
En el sol… En la luna… Y en las estrellas … … y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Lucas 21:25.
CUMPLIMIENTO
USEN EL CARISMA DE DISCERNIMIENTO
El aumento del dióxido de carbono en la Amazonía podría afectar las precipitaciones más que la deforestación
Un nuevo estudio basado en simulaciones reveló que un aumento del 50 % en las emisiones globales de dióxido de carbono en la atmósfera podría reducir las precipitaciones en la Amazonía de forma drástica,
posiblemente en un nivel equivalente a lo que ocurriría si se talara toda la selva y se sustituyera por pastos. Se trata de un escenario extremo, pero que podría hacerse realidad si no cambian las pautas de conducta.
“Para nuestra sorpresa, solo el efecto fisiológico [del dióxido de carbono] sobre las hojas del bosque generaría una disminución anual del 12 por ciento en la cantidad de lluvia,
mientras que la deforestación total provocaría una caída del 9 por ciento”, indicó el ecólogo David Montenegro Lapola, de la Universidad de Campinas (UNICAMP) en Brasil, uno de los autores de la nueva investigación,
publicada en la revista Biogeosciences. El investigador señaló que estas cifras superan “la variación natural de las precipitaciones entre un año y otro, que es del 5 por ciento”.
Tanto la deforestación como las emisiones de dióxido de carbono están provocando una reducción de la humedad en la zona, aunque de formas ligeramente diferentes.
En el caso de la deforestación, uno de sus resultados es una disminución de la cantidad de hojas, que son las responsables de liberar vapor de agua a la atmósfera al abrir sus estomas para ‘exhalar’ oxígeno.
Eso significa que, si en el bosque hay menos hojas, también habrá menos humedad en el aire, lo que a su vez provocará que haya menos nubes.
Las concentraciones de dióxido de carbono, a su vez, hacen que los estomas permanezcan abiertos durante menos tiempo, lo que también tiene como consecuencia que emitan menos vapor a la atmósfera.
Los resultados del nuevo estudio coinciden con los de investigaciones anteriores, que también descubrieron que un aumento del dióxido de carbono reduciría las precipitaciones en los bosques tropicales de Sudamérica,
además de provocar un aumento de las precipitaciones en los bosques de otros continentes.
Se sugiere también que la Amazonía es especialmente vulnerable al aumento del dióxido de carbono, incluso más que los bosques de Asia o África..
La fuerte ola de calor en EE.UU. provoca que cientos de almejas se cuezan en una playa

La fuerte ola de calor que azota el oeste de EE.UU. y Canadá con temperaturas récord
de hasta 49 °C provocó que cientos de almejas se cocieran en una playa del estado estadounidense de Washington.
La compañía Hama Hama Oysters publicó esta semana imágenes tomadas en una de sus granjas cerca del canal Hood, que muestran una playa llena de conchas abiertas y moluscos muertos a causa de las altas temperaturas.
“Para todos los que se preguntan qué impacto tendría la ola de calor en las playas. […] Todavía no hemos hecho ningún tipo de recuento, pero el número de estas almejas muertas es impresionante”, escribió la empresa en su cuenta de Instagram.
Según Hama Hama Oysters, la situación se debe a que la ‘cúpula de calor’ coincidió con mareas extremadamente bajas durante el mediodía
y ausencia de viento, de manera que los moluscos quedaron expuestos al sol sin ningún tipo de protección ante el calor.
“Por favor, voten a políticos que sean lo suficientemente valientes para abordar el cambio climático”, señaló la compañía.
Por lo tanto, los ecosistemas futuros en el continente sudammericano dependerán de una reducción global de las emisiones de dióxido de carbono.
Francia se niega a disculparse por la radiación de las pruebas nucleares en el Pacífico

El Gobierno de Francia ha negado cualquier encubrimiento sobre los niveles de radiación en la Polinesia Francesa como consecuencia de las pruebas nucleares que llevó a cabo en la región entre 1966 y 1996, informa AFP.
Este viernes concluyó en París una mesa redonda convocada por el presidente Emmanuel Macron, en la que se trataron las acusaciones de que el país galo habría ocultado
el verdadero impacto que dichas pruebas tuvieron en el medioambiente y la salud de la población de los atolones de Moruroa y Fangataufa, en el océano Pacífico.
“No hubo encubrimiento estatal“, dijo la ministra delegada adscrita al Ministerio de las Fuerzas Armadas francesas, Geneviève Darrieusseq, descartando cualquier disculpa oficial de París.
Hasta el momento, solo 63 civiles polinesios han recibido una compensación por la exposición a la radiación de esos ensayos nucleares.
Los atolones de Moruroa y Fangataufa fueron testigos de 193 pruebas nucleares durante tres décadas, hasta que se puso fin a ese programa en la década de 1990 debido a la presión internacional.
En 2016, el entonces presidente francés François Hollande reconoció que esos ensayos tuvieron “un impacto” en la salud y el medioambiente,
y prometió renovar el programa de compensación a los afectados. Además, señaló que sin esas pruebas
“Francia no tendría armas nucleares y por tanto no tendría un elemento disuasivo nuclear
‘Fracking’, aguas residuales y actividad sísmica: la reacción en cadena que preocupa a los ambientalistas y a la industria petrolera en EE.UU.

Durante la última década, la técnica del ‘fracking’ (fracturación hidráulica) para la obtención de petróleo y gas natural ha ganado gran popularidad en EE.UU.
gracias a su costo relativamente bajo y su gran potencial de explotación frente a otros métodos de extracción tradicionales.
Sin embargo, el ‘fracking’ no está exento de problemas medioambientales, que han despertado la preocupación de los ambientalistas,
el Gobierno y la propia industria petrolera, especialmente en estos momentos de recuperación económica en que aumenta aceleradamente la demanda de los combustibles fósiles.
En un artículo publicado por Oilprice.com el pasado 27 de junio, la experta en el tema Irina Slav analizó la relación existente entre el ‘fracking’,
las aguas residuales que genera y los eventos sísmicos, haciendo hincapié en la rentabilidad de esta técnica para ciertos sectores industriales que no están necesariamente ligados
al petrolero, así como en la respuesta gubernamental a la actual situación.
En primer lugar, es necesario entender en qué consiste el ‘fracking’.
Se trata de una técnica que perfora el subsuelo con el objetivo de generar uno o varios canales de elevada permeabilidad a través de una inyección de agua a alta presión
que supere la resistencia de la roca y abra una fractura controlada en el fondo del pozo.
Esta agua a presión es mezclada con algún material apuntalante con el objetivo de ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas o el petróleo
y favorecer así su salida hacia la superficie.
Según el Servicio Geológico de EE.UU., la cantidad de agua que se utiliza durante este proceso puede llegar hasta los 60 millones de litros por cada pozo.
Luego es necesario deshacerse de toda esa agua residual, por lo que es vertida en pozos de inyección subterráneos que, según denuncian los ambientalistas, contaminan los acuíferos.
Sin embargo, existe otro problema ligado a esta práctica.
Cuanta más agua se inyecta al subsuelo, más probables se vuelven los eventos sísmicos, porque los millones y millones de litros del líquido son capaces de cambiar
las presiones en la formación rocosa, lo que desencadena una mayor actividad sísmica.
De hecho, la empresa independiente de investigación energética e inteligencia empresarial Rystad Energy advirtió el pasado 10 de junio
en un informe que los terremotos de una magnitud superior a 2,0 se habían cuadriplicado desde 2017 en varias regiones productoras de petróleo
y pronosticó que la actividad sísmica aumentará aún más este año si la industria del petróleo y el gas de EE.UU. continúa extrayendo hidrocarburos de esta manera.
Y es que en el 2020, un año marcado por la pandemia del covid-19 y la baja demanda de combustibles fósiles, se produjeron 14 terremotos con una magnitud superior a 3,5
en Oklahoma, Texas, Luisiana y Nuevo México (estados claves de producción petrolera mediante fracturación hidráulica), una cifra muy superior a los seis eventos registrados
tanto en 2019 como en 2018.
En lo que va de 2021, ya se han producido 11 terremotos en esos territorios y se está observando un rápido aumento del ‘fracking’
y de la consecuente producción de aguas residuales, que al ser inyectadas al subsuelo causarían aún más actividad sísmica.
Reciclaje del agua: ¿la solución?
Es aquí donde otro tipo de empresas han visto una oportunidad de negocio: el reciclaje y la reutilización del agua residual.
El pasado 24 de junio, un diario local reportó que la compañía de reciclaje y reutilización del agua Breakwater Midstream estaba expandiendo su sistema de reciclaje Big Spring
en el condado texano de Martin y planeaba construir dos nuevas instalaciones de reciclaje de agua que se sumarían a las diez que ya operan en el área.
De acuerdo con Jason Jennaro, el director ejecutivo de la empresa, el aumento de la actividad sísmica en la región es una de las razones de la creciente demanda de instalaciones de tratamiento del agua residual.
“El reciclaje de aguas residuales brinda a los operadores una alternativa ambientalmente sostenible a enviar toda su agua residual a vertederos ubicados dentro de grupos sísmicos conocidos”, señaló Jennaro.
Respuesta gubernamental
Por otra parte, desde el Gobierno también están abordando esta situación. Recientemente, el congresista demócrata Frank Pallone presentó un proyecto de ley
que podría reclasificar las aguas residuales del ‘fracking’ como desechos peligrosos.
Esto ha generado una intensa polémica, ya que las empresas se verían obligadas a deshacerse del agua residual en pozos de disposición Clase I (cuyas existencias en todo el país
son de menos de 300) en vez de como lo hacen ahora, en pozos de Clase II, cuya cantidad es muy superior y rebasa los 200.000.
En un reporte del pasado 11 de junio, el Instituto Baker de la Universidad Rice enumeró las desventajas políticas y económicas que esta ley acarrearía, entre las que se incluyen
un dramático aumento del precio del petróleo y conflictos entre los estados productores de energía y el Gobierno federal.
Aún así, las ventajas desde el punto de vista ecológico y medioambiental serían innegables, pues a las compañías productoras de petróleo no les quedaría más opción que reciclar
y reutilizar el agua, evitando así la posible contaminación de acuíferos y los eventos sísmicos severos.
“Lo peor está por llegar”: el informe más exhaustivo sobre el cambio climático advierte de consecuencias inminentes
En las próximas décadas, el cambio climático transformará drásticamente la vida en el planeta, incluso si los humanos conseguimos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, según pone de relieve el borrador del informe preparado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), al que ha tenido acceso AFP.
“Lo peor está por llegar”, advierte el informe, el análisis más exhaustivo sobre el impacto del calentamiento global, no solo en la salud de los seres humanos, sino en el planeta en general.
Los datos más recientes demuestran que incluso si los humanos limitan el calentamiento global por debajo de 1,5°C, los cambios “progresivamente más serios” e irreversibles ya están en curso.
Según el informe, “las decisiones que ahora toman las sociedades determinarán si nuestra especie prosperará o, simplemente, sobrevivirá a medida que se va desarrollando el siglo XXI.”
Entre las consecuencias casi inminentes, el informe destaca la escasez de alimentos y de agua, las enfermedades,
las condiciones meteorológicas extremas, así como los desastres naturales y la migración creciente.
Los expertos recuerdan que las últimas perturbaciones climáticas han modificado el medioambiente para siempre, aniquilando a muchas especies.
En el futuro, las tasas de extinción de fauna y flora de serán mil veces más altas que antes del Antropoceno, período geológico caracterizado por el impacto fundamental
que las actividades humanos tienen en los ecosistemas de la Tierra. Para 2075, el cambio climático podría reducir la biodiversidad local en un 75 %.
Mientras, en el océano las olas de calor marino se harán más frecuentes y desaparecerá el 70-90 % de los arrecifes de coral.
Altas tasas de emisiones de gases podrían conducir a la desaparición de la mitad de toda la selva amazónica y, en consecuencia, a tasas de emisiones aún más altas.
Si bien muchos de los ecosistemas se encuentran hoy más allá de su capacidad de adaptarse a las condiciones cambiantes, los científicos sostienen que
“la vida en la Tierra puede recuperarse del cambio climático drástico, evolucionando hacia nuevas especies y ecosistemas”.
Sin embargo, no ocurrirá lo mismo con los humanos, pues el impacto del cambio climático en las poblaciones se manifestará en un repunte en los números de migrantes
a causa de las enfermedades y desastres naturales, así como a las condiciones climáticas extremas, entre otros factores.
Alrededor de 1.700 millones de personas quedarán expuestas a calor extremo, mientras que cientos de millones más sufrirán un calor mortal, principalmente en África subsahariana
y Asia sudoriental. Cada año, 2,7 millones serán desplazados por inundaciones y más de 400 millones de los residentes urbanos se verán afectados por escasez de agua.
Como demuestra el informe, un máximo de 80 millones de personas quedarán expuestas al riesgo de hambruna.
En el mapa que muestra el riesgo de la sequía, se puede observar que las regiones más afectadas serán las de Europa y las de Asia.
La joven activista medioambiental Greta Thunberg comentó a AFP que el borrador del informe del IPCC nos permite “enfrentarnos a la realidad” del cambio climático.
En el mapa que muestra el riesgo de la sequía, se puede observar que las regiones más afectadas serán las de Europa y las de Asia.
La joven activista medioambiental Greta Thunberg comentó a AFP que el borrador del informe del IPCC nos permite “enfrentarnos a la realidad” del cambio climático..
La dramática sequía que azota México amenaza al suministro de agua en las ciudades y a la producción agrícola
A pesar de que se pronostican lluvias durante los próximos días en varios estados del país, la grave sequía y escasez de agua que ha azotado México durante los últimos meses
podría continuar afectando al país en las próximas semanas, elevando la preocupación de las autoridades por los daños que supondría en los cultivos
y en el suministro del vital líquido en grandes urbes, incluida la Ciudad de México.
Las temperaturas registradas esta semana en algunas de las zonas agrícolas más importantes del país superaron los 40 grados Celsius, principalmente en los estados del noroeste.
Esta situación ha generado preocupación entre los productores y autoridades, que aseguran se corre el riesgo de tener una producción insuficiente a causa de la falta de riego en los cultivos.
La intensa sequía por la que atraviesa México, la peor en las últimas décadas, ha provocado que las reservas de agua para riego en el país sean bastante bajas.
De las 138 presas de uso agrícola, 95 se encuentran por debajo de la mitad de su capacidad, 45 de ellas con niveles inferiores al 20 %.
Ante este panorama, las autoridades han comenzado a ‘plantar’ nubes de yoduro de plata en los estados de Chihuahua, Sinaloa y Sonora, con lo que esperan puedan inducir la lluvia.
Las consecuencias de la sequía
La falta de acceso al agua en los sectores ganaderos y agrícolas mexicanos podría provocar un aumento en el precio de los alimentos, particularmente en los granos básicos, afectando a miles de trabajadores del campo, transportistas y comerciantes. También una gran cantidad de familias mexicanas tendría mayores dificultades para acceder a estos productos y vería comprometida su seguridad alimentaria.
Sin embargo, los efectos de la falta de agua no solo se sienten en las regiones agroganaderas, sino que algunas de las ciudades del país también se han visto perjudicadas por su escasez. Con cerca del 70 % de las presas por debajo del 50 % de su capacidad, las grandes urbes del país también han resentido la carencia del líquido. Este es el caso del área metropolitana de Guadalajara, en donde algunas zonas no han recibido agua potable por meses, mientras que en Monterrey las autoridades preparan cortes en el suministro a partir de agosto.
Del mismo modo, la Ciudad de México, con más de 20 millones de habitantes, ha visto disminuido el suministro de agua a consecuencia de los bajos niveles registrados en las presas del sistema de la cuenca del Cutzamala, que alimentan a parte de la capital y otras regiones del centro del país. A partir de agosto, el caudal que recibirá la ciudad pasará de 15,8 metros cúbicos por segundo a 15,3, medida que se aplicará hasta finales de año.
¿Qué alternativas se tienen?
Considerando que gran parte de México recibe entre el 50 y el 80 % de sus precipitaciones anuales entre julio y septiembre, las autoridades esperan que el inicio de la temporada de huracanes traiga consigo lluvias alrededor del país, lo que disminuirá las altas temperaturas y aliviará la falta de riego en algunas zonas, además de elevar los niveles de las presas.
No obstante, también se requiere adoptar nuevas políticas en materia hídrica. En este sentido, en el marco del foro ‘El derecho humano al agua: avances y retos’, legisladores, dependencias de Gobierno y organismos internacionales instaron al Congreso a trabajar en una nueva Ley de Aguas Nacionales que garantice la protección, regulación y distribución responsable del recurso, y que lo reconozca como un derecho humano.
Asimismo, la subdirectora general de Administración del Agua, Elena Burns Stuck, señaló que es necesario modificar el sistema usado para otorgar las concesiones de explotación de los mantos acuíferos, el cual ha privatizado y creado un mercado del agua que beneficia principalmente a las grandes empresas, como las mineras y productoras de refrescos, a costa de la población.
Una ‘triple amenaza’ tiene a EE.UU. en el punto de mira este fin de semana
A medida que Estados Unidos se prepara para celebrar este domingo los 245 años de su fundación, la festividad podría verse empañada por una ‘triple amenaza’ que afecta varias partes del país, recoge New York Post.
Tormenta tropical
Se espera que Elsa, que se debilitó a tormenta tropical tras dejar víctimas mortales y destrucción en varias islas del Caribe, llegará a Florida el próximo lunes. Además de ese estado, afectará también a Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia, pronostican los meteorólogos.
Según estimaciones, a su paso por Florida y Georgia los vientos sostenidos de Elsa serán de alrededor de 100 kilómetros por hora. Al azotar Virginia, se debilitarán hasta cerca de 60 km/h.
Este sábado, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, emitió una alerta para varios condados del estado.

Ola de calor
Desde el pasado viernes, el noroeste estadounidense sufre una fuerte ola de calor. Aunque las áreas más afectadas por el desastre se ubican en Canadá —donde se han registrado cientos de muertes, incendios forestales y el máximo histórico de calor—, en EE.UU. las temperaturas también han batido récords en más de 35 ciudades, incluidas Portland y Seattle, según CNBC.
En particular, Portland registró el lunes 46,6 grados centígrados, más de lo que jamás se ha observado en Dallas, Nueva Orleans o Los Ángeles.
Aunque en los últimos días la intensidad del calor se ha reducido, el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. (NWS, por sus siglas en inglés) todavía advierte por las altas temperaturas en varias regiones de Washington, Oregón, California, Idaho, Nevada, Utah y Montana. Por su parte, la organización Fire, Weather & Avalanche Center contabiliza cerca de 1.000 incendios forestales activos, que cubren alrededor de 332 hectáreas.
20 desaparecidos y más de 10 casas destruidas tras un gran deslizamiento de tierra en Japón en medio de fuertes lluvias en la zona (VIDEO)

Al menos dos personas murieron y unas 20 se encuentran desaparecidas después de que una lluvia torrencial provocara este sábado un gran deslizamiento de tierra en la ciudad japonesa de Atami (prefectura de Shizuoka), según informó Kyodo, citando a las autoridades locales.
Los bomberos están llevando a cabo una misión de búsqueda y rescate en el área afectada, que se ubica al suroeste de Tokio.
Se informa asimismo que hasta 300 hogares se vieron afectados por el deslizamiento de tierra, mientras que más de 10 casas quedaron destruidas. Las autoridades de la ciudad de Atami emitieron el nivel más alto de alerta de evacuación, que 21.000 familias deberán cumplir de inmediato.
Según las autoridades, el deslizamiento de tierra arrastró el suelo unos 2 kilómetros y llegó a la costa cercana. El Gobierno de la prefectura de Shizuoka solicitó asistencia militar para hacer frente al desastre.

Recientemente fuertes lluvias torrenciales azotaron áreas a lo largo de la costa del Pacífico en el centro y este de Japón. Los gobiernos de las prefecturas comprendidas entre Ibaraki en el este hasta Kioto en el oeste han emitido advertencias a sus residentes sobre desastres relacionados con sedimentos.
En Hiratsuka, en la prefectura de Kanagawa, debido al aumento de los ríos, el Gobierno local también emitió el nivel más alto de alerta de evacuación.
Las lluvias torrenciales obligaron a interrumpir el funcionamiento del transporte público en algunas zonas. Más de 2.800 hogares en la región se quedaron sin electricidad, según la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO).
La Agencia Meteorológica de Japón instó a la máxima precaución y pidió a la ciudadanía que esté alerta ante los deslizamientos de tierra, las inundaciones y las crecidas de los ríos.
Por su parte, el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, mantuvo conversaciones con el ministro de Desastres, Yasufumi Tanahashi, sobre el deslizamiento de tierra en Atami y otras calamidades asociadas con la lluvia.
En las últimas 72 horas, se registraron 790 milímetros de lluvia en Hakone, prefectura de Kanagawa, y más de 550 milímetros en Gotemba, prefectura de Shizuoka. Se pronostica que el frente de lluvia estacional se moverá hacia la costa del mar de Japón durante el fin de semana, y se espera que amplias áreas a lo largo de la costa sufran lluvias torrenciales hasta el próximo lunes.
bosques en llamas de Canadá generan enormes ‘nubes incendiarias’ que amenazan con nuevos focos, tormentas y un mayor calentamiento global

Los incendios forestales surgidos por la inusual ola de calor en el oeste de Canadá han producido grandes nubes conocidas como pirocumulonimbos.
El gigantesco fenómeno, compuesto de partículas incineradas, aire caliente y agua, es perfectamente visible desde el espacio. En imágenes captadas por satélites se puede observar su formación.
Comentando el evento, el meteorólogo estadounidense Rob Mayeda tuiteó: “Sin palabras”.
Comparándolo con los pirocumulonimbos generados por incendios en California en 2020, señaló que “están en un nivel completamente diferente”.
Por su parte, su colega canadiense, Kyle Brittain, publicó la imagen que permite apreciar cómo se ven las nubes generadas en Columbia Británica.
“¡Así es como se inyectan aerosoles en la estratosfera!”, escribió el científico, refiriéndose a las diminutas partículas conocidas por su capacidad de absorber la luz solar, aumentando el calentamiento global.
De hecho, la NASA señala que ese tipo de nubes sí podría estar detrás de la presencia de partículas anteriormente consideradas volcánicas en las capas altas de la atmósfera, hasta a 16 kilómetros de altura.
Sin embargo, la contaminación atmosférica no es el único efecto negativo de los pirocumulonimbos. Según explica la Oficina de Meteorología de Australia,
la formación de estas nubes puede llevar fuertes corrientes hacia la columna, calentando aún más el fuego.
Dada la fuerza del viento dentro de la columna, puede elevar brasas ardientes y llevarlas a más de 30 kilómetros, provocando nuevos focos.
Asimismo, suele generar tormentas con fuertes chaparrones y relámpagos que también amenazan con incendios adicionales.
La ola de calor, que cubre también el noroeste estadounidense, ha causado un aumento de temperaturas de hasta 10-15 grados más de lo normal a esta altura de año.
En particular, el pueblo de Lytton, en Columbia Británica, batió este martes por tercer día consecutivo el récord de temperatura más alta jamás observada en Canadá,
al registrarse allí 49,5 grados centígrados.El incendio originado en la zona resultó en la destrucción del 90 % de la localidad.
Las áreas afectadas han registrado centenares de muertes desde el inicio del calor.
La Antártida registra una temperatura récord de 18,3 ºC
Las Naciones Unidas confirmaron este jueves que la temperatura en la Antártida alcanzó el año pasado un récord de 18,3 ºC, informa AFP.
La temperatura récord se registró en la estación de investigación argentina Esperanza, situada en la península Antártica,
el 6 de febrero de 2020, según la Organización Meteorológica Mundial de la ONU.
“La verificación de este récord de temperatura máxima es importante porque nos ayuda a construir una imagen del tiempo atmosférico
y el clima en una de las últimas fronteras de la Tierra”, señaló el secretario general del organismo, Petteri Taalas.
“La península Antártica se encuentra entre las regiones del planeta que más rápido se calientan”, subrayó el alto cargo, agregando que el nuevo récord
“es consecuente con el cambio climático” que se está observando.
A mediados de abril, un reporte de la Organización Meteorológica Mundial indicó que 2020 fue el tercer año más caluroso de la historia,
por detrás de 2016 y 2019, con una temperatura global promedio 1,2 grados centígrados por encima de los niveles previos a la Revolución Industrial. Además,
la década de 2011-2020 superó todos los registros anteriores de temperatura.
Según el organismo, las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera continuaron elevándose durante los últimos dos años.
Durante 2020 continuó elevándose también el nivel del mar —un proceso que se ha acelerado incluso más en los meses recientes—, en parte,
a raíz de un mayor derretimiento de los glaciares groenlandeses y antárticos.
Al mismo tiempo, los ecosistemas y la fauna marina continúan sufriendo las consecuencias negativas de la acidificación y desoxigenación del agua oceánica.
Entre tanto, un estudio publicado en mayo en la revista Nature Geoscience advirtió que el deshielo en la Antártida amenaza con una reacción en cadena en los patrones climáticos.
Supera los 500 el número de fallecidos en Canadá y EE.UU. durante la fuerte ola de calor
Al menos 486 personas han fallecido por muerte súbita en los últimos cinco días en la provincia canadiense de Columbia Británica, 361 más en comparación con las 165 que ocurren
normalmente en ese periodo de tiempo, comunicó este miércoles la jefe de medicina forense de la entidad territorial, Lisa Lapointe, según CBC.
Aunque las causas todavía están por determinar, Lapointe indicó que “es muy probable” que el factor detrás de muchos de esos fallecimientos sea la ola de calor que azotó el oeste de Canadá el pasado viernes.
Asimismo, advirtió que el número es preliminar y aumentará a medida que los forenses reciban nuevos informes.
Más al sur, el estado estadounidense de Oregón ha contabilizado al menos 63 muertes por las altas temperaturas, 45 de ellas en el condado de Mutnomah, recoge USA Today.
En el vecino Washington se han confirmado más de media docena de fallecimientos provocados por las temperaturas.
Tanto en Canadá como en EE.UU. la mayoría de las víctimas fatales del calor han sido personas ancianas. En Vancouver (Columbia Británica) dos terceras partes de ellas tenían más de 70 años,
mientras que en el condado de Mutnomah la edad de los muertos por las altas temperaturas varía entre 44 y 97 años. La mayoría de ellos tenían comorbilidades.
Aparte de los fallecimientos, el bochorno provocó también una ola de hospitalizaciones.
“Era algo muy parecido a lo que sucedió en los primeros días de tratar de lidiar con el brote [de covid-19]”, comentó el doctor Steve Mitchell, del centro médico Harborview,
en Seattle (Washington). “Llegamos al punto en que las instalaciones tenían problemas con equipos básicos, como ventiladores”, agregó.
La ola de calor que cubre también el noroeste estadounidense y canadiense ha causado un aumento de temperaturas de hasta 10-15 grados más de lo normal a esta altura de año.
En particular, hizo que la ciudad de Lytton, en Columbia Británica, batiera por tercer día consecutivo el récord de temperatura más alta jamás observada en Canadá.
Este martes se registraron allí 49,5 grados centígrados.
Una ciudad de Pakistán alcanza una temperatura mayor a la que los humanos pueden resistir

Las temperaturas en la ciudad de Jacobabad, en Pakistán, alcanzaron los 52 grados centígrados,
una marca térmica que si bien ya es difícil de soportar actualmente, investigadores temen que en el futuro pueda subir aún más.
“Cuando hace tanto calor ni siquiera puedes mantenerte en pie”, comentó un residente, mientras que un comerciante señaló que
“la gente no sale de sus casas y las calles están desiertas”, señaló The Telegraph.
Según se indicó, Jacobabad y Ras al Khaimah, al noreste de Dubái (Emiratos Árabes Unidos), son las dos ciudades del mundo que el año pasado superaron oficialmente
el umbral de calor que el cuerpo humano puede tolerar, situación que en el futuro se podría agravar y que podría afectar a otras regiones como consecuencia del calentamiento global.
En ese sentido, Tom Matthews, profesor de ciencias del clima en la Universidad de Loughborough (Reino Unido), explicó que,
en lo que respecta a ciertos factores preocupantes como “la seguridad del agua o el calor extremo”, la ciudad pakistaní “es realmente el epicentro”.
Para llegar a esta conclusión, analizaron las temperaturas de bulbo húmedo, midiendo el calor y la humedad con un termómetro cubierto por un paño mojado.
Cuando la marca alcanza los 35 grados, el cuerpo humano no logra enfriarse a través del sudor, por lo que en cuestión de horas la situación puede volverse mortal.
Con veranos en que las temperaturas tomadas de manera tradicional se ubican por encima de los 50 grados, las mediciones con bulbo húmedo superaron los 35 grados
en varias oportunidades, como ocurrió en julio de 1987 y de 2012 y en junio de 2005 y de 2010. No obstante, los registros de muertes son irregulares, por lo que los especialistas no le pueden atribuir al calor extremo un aumento en la cantidad de decesos.
Problemas de infraestructura
Pese a que la ciudad pakistaní atraviesa similares condiciones ambientales que la de los Emiratos Árabes, ambas presentan realidades muy dispares para enfrentarlas, ya que en Jacobabad la situación socioeconómica y la infraestructura son más deficientes.
Un ejemplo de ello es el suministro eléctrico, que sufre frecuentes interrupciones.
Frente a este panorama, los habitantes del distrito pakistaní afirman que, aunque sienten que la temperatura se vuelve cada vez más alta, tienen pocas opciones.
“La gente es consciente de que el calor está subiendo y subiendo, pero es gente pobre. No pueden ir a ninguna parte, no pueden salir de sus lugares”, comentó un comerciante local.
Canadá registra más de 100 muertes por encima de lo habitual en 4 días, en medio de una fuerte ola de calor

La ola de calor que azota el oeste de Canadá desde del pasado viernes ha causado decenas de fallecimientos, según las autoridades del país.
En particular, en la zona metropolitana de Vancouver se han registrado 65 muertes súbitas en los últimos cuatro días, informó el portavoz de la Policía de la ciudad, Steve Addison.
En comparación, normalmente esta cifra es de tres o cuatro al día.
“Vancouver nunca ha experimentado un calor como este y, lamentablemente, decenas de personas están muriendo a causa de él”, señaló Addison, citado por CBC.
Además, agregó que la Policía reasigna a los agentes de la división de investigaciones para responder a esta crisis.
En ciudades cercanas también se reportan decenas de casos similares. Mientras que en Burnaby se sabe de 25 muertes súbitas desde el lunes, en Burnaby se registraron 20 el lunes y 18 a media mañana del martes.
Por su parte, el Servicio Forense de Columbia Británica indica que desde el viernes ha contabilizado 233 muertes en el territorio de la provincia.
La cifra supone un aumento en más de 100, dado que normalmente en un período de cuatro días se registran 130 fallecimientos.
“Los forenses están recopilando cuidadosamente toda la información disponible para cada muerte informada, para determinar la causa y la forma de la muerte,
y si el calor excesivo influyó”, señaló la jefa del servicio, Lisa Lapointe.
Ola de calor récord
La ola de calor, que cubrió también el noroeste estadounidense, ha causado un aumento de temperaturas en 10-15 grados más de lo normal a esta altura de año.
En particular, ha provocado que la ciudad de Lytton, en Columbia Británica, batiera por tercer día consecutivo el récord de temperatura más alta jamás observada en Canadá.
Este martes, en ella se registraron los 49,5 grados centígrados.
Previamente, se emitieron alertas, además de para Columbia Británica, para la provincia de Alberta y partes de Saskatchewan, Yukón y los Territorios del Noroeste.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. también emitió una advertencia similar sobre una “peligrosa ola de calor”
que podría provocar un aumento de las temperaturas por encima de lo normal en partes de los estados de Washington y Oregón.
El oeste de Canadá y el noroeste del Pacífico estadounidense no son las únicas regiones del mundo que están experimentando temperaturas inusuales altas.
La capital rusa, Moscú, también atraviesa una ola de calor y la semana pasada batió el récord diario de temperatura establecido en 1917
Relacionan al menos una docena de muertes con la ola de calor sin precedentes en EE.UU.
La ola de calor sin precedentes en el noroeste de EE.UU. que azotó Seattle (estado de Washington) y Portland (Oregón) ya se ha llevado sus primeras víctimas.
Las autoridades locales relacionan al menos una docena de muertes en los dos estados con el intenso calor que comenzó a fines de la semana pasada, recoge la agencia AP.
El Servicio Meteorológico Nacional informó de que las temperaturas alcanzaron este martes los 42,2 grados Celsius en Spokane, la temperatura más alta jamás documentada en la ciudad.
Seattle registra ahora cerca de 32 grados Celsius después de los 42 el lunes. Portland, a su vez, alcanzó 46,6 grados centígrados el pasado domingo.
La ola de calor, que provocó que una empresa de energía local impusiera apagones continuos en medio de una gran demanda, fue causada por lo que los meteorólogos describieron
como una cúpula de alta presión sobre el noroeste y se vio agravada por el cambio climático.
La ola de calor funde el revestimento de cables y deforma carreteras en el oeste de EE.UU. y Canadá

La ‘cúpula de calor’ que cubrió el pasado viernes el oeste de Canadá y el noroeste de EE.UU. ha provocado ya decenas de muertes y establecido varios récords de temperatura.
Entretanto, habitantes de las áreas afectadas han compartido en redes sociales imágenes que muestran la escala del desastre.
En particular, el sistema de tranvías de Portland (Oregón, EE.UU.) mostró fotos de un cable cuyo revestimiento se fundió, presuntamente por el calor ambiental.
“En caso de que se pregunte por qué estamos cancelando el servicio durante el día, esto es lo que le está haciendo el calor a nuestros cables de alimentación”, señaló la compañía.
Por su parte, el portavoz de la Patrulla Estatal del estado de Washington, Rocky Oliphant, publicó fotografías de una carretera cercana a la ciudad de Everson
que “se está deformando y es insegura para viajar”. Como resultado de la deformación, la ruta quedó cerrada, advirtió el oficial.
Desde el otro lado de la frontera, una habitante de Vancouver (Columbia Británica, Canadá) compartió la imagen de una vela doblada por el calor dentro de su vivienda.
“En caso de que alguien se pregunte qué tanto calor hace en Vancouver en este momento, una vela en mi sala de estar se derritió hoy espontáneamente”, escribió la internauta.
Otra mujer, también de Vancouver, puso galletas crudas debajo del guardabrisas de su coche. Según afirma, se hornearon ahí perfectamente.
A su vez, una usuaria de Seattle publicó la fotografía de un supermercado con los estantes refrigerados casi vacíos y cubiertos con polietileno.
“Hace tanto calor aquí en Seattle, que nuestra tienda de comestibles ha cubierto los alimentos fríos o eliminado lo que no se puede mantener lo suficientemente frío”,
explicó para luego precisar que ese día la temperatura alcanzó los 42,2 grados centígrados.
La ola de calor, que cubre también el noroeste estadounidense, ha causado un aumento de temperaturas de hasta 10-15 grados más de lo normal a esta altura de año.
En particular, hizo que la ciudad de Lytton, en Columbia Británica, batiera por tercer día consecutivo el récord de temperatura más alta jamás observada en Canadá.
Este martes se registraron allí 49,5 grados centígrados.
El oeste de Canadá y el noroeste estadounidense no son las únicas regiones del mundo que están experimentando temperaturas inusualmente altas.
La capital rusa, Moscú, también atraviesa una ola de calor y la semana pasada batió el récord diario de temperatura que había establecido en 1917.
Más del 90 % del oeste de EE.UU. está amenazado por una sequía histórica
Más del 90 % del oeste estadounidense atraviesa una sequía histórica y potencialmente mortal, aunque el verano de 2021 apenas ha comenzado.
La mayor parte de Arizona, California, Nevada, Oregón y Utah está lidiando con condiciones climáticas desastrosas y sus efectos.
Un mapa de las condiciones atmosféricas severas publicado el jueves por el Monitor de Sequía de EE.UU. muestra la vasta región norteamericana en una situación crítica.
El Sistema Nacional Integrado de Información sobre Sequías (NIDIS) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) informó que,
por tercera semana consecutiva, los niveles de sequía “extrema” y “excepcional” han establecido un récord, con el 49,7 % del oeste de la nación en esa categoría.
“El máximo nivel alcanzado antes de la sequía de 2020/2021 fue el 23 de julio de 2002, con un 45,3%”, señaló la agencia en un tuit.
Más de 58 millones de personas se ven afectadas mientras la situación empeora y varios gobernadores han declarado estados de emergencia a medida que aumentan las temperaturas y el riesgo de incendios forestales.
Nada nuevo, pero viene lo peor
El oeste de EE.UU es conocido por sus frecuentes sequías estivales, pero en los últimos años estos fenómenos se han acentuado considerablemente.
Desde 2011 hasta 2018, el estado de California sufrió una de las peores y más largas sequías desde que se tienen registros.
Mientras, 2019 y 2020 fueron años hidrológicos más normales y permitieron que los bosques y las reservas de agua comenzaran a recuperarse.
Sin embargo, este periodo benigno no duró demasiado, pues la sequía volvió a notarse con fuerza en los primeros meses de 2021,
registrándose el febrero más seco de la historia de las observaciones meteorológicas en la zona. Desde entonces, las condiciones no han mejorado.
Los expertos sostienen que el cambio climático está empeorando la situación. Como otros fenómenos meteorológicos extremos,
está provocando que las sequías sean más intensas y frecuentes. Según los investigadores, lo que ha empezado a ocurrir en el oeste podría ser una mega sequía de décadas.
Desaparece misteriosamente un enorme lago en la Antártida
Un equipo internacional de científicos descubrió que un enorme lago ubicado en la Antártida oriental ha desaparecido repentinamente dejando únicamente una capa de hielo fracturada
y una depresión en forma cráter de unos 11 kilómetros cuadrados, según muestra un estudio publicado esta semana en la revista Geophysical Research Letters.
Los investigadores presenciaron su desaparición a partir de imágenes satelitales que mostraban el antes y después del raro evento, que ocurrió durante el invierno antártico de 2019 en la plataforma de hielo Amery.
Se estima que entre 600 y 750 millones de metros cúbicos de agua dulce se perdieron en el océano. Aunque los científicos todavía no están exactamente seguros de cómo se desvaneció
el lago en tan poco tiempo, el escenario más probable es que el fondo del lago haya colapsado por la intensa presión.
“Creemos que el peso del agua acumulada en este lago profundo abrió una fisura en la plataforma de hielo debajo del lago,
un proceso conocido como hidrofractura, que hace que el agua drene hacia el océano debajo”, explicó el autor principal Roland Warner.
La plataforma de hielo Amery es la tercera más grande de la Antártida, con algunas áreas que alcanzan los 1.800 metros de espesor.
Este lago estaba situado en la parte superior de esta zona, en un lugar donde el hielo tiene más de 1.400 metros de grosor.
Y aunque no es raro ver lagos drenados por este fenómeno, los científicos no esperaban que suceda en una profundidad de hielo tan alta.
El equipo espera usar toda la información recopilada para comprender mejor el proceso de degradación de las plataformas de hielo antártico.
“Dado que el agua de deshielo de la superficie en las plataformas puede causar su colapso, lo que en última instancia conduce a un aumento del nivel del mar
cuando el hielo en tierra ya no es retenido, es importante comprender los procesos que debilitan las plataformas de hielo”, señaló Amanda Fricker, glacióloga del Instituto Scripps de Oceanografía.
Si bien el mundo está experimentando un calor sin precedentes, los investigadores de momento no pueden concluir que el cambio climático sea el responsable de la desaparición del lago.
En todo caso, recuerdan que con el aumento de las temperaturas en las últimas décadas algunas plataformas de hielo han experimentado un mayor derretimiento de su superficie, lo que aumenta el riesgo de una hidrofractura generalizada
Imágenes por satélite de la Agencia Espacial Europea evidencian el terrible impacto de la sequía en California
La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) compartió recientemente dos imágenes obtenidas por satélite que muestran las devastadoras consecuencias de la sequía que azota el oeste de EE.UU.
Se trata de dos fotos en las que se aprecia parte del bosque nacional de Ángeles y el embalse de San Gabriel, en el sur de California.
Una de las imágenes fue tomada en junio de 2020, mientras que la otra se corresponde a junio de este año. El contraste entre ambas fotos resulta tan revelador como impactante.
En la primera imagen, las colinas del parque nacional están salpicadas de verdor y el embalse se ve más ancho, con un color azul brillante.

Sin embargo, en la de 2021 predominan los colores pálidos y marrones y el embalse parece casi vacío.

El oeste de EE.UU es conocido por sus frecuentes sequías estivales, pero en los últimos años estos fenómenos se han acentuado considerablemente.
Desde 2011 hasta 2018, el estado de California sufrió una de las peores y más largas sequías desde que se tienen registros. 2019 y 2020 fueron años hidrológicos más normales
y permitieron que los bosques y las reservas de agua comenzaran a recuperarse.
Sin embargo, este periodo benigno no duró demasiado, pues la sequía volvió a notarse con fuerza en los primeros meses de 2021,
registrándose el febrero más seco de la historia de las observaciones meteorológicas en la zona. Desde entonces, las condiciones no han vuelto a mejorar.
A primeros de junio, el lago Mead, en el río Colorado, el mayor embalse artificial de EE.UU., situado entre Nevada y Arizona, alcanzó su mínimo histórico.
Según datos de la Oficina de Recuperación del Departamento de Interior, el nivel de sus aguas cayó hastq los 326,6 metros, el más bajo desde la construcción de la presa en la década de 1930.
Los niveles del lago Mead son fluctuantes a lo largo del año y dependen de patrones climáticos, del consumo y de la evaporación.
Las autoridades calculan que el nivel del agua caerá a los 324 metros antes de empezar a recuperarse en noviembre, cuando disminuyan las necesidades de la agricultura.
Según los científicos, los cambios climáticos en el oeste de EE.UU. son la continuación de una ‘megasequía‘ que arrancó a principios del siglo XXI.
Esta tendencia tiene su reflejo, además, en los incendios forestales más intensos y peligrosos registrados en muchos años, así como en el predominio de tierras agrícolas resecas
y con vegetación insuficiente para la ganadería y, en general, toda la fauna. Los especialistas alertan de que habrán aún más repercusiones negativas.