393 LA HEREJÍA MONUMENTAL6 min read

393 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

356 Las herejías de Judas Iscariote

Juan se pone al lado del Maestro,

preguntando:

–          ¿Es verdad que donde están aquellas aguas, antiguamente,

fue arrojado a las entrañas de la tierra un réprobo?

Mi madre, cuando éramos pequeños, nos lo decía,

para que comprendiéramos que no se debe pecar; si no, el infierno se abre

bajo los pies de aquel a quien Dios maldice,

y se lo traga.

Y luego, como recuerdo y advertencia,

quedan fisuras de las que sale olor, calor y aguas de infierno.

Yo tendría miedo a bañarme en esas aguas…

Jesús responde:

–           ¿De qué, muchacho?

No te corromperían.

Es más fácil ser corrompidos por los hombres que llevan dentro el Infierno

y de él emanan hedor y venenos.

Pero se corrompen solamente aquellos que por sí mismos,

tienen ya tendencia a corromperse.

–          ¿Me podrían corromper a mí?

–          No.

Aunque estuvieras en medio de una turba de demonios, NO.

Inmediatamente, Judas pregunta:

–         ¿Por qué?

¿Qué tiene de distinto de los demás?

–         Tiene que es puro bajo todos los aspectos.IPor tanto, ve a Dios – responde Jesús.

Y Judas ríe maliciosamente.

Juan pregunta otra vez:

–        ¿Entonces no son bocas del infierno esos manantiales?

–        No.

Son, al contrario, cosas buenas puestas por el Creador para sus hijos.

El Infierno no está bajo la tierra.

Está sobre la tierra, Juan;

en el corazón de los hombres.

Más allá, se completa.

Aquí Jesús no niega que el Infierno esté en el centro de la Tierra,

sino que el Infierno, fundamentalmente está en primer lugar, en el alma del condenado,

lo lleva cada réprobo en su propia alma;

Pero el Infierno existe también como un LUGAR físico, real, en el centro de la Tierra;

como afirman San Francisco Javier, la Beata Ana Catalina Emmerick,

“He visto muy afligido al Padre Santo. Vive en otro palacio y solo se deja ver de muy pocos amigos de confianza. Si el partido malo conociera de su propia fuerza habría ya estallado la revolución. Temo que el Papa tenga que padecer mucho antes de morir. Veo la negra iglesia de Satanás prosperar y ejercitar su pernicioso influjo…  

Y cómo lo hemos conocido, por la Gracia de Dios, algunos exorcistas…

Y también cómo lo experimentarán muchísimos, durante el AVISO:

Judas de Keriot pregunta:

–          ¿Pero existe verdaderamente el Infierno?

Los compañeros, muy escandalizados,

le preguntan:

–         ¿Pero qué dices?

–         Digo: ¿Existe verdaderamente?

Yo – y hay otros, no soy sólo yo – no lo creo.

Horrorizados le gritan:

–         ¡Pagano!

Judas responde contundente:

–         No. Israelita.

Somos muchos en Israel los que no creemos en ciertas patrañas.

Los apóstoles lo miran asombrados y escandalizados,

y gritan:

–        ¿Pero, entonces, cómo puedes creer en el Paraíso?

–        ¿Y en la justicia de Dios?

–        ¿Dónde metes a los pecadores?,

–       ¿Cómo explicas a Satanás?

Judas con ínfulas de un sabio doctor del Templo,

declara:

–          Digo lo que pienso.

Se me ha echado en cara hace poco que soy un embustero.

Os demuestro que soy sincero, aunque esto os haga escandalizaros de mí

y me haga odioso ante vuestros ojos.

Además, no soy el único en Israel que cree esto;

desde que Israel ha progresado en el saber,

en contacto con helenistas y romanos.

Y el Maestro, el único cuyo juicio respeto;

que protege a los griegos y es visiblemente amigo de los romanos;

no puede censurarnos ni a mí ni a Israel…

Yo parto de este concepto filosófico:

Si Dios controla todo, todo lo que hacemos es por su Voluntad;

por tanto, nos debe premiar a todos de una única forma,

porque no somos sino autómatas movidos por Él.

Somos seres desprovistos de voluntad.

Lo dice también el Maestro.

Dice: “La voluntad del Altísimo. La voluntad del Padre”.

La posesión demoníaca perfecta NO PUEDE reverenciar a Dios, porque Satanás lo odia y a sus instrumentos, es lo que les trasmite… ¡Y por eso lo desafía, como a un igual!

Ésa es la única Voluntad.

Y es tan infinita, que aplasta y anula la voluntad limitada de las criaturas.

Por tanto, Dios hace tanto el bien como el mal, porque nos los impone;

aunque parezcan hechos por nosotros.

Y por tanto, no nos castigará por el mal y así quedará ejercida su justicia,

porque nuestras culpas no son voluntarias,

sino impuestas por quien quiere que las hagamos para que en la tierra haya bien y mal.

E1 malo es el medio de expiación de los menos malos.

Y él sufre el no poder ser considerado bueno, expiando así su parte de culpa.

Jesús ha dicho que el infierno está sobre la tierra y en el corazón de los hombres.

Yo no siento a Satanás. No existe.

Tiempo ha lo creía.

Pero ya desde hace algo de tiempo estoy seguro de que todo es una patraña.

Y creer de esta forma es llegar a la paz.

Judas exhibe estas teorías con un engreimiento tan formidable,

que las tremendas HEREJÍAS expresadas por su soberbia;

hacen que los otros se quedan sin respiración…

Jesús guarda silencio.

Y Judas le incita:

–        ¿No tengo razón, Maestro?

–        ¡¡¡NO!!!

El “no” es tan seco, que parece un estallido.

–          Pues a pesar de todo yo…

NO siento a Satanás y no admito el libre albedrío, el Mal

Y todos los saduceos están conmigo.

Y muchos otros, de Israel o de fuera de Israel.

NO. Satanás no existe.

Jesús lo mira.

Una mirada tan compleja, que no se puede analizar:

De juez, de médico, de persona afligida, asombrada…

Hay todo en esa mirada…

Judas, ya lanzado,

finaliza diciendo:

–          Será que he superado el terror de los hombres hacia Satanás;

porque soy mejor que los demás, más perfecto.

Y Jesús guarda silencio.

Judas lo pincha:

–          ¡Pero habla!

¿Por qué no siento terror de él?

Jesús calla.

–          ¿No respondes, Maestro?

¿Por qué?

¿Tienes miedo?

–          No. Soy la Caridad.

Y la Caridad retiene su juicio hasta que no se ve obligada a emitirlo…

Déjame, y retírate…

Dice terminando, porque Judas intenta abrazarlo.

Y estrechado a la fuerza entre los brazos del blasfemo,

termina, susurrando:

–         « ¡Me horrorizas!

¡No ves ni sientes a Satanás porque forma unidad contigo!

¡Márchate, demonio!

Judas, con verdadero descaro, lo besa y ríe;

como si el Maestro le hubiera hecho en secreto algún elogio.

Vuelve donde los otros, que se han detenido horrorizados,

y dice:

–           ¿Os dais cuenta?

Yo sé abrir el corazón al Maestro

Y lo hago feliz porque me abro a Él y de Él recibo la lección correspondiente.

¡Vosotros, por el contrario!…

Jamás os atrevéis a hablar.

Porque sois soberbios.

(con la envidia que siente por Juan, finaliza,

diciendo:

–        ¡Oh, yo seré el que más sepa de Él!

Y podré hablar…

No hay que olvidar que la ciencia es ATEA…

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