra vida no es el abismo muerto y sin recuerdos del pasado vivido.
La otra vida es gloria para los justos; espera paciente para los que penan; tormento terrible para los que esperan en la certeza de una maldición eterna. El ansia por las riquezas los hunde en tan tenebroso destino.
No solo se es rico de dinero. Quién logra despojarse de todas las vanidades y se afana por poseer la verdadera sabiduría, logrando desprenderse de los tentáculos de las pobres posesiones terrenas, emprende el vuelo de las elevadas cumbres espirituales.
Jesús dijo que no se puede servir a Dios y al dios dinero, ¡Porque la raíz de todos los males es el afán del dinero y algunos por dejarse dominar por él, se extravían en la Fe y se atormentan con muchos dolores!
Hay otros todavía más duros. No trabajan pero hacen trabajar.
Y acumulan riquezas con el sudor de los demás.
Despilfarran los bienes maliciosamente y fertilizan con el sudor ajeno.
Los que obran así, tienen su hora terrena de triunfo, pero atraen sobre sí la Justicia Divina que vengará a los oprimidos.
Los viciosos no pueden vivir en la pobreza. La codicia empuja al robo.
El avaro nunca está satisfecho y siempre desea más.
El dinero es la cosa más peligrosa sobre la Tierra. Porque muy pocos saben hacer uso de él.
No sirve sino para la materia, el crimen y el Infierno. Muy raras veces el hombre lo emplea para el bien.
Es muy raro encontrar a un rico que no sea injusto y es más fácil desarrollar las virtudes en medio de la pobreza.
El dinero o las mercancías obtenidas con la injusticia, no enriquecen ni sacian.
La amargura de la perversidad humana, crea odio en los miserables, contra los poderosos.
La fiebre satánica de los delirios por las riquezas, conducen a ricos y pobres a su destrucción.
El rico que vive para su dinero, el ídolo más infame de su espíritu en ruinas.
Y el pobre que vive odiando al que envidia y le desea toda clase de males.
No basta no hacer el Mal. Es menester no desearlo, para no acarrearse daño espiritual.
La ambición, la gloria y el poder, son como una burbuja de agua sucia, en la superficie de un desagüe de lavadero: iridiscente pero sucia.
Una sola cosa es necesaria: poseer la sabiduría aún a costa de la vida. La pobreza es un freno en el pecar.
Entre ustedes, los que sean ricos no deben ser altaneros, ni poner su esperanza en lo inseguro de las riquezas. Sino en Dios que nos provee espléndidamente de todo, para que lo disfrutemos, para que practiquen el bien y que se enriquezcan de buenas obras.
Den con generosidad y con liberalidad. De esta forma, estarán atesorando para el futuro, un excelente fondo con el que podrán adquirir la vida verdadera. “Porque donde está tu tesoro, está tu corazón”
Tanto en el bueno como en el malvado, el corazón (o sea, el impulso vital de todas nuestras acciones) está donde está el tesoro que más se quiere.
Cuando se ama a Dios sobre todas las cosas, Él se vuelve el tesoro más precioso y se hace todo por llegar a poseerlo.
Los que tienen la obligación de enseñar la sabiduría a los pobres con su conducta, son los ricos que despojados del afecto por las riquezas materiales, compran para sí el Reino por medio de las Obras de Misericordia para los pequeños y despreciados: los menos afortunados, despojándolos de su abatimiento.
La miseria, al mismo tiempo que envilece al hombre, lo lleva a que pierda la Fe en la providencia que es necesaria, para resistir las pruebas de la vida.
El despego de las riquezas es una escalera que lleva a poseer las riquezas eternas.
Dios no descuida al que deja todo por la verdadera Riqueza y Felicidad:
La de servir a Dios hasta la muerte.
Las cosas que tenemos NO nos pertenecen. Porque Dios nos las concede para administrarlas por un pequeño espacio de tiempo.
Los hombres son los administradores de las migajas de la Gran Creación, pero el Verdadero Dueño es el Padre de los vivientes.
Los ricos son solo los depositarios de estas riquezas que Dios les ha concedido con el fin de que sean distribuidores de ellas para con quien sufre.
Es un honor que Dios hace al hacerlos partícipes de su providencia a favor de los pobres, enfermos, viudas, huérfanos.
Dios no hizo llover comida, vestidos, etc. Sobre el camino de los pobres, porque entonces quitaría al rico el mérito de la caridad para con sus hermanos.
No todos los ricos pueden ser doctos, pero sí pueden ser buenos.
Pobre es quién le falta lo necesario para vivir.
Todos pueden compartir lo que tienen con el que muere de cansancio, de hambre, de frío.
No deben olvidar que en cada ser humano, hay un Cristo pobre o crucificado, que espera la misericordia del que posee más.
LA POBREZA.
LA POBREZA ES UNA REINA VESTIDA DE HARAPOS.
A la vista espanta a la naturaleza, pero el que se abraza a ella, disfruta de la paz y la alegría que solamente Dios puede dar.
Porque a unas manos vacías las llena el Señor, al cual le agrada dar al que no tiene y reconoce que lo que tiene es de Él y se lo devuelve.
Los que tienen la pobreza material, la llevan con toda clase de molestias.
La Providencia existe y los ricos del mundo son sus ministros, porque Dios les concede el honor de ser el único medio para hacer que las riquezas no sean un peligro.
El que logra ver a Cristo que sufre en los necesitados, hace de las riquezas la moneda con la que compra el Cielo.
Los pobres están en Dios. Por eso Jesús quiso nacer pobre y permaneció pobre, a pesar de los ríos de dinero que los óbolos de los ricos le ofrendaron, porque los pobres le aman con todas sus fuerzas.
Los ricos tienen muchas cosas. Los pobres tienen solo a Dios.
Los ricos tienen amigos. Los pobres están solos.
Los ricos tienen muchas consolaciones, los pobres carecen de ellas.
Los ricos tienen diversiones. Los pobres no tienen más que trabajo.
A los ricos se les facilita todo con dinero.
Los pobres tienen además el miedo a la enfermedad y a la carestía, porque es su fin la muerte y la indigencia.
Pero tienen a Dios que es su Amigo y su Consolador. El que los distrae de su penosa vida actual, con esperanzas celestiales.
El rico poco se acerca a Dios, porque piensa que nada le hace falta y todo lo puede con su riqueza.
La pobreza hace al alma humilde al decir: ‘Padre, socórrenos con tu Misericordia.’
Los pobres conservan en su corazón, las joyas de la palabra de Dios: son su Tesoro, su única riqueza y la cuidan como tal.
En el Cielo, muchos asientos los ocuparán los que en la Tierra fueron despreciados como nada y pisoteados como polvo.
La Buena Nueva está destinada principalmente a los pobres, para que tengan un consuelo sobrenatural en la esperanza de una vida gloriosa, después de soportar la triste jornada de la vida humana.
LA POBREZA DE ESPIRITU
Las cosas que hacen rico al hombre son: el oro como riqueza material y los afectos como riqueza moral.
Los bienes hacen acaudalada una vida.
En los afectos se cuentan los lazos de sangre o por matrimonio. Las amistades, la capacidad intelectual, los cargos públicos.
“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.”
Para ser un pobre de espíritu, es necesario poseer la libertad de las riquezas.
Es decir: ser un rico pobre. Estar satisfecho con lo que se tiene, sin envidiar a nadie, ni codiciar nada.
Porque aún el más miserable pordiosero, puede ser pecaminosamente rico en espíritu, por la desmoderada afición a algo o a alguien, convirtiéndolo en pecado.
Porque incluso el amor puede llegar a ser un mal, cuando convertimos en ídolos a la persona amada.
La santa Pobreza de espíritu se despoja de todo, para poder conquistar más libremente a Dios, que es la Suprema Riqueza.
El pobre de espíritu si es rico en bienes materiales, no peca porque tenga dinero, ya que lo emplea para ser santo. Todos le aman y lo bendicen porque es como los oasis en los desiertos que salvan la vida. Sin avaricia alguna dan con alegría, para aliviar la desesperación de los demás.
Si es pobre, se alegra en su pobreza. Come su pan con la alegría del que desconoce el ansia por el dinero y duerme tranquilamente sin pesadillas. Descansado se levanta a su trabajo, que se le hace más llevadero, porque lo lleva a cabo sin ambición ni envidia.
El que llega a la verdadera sabiduría, no busca lo mejor para el cuerpo que perece, sino más bien le da lo peor. Reservando todos los derechos para el espíritu.
Porque Dios NO confía las verdaderas riquezas a quién en la Prueba Terrena, mostró NO saber usar las riquezas materiales.
La Pobreza de espíritu es una de las verdades menos comprendidas.
Para la superficialidad humana, los que se burlan creyéndose sabios piensan que es una estupidez.
El alma entregada a Dios, sabe como guardar el equilibrio justo y pone el espíritu como rey de cuanto hay en el hombre. Con todas sus dotes físicas y morales, sujetas como siervas a este rey.
Cuando el hombre no es espiritual, ni está entregado a Dios, sobrevienen las idolatrías y las esclavas se convierten en reinas, quitan de su trono al espíritu y producen una anarquía que lleva a la ruina y a la destrucción.
La Pobreza de espíritu consiste en tener esa libertad soberana, de todas las cosas que son la delicia del hombre y por las que se llega al impune delito material y moral que frecuentemente escapa a la ley humana.
Y que hace numerosas víctimas que tienen consecuencias trágicas, para la inmensa mayoría de los que lo sufren.
EL POBRE DE ESPIRITU DEJA DE SER ESCLAVO DE LAS RIQUEZAS.
Si no se despoja de ellas y de toda comodidad, sabe usarlas con frugalidad, que es un doble sacrificio y se vuelve pródigo con los pobres. El que comprende las palabras:
‘Haceos amigos con las riquezas injustas’ convierte en su siervo al dinero.
Lo que de otra manera lo conduciría a la lujuria, la prepotencia y la falta de caridad, lo hace que le sirva para allanarle el camino al Cielo.
Camino tapizado con mortificaciones y obras de misericordia para ayudar a sus semejantes; reparando y curando las numerosas injusticias que se llevan a cabo en un mundo que carece de amor y se encuentra plagado de injusticias sociales.
¿Cuántas veces hace esto el generoso que aunque no nade en las riquezas, es capaz de sacrificar ‘sus dos céntimos’, para aliviar una necesidad?
Son ‘Pobres de espíritu’ los que perdiendo lo mucho o lo poco que poseen, saben conservar la paz y la esperanza… y no maldicen, ni odian a nadie. No reniegan de Dios, ni se rebelan contra los hombres.
Pobreza de espíritu es también la humildad que no se hincha y no se ensoberbece proclamándose ‘superhombre’, sino que reconocen el Don de Dios y le agradece por su misericordia al haberlo otorgado.
Conservan la sencillez y admiran al Espíritu, verdadero Autor de la Sabiduría.
Es también generosidad que sabe despojarse aún de los afectos más legítimos y a veces de la misma vida: las riquezas más estimadas por el hombre, para seguir a Dios.
Saben ser mártires para ser generosos en el sentido más completo, porque su espíritu sabe hacerse pobre, para ser rico con la única riqueza eterna: Dios.
Las riquezas se deben amar como un don de la Providencia Divina. Pero nunca se deben amar por sobre el Dador de ellas y de su Voluntad.
Saber desprenderse de ellas y NO maldecir a Dios, si alguien las arrebata.
Zaqueo es la figura evangélica que comprendió perfectamente esto y supo dar su justo valor a la riqueza, para hacerse pobre de espíritu.
El alma que empieza a crecer en el Amor, corta todos los tentáculos que la esclavizan a la tierra.
Y al hacer de Dios su tesoro, el poder de la recta intención hace germinar el deseo justo que empuja a un mayor conocimiento del Bien…
Y a buscar a Dios continuamente, para alcanzarlo con un arrepentimiento sincero y justo, que le da el valor a la renuncia.
Ser pobre de espíritu no es ser estúpido y bobo.
El estafador tal vez se considere muy listo, abusando del que le pone la otra mejilla y le entrega también el manto.
Pero el cristiano que lo hace, es porque comprende que el espíritu está sobre la inteligencia: es el rey de todo cuanto hay en el hombre.
Se está ejerciendo ya la santa Pobreza de Espíritu, cuando somos capaces de conformarnos con lo que poseemos y nos sentimos muy dichosos y afortunados porque nuestra riqueza infinita es Dios.
Y ES cuando podemos sentir la maravillosa libertad que se encierra en las siguientes palabras: “Yo necesito poco para vivir mi existencia. Y lo poco que necesito, lo necesito poco…”
Todas las dotes físicas y morales le deben estar sujetas y ser siervas de este rey.
La criatura filialmente entregada a Dios, sabe tener las cosas en su punto justo, destruyendo todas las idolatrías.
El hombre entiende la pobreza como la falta de dinero, de tierras, de palacios, de joyas.
Son cosas que ama y que le cuesta sacrificio renunciar a ellas y dolor al perderlas.
Pero por una vocación de amor, también sabe despojarse de ellas.
Cuantas mujeres no dejan todo para mantener al esposo o al amante y lo que es peor… Continúan con ellos, por una vocación de amor humano.
Otros, por una idea lo dejan todo: soldados, científicos, políticos, dirigentes de nuevas doctrinas sociales, más o menos justas.
Y se inmolan todos los días por su ideal, vendiendo la vida por la belleza de un ideal y haciéndose pobres por alcanzar ese ideal.
Así también los seguidores de Jesús.
Saben renunciar a las riquezas de la vida, ofreciéndosela a Él, por su amor y por el prójimo. Renuncia mucho más grande que aquella de las riquezas materiales.
La gente del mundo se afana y se aflige por proveerse de objetos que no pueden gozar.
Para practicar la Pobreza de espíritu, se deben desprender de todos los bienes; dando a los familiares lo que les pertenece y lo propio para hacer caridad.
Se debe sacrificar la riqueza de los afectos. Es el oro más puro y valioso que cualquier otro: saber renunciar a la familia, por amor a Dios.
Es fabricar perlas eternas con llanto…
Y rubíes con la sangre que mana por la herida del corazón que es desgarrado, por la separación del padre, de la esposa y de los hijos.
EL DESPOJO TOTAL DE LA POBREZA
El despojo total de la pobreza se efectúa en ‘NO TENER’
Y es similar del ‘NO PERTENECERSE’.
El que decide ser pobre dice: “Me doy. Me entrego. Me vacío. Me nulifico. Todo lo entrego. De todo me despojo: entrego todas las personas, todos los afectos.
Devuelvo al Señor todo cuanto de Él he recibido, con todos sus dones y sus gracias: te doy mi cuerpo, mi alma, mi vida, mis sentidos, mis potencias, mis sentimientos, mis esperanzas, mi inteligencia, mi espíritu y todo mi ser.
Con todas sus palpitaciones hasta mi eternidad.’
Esto es el Despojo de la Pobreza.
En el desprecio de todo adorno y comodidad, hasta llegar a despreciarse a sí mismo, desnudándose de todo olor mundano y vistiéndose solo de Jesús.
Es así como cada día se encuentran más las verdaderas riquezas y se hallan los encantos de la pobreza.
La pobreza y la Obediencia tienen el aroma de lo divino.
El alma unida a Dios, es muy rica con las riquezas y los tesoros que Él siempre tiene consigo. Pero es totalmente pobre y vacía en sí misma.
Es decir: todo lo tiene, sin tenerlo.
Y se queda con su pobreza, aunque esté vestida de perlas.
Porque los pobres de espíritu son los que devuelven los dones al dador de ellos. Los que se renuncian totalmente y mueren a su propia voluntad, para vivir solamente de la Voluntad Divina.
Al alma creada que se da, se le da a ella un Dios Increado, proporcionándole una dicha desconocida por el mundo.
Dios dio al hombre los afectos humanos buenos, para que sean un alivio que lo levante en medio de las fatigas de la vida.
Muchas raíces están trabadas en el ser humano y deben ser separadas.
Y a veces, definitivamente cortadas.
Dios llama y pasa. Con libertad espiritual se viene al servicio de Dios.
Nada debe impedir a quién se entrega.
Dios es tan exigente, como es infinitamente generoso en premiar.
El hombre debe amar a sus seres queridos con el amor perfecto que se obtiene a través del amor a Dios, que sublima todos los amores.
Cuando le amamos a Él sobre todas las cosas, le pertenecemos por entero.
Y Él tiene derecho de posesión total: por Creación y por Redención.
Nadie es más grande que Él, en tener derecho sobre los afectos.
Al cumplir la Voluntad divina con perfección, implica hasta el sacrificio total de cualquier querer o voz de sangre y de afecto.
La riqueza de los afectos, es la que está más ligada al espíritu y arrancarla causa más dolor, que rasgarse la carne.
Los afectos son una riqueza casi viva. Sin embargo por amor a Dios, es necesario dejarlos también a ellos, porque por ese mismo dolor, se expía para salvarlos.
Dios no condena los afectos. Él los ha bendecido con la Ley y los Sacramentos, pero deben ser dejados sobre la Tierra, para conquistar el Cielo, que es la morada verdadera.
Todo cuanto Dios ha creado para el hombre, debe mirarse a través de la lente celestial. Cuanto Dios ha dado debe ser tomado con reconocimiento, pero devuelto con prontitud a su requerimiento.
Cuando el hombre muere, deja todo lo terrenal, incluyendo a los seres queridos.
Y queda totalmente solo frente a Dios, para enfrentar el destino que Él mismo se procuró.
El que decide ser discípulo y dejarlo todo, debe ‘morir’ a las cosas de la Tierra en una muerte mística, pero real.
Es una experiencia desgarradora.
Pero igualmente el alma se queda totalmente sola ante Dios y ‘vive muriendo’.
Haciendo solamente su Voluntad, en la misión que todavía debe cumplir en los días que le es concedido vivir, en el resto de su jornada terrena.
Dios no destruye la riqueza afectiva. La levanta de la Tierra para trasplantarla en el Cielo.
Allá serán reconstruidas eternamente las santas convivencias familiares, las amistades, toda aquella forma de afecto honesto y bendito que Jesús quiso para Sí Mismo y que sabe que preciosas son.
Pero nunca serán más preciosas que Dios y que la vida Eterna.
El amor de la sangre nunca debe hacernos salir del camino de la justicia. Porque sobre Dios NO hay nadie.
Los lazos de sangre se subliman porque con nuestras lágrimas, damos a nuestros familiares la ayuda definitiva para atraerlos hacia el Cielo y hacia Dios, por el camino del sacrificio de los afectos.
Renunciar a la riqueza de un afecto por seguir la voluntad de Dios sin pesares humanos, es la Perfección de la Renuncia aconsejada al joven del Evangelio.
Dios no destruye los lazos familiares. Él los santifica y enseña a amarlos con un amor sobrenatural. Y ¿Cuál amor más alto que tener caridad por las almas enfermas de nuestros familiares?
Se recibe mucha ingratitud; pero también ésta es necesaria para que trabaje el amor que las redime. Y los de casa son los primeros.
No hay que llorar por la carne y la sangre que sufren, al sentir que a quién engendramos, nos rechazan. Nuestro sufrimiento trabaja más que cualquier otra cosa a favor de nuestra alma y la de ellos.
No hay que formarse remordimientos por haber querido ser más de Dios, que de nuestra familia. Porque más que ella es Dios.
Así podemos sentir como nuestros amores se van transformando y se han concentrado en uno solo: Dios.
Con nuestro sufrimiento desgarrador engendramos hijos para Dios.
El alma-victima prueba todos los suplicios: el de la renuncia a los afectos, a las comodidades, a los intereses.
Satanás arrebata todo.
Después vendrá algo mucho más grande y que ciñe con una corona inmortal. Hay que ser como columnas y permanecer firmes y fieles.
Nunca se debe mirar a lo que hemos dejado para seguir a Jesús.
El pasado, los afectos y todo lo que se abandona para caminar por el Camino de la Cruz, son un peligroso lastre que puede arrollarnos en la rebeldía, si volvemos la vista y el dolor nos desgarra.
Así no se puede trabajar en ningún apostolado.
Porque todas estas cosas impiden que el fuego del amor se encienda en nuestro espíritu y son un estorbo para cumplir la misión.
Se debe vigilar porque el corazón viva en una sumisión completa a la Voluntad de Dios que se manifiesta en la suerte que vivimos.
Soportando pacientemente, sin permitir al pensamiento la libertad de un juicio que no sea benévolo con Él.
En otras palabras: no se debe reflexionar en el estado que se tiene, para que no haya rebeliones que matan el amor.
Y Dios dará la fortaleza como Don del Espíritu Santo, que es la renuncia a los que se ama.
La riqueza más grande que el oro y más preciosa que la misma existencia, es la riqueza intelectual: el propio pensamiento.
Los escritores lo donan a las muchedumbres, más ellos lo hacen elástico para acomodarlo a su público. Pero lo hacen por lucro y su verdadero pensamiento no lo dicen nunca.
Dicen aquello que sirve para su tesis, pero su intimidad la guardan celosamente en lo más profundo de su mente; porque son pensamientos de dolor, por penas íntimas o reproches de la conciencia, que es la lejana voz de Dios.
Y esta es la renuncia más grande: la renuncia a la propia manera de pensar, para adquirir la de Dios.
Arrodillando la razón en amorosa sumisión a la Voluntad Divina.
Regina calla…
Ella no sabe cuán pronto deberá dar el más grandioso y estremecedor testimonio de todo cuanto acaba de enseñar…
Una de las cosas que más asombraron al mundo pagano y hacían nuevos y siempre más numerosos prosélitos para la Iglesia; era la calma, la serenidad, la fortaleza de los mártires, durante la hora del martirio.
Solo de Dios puede venir esta inmutable y serena paz.
Pero el martirio del corazón no es menos atroz que el de la carne. Y solo Dios puede comunicar a los desgarrados del corazón, el heroísmo de una resignación que es verdaderamente la cuarta frase del ‘Pater’ vivida con toda la carne y con toda el alma, la inteligencia y el espíritu.
El mundo ciego cambiará esta calma heroica, don del Espíritu Santo, por indiferencia y desamor.
El mundo ensucia todo cuanto toca.
Pero lo sucio no penetra en un bloque de diamante. Se posa encima y después cae con la más pequeña lluvia.
Hay que dejar que los ciegos del mundo no vean.
Los demás para los cuales el Espíritu es Luz, leen el Nombre de Dios en el coraje del mártir y…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
N154 RIQUEZA ENSANGRENTADA
La Sangre de los Mártires transforma y renueva la Iglesia, os mejora a vosotros.
JV) Me deja ver primero Nuestro Dios, una Cruz dorada, con un fondo rojo obscuro, entonces Me dice Papá Dios:
Acostúmbrense hijos Míos, a que en cada lugar a donde vosotros lleguéis, bendecid el lugar. Recordad Mis pequeños, que Satanás es el Príncipe de este Mundo y todo lo ha contaminado.
Cuando vosotros lleguéis a un lugar sea cual fuere, bendecidlo como Mi Hijo os enseñó: ‘Que la Paz esté en este hogar o que la Paz esté en este lugar’
Para que en ése momento, se entronice Mi Presencia Divina y de esta forma, al estar Yo ahí Presente, todo será renovado, todo será purificado y todo dará el fruto que vosotros buscáis.
Mi Presencia elimina la Presencia de Satanás. Vosotros llevaréis Mi Presencia a todos lados a donde vayáis. Y así, vosotros lo iréis transmitiendo a vuestros hermanos y se irá recuperando el Mundo para Mí.
Le habéis permitido a Satanás tomar a vuestro Mundo, porque os falta Oración, porque os falta regresarMe a Mí, lo que Me pertenece. Yo creé todo lo visible e invisible. Todo lo que está a vuestro alrededor Me pertenece y en vuestros deseos, vosotros Me iréis regresando lo que Me pertenece y le iré quitando a Satanás, lo que Me ha ido arrebatando, porque vosotros NO cuidasteis lo que os pedí que cuidarais, que es la Creación.
Recordad pues Mis pequeños, esto que es muy importante. Porque así Mi Hijo se lo enseñó a los apóstoles y a la gente de ese tiempo, que Mi Presencia esté en todos los lugares a donde vayáis.
De esta forma, así como lo vayáis vosotros enseñando y todos lo vayáis haciendo, se irá recuperando el Mundo para Mí. Mi Paz, Mi Amor, llegará a todos lugares y decidlo así, Mis pequeños: que la Paz yel Amor de Nuestro Dios esté en este lugar y en los que en este lugar habiten. Todos lo repetiréis y todo se irá renovando por ese deseo de amor hacia Mí.
El Cielo es vastísimo. Yo creé infinidad de almas, todos pertenecéis al Cielo, de ahí salisteis y ¡Cómo quisiera que todas regresarais después de vuestra misión sobre la Tierra! La Maldad de Satanás Me quita a muchas almas y eso Me duele muchísimo, Mis pequeños. Y prácticamente, NO Reparáis por ello.
Vosotros Mis pequeños, los que estáis Conmigo, podéis hacer mucho. Y especialmente en estos tiempos que estáis viviendo y los que han de venir en breve. Podéis regesarMe muchas almas al Cielo. Vuestra Oración, vuestra donación, vuestra unión Conmigo, pueden lograr Milagros, pero vosotros debéis poner de vuestra parte.
Poneos en Mi lugar, Mis pequeños. Imaginad que vosotros creasteis a todos los hombres, a todo lo que veis y no os digo lo que no veis, porque no tenéis un parámetro para saber qué es lo que está creado y que no conocéis. Pero simplemente con lo que veis, que es inmenso, que es infinito.
Como os dije, imaginad que vosotros creasteis todo con delicadeza, con amor, pensando en qué es lo ibais a hacer y pensando en la creación de cada cosa. Y de repente, viene el Enemigo y os empieza a quitar todo lo que vosotros creasteis con amor y con delicadeza. Las almas creadas os empiezan a dar la espalda, ya no quieren saber de vosotros, ya no quieren saber nada de su creador.
Imaginad vosotros que hasta os empiezan a Traicionar y entre ellos discuten, se convencen unos a otros de ya NO regresar Conmigo. Vosotros, tomando Mi lugar, sentiríais muy doloroso todo esto.
Cuando vosotros tenéis familia y esa familia responde, gozáis su unión. Pero cuando la familia se desperdiga y no quieren saber de vosotros, que fuisteis sus padres, os duele en lo más profundo de vuestro corazón… Y eso es lo que Me pasa, Mis pequeños. Yo como Dios, como Creador, os creé a cada uno de vosotros con cuidado, con delicadeza, con Amor y ¿Cuántos quedáis ante Mí?
¿Cuántos Me seguís? ¿Cuántos, realmente, buscáis el agradarMe y el seguirMe? Eso es lo que os está pasando actualmente. Y necesariamente, tendrá que venir una división. Los que están Conmigo y los que están en contra Mía. Y ciertamente en medio, los TIBIOS.
Pero los tibios como os he explicado antes, es gente mala, es gente convenenciera, es gente a la que no se le puede tener seguridad, credibilidad, porque os pueden traicionar fácilmente.
Mi Corazón está muy Adolorido, porque después de todo lo que he hecho por vosotros y aun enviando a Mi Hijo por vuestra salvación, NO QUERÉIS ESTAR Conmigo. Me traicionáis y los que estáis Conmigo, NO hacéis lo suficiente para Reparar y para traerMe alegría.
Sois muy descuidados, seguís queriendo todo para vosotros y NO hay nada para Mí, prácticamente. Si NO os lo estoy recordando continuamente, Me falláis continuamente, os olvidáis de Mí, NO Me buscáis. ¡Qué ingratitud del hombre! ¡Qué ingratitud de corazón! Por eso tengo ya, que purificar a esta generación malvada, traicionera, convenenciera.
Aceptad Mis pequeños, lo que os voy a mandar para purificaros. NO veáis todo esto como negativo, ya que muchos de vosotros, sois tibios y necesitáis crecer espiritualmente. Os pido busquéis vuestro crecimiento espiritual de la mejor forma. No presumáis de los dones que os he dado a cada uno de vosotros. Cada uno de vosotros Me serviréis. Unos más, otros menos, pero Me serviréis para este Cambio.
Orad, orad mucho y reparad por vuestros pecados y por los de vuestros hermanos. El Tiempo es breve, preparaos ya. Soy vuestro Padre y Creador de todo lo que existe. Todo Me pertenece. Pero así como a algunas cosas, vosotros les dais buen uso, hay otras a las que les dais mal uso.
La humanidad se ha venido peleando por los bienes de este Mundo, por sus riquezas, por lo que vosotros consideráis que vale. Se le ha dado un valor muy alto a ciertas cosas y que no lo tienen. Pero el hombre, busca tener de todo aquello que os puede hacer valer ante el Mundo y acumuláis riquezas que ante Mis Ojos, no lo son.
En las Sagradas Escrituras, podéis encontrar lo que se habla acerca de las riquezas y que todo es vano. Perdéis el tiempo inútilmente, os llenáis de lo que vosotros llamáis bienes. Pero que en la realidad os causan muchos problemas, a tal grado que hasta guerras se han producido por arrebatarse los bienes que buscáis.
¡A cuánto error os ha llevado Satanás! Y no tenéis ése Discernimiento Santo, que lo da precisamente la vida en la Gracia y en el estudio de las Sagradas Escrituras.
Vosotros os llenáis de esos valores del Mundo y hacéis a un lado los bienes, que realmente os regresarán al Reino de los Cielos.NO os imagináis Mis pequeños, cuántas almas regresan a Mí con las manos vacías. Dejaron sus bienes inútiles en la Tierra. Pero tarde se dan cuenta de que lo que acumularon, de nada les servirá para llegar ante Mí.
Los bienes que debéis buscar o que debisteis más bien haber buscado, son los del alma. Los valores del alma, las Virtudes, el amor que lo hicisteis a un lado, especialmente aquellos que buscaban afanosamente, las riquezas del Mundo. Hicisteis muchos negocios que os llenaron de bienes del Mundo.
Riquezas a las cuales les disteis mucho valor. Pero ante Mis Ojos, no valen nada y ésas riquezas del Mundo, en lugar de engrandeceros ante Mis Ojos, es el lastre que os va a llevar a vuestra condenación eterna.
¡Cuántas riquezas no están ensangrentadas!, Que con tal de tenerlas, matasteis. ¡Cuánto pecado hay tras de muchas riquezas que se acumulan! ¡Cuánto mal se hace con ellas!
Por eso os dije que os iba a ir quitando lo que vosotros consideráis vuestras riquezas y lo que os causa un apego al Mundo. Y que así como os iba a ir quitando las riquezas del Mundo, os iba a ir llenando de los bienes del Cielo.
Ya os dais cuenta y lo estáis padeciendo, que los bienes del Mundo ya no os alcanzan para vivir. Este es el momento en que debéis reflexionar todo lo que os he dicho y pedidMe que os vaya llenando de los bienes del Cielo. Porque también tenéis en las Sagradas Escrituras, que buscarais primero el Reino de Dios, Mi Reino y que lo demás se os daría por añadidura.
El hombre, erróneamente se dejó aconsejar con las Mentiras de Satanás, él os llevó a buscar añadidura y os vaciasteis de los bienes del Reino. No tenéis en vuestro corazón, las riquezas de Mi Reino y seréis llevados a Juicio, se pondrá en la balanza lo bueno y lo malo. ¿Cuánto podréis poner en el lado que os va a ayudar a ganar el Reino de los Cielos?
¿Qué hicisteis con vuestra alma? ¿Cómo pusisteis a trabajar los bienes espirituales, de los cuales os debisteis haber llenado? Cuando estéis ante esa Balanza, os daréis cuenta de vuestro error. Prácticamente NO tendréis nada qué poner, porque os dedicasteis a buscar los bienes del Mundo.
Satanás, astutamente os llevó a eso, a desviaros a los bienes del Mundo y NO os llenasteis de los bienes del Cielo. Tomasteis caminos errados, desviasteis vuestra misión y en lugar de buscar Mi Amor y Sus Riquezas, Satanás os llevó por el camino erróneo y os llenasteis de Lastre que NO os dejaba volar hacia Mí.
Tuvisteis muchas oportunidades de enmendar el camino, pero el vicio, la egolatría de querer ser grandes ante los ojos de vuestros hermanos, por tener mucho de las riquezas del Mundo, NO os permitió razonar debidamente. Pero ya ante Mi Presencia, ya no podréis enmendar vuestros errores.
Recapacitad, arrepentíos y venid a Mí. Un arrepentimiento de corazón, como el del buen ladrón, os puede ayudar a regresar a Mí. Pero si os mantenéis en vuestra soberbia, si seguís defendiendo vuestros bienes del Mundo, acabaréis en el Lugar del Castigo, por necios y porque no hubo Sabiduría en vuestras acciones y pensamientos.
Venid a Mí, recapacitad, orad, para que Mi Santo Espíritu os dé la Luz que NO quisisteis tomar a lo largo de vuestra existencia. No perdáis estas últimas oportunidades que se os dan, para salvar vuestra vida espiritual.
Así como a un diamante cuando está en bruto, NO se le nota su belleza sino hasta que se le corta, resalta el brillante que debe ser. Así os he ido a vosotros, transformando. Os he tomado y os he ido puliendo. No os habéis dado cuenta de ello en totalidad, pero os he ido llevando paso a paso a todos vosotros, los que estáis Conmigo.
Que desde años para acá, cambiasteis vuestra vida y Me escogisteis. Me habéis buscado, habéis aprendido, os he enseñado, habéis cambiado, habéis reflexionado y habéis encontrado el camino correcto.
Algunos, se han ido. Otros han venido, otros han regresado. Pero las almas que se mantienen, empiezan a brillar. He ido eliminando todas las asperezas, toda esa roca que NO permitía que saliera el brillo de vuestra alma. Toda esa roca externa significa todo lo que es del Mundo, todo aquello a donde Satanás os llevó y que obscurecía la belleza de vuestro interior, que es el brillante que pronto ha de salir de cada uno de vosotros.
Seréis como esa oruga que se hace crisálida y de ahí saldrá, un tiempo después, la mariposa y volará. Y así como el brillante transmite colores bellísimos, fulgores de colores, que brillan y llaman vuestra atención: la mariposa también está llena de colores, muy diferente a la oruga que entró al capullo.
Habéis sido transformados, Mis pequeños y ya va a ser el Tiempo en que se os quitarán las últimas capas de roca que cubre la belleza del diamante, para llegar a ser el brillante que gozaréis vosotros y gozarán vuestros hermanos… O también, ya será el tiempo en que saldréis del capullo, de la transformación de la crisálida y volaréis hacia Mí.
Os habéis dejado mover por Mí, habéis aprendido lo que es el Amor, os he ido cuidando y transformando, para que seáis los hijos que Yo quiero que viváis en las Nuevas Tierras que os daré.
Ciertamente, todavía Mi Santo Espíritu dará los últimos toques para eliminar lo más posible, aquello que os detiene en la Tierra y que NO os deja volar hacia Mí. Pero para ello, vosotros debéis retomar y ofrecerMe vuestro “Fiat”, en total libertad y en un amor inmenso por agradarMe.
Como veis Mis pequeños, Yo no presiono, todo ha sido paulatino, en total libertad. NO os presioné para que os juntarais a orar, os llevé con delicadeza, para que naciera de vosotros el gusto en la reunión para estar Conmigo. Dejasteis las pláticas del Mundo y empezasteis las pláticas de Dios. Sois Míos, fuisteis creados para servirMe. Pero para servirMe en el Amor, en total libertad y amándoMe tiernamente.
Habéis respondido a Mi Llamado y Yo os cuidaré, como a la niña de Mis Ojos. Me pertenecéis, porque Yo, ya habito en vuestro interior. Ya NO queréis salir al Mundo, porque el mismo Mundo os rechaza. Ya no buscáis el Mundo, porque os parece vacío y vano. Estando Conmigo os sentís satisfechos, alegres y estando en el Mundo, sufrís.
¿Os dais cuenta, ahora, cómo os transformé? Sois Míos y gozaréis de lo Mío, todo lo Mío, todo lo Creado. Todas las bellezas que aún ahora NO comprendéis, serán vuestras. Me agradeceréis y Yo, contento estaré con vuestra alegría y vuestros agradecimientos.
Venid a Mí Mis pequeños, compartidMe vuestra alegría, agradecedMe de corazón que el Tiempo de ese gusto que os prometo, ya llega. Os amo, Mis pequeños, recibid Mis Bendiciones y agradezco vuestro Amor.
Sabéis Mis pequeños, que de todo mal que en cierta forma Satanás provoca y que Yo permito que se dé, siempre de ahí, surge un bien.
Veis la mortandad de tantos hijos Míos, que están defendiendo sus creencias. TODA ESA SANGRE, UNIDA a la de Mi Hijo purificará a muchas almas, tanto de la Tierra, como del Purgatorio.
Todo se va renovando, todo se va mejorando. La Sangre de los Mártires transforma y renueva la Iglesia. Os mejora a vosotros, porque veis el ejemplo santo de vuestros hermanos.
Os he dicho que si sois llamados al Martirio, Mi Hijo tomará vuestro lugar, sufriréis lo mínimo, si confiáis en Mi Voluntad. Pero gozaréis lo máximo en el Reino de los Cielos, porque hay un lugar especial reservado para los mártires que defendieron Mi Palabra, Mi Amor con su donación.
Vuestra cruz de cada día, ciertamente es un martirio. Y cuando vosotros lleváis a cabo vuestra misión diaria, con amor y ofreciéndoMe todos vuestros actos, con la mayor perfección posible, eso es un martirio. Especialmente cuando Satanás os ataca para que NO llevéis a cabo vuestra misión lo más perfectamente posible.
Vuestra cruz de cada día es vuestro diario quehacer. Ciertamente algunas cosas gozaréis en hacerlas, pero otras cosas que se salen de lo que vosotros estáis acostumbrados a llevar a cabo, que os causan problemas, dolores, preocupaciones, aún enfermedades; también Me las debéis ofrecer, para vuestra purificación y para la de vuestros hermanos.
Así como os doy cruz, también os doy gustos, NO soportaríais vivir en pura cruz de dolor. Voy mediando vuestra vida, os conozco perfectamente y nunca os voy a dar más allá de lo que podáis soportar, lo sabéis muy bien. Pero lo que NO todos quieren, es la aceptación de la cruz y tratan de evitarla a toda costa, reniegan de ella y blasfeman contra Mí, por lo que está llegando a su vida.
Muchas veces, vosotros os causáis ésa cruz y la hacéis más pesada, porque NO hacéis las cosas correctamente. No os basáis en las Virtudes y en el Amor y hacéis muchas cosas en la maldad y en los vicios. Y eso, va haciendo que vuestra cruz se vuelva más pesada, porque NO estáis actuando correctamente.
Cuando un alma se deja llevar por Mi Voluntad, su cruz no se hace tan pesada. En lugar de cruz se vuelve alegría, porque esa alma ofrece todo lo que hace y que lo hace bien.
La Vida de Mi Hijo, fue Cruz por un lado y grandes alegrías por otro. Cuando Él llevaba alegría a vuestros hermanos, cuando les recobraba la salud, cuando le daba vida nuevamente, a los muertos. Cuando curaba NO solamente dolores físicos, sino también espirituales. También bromeaba, también reía y todo eso Me lo ofrecía.
Os he dicho que vosotros debéis vivir en la alegría, porque el Amor os lleva a eso. También tendréis dolor en el amor, porque nunca podréis separar el dolor del amor y eso, también Me lo ofreceréis. Alegrías y tristezas son parte de vuestra vida y todo lo quiero compartir con vosotros, Mis pequeños.
No Me ofrezcáis solamente dolores, porque vuestra vida no es solamente dolor. DadMe también lo bueno que he permitido en vuestra vida o lo que os doy para que gocéis y descanséis de las maldades que os rodean.
Un alma agradecida y sabia, Me dará todo esto. Busco estar con vosotros en todo momento, NO Me apartéis de vuestra vida. Quiero continuidad en vuestra vida, NO vengáis a Mí, solamente en algunos momentos y Me olvidéis en otros. Quiero desde lo más sencillo, hasta lo más complicado.
DadMe todo, como Yo os he dado totalmente a Mi Hijo. Sois Mis hijos y también os quiero en totalidad. DadMe ese gusto, el mismo gusto que Mi Hijo Me dio en Obediencia y en Amor por vuestra salvación. Daos por completo a Mí, para que salvéis muchas almas por la Obediencia que como Mi Hijo tuvo hacia Mí, al aceptar Su Misión por vuestra salvación.
Os he dicho que todo será renovado y lo que veis ahora, ya NO lo volveréis a ver. Cuando os he prometido un Nuevo Mundo, es para que vosotros gocéis de cosas que NI os imagináis.
Es tener una nueva casa, es tener un nuevo futuro, es olvidar toda la maldad. Es una nueva renovación espiritual y física. Es recuperar las capacidades de vuestros Primeros Padres, es vivir enamorados de Mi Amor, es vivir como una Verdadera Familia.
Cuando os dije que la Purificación se tenía que dar y que NO os fijaras tanto en ella, sino que pusierais toda vuestra atención y vuestros deseos en el Regalo que os iba a dar después, es esto Mis pequeños. Es vivir prácticamente como se vive en el Cielo, aquí en la Tierra.
Ahora vivís rodeados de esa maldad de satanás. Y en cierta forma, os habéis acostumbrado a ella. Vivís en los temores, vivís en las intrigas, vivís en la maldad total entre vuestros hermanos. Y todo eso será eliminado.
Difícilmente os podéis imaginar lo que es el bienestar espiritual que tendréis, porque ya estáis tan contaminados con el mal que diseminó Satanás, que NO podéis vosotros imaginar un mundo que no tenga maldad. Nacisteis en ella, habéis vivido en ella, os habéis aprovechado de ella… Y por eso debéis ser purificados, porque estáis contaminados por esa Maldad, porque os aprovechasteis de ella durante vuestra vida.
El Nuevo Mundo es vida en Virtud, es vida en Amor, es vida en Paz, es vida en crecimiento, en todos sentidos. Vuestras capacidades intelectuales crecerán grandemente. Descubriréis nuevas cosas que Mi Santo Espíritu os infundirá y que os servirán para tener una vida más agradable, más placentera y sobre todo, respetando Mi Creación.
Cuidaréis de ella y ella, os respetará y os cuidará también a vosotros. Os he dicho que toda la Creación está viva y podréis vivir y sentir toda esa vida a vuestro alrededor. Vuestra misma mente será transformada, porque NO estáis capacitados ahora, para apreciar todas las bellezas que os rodean.
Creéis haber avanzado mucho desde que vuestros Primeros Padres cayeron y que perdieron todo. Pero no habéis avanzado gran cosa Mis pequeños, Satanás ha ido deteniendo vuestra recuperación, de las capacidades de vuestros Primeros Padres.
Os he dicho que NO hay evolución del hombre, sino recuperación de las capacidades que tenían vuestros Primeros Padres. No habéis avanzado gran cosa para recuperar lo que ellos tenían. Yo cuando creo algo, lo creo en perfección. Y ellos fueron creados en perfección y vosotros ahora distáis mucho de ello, pero mucho, Mis pequeños. No hay comparación de lo que ellos poseían antes del Pecado Original a lo que ahora vosotros poseéis.
Por eso, os he dicho que lo que ahora tendréis será como un parto, dolerá el proceso, pero en el alumbramiento, que va a ser la entrada al Nuevo Mundo que os daré, os hará olvidar el dolor pasado. Bellezas inimaginables conoceréis. No os podéis imaginar lo que Yo, como Dios, puedo proveer al hombre. Simplemente, dejaos mover por Mí y gozad lo que os daré. No elucubréis, porque NO os imagináis Mis Grandezas.
Ved el cielo en la noche, simplemente observad las grandezas del firmamento. NO tenéis capacidades para entender cómo está creado y está ahí, ante vuestros ojos. Cómo NO entra nada en caos y en Mi Poder, está todo ante vosotros, en orden.
Y así será con vosotros en este Cambio, entraréis nuevamente al Orden constituido al Principio de la Creación. Ahora estáis en Caos, tendréis que pasar estos momentos, como os dije, como el parto y volverá todo después, como al Principio. Confiad y agradeced desde ahora Mis pequeños, lo que gozaréis.
Yo os Bendigo ahora y por siempre, en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo,
Salvador vuestro y en el del Espíritu de Amor y Vivificador. Mí Santa Hija, la Siempre Virgen Maria, os cuidará y os guiará para aplastar la cabeza de la serpiente del mal. Dejaos llevar por Sus Palabras de Amor y Salvación. Su ternura es excelsa. Hijitos Míos, ¡Cuánto os amo!
Os amo, Mis pequeños príncipes y os bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Jesús y en el del Espíritu Creador y Consolador.