F74 CRUDA ESPIRITUAL22 min read

Hijitos Míos, os he dicho anteriormente que estáis en el Mundo para servir a Mí Padre, para ser corredentores junto Conmigo, porque al Mundo hay que devolverle su dignidad del Principio, con la acción de vuestros actos amorosos, unidos a los Míos.

Estáis en el Mundo, pero NO debéis ser del Mundo. Los que son Míos, sufren; realmente sufren el estar en el Mundo, porque NO les atraen las cosas de él, viven aún con el recuerdo del Cielo, pero se alegran de servir a su Dios.

El Mundo, al haber sido afectado por el Pecado de Orígen y posteriormente, por estar bajo el influjo de Satanás, vive en el error y en el pecado, que os apartan de Mí y os llevan a tratar de separaros de todo lo que es Mío.

Por ello los que Me pertenecen, al NO querer aceptar lo que el mundo les ofrece son vistos “raros” o si su acción se vuelve más manifiesta, son perseguidos.

Desde que el pueblo judío hizo su “Pacto de Amor” al escoger a Mi Padre como a su ÚNICO Dios, él fue perseguido o envidiado, pero Yo estaba con ellos en todo momento. Yo era su Dios y ellos Mí pueblo, en un mundo lleno de errores que a cada momento los trataba de influenciar con sus cultos y creencias. Y que a ratos lo conseguía, pero ahí estaba Yo nuevamente, para volverlos al buen camino.

Todos aquellos que se levantaban en Mí Nombre, como los santos profetas de la antigüedad, la mayoría eran perseguidos o eran asesinados por causa Mía. Por llevar Mí ejemplo y Mí Palabra a los demás, que aunque aún Yo NO Me encarnaba, el Amor que Me mueve a Mi, ya los movía a ellos.

Luego vengo Yo, vuestro Dios Encarnado, a convivir entre Mis hijos y Me sucede a Mí lo mismo. Se Me atacó y se Me quitó de en medio, para que el hombre vencido por el Mal, pudiera seguir haciendo su propia voluntad y NO la de Mí Padre.

Satanás, manipulando al hombre, siempre ha querido destruir Mí Obra y a la Presencia de Mí Padre; pero aunque nunca lo va a lograr, sí va a luchar fuertemente para tratar de hacerlo.

Ahora, en los Tiempos en los que vosotros vivís, sucede exactamente lo mismo. Satanás NO puede cambiar su actuación contra el hombre, porque es el mismo de siempre.

Sus mentiras y sus ataques son los que usó en la antigüedad, porque su Caída lo limitó para siempre; pero le siguen dando resultado, porque el hombre sigue sin protegerse, por alejarse de su Dios.

A los Míos es estos tiempos se les ataca, se les ridiculiza, se les asesina. Quizá los métodos actuales sean más sutiles, pero la finalidad es la misma: tratar de destruir Mí Obra y destruirMe del corazón del hombre.

Yo les previne a Mis Apóstoles y Discípulos, cuando los mandé a predicar: haréis grandes cosas, pero también seréis perseguidos por Mí causa. Y la causa es de lo más noble y de la mayor magnitud que un alma puede tener, el servir a su Dios.

El servir a su Dios, el salvar almas por medio de Mí Palabra, el Morir por su Dios, son regalos hermosísimos para un alma; pero debido a vuestra fragilidad humana, NO podéis comprender perfectamente la magnitud del Regalo que os doy.

Al pertenecer a vuestro Dios, por medio de vuestro fiel servicio, estáis asegurando un tesoro grandísimo en el Reino de los Cielos, porque si os estáis volviendo unos Cristos en la Tierra, estaréis alcanzando la Gloria de un Cristo en el Reino de los Cielos.

Mí Padre paga en forma infinita a todos aquellos que son Nuestros. Que han sabido mantenerse con Nosotros. Que Nos han transmitido a los demás y que puedan vivir por Nosotros.

El morir por alguien, el dar la vida por un hermano, es la acción más loable que un ser humano puede realizar. Le está regalando su propia vida por proteger la de él. Humanamente los llamáis héroes, porque dieron su vida por alguien o por un ideal.  

 Imaginaos lo que sois ante los Ojos de Mí Padre cuando os dais por Nuestra Obra, por Nuestros intereses, cuando os dais por Mí, Su Hijo… Esto es algo que NO alcanza a abarcar vuestra pequeña mente, pero os puedo asegurar que el regalo que recibe un mártir en el Reino de los Cielos, es de los más altos y deseados por todas las almas.

El valor del mártir no tiene para. Primero, porque se vuelve otro Cristo Conmigo y con ello alivia a una gran multitud de almas de las penas del Purgatorio, alcanzando con éste hecho, una gran Gloria al regalarLe éstas almas a Mí Padre.

Y por otro lado, el mártir se vuelve ejemplo vivo desde antes de su martirio de lo que debe ser la vida de un verdadero hijo de Dios, ayudando con ella a muchas almas a cambiar de vida y ayudándoles en su salvación.

Vosotros decís que la palabra mueve, pero el ejemplo arrastra y éste vale para lo bueno y para lo malo. Pero si vosotros habéis escogido el camino bueno, entonces os estáis entregando a vuestro Dios y Él NO os puede olvidar.  

Vosotros Mis pequeños, NO deberéis estar preocupados si seréis perseguidos o asesinados de forma cruenta y eso os quite la paz. El santo y el mártir se hacen y crecen día a día, con las cruces de cada día…

Y con el crecimiento que se logra a través del ejemplo que dais a los demás, a través de la defensa que hacéis de Mis Palabras y Obras que os dí cuando viví sobre la Tierra y a través de la aceptación y ofrecimiento de los pequeños o grandes dolores o penas que permito tengáis en vuestra vida.

Así que NO os preocupéis del futuro, sino ved vuestro presente, cuidando que si lo que hacéis, lo estáis haciendo bien por Mí o reparad por lo que hacéis y que NO ofrecéis, porque NO lo estáis ni uniendo ni ofreciendo a vuestro Jesús para presentarlo a Dios Padre.

Vuestra vida debe ser de Oración, Aceptación, Intercesión y sobre todo, de agradecimiento por la multitud de bendiciones y favores que recibís a diario y que en su gran mayoría, ni cuenta os dais de ellos.

El alma, al llegar al final del Tiempo que se os prestó para servirNos, se va a dar perfecta cuenta de todo lo que recibió, de lo que sí fue aprovechado y agradecido… Y de lo que NO fue tomado y que hasta fue maldecido o rechazado, al NO haberlo querido aceptar.

Todo lo sabréis y algunos agradeceréis las oportunidades que se os dieron, mientras que muchos otros por vuestra distracción en las cosas de éste Mundo, os arrepentiréis por NO haberlas tomado.

TODA acción vuestra recibe recompensa o recibe castigo. Por ello, os pido estéis muy atentos a lo que pensáis, hacéis o decís; porque todo está supervisado por el Divino Amor y por Su Santa Justicia.

Si el alma vive en el Amor, NO deberá preocuparle Nuestra Santa Justicia. Pero aquél que viva en el Error sabiéndolo, aceptándolo y atacando al Amor, SÍ deberá preocuparle su Futuro Eterno.  

Hijitos Míos, cómo Me duele ver a Mi Iglesia en las condiciones actuales. Lloro al ver Mi Obra en decadencia.

Si, Mis pequeños y con esto NO Me refiero sólo al estado del alma de Mis sacerdotes; sino también al de una gran mayoría de vosotros, quienes sois también Iglesia.

Desde la formación primera de Mi Iglesia, ésta ha tenido altas y bajas. A veces aumentado el fervor, a veces disminuyendo por las persecuciones o la tibieza de quienes la componen.  Paradójicamente en una de las situaciones en donde se aumenta el fervor y la Fe, es cuando ha habido Persecuciones.

Cuando en Mi Iglesia ha habido Persecución, el espíritu cristiano se fortifica, se vuelve más fuerte y unido, se le aprecia mucho más y se Me busca con ahínco, reconociendo Mi Presencia en Ella y reconociendo que sólo Yo os puedo ayudar a conservar vuestra Fe y a soportar la Prueba que estáis pasando.  

En la otra situación, en el Tiempo de la Tibieza en donde NO hay una aparente Persecución o ataque que ponga vuestra vida en posible tormento o muerte; las almas se van deteriorando, se van apagando y se van volviendo frías al grado de poderse volver traidoras a su Fe o apóstatas…

Que al cambiarse a doctrinas o corrientes diferentes a lo que Yo os enseñé, NO solo cambian su manera de pensar sino que hasta atacan a lo que se les enseñó primeramente.

Os subrayé aparente, porque creéis que las Persecuciones siempre son como se vivieron en la antigüedad, atormentando y asesinando a Mis consagrados y a los que siguen Mis Leyes y Mi Palabra.

No, Mis pequeños. La Persecución puede ser callada, en lo secreto, sin derramamiento de sangre. En lo profundo de vuestro corazón; simplemente se os ataca en las bases de vuestra Fe, en lo más profundo de vuestras creencias religiosas, para iros desangrando poco a poco.

¡Sí, Mis pequeños, os están quitando vuestra Fe y os están debilitando poco a poco; como a los perseguidos en la antigüedad, los cuales iban perdiendo su sangre lentamente en el Martirio!  Sólo que hay una gran diferencia entre el martirio que sufrieron antiguamente y el actual.

Cuando el Martirio era en el cuerpo, Mis hijos que lo sufrían se la pasaban orando y ofreciendo sus dolores junto con los Míos, de tal forma que así salvaban NO solo su alma sino la de muchos otros.

En cambio ahora, se os está desangrando en vuestra Fe sin dolor. Sin que os percatéis de ello y SIN IMPORTAROS  que se Me ataque NI a Mi, NI a lo Mío, NI a vuestra Fe. De tal forma que se pierden ahora más almas, porque NO SE ORA para protegeros, NI para proteger a vuestros hermanos en desgracia.

¡Sí, Mis pequeños, por vuestros hermanos en desgracia, igual que vosotros! Os he advertido que se os ha estado atacando y NO QUERÉIS daros cuenta de ello, porque se os están dando las cosas fáciles. 

Ya NO tenéis que sufrir para nada, las sectas os ayudan a tener de todo, con tal de que os unáis a ellos.  Se os “ayuda” a poder eliminar los problemas de vuestra vida diaria, permitiéndoos hacer lo que Yo siempre había prohibido en Mi Ley.  Estáis vendiendo vuestra Primogenitura por un plato de lentejas, por unos cuantos pesos y unas cuantas mentiras.

Si Yo ahora estoy permitiendo el sufrimiento fuerte en muchos de Mis hijos alrededor del Mundo, ES PRA QUE DESPERTÉIS, para que os pongáis en guardia, para que vuestra inteligencia guiada por Mi Santo Espíritu, os haga ver lo que están haciendo con vosotros… Y en especial, con vuestra alma.

¡Estáis ciegos y NO os interesa ver la realidad! Porque esto significa trabajo, cambio, muerte a lo material y compromiso con vuestro Dios. Queréis ahora todo fácil, todo en la boca y predigerido, como a bebés.

Mis pequeños, los tiempos actuales son para Adultos en la Fe y en la respuesta a vuestro Dios.  Los débiles y convenencieros, pueden fácilmente sucumbir a las insidias del Mal, porque NO les interesa ya defender lo que es vuestro.

Yo os enseñé a protegeros contra los ataques y contra la sequedad espiritual, a través de la Oración. Yo oraba mucho, de día y de noche, porque “el perro bravo y el león rugiente siempre están al acecho”.

La Oración os hace fuertes y sabios, os permite ver lo que otros que NO oran, NO pueden ver.
La Oración os quita el Velo de Mentira con que os cubre el Maligno, para que podáis ver claramente la realidad que os rodea.
Con la oración crecéis; sin ella, os debilitáis.

Mis pequeños os vuelvo a repetir, Lloro por el estado de Mi Iglesia y por vuestra frialdad. Porque sé como lo vi en Getsemaní; que para muchos a pesar de Mi Sacrificio y de Mi Predicación, iban a seguir tibios o fríos. Y a ellos les iba a  alcanzar la Condenación Eterna.

¡Reaccionen por favor, para bien de vuestra alma y para la de vuestros hermanos!

 El Amor se ha separado de los hombres. Y NO es porque Yo deje de enviar Mi Amor; sino porque el mismo hombre ha renunciado a él. Se ha puesto una coraza que lo cubre y lo protege contra Mi Amor. Se os hace ya muy difícil vivir en el Amor. Os pido que viváis en el Amor, pero vosotros mismos NO queréis hacerlo.

Creéis que os impongo Yo Mis Leyes, Mis Decretos y Mi Amor, más os he dado la libertad de actuación. Vosotros vivís según vuestra voluntad y NO la Mía. Cuando vosotros viváis según Mi Voluntad, cuando vosotros os deis cuenta que el vivir fuera de Mi Voluntad os trae Maldad en vuestro corazón; entonces os daréis cuenta de que lo  mejor es vivir Conmigo, con vuestro Dios.

Creéis que es difícil vivir en el Amor y por eso os apartáis de él. Creéis que es más fácil vivir en la Maldad. Pero Mis pequeños, estáis en un error. Es más fácil vivir en el Amor, porque el corazón del hombre tiende a ello.

Os he dado Mi Vida, os he dado Mi presencia Divina entre vosotros, os di el ejemplo de vida y vosotros lo rechazáis. Para vivir en la Maldad también tenéis que trabajar mucho…

Quizá hasta más, que para vivir en el Amor. Porque tenéis que maquinar vuestra maldad, especialmente para que vuestros hermanos NO os ataquen después de que la cometáis. Vuestro acto va lleno de Mentira, va lleno de Maldad, va lleno de Error. Después de cometer un acto malo, os sentís mal; cosa que NO sucede cuando vivís en el Amor.

¿Por qué queréis vivir en la Maldad, Mis pequeños? Esa Cruda espiritual que os queda y os dura mucho tiempo, es porque NO queréis acercaros a la confesión y dejar ahí vuestro pecado, ante la presencia de Mis hijos, Mis ministros.

Os sentís mal, porque sabéis que cometisteis un error contra el Amor. ¿Por qué queréis seguir viviendo así, Mis pequeños? ¿Cuando todo podría ser bello, cuando todo podría ser santo, cuando todo lo que os rodea podría cambiar con vuestra actitud en el bien?

Si vosotros os unierais en el bien, vivierais en el bien, estaríais viviendo el Paraíso. Estaríais viviendo realmente el Amor entre vosotros.  

Si os quejáis de que vuestro alrededor es malo, es perverso, os ataca, os destroza; es porque vosotros mismos estáis alentando ésa maldad, porque la tenéis en vuestro corazón.

El Malo, Satanás, la Serpiente Antigua, NO PUEDE vivir ante el Amor. Si vosotros cambiarais y empezarais a vivir según Mi Voluntad que es el Amor, todo cambiaría. Y el mismo Mal se disiparía de vuestras vidas, de vuestro alrededor, de todo lo que os rodea.

Os estoy dando la pauta Mis pequeños, para que vuestra vida, vuestra sociedad, el mundo entero, puedan vivir en el Amor. Todo depende de vosotros, del cambio real que tengáis dentro de vuestro corazón. Un cambio real de vida, de actitud hacia vuestros hermanos, el hacer el bien en todo lo que hacéis, EN TODO, Mis pequeños.

Cuando deis un servicio, dadlo con amor. Cuando ayudéis a alguien, hacedlo con amor; cuando digáis una palabra, que sea una palabra de aliento, una palabra de vida.  

Todo lo que hagáis en servicio a vuestros hermanos, que sea Mi Presencia en vuestros actos, en vuestros pensamientos, en vuestras palabras. DejadMe nuevamente vivir, os lo pido y os lo repito, DEJADME vivir entre vosotros, a través de vosotros.

Es a través de vosotros que Yo, Cristo Jesús he de volver a vivir entre vosotros. Ciertamente vendré en una Segunda Venida en Persona, Triunfante como Dios ante vosotros. Pero antes Me deberéis hacer vivir en vuestro corazón y eso es lo que hará que Mi Segunda Venida se dé entre vosotros, cuando ya vosotros sepáis vivirMe.

Hijitos Míos, para que os deis cuenta de qué tan fuerte es el vivir en el Amor o en la Maldad, que esto afecta aún a los bebés en el vientre materno.

Muchos de vosotros sabéis esto, que cuando el hijo que viene NO es bien querido, que la misma madre lo rechaza; ése hijo nacerá con problemas emocionales, porque ya desde el vientre materno sentía ése rechazo, ésa aversión hacia el Amor de ésta personita, de ésta almita que se estaba gestando en el cuerpo de su madre.

Pero cuando el hijo es amado, es deseado, se busca el bien del pequeño aún desde el vientre materno; ése bebé, ésa almita, crecerá segura, crecerá sana, crecerá llena de amor.

Mis pequeños, los bebés, cuando van creciendo en un ambiente de amor, les da seguridad, crecen con el ejemplo de sus padres, viven el amor porque lo están viendo en sus padres y eso les ayuda a poder ellos mismos después, transmitir lo que vivieron.

Así como Yo le dije a Satanás “no sólo de pan vive el hombre, sino de la Palabra que sale de la Boca de Dios”; también vosotros Mis pequeños, sois boca Divina.

Debéis ser ejemplo Divino para vuestros hijos, para con todos aquellos con los que entréis en contacto. Vosotros debéis ser transmisores de vida Divina, cuando Yo os he pedido ser otros Cristos, debéis transmitir en ejemplo y en Palabra, Mi Vida, Mis acciones, el ejemplo que Yo os di.

Si así como los bebés, ven el ejemplo de los padres y eso les va dando su personalidad desde pequeños. Si vosotros también desde pequeños vais viendo Mi Vida, que Yo como Hermano Mayor os he dejado; también debéis tomar de Mí ésa Vida, ése ejemplo para que vosotros vayáis creciendo con él, os vayáis alimentando y así seáis otros Cristos que vivís en ésa facilidad del Amor que Yo os he dejado.

Os recuerdo Mis pequeños, que Yo NO os impongo NADA en lo absoluto. El ejemplo de vida que Yo os di y que vuestros padres os deben de dar, debe ser algo sencillo. Algo de todos los días, algo con lo que viváis que sea vuestro ambiente familiar, para que luego éste sea el ambiente social entre todos vosotros.

Ved vuestros hermanos que producen Maldad, que están atrayendo el error a vuestros corazones, ved su familia, cómo han vivido. Son almas que NO vivieron en el Amor, son almas que sufrieron Rechazo, son almas que NO fueron alimentadas con Mi Vida, con Mis enseñanzas, con Mi Amor.

Sus padres aceptaron el error de Satanás y eso es lo que transmitieron. O han nacido en hogares con problemas entre los mismos padres: separación, divorcios, grosería, Maldad.  

Orad por ellos y orad por vosotros mismos, para que vuestras almas sean llenas de Mi Vida, de Mi Amor y sobre todo con ésa Esperanza de vida que debéis tener siempre. Una esperanza de Nueva Vida, que tarde o temprano os llegará. DESEADLA, deseadla de corazón y pedídMela, para que Yo interceda ante Mi Padre; para que ya se dé la Vida Nueva entre todos vosotros.

Mis pequeños, una vez bajé a predicaros. Una vez bajé a la Tierra para darMe por todos vosotros. Ésa vez vuestros hermanos tuvieron la Gracia de estar Conmigo, de compartir su vida con la Mía, de poderMe tocar, de poderMe ver, de poder hablar Conmigo personalmente… Y aún a pesar de eso, Me mandaron matar.

Vosotros, ahora tenéis ésa misión, la de tomar Mi Lugar de ser otros Cristos, de llevarMe a vuestros hermanos, de vivirMe; para que vuestros hermanos al veros cambien su manera de ser. Que quieran ser santos, buenos, como vosotros debéis mostrar a vuestros hermanos.

Es el ejemplo el que mueve. Si vosotros NO dais ése ejemplo, NO estáis cumpliendo vuestra misión, NO estáis transmitiendo a vuestros hermanos, NO estáis llevando vida, la Vida que Yo os dí.

Sí, os repito muchas veces esto Mis pequeños, el ser otros Cristos. Pero pocos, MUY POCOS quieren tomar ése papel.  Es más fácil llevar una vida regalada, una vida sin preocupaciones, una vida sin ataques, una vida sin problemas…

Una vida en la cual NO lo quieran a uno Sacrificar o Crucificar, como lo hicieron Conmigo. Preferís manteneros al margen, que ayudar a vuestros hermanos a cambiar su manera de ser.

Veis el Error a vuestro alrededor, pero NO queréis mejorar, NI vosotros mismos NI ayudar a mejorar a vuestros hermanos.

Mi Predicación se pierde.

San Juan, Mi Precursor decía: “Soy la voz que grita en el desierto” Y ahora, Mi Voz está así.

Mis Palabras se las lleva el viento, las almas que están Conmigo NO las quieren dar a sus hermanos para NO ser criticados, para que NO sean tomados como gente “rara o diferente” de éste tiempo…

Preferís ser como los demás o aparentar ser como los demás, para NO ser señalados y que os dejen en paz.

Sí, Mis pequeños, Soy la Voz que clama en el Desierto, porque Mis Palabras ya NO salen a través de vuestros labios, Mis acciones ya NO salen a través de vuestras acciones, Mis Pensamientos amorosos ya NO están en vuestros pensamientos…

YA NO hay Misericordia en vuestro corazón, ya NO hay vida pura y santa en vuestros actos, en vuestra vida, ya NO hay amor verdadero en vuestro ser. Y así, os quejáis de lo que sucede a vuestro alrededor, si vosotros NO estáis queriendo hacer el cambio, NI vuestros hermanos tampoco…  

¿Qué esperáis entonces?, ¿Que Yo venga a forzaros, cuando os he dado la Libertad Total?

Meditad, Mis pequeños. Meditad Mis Palabras y haced un examen de conciencia de vuestras obras. Vuestro alrededor está mal, porque vuestro interior está mal. Me tenéis aprisionado en vuestro corazón.

Ciertamente decís muchos de vosotros, que Me tenéis en vuestro corazón… Pero ahí Me tenéis aprisionado. Mis Palabras, Mis Obras, Mi Amor, NO SALEN a través de vosotros… Entonces, ¿Para qué Me lleváis o decís llevarMe a todos lados, si hacéis vuestra voluntad y NO la Mía?   
Vosotros tenéis una cruz de cada día, que NO os podéis apartar de ella NI la podéis negar, porque la Cruz viene por el Pecado que se cometió por vuestros Primeros Padres.

Vosotros debéis padecer vuestra cruz y qué mejor cuando os unís a Mí, vuestro Dios. Ahora os causa penurias. Tenéis dolores, tenéis sufrimientos, pero vendrá el Tiempo en que os daréis cuenta de lo que vosotros hicisteis al haber ofrecido vuestra vida junto con la Mía en la Tierra.  

Hijitos y hermanos Míos, aprended y tratad de ser UNO Conmigo, como Nosotros somos UNO en Nuestra Santísima Trinidad y al permitirNos vivir plenamente en vosotros; eduqueMos, prediqueMos, deMos buen ejemplo, vivaMos por la salvación de vuestros hermanos y muraMos por su salvación eterna…

Y así a vuestro regreso, sigaMos unidos eternamente en un solo Amor. Cuando lleguéis al Reino de los Cielos gozaréis inmensamente el haberos Ofrecido a Mí y haber unido toda vuestra vida, toda vuestra cruz a la Mía.

Gozad pues desde ahora Mis pequeños, ésos grandes momentos que tendréis Conmigo cuando lleguéis al Reino de los Cielos y gozad Mi Cruz y agradeced la vuestra.

Porque MUCHAS, muchas almas se van a poder salvar a través de vuestros Ofrecimientos y de vuestro amor.

Yo os Bendigo en Nombre de Nuestro Padre Dios, en Mi Nombre y en Nombre del Amor del Espíritu Santo. Acudid a Nuestra Madre Santísima, Mi Madre, para que os lleve de la mano y os aliente a seguir adelante a pesar de que las cosas se vuelvan adversas en vuestra vida terrena.

Viviendo vida espiritual, ésta logra fortaleceros para vencer cualquier obstáculo.

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