Habla Dios Padre

YO SOY EL AMOR.

FUISTEIS CREADOS POR MÍ Y PARA MÍ. PARA SER MIS TEMPLOS VIVIENTES.

Y SÓLO CUANDO ME POSEEÍS A MÍ, VUESTRA PLENITUD ES TOTAL.

Hijitos Míos, el hombre por naturaleza tiende a la felicidad, sin importar cuál sea su concepto de felicidad.

El hombre siempre rechazará el dolor y buscará el sentirse bien, tanto en el cuerpo, como en el alma.

Mis pequeños, la felicidad real; es la que viene de Mí, la que proviene de Mí. Y la felicidad ficticia, es la que vosotros mismos os creáis; pero apartados de Mis Leyes y de Mi Amor.

Cuando estáis buscando Mi Presencia en vosotros, que es la felicidad real; ésta os dará satisfacción completa. Sentiréis que os plenifica, habrá avance espiritual; la verdad saldrá de vuestros labios y de vuestro actos, aún a pesar de que todo sea adverso a vuestro alrededor.

La felicidad que Yo provoco en el alma que Me busca, que está Conmigo, que se mantiene en Mis Leyes y Preceptos; os mantendrá no solamente viviendo la felicidad; sino transmitiéndola a vuestros hermanos. Ésta felicidad que Yo le doy a las almas que Me buscan, las va a plenificar como os he dicho y las obligará a crecer y a transmitir Mi Vida.

En cambio, a aquéllos que están buscando una felicidad ficticia; no producen crecimiento, no dan vida; ellos mismos crean mentira en su interior, buscan cierta felicidad que les agrade en su cuerpo. Posiblemente engañarán a su ego. Pero el Santo Espíritu de Amor que habita en vosotros, siempre os estará indicando que vuestra felicidad no es verdadera.

Buscaréis falsos valores. Transmitiréis falsos valores, los cuales serán muerte espiritual para vuestros hermanos y realmente conoceréis la Verdad en vuestro corazón; porque vuestra felicidad ficticia, irreal. No os plenificará, no os sentiréis a gusto y las almas que os rodeen y estén recibiendo lo que transmitáis, tampoco se sentirán a gusto; sentirán que hay algo obscuro, algo falso tanto en vuestra actos como en vuestras palabras.

Porque Mi Santo Espíritu de Amor que habita en vosotros, os lo estará indicando y a Él no lo podréis engañar.

Desgraciadamente, para poder olvidaros o tratar de hacer a un lado la verdad que os está indicando Mi Santo Espíritu de Amor, acudiréis a vicios; a drogas o a situaciones en las cuáles querréis hacer a un lado la verdad que os está señalando vuestro mal proceder.

Pero no lo lograréis, hasta que viváis en la Verdad que solamente puede venir de Mí y cuando la dejéis habitar en vosotros.

Buscad pues Mi Verdad, Mi Amor, Mis Enseñanzas; que éstas os llevarán a la felicidad real, a la que todos vosotros estáis llamados. No os engañéis. El pecado, la concupiscencia, la maldad que dejéis vivir en vuestro corazón y que transmitáis a vuestros hermanos, nunca os darán la verdadera felicidad.

 Vosotros sois obstinados y necios. Os queréis mantener en la maldad que habéis vivido, en lugar de buscar las Bondades con las que Yo os regalo.

Cuando algo os interesa mucho, ponéis todas vuestras capacidades en conseguirlo y no descansáis hasta obtenerlo. Sabéis que lo que estáis buscando es bueno para vosotros o para los vuestros… Y por eso lo buscáis con ahínco y con todas vuestras fuerzas. Pero no os queréis dar cuenta y ver la realidad de lo que Yo os envío en cada momento de vuestra vida.

Primeramente porque no lo sabéis apreciar; porque no habéis estudiado Mi Amor, no os habéis compenetrado de él. No queréis realmente encontrar esa joya valiosísima que Yo os ofrezco en cada momento de vuestra vida, que es vuestra conversión y la vida en la Gracia.

Y al no saber apreciar lo que se os da, no lo buscáis con el ahínco y con las fuerzas con que buscáis lo material, a lo que el hombre le ha dado mucho valor.

La vida espiritual es infinitamente más valiosa que todos los regalos materiales que podáis tener. Os he dicho ya que busquéis primero el Reino de Dios y lo demás se os da por añadidura; pero vosotros dudáis de Mi Palabra. Queréis tener inmediatamente lo que se toca… Todo aquello que podéis obtener; ya sea comprándolo, pidiéndolo de regalo, cambiándolo o aun robándolo. Pues vosotros os empecináis en obtener las cosas que queréis.

Vuestro ser necesita un cambio espiritual muy fuerte. Vosotros mismos os deprimís muchas veces, sin saber por qué.

Y es que os falta Mi Amor en vuestro corazón. Aquellas almas que ya han encontrado Mi Amor, que ya encontraron la razón del por qué vivir; viven alegres. Aun faltándoles lo material, aun estando limitados en lo material.

Su vida en familia transcurre con mucha alegría; porque al haberMe encontrado Yo les doy esa alegría que tanto necesita el alma y que no la podéis hallar de ninguna otra forma.

Así pues os pido que luchéis con ahínco para encontrar Mi Amor e implantarlo en vuestro corazón firmemente. Cuando ya lo tengáis y lo pongáis al servicio de vuestros hermanos; es cuando podréis decir que ya Me encontrasteis y que ahora podréis transmitir esos Tesoros tan grandes con que Yo os regalo continuamente.

Dad, Mis pequeños. Dad de lo que habéis recibido gratuitamente. Dad de todo corazón, que tarde o temprano todo se os regresará con creces. Y así, todo el amor que pusisteis en darles a vuestros hermanos la alegría y el bienestar de Mi Corazón; vosotros también lo tendréis en algún momento de vuestra existencia.

Y vuestros hermanos al percatarse de ello, también se alegrarán junto con vosotros.

Seguid luchando, buscando y agradeciendo de lo que viene de Mí. Y de esta forma, seréis almas plenas aquí en la Tierra. Muchos os presumirán que están llenos de los bienes de la Tierra; pero una gran mayoría no se podrá percatar de vuestra santidad de vida, cuando os hayáis llenado de Mí.

Mucho se os ha avisado. El mismo Cielo se ha impuesto la tarea de ayudaros desde siempre, para que no sufráis los cambios. Pero estos cambios se dan cuando el hombre se aparta de Mí, vuestro Dios. Desde el Antiguo Testamento se os ha avisado lo que pudiera pasar, si vosotros os manteníais bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor.

Pero el hombre en su necedad, se aparta de todo esto; hace a un lado los mismos avisos del Cielo. El hombre en su imprudencia y en su soberbia, cree poder manipular los acontecimientos. Y no está en vosotros ésa capacidad. Ciertamente, sí podéis realmente manipular los acontecimientos; pero solo cuando éstos se desarrollan bajo la obediencia y bajo el Amor.

Yo, como vuestro Padre y vuestro Dios, sabiendo cómo reacciona el hombre en su vida y bajo los acontecimientos que a diario tenéis; es Mi obligación avisaros qué es lo que os puede suceder si os mantenéis bajo esos pensamientos y bajo ésa actuación negativa que lleváis en vuestra vida.

Sois necios y tontos. Porque muchas veces, hasta es más difícil llevar una vida de Mal, que una vida de Bien. Cuando vivís en el Bien, vuestros mismos hermanos os aceptan, os protegen, os apoyan. Cuando vivís en el mal; vuestros hermanos os atacan, os repudian, os hacen a un lado de la sociedad.

Sufrís en vuestro cuerpo, sufrís en vuestra alma, sufrís de tantas formas y todo por hacer el mal.

Vosotros mismos, sed lógicos en vuestro actuar. A vosotros no os gusta que os traten mal vuestros hermanos, no os gusta ser repudiados ni hechos a un lado. Aún para hacer el mal os tenéis que esconder y hacéis planes que os toman mucho tiempo quizá, para poder llevar a cabo ése mal contra vuestros mismos hermanos. Y ese mal luego va a repercutir en vuestra propia vida.

Cuando hacéis el Bien, sois aceptados y aún apoyados por vuestros hermanos en la mayoría de los casos. Porque ciertamente también existe la envidia del hombre, que no deja que sus hermanos crezcan en virtudes, cuando ellos tienen maldad en su corazón. Pero en la mayoría de los casos tendréis el apoyo humano y especialmente Mi apoyo, cuando vivís en el Bien y buscáis el Bien para los vuestros.

Entonces, ¿Por qué vivir en el mal cuando podéis hacer el Bien?… En vosotros mismos está cambiar los acontecimientos.

Si vivís en el Bien, cuando Yo os he dado mensajes y avisos desde el Antiguo Testamento hasta estos días; os estoy ayudando a que recapacitéis y cambiéis vuestra forma de ser hacia vuestros hermanos; pero especialmente hacia Mí, vuestro Dios.

Estudiad la historia y veréis que cuando el hombre se tomó el tiempo para hacer la paz entre los pueblos, todo fue un crecimiento bello, un crecimiento grande para el mismo hombre.

Cuando vivís bajo la fuerza del Amor, Yo os estoy protegiendo y podréis vencer fácilmente los ataques de Satanás. Ciertamente vivís en sus dominios y él no desea que se produzca el Bien dentro de sus dominios de maldad y de terror.

Muchas veces os he dicho que en la unión obtendréis ésa fuerza que vencerá fácilmente las fuerzas de Satanás; pero vuestra debilidad humana y vuestra necedad no quiere escuchar Mis Consejos.

 Y por eso los acontecimientos anunciados se siguen dando, se siguen produciendo alrededor del mundo; son acontecimientos negativos que afectan vuestra vida tanto humana, como espiritual.

Desde hace tiempo os he hablado de los espejismos con los que Satanás os ataca. Espejismos del mundo, espejismos de lo material, espejismos de aparentes bienes que podéis tener si estáis con él. Espejismos que son mentira, porque así son los espejismos. Son aparente bien, veis algo bueno a lo lejos; pero cuando llegáis a él y lo queréis palpar, se desvanece.

Así son los espejismos de Satanás. También os promete tantas cosas… Pero al momento en que llegáis a ellos y a veces hasta os llenáis de ellos; es cuando os dais cuenta de que en lugar de daros un Bien, os estáis llenando de mal.

Si realmente vivís una vida espiritual u os acercáis a Mí para que os dé el espíritu de Discernimiento; fácilmente os dais cuenta de que Satanás os estaba engañando de muchas formas. Y así, a lo largo de vuestra vida se la pasa engañándoos con éstos falsos espejismos que aparentemente os llevan hacia un Bien; pero cuando ya estáis plenamente asentados en ellos, os tira y os hace sufrir; os hace ver vuestro error y se burla de vosotros.

Yo os he dicho a través de Mi Hijo en las Escrituras, que aquellos que quieran estar Conmigo; deberán pasar por la puerta angosta y vuestro caminar será pedregoso y con espinas; pero al final del camino tendréis Mis Tesoros eternos. Una gran mayoría de vosotros ya habréis vivido muchos años sobre la Tierra y os daréis perfectamente cuenta de lo que os estoy diciendo. Lo que realmente vale en el mundo, lo que realmente vale para vuestra vida.

Tuvisteis que trabajar fuerte y arduamente para ello. Lo que os llegaba fácilmente a vuestra vida, fácilmente se disipaba. Lo que os cuesta trabajo, por lo que sufrís y que lográis a través de éste trabajo constante y arduo lo mantenéis toda la vida; principalmente en vuestro recuerdo y es lo que os va dando precisamente el valer de vuestra vida ante los demás y sobre todo ante Mí, vuestro Dios, porque de eso seréis juzgados.

Seréis juzgados por lo bueno que hicisteis, por lo que produjisteis de Bien hacia vuestros hermanos, por el granito que pusisteis para que Mi Reino se fuera dando en la Tierra. Vosotros mismos repasando la historia, os podéis dar cuenta de ciertas celebridades de la vida de hermanos vuestros que entre ellos, hay algunos muy conocidos de vosotros que actuaron en el Bien y otros que actuaron en el mal.

Os recordáis de ellos, pero si os ponéis en su lugar; gozáis cuando es una celebridad que hizo el bien en la humanidad, que hizo el bien para vosotros, para sus hermanos. Pero si os ponéis en el lugar de aquella celebridad que hizo el Mal, vosotros mismos os sentís mal; sentís vergüenza de cómo, cuando se le nombra; se le nombra con vergüenza, con maldad, repudiándolo. Porque actuó en el mal, vivió en el mal y transmitió el mal.

Ahora Yo os pido que toméis vuestra propia vida, que seáis vosotros mismos jueces de vuestro actuar pasado. Ahora, con sinceridad y con honestidad, imaginaos cómo os verán los demás, cómo os ven ahora vuestros hermanos con vuestro actuar pasado, pero que ya es un futuro para ellos y aún para vosotros mismos,

¿Sois celebridades en el Bien, o sois celebridades en el mal?  ¿Podrán vuestras amistades y vuestros parientes sentirse orgullosos de lo que hicisteis, porque actuasteis en el Bien? O ¿Se sentirán avergonzados de ser parientes, amistades o descendientes de una celebridad de la cual cabe avergonzarse porque produjo el mal?

Yo os conozco perfectamente, Mis pequeños. Sois Mis hijos. Conozco perfectamente vuestro interior, conozco cada segundo de vuestra vida. Yo juzgo sabiamente y con justicia recta; pero vosotros mismos, cuando os presentáis al final de vuestros días sobre la Tierra; ante Mi Presencia, sabréis cómo seréis juzgados.

 Sabéis perfectamente lo que Yo sé y vosotros mismos; os presentaréis orgullosos ante Mí ó avergonzados os apartaréis de Mi Presencia inmediatamente.

Todavía podéis reparar, el transcurso de vuestra vida y de vuestro futuro eterno. Porque en Mi Misericordia Infinita, Yo Me puedo olvidar del pecado pasado y Me acuerdo del Bien presente. Cambiad, cambiad, Mis pequeños, de corazón. Todavía tenéis tiempo, aunque sea poco, (ESTÁIS VIVOS Y ENCARNADOS TODAVÍA).

 Pero dad buen ejemplo a vuestros hermanos que, si ciertamente actuasteis en el pasado en el mal y causaste mucho mal; también podéis cambiar hacia el Bien y empezar a hacer el Bien. Y de ésta forma, vuestra historia tendrá otro rumbo. Se podrá decir quizá, que fuisteis un mal ejemplo en el pasado; pero que tuvisteis la valentía y la humildad para reconocer vuestro mal… Y regresar al Bien y eso traerá mucha alegría  a los vuestros, pero sobre todo a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios.

Aunque hayáis tenido toda una vida de pecado y de maldad, si al final de vuestra existencia os mudáis hacia el Bien, Yo seré Benévolo con vuestra alma y deberéis estar seguros que la Vida Eterna os estará esperando.

Yo quiero siempre el Bien para Mis hijos y por eso continuamente os estoy guiando y os estoy poniendo todas las posibilidades para vuestro cambio. Aprovechad pues, Mi Misericordia Infinita para que regreséis a la Casa Paterna.

Tenéis un lugar Conmigo en el Reino de los Cielos, no lo desperdiciéis. Aprovechad que Mi Amor todo lo perdona.

Aprovechad, Mis pequeños, que Yo Soy un Verdadero Padre y que siempre os recibiré con los brazos abiertos, si vuestro arrepentimiento es de corazón.

Os repito, de vosotros depende que crezcáis, que os mantengáis en paz ó sufráis y viváis bajo los tormentos de Satanás.

Hijitos Míos, en la mayoría de los casos el padre y la madre siempre tratan de dar lo mejor a sus hijos. Tratan de darles aún lo que ellos no tuvieron y de ésta forma; al darles a ellos aquello de lo cual carecisteis en vuestra vida, os sentís plenos vosotros mismos. Porque sentís que estáis ayudando a vuestros hijos a no pasar por esas faltas o deficiencias que tuvisteis vosotros, tanto en lo material, como en lo espiritual.

Cuando en vuestros hijos, vosotros sentís que ellos están agradeciendo por lo que les disteis, vosotros os sentís contentos. También os sentís plenos de éste agradecimiento; porque ellos se han dado cuenta de que pusisteis vuestro ejemplo y vuestros sacrificios en hacer de ellos personas plenas en todos sentidos.

Ellos actúan en la forma que vosotros planeasteis y que sentisteis que iba a ser lo mejor; tanto para ellos, como para las personas que los iban a rodear durante su vida.

Ellos aceptaron vuestra voluntad, ellos aceptaron vuestros conocimientos, ellos aceptaron vuestra educación y eso a la larga les da frutos y eso es lo que agradecen, los frutos buenos que obtienen por vuestro amor y vuestro sacrificio.

Esto os lo digo Mis pequeños, porque cuando os pido que vosotros aceptéis Mi Voluntad en vuestra vida, va en ésta misma línea. Yo os doy mucho. Yo os cuido desde antes de vuestro nacimiento, desde vuestra concepción…  Y estáis siendo guiados y protegidos por Mí, vuestro Dios.

Os voy poniendo en vuestro caminar a lo largo de vuestra existencia, tantas cosas bellas para que vosotros os llenéis de ellas y llega un momento en que os pido que os soltéis a Mi Voluntad; para que Yo pueda trabajar a través de vosotros que en cierta forma, es lo que os expliqué acerca de lo que hacen vuestros padres con vosotros.

Cuando vosotros tomáis ya Mi Conocimiento, Mis Ejemplos, Mi forma de Vida, que os enseñó Mi Hijo; cuando vosotros hacéis vida dentro de las Virtudes, dentro de las Enseñanzas que se os dieron y dentro del Amor; es cuando estáis actuando bajo Mi Voluntad.

Y esto también os dará muchos frutos. Frutos que vosotros gozaréis, porque los que están a vuestro alrededor se alegran de que vosotros seáis así y que además, se alegran del Bien que hacéis por vuestros hermanos.

Vivir bajo Mi Voluntad, Mis pequeños, es vivir el Cielo en la Tierra. Porque Yo protejo de una manera especial a todos aquellos que han aceptado todo lo que Yo os he dado. Y así vivir bajo Mi Voluntad, os va a traer muchas alegrías que gozaréis ¡YA! desde la Tierra. Que Me agradeceréis también ya desde ahora y Me agradeceréis eternamente en el Reino de los Cielos.

Os agradezco a aquellos que habéis tomado de Mis lecciones, de Mis enseñanzas, de la vida espiritual que se os ha dado para normar vuestra propia vida y sobre todo, para ayudar a vuestros hermanos con lo que habéis recibido gratuitamente y que gratuitamente debéis compartir.

  Habla Nuestro Señor Jesucristo 

Hijitos Míos,  pedid la Luz del Espíritu Santo. Pedid con fuerza que os invada, que os dé vida, que os dé fortaleza y que os dé valentía.

Recordad la vida de los apóstoles, fueron preparados por Mí, fueron Evangelizados por Mí, los dejé listos para la misión; pero la parte humana los traicionó. Después de Mi Muerte se escondieron, no querían salir por temor a que ellos fueran apresados y también asesinados por los jefes del pueblo. Les fue enviado el Santo Espíritu para que fueran bañados por Su Gracia y de ésta forma, Su Fuerza espiritual los incendió interiormente y con ello, su parte humana fue hecha a un lado.

Con esto os quiero dar a entender que fueron revitalizados en la Gracia y de ésta forma, todas Mis enseñanzas ya podían fluir fácilmente a través de ellos.

La parte humana en vosotros muchas veces os traiciona, Mis pequeños. Le dais mucha importancia a vuestra propia vida, a la vida del cuerpo; porque no conocéis las potencias del alma y por eso debéis ser revitalizados con la ayuda del Espíritu Santo.

Por eso,  os pido que le pidáis a Mi Santo Espíritu que os dé esa Fortaleza que necesitaréis en éstos momentos; porque vosotros debéis ser Mis representantes en estos tiempos de cambio. En estos tiempos difíciles. Difíciles para aquellos que viven en el mundo, aquellos que Me han hecho a un lado en su vida.

 A aquellos que no han crecido espiritualmente y no se pueden defender contra las fuerzas de Satanás, que son las fuerzas del mundo, que son los poderes del mundo.

Pedid ser revitalizados con ésta fuerza del Amor, porque al tener al Santo Espíritu en vosotros, en toda Su Potencia; vosotros os volvéis verdaderos transmisores de Mi Vida hacia vuestros hermanos. Vuestra parte humana queda hecha a un lado y vuestra vida espiritual vencerá las potencias del Mal y vuestra propia carnalidad.

Así pues os doy éste consejo para que tengáis la misma Gracia que tuvieron los apóstoles en su tiempo, porque ahora vosotros sois Mis apóstoles en éstos tiempos. Gracias, Mis pequeños.