179. Dios Padre: Mi mano caerá poderosamente sobre las naciones que legalicen el aborto
Lunes, 29 de Agosto del 2011
(Fragmento del mensaje a María de la Misericordia)
Vengo en nombre de Mi Hijo Jesucristo. Yo soy el Alfa y el Omega, Dios el Altísimo.
El poder de la oración retiene Mi mano para no castigar a los hombres por los pecados que cometen. Enviaré un severo castigo si no se apartan del pecado del asesinato y del aborto.
Hijos Míos, ya habéis visto Mi ira a través de los terremotos, inundaciones, tsunamis y otros caos naturales. Tengo que castigaros hijos; pues no es posible que escapéis del castigo por los ataques a vuestro prójimo.
Los pecados del aborto serán castigados, cuando Mi poderosa mano caiga sobre aquellas naciones que permitan esta abominación.
NO OS ESTÁ PERMITIDO MATAR A MIS CRIATURAS INDEFENSAS. Y si vuestros gobiernos siguen promulgando leyes que permiten esta práctica cobarde, veréis caer Mi ira sobre la Tierra de tal modo, que pediréis clemencia para vuestra vida.
No permitiré más el asesinato. Pararé esto y pronto.
Pedid por las almas de estos seres indefensos y pedid por su liberación.
A las mortíferas embestidas de Lucifer contra las creaturas más amadas de su Creación, Dios tiene una formidable réplica.
Y en este mensaje de Dios Padre publicado en nuestro último post, N24 EL TRIUNFO DE SATANÁS, esta misteriosa petición divina abre un cúmulo de interrogantes: ¿A dónde van las almas de los niños muertos sin bautizar? ¿Qué es exactamente el Limbo? ¿Se puede orar por las almas que están en el Infierno? ¿Pueden ser liberadas? ¡¿Y CÓMO SUCEDE ESTO?!
Como siempre, solamente el Espíritu Santo puede darnos las respuestas.
Symbolum Apostolorum
CREDO in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, DESCENDIT AD INFEROS, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen.
Tal como lo recitamos con el Credo de los Apóstoles, JESÚS BAJÓ A LOS INFIERNOS, ¿A qué? A liberar y llevar consigo al Reino de los Cielos, a los justos que esperaban en el Limbo a ser redimidos por Él. Porque el Limbo es en el Infierno, el equivalente de lo que es el Paraíso Celestial en el Cielo. Algo así como el lobby del Reino de las Tinieblas.
¿CÓMO ES Y QUÉ SIGNIFICA PARA LAS ALMAS, EL LIMBO?
Veamos lo que dicen algunos santos sobre este asunto del Limbo.
Julia Kim, gran mística de Korea del Sur mundialmente conocida; tiene en su casa una pequeña imagen de María que desde el 30 de junio de 1985 ha derramado lágrimas de agua y de sangre durante 700 días hasta el 24 de noviembre de 1992. A veces, recibe los estigmas de la pasión de Cristo durante unos días y después desaparecen. Ha recibido varios milagros eucarísticos en la comunión y su obispo la apoya en todo, aceptando el carácter sobrenatural de estos hechos.
Jesús y María se le han aparecido muchas veces y le han pedido que sea un alma víctima, consagrada especialmente por los pecados del aborto.
El 5 de noviembre de 1986 la Virgen le dijo:
“Hija mía, ¿quieres participar en mis sufrimientos por los niños abortados? A causa de los abortos sentirás intensos dolores en tu vientre. Estos pequeños vagan por el Limbo (roaming about in limbo) después de haber sido abortados, privados de su dignidad y tratados como un pedazo de carne que se tira como basura… Reza por ellos y calma sus heridas y ofrece reparación por los pecados cometidos contra ellos”.
Con frecuencia, el Señor le ha hecho experimentar los dolores y agonías que sufren los niños durante el aborto, para consolarlos de su horripilante martirio…
La beata Ana Catalina Emmerick (1774-1824), la mística alemana, de la Orden de San Agustín, en sus escritos “Visiones y Revelaciones” relata la historia de una mujer que había matado al hombre que la había violado y también había matado al niño que había sido concebido. Lo dice así: “Al poco tiempo murió arrepentida también esta mujer, pero deberá pasar en expiación todos los años que la Providencia divina tenía destinados de vida a su hijo, hasta que el niño con el transcurrir del tiempo, haya alcanzado el momento de gozar de la luz eterna”
“Un día se me presentó un niño de tres años de edad, que había fallecido sin bautismo. Me dijo que no podía ser sepultado y que yo debía ayudarlo. También me dijo lo que debía hacer para su aprovechamiento con continuas plegarias… Al día siguiente, vino a verme una pobre mujer de Dülmen, pidiendo ayuda para cubrir los gastos de la sepultura de su hijo muerto. Era el mismo que yo había visto la noche anterior. Lo hicimos sepultar. Y todo esto lo hicimos en sufragio y mérito del alma del niño” (29-6-1821, p.513). “Después de haber sepultado al niño lo vi de nuevo. Y ahora estaba radiante y se iba a una fiesta, donde muchos niñitos estaban reunidos en alegre diversión” (1-7-1821, p.514). La obra buena de sepultarlo y las oraciones de Ana Catalina consiguieron que fuera liberado y fuera al cielo, alegre y feliz.
En otro caso, nos cuenta sobre una joven campesina que dio a luz a su hijo secretamente por temor a sus padres. El niño murió sin bautismo al poco tiempo. Y dice: “Yo he sentido verdadera solicitud por ese pobre niño muerto antes del bautismo y me he ofrecido a Dios para satisfacer y expiar por él… Ya hace mucho tiempo he tenido revelación sobre el estado de estos niños que mueren antes del bautismo y me siento tan conmovida que siempre que tengo conocimiento de un caso semejante, me ofrezco a Dios con la oración y el sufrimiento para satisfacer y expiar por aquello que otros han descuidado, a fin de que el pensamiento y el acto de caridad que yo hago puedan compensar lo que falta en virtud en el Misterio de la Comunión de los Santos”
ESPERANZA PARA LOS NIÑOS MUERTOS SIN BAUTIZAR
Santa Faustina Kowalska cuenta en su Diario: “He visto cómo salían de una especie de abismo barroso las almas de niños muy pequeños y otros más grandecitos como de nueve años. Estas almas eran repugnantes y horribles, semejantes a los monstruos más espantosos, a cadáveres en descomposición. Pero esos cadáveres estaban vivos y atestiguaban en voz alta contra un alma agonizante” (Cuaderno 5, Nº 177 del 12-5-1935).
Podemos preguntarnos: ‘¿Por qué las almas de esos niños que pensamos sean puros e inocentes, son tan repugnantes y horribles?’ R- Porque un alma sin Dios, como lo es el alma de un niño muerto sin bautismo, es una criatura de Dios, pero no templo de Dios. PORQUE NO HA SIDO CONSAGRADO POR EL BAUTISMO. Está en tinieblas. Sin luz y sin belleza; atributos divinos que son trasmitidos al alma a través del bautismo.
Santa Perpetua. En el escrito “Passio SS. Perpetuae et Felicitatis” sobre el martirio de estas dos santas del Norte de África, ocurrido en Cartago el año 203. Existe el único documento martirial escrito por puño y letra de Perpetua, en donde hay un fragmento que dice: “A los pocos días mientras estábamos en Oración, súbitamente se me escapó la voz y nombré a Dinócrates. Me quedé pasmada porque nunca me había venido a la mente, sino hasta ese momento.
Y sentí compasión al recordar cómo había muerto. También comprendí que yo era digna y que debía orar por él. Empecé a hacer mucha Oración por él y a gemir delante del Señor. Seguidamente aquella misma noche tuve esta visión: Vi a Dinócrates salir de un lugar tenebroso, donde también había muchos otros. Venía sofocado por el calor y sediento. Con un vestido sucio y rostro pálido. Llevaba en la cara la herida que tenía cuando murió. Dinócrates era mi hermano carnal de siete años de edad. Murió de un cáncer tan terrible en la cara, que daba asco al mundo.
Yo hice Oración por él. Pero entre él y yo había una gran distancia, de tal manera que era imposible acercarnos el uno al otro. Además en el mismo lugar en que estaba Dinócrates, había una piscina llena de agua, pero el borde estaba más alto que la estatura del niño. Dinócrates se estiraba como si quisiera beber. Yo me afligía al ver la piscina llena de agua, pero con el borde demasiado alto para que pudiera hacerlo y beber hasta saciarse. Entonces me desperté y comprendí que mi hermano estaba sufriendo, pero confiaba en que podría aliviar sus sufrimientos. Por esto, oraba por él todos los días. Hasta que fuimos trasladados a otra cárcel, porque debíamos combatir en los Juegos Militares, para celebrar el cumpleaños del César. Y continué orando por él, día y noche, con gemidos y lágrimas para alcanzar la gracia.
El día que estuvimos en el cepo, tuve una nueva visión: Vi el lugar que había visto antes y a Dinócrates limpio de cuerpo, bien vestido y lleno de alegría. Donde antes tenía la llaga, vi solo una cicatriz. El borde de la piscina estaba más bajo y llegaba hasta el ombligo del niño. Sobre el borde había una copa de oro, llena de agua. Dinócrates se acercó, bebió, pero la copa no se agotaba nunca. Saciada su sed, se retiró del agua y se puso a jugar, gozoso, como lo suelen hacer los niños. En esto me desperté y comprendí que ya no sufría.
¿ORACIONES IMPOSIBLES?
¿SE DEBE REZAR POR LAS ALMAS QUE ESTÁN EN EL INFIERNO? ¿Y POR LAS QUE ESTÁN EN EL CIELO?
Hijitos Míos, os voy a explicar algo que muchos de vosotros no conocéis:
1.- En el Cielo hay diferentes niveles de gozo.
2.- En el Purgatorio, hay diferentes niveles de purgación.
3.- En el Infierno, hay diferentes niveles de dolor, de castigo.
Y todo esto os lo digo Mis pequeños, por aquellos que se creen no valer nada y creen que su vida aquí sobre la Tierra no sirvió para nada.
Estáis muy equivocados Mis pequeños. Si os concedí el don de la vida, es porque así lo decidí Yo en Mi Sabiduría Eterna y puse toda Mi confianza en vosotros para que Me ayudarais a que las almas se mejoraran en su nivel de crecimiento espiritual, de amor.
Para que su gozo fuera aumentando día a día y aún, para que las almas del Infierno no sufrieran tanto. Sí, son cosas que no conocéis o en las que no reparáis.
Mucho se necesita de cada uno de vosotros, de vuestras oraciones, de vuestra donación, de vuestra intercesión.
Ciertamente las almas del Cielo están gozando ya de Mi Presencia y por sus méritos propios. Pero una manera Mis pequeños de agradecer lo que recibisteis de vuestros padres, de vuestros antepasados, de vuestros amigos, de vuestros hermanos; es manifestando el agradecimiento. Por ello y vuestra intercesión de amor hacia ellos, las Misas que ofrecéis, los sacrificios, las oraciones, todo lo que hacéis, también llega a ellos a través de la Comunión de los Santos. Y ellos van subiendo el nivel de gozo.
Por vosotros, ellos se van acercando más a Mí hasta la fusión total del alma Conmigo, con su Dios. Así su gozo será tremendo y gracias a vosotros, Mis pequeños.
Las almas del Purgatorio también necesitan de vuestras oraciones, de vuestra donación, de vuestros sacrificios, de vuestros ofrecimientos, de vuestros agradecimientos Y así, las almas que estaban en niveles bajos, sufriendo mucha purificación, les iréis ayudando a que pronto puedan salir del Purgatorio, a que pronto encuentren el verdadero significado del Amor y se puedan unir ya a Mí, eternamente.
Las almas en el Infierno, también tienen niveles de dolor.
En Mi Misericordia, Yo pido que esas almas no sufran tanto. Os lo pido a vosotros, os lo pido a las almas santas que se dan cuenta de ello. Ciertamente han negado el Amor, ciertamente no quieren saber de Mí; pero aun en Mi Misericordia, porque son hijos Míos, NO DESEO QUE SUFRAN y por eso permito que estén en un nivel de menos dolor cuando vosotros lo pedís,
AL DAROS CUENTA del dolor que tendrá un alma eternamente.
Cuando vosotros Mis pequeños, ofrecéis vuestros actos diarios, vuestra cruz de cada día, el ofrecimiento de vuestras obras,
TODO, TODO LO QUE HACÉIS A DIARIO por Mí y por vuestros hermanos,
Todo eso es tomado para que entre en la Comunión de los Santos y así todos vosotros os ayudéis a estar más cerca del Amor.
Estad siempre pendientes de todo esto Mis pequeños, para que vuestra vida y vuestros sufrimientos tengan un mayor sentido, Para que realmente os deis cuenta de que no estáis en la Tierra solamente para sufrir, como muchos dicen,
Sino que cada uno de vosotros trae una misión específica
Y esa misión es la salvación de las almas y su mejora en la purificación y en la santificación.
Así vosotros, con vuestras oraciones estáis ayudando aperfeccionarse a las almas del Cielo, a las del Purgatorio y a que las del Infierno no sufran tanto,
Vosotros pedís a esos tres niveles y también pedís por vosotros mismos. Las almas del Purgatorio ofrecen su purificación también por las del Cielo y por vuestra salvación, almas de la Tierra.
Y las almas del Cielo piden por todos vosotros, almas del Purgatorio y almas de la Tierra.
Mis pequeños, no despreciéis todas las bendiciones que se derraman sobre vosotros y este conocimiento que os doy para que mejoréis vuestro estado espiritual y ofrezcáis más conscientemente vuestra vida, vuestra cruz, vuestras alegrías, sufrimientos, todo lo que tenéis, para la salvación y la santificación de todas las almas.
Os necesito a cada uno de vosotros, no despreciéis todo lo que Yo he puesto en vosotros y sobre todo, Mi confianza, en cada uno de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Dios Padre
Debemos rezar siempre por nuestro árbol genealógico por el lado de Padre y Madre. Por los que están en el Cielo, en el Purgatorio. Y fíjense que importante: por los que pudieran estar en el Infierno.
Saber que podemos disminuir el tremendo sufrimiento que padecen las almas en el Purgatorio y en el Infierno, es la mayor demostración de amor al prójimo y una oportunidad increíble para aportar nuestro granito de arena al Círculo de la Perfección, en el Misterio de la Comunión de los Santos.
¡HAGÁMOSLO POR AMOR A JESÚS, QUE SUFRIÓ TANTO POR NOSOTROS!
La oración jamás se pierde, preocupémonos de nuestros parientes, amigos y conocidos. Y recemos por ellos, hayan sido muy malos o muy santos, eso no debe importarnos; TODOS necesitan de nuestras oraciones.
El tema del Limbo tiene una importancia enorme, sobre todo para los millones de padres de familia que han visto morir a un hijo muy pequeño (antes o después de nacer) sin haberle podido ofrecer el don del bautismo.
La Virgen María le decía al Padre Esteban Gobbi, fundador del Movimiento Sacerdotal Mariano, en la ciudad de Montreal, (Canadá) el día ocho de septiembre de 1983: “Estoy recogiendo de todas partes del mundo a mis niños más pequeños para reunirlos en mi escuadrón y depositarlos en lo profundo de mi Corazón Inmaculado. Hijos predilectos, escuchen su voz que invoca su ayuda, corran a su encuentro, tómenlos en sus brazos y llévenlos todos a su Madre celestial. Pequeños son para Mí todos los niños ya concebidos, cuyas vidas son voluntariamente destrozadas desde las entrañas de sus madres. El amor y el ansia de su Madre celestial y de la Iglesia por su salvación, así como su sangre inocente derramada por los que desprecian y desobedecen la ley de Dios, ES YA UN BAUTISMO DE DESEO Y DE SANGRE, QUE LOS SALVA A TODOS” (8 setiembre 1983).
La mística austríaca María Simma, a quien se aparecen frecuentemente las almas del purgatorio, ha hablado muchas veces de la existencia del Limbo Y dijo: “Todos los niños pequeñitos que mueren sin estar bautizados van al Limbo. Allí no tienen conocimiento de la posibilidad de ver a Dios. Pero pueden ir al cielo, si nosotros oramos por ellos y les damos el bautismo por los no nacidos, del cual supongo que Ud. ha oído hablar”.
SOBRE EL BAUTISMO ESPIRITUAL
Todos los cristianos cuando hay riesgo de muerte podemos bautizar.Una vez una mujer dio a luz prematuramente y el niño vivió solamente cuatro horas, su madre intentó darle gracias a Jesucristo por habérselo llevado con él. Entonces, escuchó claramente: “Al niño tienes que ponerle un nombre y demostrarle que goza del amor de su madre y luego consagrármelo a Mí”.
Los padres que han perdido un hijo y sienten preocupación por sus almitas, pueden realizar un “Bautismo Espiritual” siguiendo estas instrucciones de Jesús. Y mandar oficiar una misa por el niño que atravesó los umbrales del más allá.
Si no hemos perdido hijos, pero deseamos consolar a la Santísima Trinidad; podemos tomar una pequeña imagen o escultura del Niño Jesús y recitar el ritual del Sacramento del Bautismo para los moribundos, bautizando TODAS las almas que deseemos entregar en los brazos del Padre Celestial.
Y así liberarlas del cautiverio en las mazmorras del Limbo, en el Infierno. Satanás no puede impedírnoslo y nosotros necesitamos a todos esos angelitos como intercesores santos, ante el Trono de Dios.
PARA BAUTIZAR ESPIRITUALMENTE HAY QUE SEGUIR LOS SIGUIENTES PASOS.
1.- Encender un cirio pascual e invocar el Espíritu Santo. Invocar a la Virgen, a San José y a los santos a quienes vamos a consagrar al niño (o a los niños) cómo padrinos.
2.- Pedir a cada santo que tome a su ahijado y nos ayude a ponerle su nombre al bebé. En el caso de que sean muchos, invocar a la corte celestial y a los ángeles custodios. Y poner el Nombre de José o María agregado al del santo, (Por ejemplo José Francisco o María Teresa) Luego les pedimos que nos acompañen en la oración y ellos le impongan su propio nombre al que hayan abrazado por nosotros.
3.- Rogar a Jesús que nos permita ejercer como padres sustitutos. Y dándole gracias invocamos a la Santísima Trinidad siguiendo el pequeño ritual para estos casos. Si no lo conocemos o no lo tenemos a la mano, suplicamos a Dios que nos conceda la petición de integrar a la Iglesia a nuestro(s) pequeño(s) hijo(s) adoptivo(s) y le damos las gracias por concedérnoslo.
4.- A nombre de los desconocidos padres, le pedimos perdón a Dios por el pecado de homicidio y les pedimos perdón a los niños por los pecados cometidos contra ellos y el sufrimiento horroroso al que fueron sometidos. Les aseguramos nuestro amor arrepentido y nuestro deseo de que alcancen la felicidad y el crecimiento del Amor de Fusión Perfecto. Ofrecemos su sangre derramada unida a la Santísima de Jesús en el Calvario por la salvación de TODOS los pecadores. A continuación rezamos el Credo, el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria…
Symbolum Apostolorum
CREDO in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen.
PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen. SALVE SAN JOSÉ Amadísimo Patriarca, humilde y santo padre de Jesús y padre nuestro, derrama sobre la humanidad los rayos de La Llama de la Humildad de tu Justo y Casto Corazón, para cegar la soberbia de Satanás. Que con su Luz nos reconozcamos muy pecadores y con tu ayuda nos convirtamos de corazón a la Santísima Trinidad. Ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Dentro de sus llagas santas y gloriosas; nos proteja y nos guarde Jesucristo nuestro señor. Amén
AVE MARIA, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen. PASIÓN DE CRISTO, CONFÓRTANOS
GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen Por sus huesos torturados, santos y gloriosos, nos fortalezca y nos salve Jesucristo nuestro Señor. Amén
5.- A nombre del niño renunciamos al Pecado, a Satanás y a todas sus obras y rechazamos todas sus maldades en este mundo. Invocamos la Protección del Inmaculado Corazón de María como su nueva matriz y el Sacratísimo Corazón de Jesús como su nuevo refugio.
6.- Rezamos la Coronilla de las Llagas por la sanación de sus almitas y de sus cuerpecitos sacrificados e invocamos la Sangre de Jesús por su regeneración absoluta como cuando salieron de las Manos del padre Celestial y los consagramos como Templos Vivos del Espíritu Santo.
ROSARIO DE LAS LLAGAS DE JESÚS
Se reza con un rosario común.
Al comenzar decimos:
– Oh! Jesús, Redentor Divino, sé misericordioso con nosotros y con el mundo entero.
– Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
– Perdón y misericordia, Jesús mío cúbrenos de los peligros con tu preciosa Sangre.
– Eterno Padre, ten misericordia de nosotros por la Sangre de Jesucristo, tu único Hijo.
En las cuentas del Padrenuestro se dice:
Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.
En las cuentas del Avemaría se dice:
Jesús mío, perdón y misericordia: por los méritos de tus Santas Llagas.
Jaculatoria:
Oh sangre y agua que brotásteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, yo confio en ti.
Al terminar el rosario se dice tres veces:
Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.
Preciosísima Sangre de mi Señor Jesucristo, sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús. Amén
7.- Tomamos la pequeña imagen del Niño Jesús…Lo acunamos con todo nuestro amor y le decimos con ternura cuanto lo amamos y como si fuera el bebé material entre nuestras manos, le vaciamos sobre la cabeza el agua bendita mientras decimos: “Yo te bautizo José o María (breve pausa) (N.N.) En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.” Bendito y bienvenido seas a la Iglesia de Jesucristo.
Enseguida, imaginando que las puertas del Limbo han sido abiertas por nuestras oraciones, veamos a nuestros niños salir de su oscuridad y bendiciéndolos les decimos: “Descansa en paz y camina hacia el Reino de la Luz.” Amén
Mártires y Santos que estáis jubilosos en el Cielo, dirigid una mirada suplicante a Dios y una fraterna a los bebés que abrazáis, para rogar al Eterno por ellos y para decirles a ellos: ‘He aquí que la paz se abre para vosotros por la infinita compasión de nuestro Creador y Redentor”
EXPERIENCIAS REALES
Aquellos de vosotros que hagáis esta Grandiosa Obra de Misericordia y tengáis carismas, asistiréis a una Fiesta Maravillosa en el Cielo. (Les agradeceríamos mucho si la comparten con nosotros) Y los que no los tenéis, pero por amor y por fe os sentís impulsados a realizarla, benditos seáis también por vuestra caridad. A continuación les exponemos algunas experiencias vividas por quienes la han realizado.
Una obstetra, que comenzaba su nuevo trabajo en un hospital, tuvo la sorpresa de que cada noche se despertaba y veía junto a ella la figura de un hombre que la miraba con mucha insistencia. Después de indagar, le dijeron que un médico se había suicidado en aquel lugar y que él había practicado muchos abortos. Celebraron una misa por el médico suicida y también por los niños abortados. Después de orar por estos niños abortados, la madre de la obstetra vio la habitación llena de niños sonriendo que parecían muy felices, hasta que desaparecieron dentro de una luz que se alejó. Pareciera que la oración, especialmente la misa y la consagración de estos niños a Dios los llena de alegría y descansan en paz.
Una mujer había ejercido la prostitución y a consecuencia de ello, había padecido varios abortos tanto voluntarios como involuntarios. Después de convertirse, con gran respeto y cuidado les puso nombre a todos, aceptó el perdón de Dios y continuó consagrándoselos al Señor cada vez que iba a la iglesia. A partir de entonces, se vio libre de la depresión que padecía”.
Japón legalizó el aborto en 1948 y ha habido más de 128 millones de abortos provocados. Para estos niños, incluso si son abortados espontáneamente; el budismo ofrece a los mizuko (niños del agua o niños abortados), ceremonias de duelo llamadas mizuko kuyo, donde se cantan “sutras”, queman incienso, tocan campanas y hacen otros ritos para dar descanso a estos niños que están en el país de las tinieblas, como también ellos creen.
En algunas iglesias católicas del Japón, se celebran misas por estos niños abortados, como lo afirma el Padre jesuita japonés Akio Awamoto, quien celebra una misa por ellos los primeros domingos de cada mes a las cuatro de la tarde en la Iglesia de Yotsuya, uno de los centros católicos más grandes del Japón.
El P. Anthony Zimmerman dice: “¿Cuándo celebrarán los sacerdotes católicos misas por estos niños abortados de su ciudad, de su región o de su país?”
En la Renovación Carismática católica, el Espíritu Santo sigue derramando sus dones y carismas en la actualidad como en los primeros siglos. Este avivamiento espiritual comenzó en USA el año 1967 y desde entonces se ha extendido al mundo entero. Está presente en 238 países y sigue renovando la vida de 120 millones de católicos a lo largo del planeta.
Algunos líderes carismáticos fomentan la oración por los niños muertos sin bautismo y recomiendan celebrar una misa por ellos, bautizandolos espiritualmente y consagrandolos a Jesús, orando por ellos.
El P. John Hampsch afirma que es muy importante ponerles un nombre a estos niños muertos sin bautismo y ofrecerlos a Jesús. Y cuenta un caso que le ocurrió durante una misa en Canadá. Uno hombre dio el siguiente testimonio:
“Entre 1958 y 1963 mi mujer tuvo cinco abortos. Yo tenía un gran sentimiento de culpabilidad. Ayer cuando Ud. dijo que debíamos poner un nombre a estos niños, nosotros nos sentamos y lo hicimos. Mi esposa puso nombre a tres y yo a dos. Durante la misa (en visión interior) vi a Jesús delante de mí y me dijo que no me preocupara, que no me sintiera mal, porque ya esos cinco niños estaban en sus brazos y a salvo en el cielo. A partir de ese día, nuestro amor mutuo ha crecido inmensamente”.
Entre los líderes carismáticos católicos los Hermanos Matthew y Dennis Linn miembros de la orden jesuita, dicen: “Tal vez la sorpresa más grande de nuestro ministerio es la curación física y emocional, que puede ocurrir muy rápido y profundamente a otras personas, cuando oramos por bebés nacidos muertos y por abortos espontáneos y provocados. Por ejemplo, después de rezar por sus tres traumáticos abortos, Sandy retornó a casa para encontrar a su hijo de siete años que había sido hiperactivo desde su nacimiento, capaz de dormir por primera vez durante toda la noche y de portarse normalmente en la escuela al día siguiente. Sandy se dio cuenta de que no solamente la hiperactividad de su hijo había cesado, sino también de que su incapacidad para aprender, diagnosticada como permanente, había desaparecido. Casi cada familia puede beneficiarse… orando por abortos y bebés nacidos muertos.
Pidiéndole a Jesús que bautice a un niño muerto, le estamos pidiendo hacer todo lo que todavía se necesita hacer por esa criatura, ya sea que esto se inicie con un bautismo de deseo o renovándolo con una celebración más profunda de amor de Jesús, ofrecida a través de nosotros.
Idealmente, esta oración debería ser completada con una Eucaristía en la cual recibamos la comunión y nos unamos a Jesús, orando por nosotros y por el bebé muerto para llevarlo más cerca de Él por siempre. La Eucaristía es también un momento ideal para dar el amor de Jesús a otros niños que podían haber sido olvidados, tales como los cuatro mil niños abortados diariamente en USA. Especialmente, en la Eucaristía se habilita a los fallecidos con el perdón total de Cristo en el Calvario. Recibiendo para sí mismos el perdón de Cristo y extendiendo ese perdón hacia todos los que les hicieron daño, los muertos están habilitados para entrar en el cielo y alcanzar el estado de amar para siempre dentro del Cuerpo místico de Cristo. Si eres católico, manda celebrar una misa por el bebé. Mientras recibes la Eucaristía, deja que la sangre sanadora de Jesús entre en ti y en todos los difuntos de la familia, por medio del bebé”.
El Padre Roberto DeGrandis tiene un libro titulado “Curación a través de la misa”, donde nos habla de la importancia de la misa y de que todas las misas tienen un especial poder de sanación para los enfermos y para todos los que están agobiados en su espíritu y concretamente para estos niños. Él nos dice:
“Cuando consideramos el problema de los abortos, niños malogrados o que han nacido muertos; uno de los principios básicos es que estos niños deben ser recibidos con amor. Una de las formas en que amamos y aceptamos a un niño es dándole un nombre. Esto les da un sentido de pertenencia y de que ocupan un lugar verdadero en la familia…
Y cita el testimonio de una mujer:
“Hace veinte años yo quedé embarazada en un momento inoportuno. Yo estaba enferma, bajo cuidado médico y escasa de dinero. Yo no podía tener un niño. Yo luchaba contra esta idea por mi educación católica y deseaba tener una pérdida. Y tuve la pérdida. Cuando yo vi a esa pequeña vida humana muerta delante de mí en el hospital, me sentí muy apenada. Antes de llamar a la enfermera, tome un vaso de agua y lo derrame sobre la cabeza del niño bautizándolo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo… A través de los años, Dios me dio un amor especial por los niños pequeños rechazados y recogí en mi casa a muchos de esos niños pequeños, que habían sido rechazados por sus padres. Yo los amaba como si fueran míos y ellos me amaban a mí”.
“Esta misma mujer compartió que, un tiempo después, ella tuvo una visión de su hijo perdido. En la visión supo que era un niño y lo vió saludable y vivo con el Señor. Lo que le impresionó profundamente fue que todos los niños rechazados que ella había recibido en su casa, eran todos niños varones. Ellos eran un REGALO y la forma de sanar su corazón por la pérdida de su hijo”.
El Padre James Manjackal, de la India, es uno de los líderes de la renovación carismática más conocidos por su poderoso ministerio de sanación de enfermos. Viaja constantemente por todo el mundo y dice:
“De acuerdo a la enseñanza católica tradicional, los niños que mueren sin bautismo no pueden ir directamente al cielo. Estos niños van al limbo. Pero nosotros podemos bautizar a estos niños en fe y espíritu en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y así enviarlos al cielo.
Considero que esta es una de las tareas de nuestro ministerio (sacerdotal), del cual muchos no están enterados. Lee 1 Co 15, 29. Yo practico este ministerio (de bautizar a los niños abortados) en mi predicación. También les digo a los padres que han abortado que confiesen su pecado y, si es posible, que hagan obras de caridad como, por ejemplo ayudar a niños huérfanos en nombre de los niños abortados.
Muchos padres han dado testimonio de que después de tal bautismo (espiritual) de los niños abortados, ellos se les han aparecido como ángeles y los han consolado. ¡Gloria a Dios!”.
“Yo he oído a mucha gente que me ha dicho que ha visto a los niños muertos sin bautismo como ángeles y santos después de haber sido bautizados en espíritu. Algunos dan testimonio de que, cuando necesitan algo, ellos lo piden por intercesión de estos niños que ya han sido salvados.
Normalmente, cuando la gente que ha abortado viene a mí con tristeza y sentimiento de culpabilidad, yo les digo que pidan perdón a sus niños antes de bautizarlos en fe y en espíritu. Varias madres han tenido la experiencia de que sus niños han venido a darles su perdón y a consolarlas. Yo conozco a mucha gente que tiene contacto con estos niños salvados.
Yo bautizo a los niños muertos sin bautismo, si alguno está presente como padrino. Muchos sacerdotes no lo hacen debido a su falta de fe o a su ignorancia. Yo paso dos horas diarias, orando por las almas de los que han muerto. Muchas almas vienen a mí y se identifican y me dicen sus pecados y yo los bautizo, si no están bautizados, y rezo para que se perdonen sus pecados y pido al Espíritu Santo que los llene de su amor. Yo tengo maravillosas experiencias de su entrada en el cielo y sus oraciones por mí son de gran poder para mi ministerio. Los he visto con las caras resplandecientes después de bautizarlos y me han prometido ayuda espiritual.
Estos niños son un gran apoyo para su ministerio a lo largo y ancho del mundo.
Los hermanos Linn nos ofrecen un pequeño rito para el bautismo espiritual que incluye sanación para los padres de bebés abortados:
“Lee San Marcos 10,13-16, donde Jesús pide que los niños vayan a Él. Cierra los ojos y respira profundamente. Recuerda un momento en tu vida, cuando te sentiste especialmente amado, un momento, cuando supiste cuánto te ama Dios. Respira dentro de ti mismo ese amor otra vez. Ahora piensa en el bebé que has perdido. Ponte en contacto con tus sentimientos hacia ese bebé (por ejemplo, amor, tristeza, deseo, dolor, culpa, etc.).
Comparte amor y perdón con el bebé. Ve a Jesús y María delante de ti. Ve cómo ellos tienen a tu bebé en sus brazos y te lo ofrecen. Abre tus brazos y recíbelo. Dile al bebé todo lo que has estado guardando en tu corazón hacia él. Escucha cómo tu bebé quiere contestarte y escucha todo lo que él ha guardado en su corazón hacia ti. Durante los próximos minutos, di y haz con tu bebé todo lo que quieras.
Con Jesús y con el bebé, perdona a cualquier otra persona que pudo haber lastimado al bebé (médicos, otros parientes, etc.), cualquiera que, aun sin saberlo, no cuidó de esta nueva vida. Quizás tú u otra persona todavía sienten rabia hacia Dios por haberles enviado al bebé en una época no deseada, o por quitárselo. En este caso, “perdona” a Dios también.
Bautízalo. Ve de qué sexo es el bebé y pídele que te diga qué nombre quiere él. Con Jesús, bautízalo simbólicamente con ese nombre, pidiendo que Jesús lo lave y expulse cualquier dolor u oscuridad que el bebé tenga. Haz el signo de la cruz en la frente del bebé, y di con Jesús: Yo te bautizo N.N. en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Siente cómo el agua lo limpia y renueva.
Entrega al bebé a Jesús y María. Pídeles a Jesús y al bebé que te muestren cómo tú y el bebé pueden continuar amándose mutuamente a través de Jesús. ¿Cómo quieres que el bebé ore por ti y tu familia? ¿Cómo quiere tu bebé que ores por él? Cuando estés listo, pon el bebé en brazos de María y de Jesús. Invítalos a todos a que entren en la luz de tu corazón. Aspira ese gran amor que hay en tu corazón y deja que recorra todo tu cuerpo.
Los católicos, que han estado involucrados en un aborto provocado, deben acudir al sacramento de la confesión… y mandar celebrar una misa por el bebé”.
En resumen, creemos que bautizar espiritualmente a estos niños es muy importante para su felicidad y la de su familia, lo que nos indicaría que necesitan ayuda, pues podrían estar, hasta que se les ayude, en un limbo temporal.
Fuente: Extraído del libro ¿DÓNDE ESTÁN LOS NIÑOS MUERTOS SIN BAUTISMO?, del P. ÁNGEL PEÑA O.A.R