553 Santidad e Infalibilidad Papal2 min read

IMITAR A JESÚS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

448d Encuentro de barcas en el lago y parábola sugerida por Simón Pedro.

Mientras el círculo de las barcas se aleja, se disgrega;

tomando cada uno la propia dirección.

Pedro se siente tan feliz, que no piensa en moverse.

Lo hace reaccionar Mateo:

–            ¿No te mueves, Simón?

Yo no soy muy ducho…

–            Es verdad…

Y volviéndose hacia Jesús,

Pedro agrega:           

–            ¡Oh, Maestro mío!

¿Entonces no me habías condenado?

Y yo tenía mucho miedo…

Jesús responde:

–            No tengas miedo, Simón de Jonás.

Te he tomado conmigo para salvarte, no para perderte.

Te he tomado conmigo por tu buena voluntad…

¡Ánimo!

Toma el timón, mira a la Polar y ve seguro, Simón de Jonás.

Siempre seguro…

En todas las travesías…

Dios, tu-Jesús, estará siempre en pie a tu lado en la proa de tu barca espiritual.

Y te  comprenderá siempre, Simón de Jonás.

¿Comprendes?

Siempre.

Y no tendrá que perdonarte;

porque podrás incluso caer como un débil niño,

pero no tendrás jamás la mala voluntad de caer…

Alégrate, Simón de Jonás.

Pedro asiente.

Asiente, demasiado emocionado como para hablar,

sofocado por el amor Infinito de Jesús,

que lo envuelve trascendiendo todo su ser,

incluyendo su fuerte cuerpo físico…

Y la mano le tiembla un poco en el timón;

pero su rostro resplandece de paz, de seguridad, de amor…

Mientras mira a su Maestro, que está erguido a su lado.

Allí en el extremo de la barca, como un cándido arcángel.

Oremos…

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: