APOCALIPSIS 12, 223 min read

La Virgen Morena no sólo es patrona de México sino también Emperatriz de las Américas, desde Chile hasta Canadá.

Mientras que otras manifestaciones de María reclaman a lo sumo una región o un país, Guadalupe es la única que reina sobre dos continentes.

Y si eso no es suficiente, a mediados del siglo XX, también fue declarada patrona de las Filipinas, hogar de la tercera población católica más grande del mundo.  

Pero siguiendo con el análisis del ayate de Juan Diego veamos que más encontramos:

Los Rayos.

El sol en todas partes, para desterrar las tinieblas.

Ciento veintinueve rayos de oro. No existe metal transparente y sin embargo a través de este metal se ven los hilos del ayate.

Este dorado, dotado de transparencia no puede ser obra humana, ni tampoco existe sobre la Tierra

Los ojos.

La tecnología digital da nueva luz a uno de los fenómenos que es todavía una incógnita para la ciencia:

el misterio de los ojos de la Virgen de Guadalupe.

Los resultados de esta investigación fueron revelados por el ingeniero José Aste Tonsman, del Centro de Estudios Guadalupanos de México, en el Ateneo pontificio “Regina Apostolorum”, de Roma.

El doctor Aste, graduado en ingeniería en sistemas ambientales por la Universidad de Cornell,

ha estudiado durante más de veinte años la imagen impresa de la Virgen en el burdo tejido hecho con fibras de maguey, una especie de cactus,

de la tilma del beato Juan Diego, el indígena que recibió las apariciones que cambiaron decisivamente la historia de México.

Se trata de una tela que no dura más de veinte años, pero la imagen se mantiene intacta como el primer día desde hace casi cinco siglos,

después de haber permanecido más de un siglo sobre una pared húmeda, entre el humo de miles de velas, y manoseada por muchedumbres de indígenas.

En su conferencia, el doctor Aste insistió en que nos encontramos ante una imagen “que no ha sido pintada por mano de hombre”.

Ya en el siglo XVIII varios científicos realizaron pruebas y estudios que mostraban cómo era imposible pintar una imagen así en un tejido de tal textura.

Richard Jun, premio Nobel de Química, recordó el doctor Aste Tonsman, hizo análisis químicos en los que se pudo constatar que la imagen no tiene colorantes naturales, ni animales, ni mucho menos minerales.  

Dado que en aquella época no existían los colorantes sintéticos, la imagen, en este aspecto, es inexplicable.

En 1979 los estadounidenses Philip Callahan y Jody B. Smith estudiaron la imagen con rayos infrarrojos,

y descubrieron con sorpresa que no había huella de pintura y que el tejido no había sido tratado con ningún tipo de técnica.

Aste se pregunta: “¿Cómo es posible explicar esta imagen y su consistencia en el tiempo sin colores y con un tejido que no ha sido tratado?

Es más, ¿Cómo es posible que, a pesar de que no haya pintura, los colores mantengan su luminosidad y brillantez?”.

El ingeniero peruano añadió que “Callahan y Smith han mostrado cómo la imagen cambia ligeramente de color según el ángulo de visión,

un fenómeno que se conoce con el término de iridiscencia, una técnica que no se puede reproducir con manos humanas”.

Pero, en particular, este prestigioso científico investigó el enigma de los ojos.

El reflejo transmitido por los ojos de la Virgen de Guadalupe, es la escena en la que Juan Diego mostraba al obispo fray Juan de Zumárraga

y a los presentes en la estancia, el manto con la misteriosa imagen  el 9 de diciembre de 1531. 

Comenzó a desarrollar su estudio en 1979.

Aumentó los iris de los ojos de la Virgen hasta alcanzar una escala 2.500 veces superior al tamaño real,

Y a través de procedimientos matemáticos y ópticos, logró identificar doce personajes impresos en los ojos de la Virgen.

En los ojos de la Virgen -revela- se encuentran reflejados los testigos del milagro guadalupano, el momento en que Juan Diego mostraba el ayate al obispo.

Los ojos de la Virgen tienen así el reflejo que hubiera quedado impreso en los ojos de cualquier persona en esa posición.

Se puede distinguir un indio sentado, que mira hacia lo alto; el perfil de un hombre anciano, con la barba blanca y la cabeza con calvicie avanzada,

como el retrato de Juan de Zumárraga realizado por Miguel Cabrera para representar el milagro; un hombre más joven, con toda probabilidad el intérprete Juan González;

un indio de rasgos marcados, con barba y bigote, que abre su propio manto ante el obispo, sin duda Juan Diego;

una mujer de rostro oscuro, una sierva negra que estaba al servicio del obispo; un hombre de rasgos españoles que mira pensativo acariciándose la barba con la mano.

En definitiva, en los ojos de la imagen de la Virgen de Guadalupe está impresa, una especie de instantánea de lo que sucedió en el momento en que tuvo lugar el milagro.

En el centro de las pupilas, además, a escala mucho más reducida, se puede ver otra escena, totalmente independiente a la primera.

Se trata de una familia indígena compuesta por una mujer, un hombre y  algunos niños. En el ojo derecho, aparecen otras personas de pie detrás de la mujer.

Y la Tremenda SEÑAL, plasmada en una sencilla tilma de fibra de maguey, que tiene medio milenio de existencia y  QUE FULGURA EN LA BASÍLICA DEL TEPEYAC,..

Hasta aquí llega la ciencia, fue la conclusión de Aste Tönsmann.

El cómo se ha realizado algo tan maravilloso no es posible descifrarlo con métodos científicos.

El investigador peruano, sin embargo, se aventura a ofrecer un por qué:

considera que en los ojos de la virgen hay un mensaje “escondido” reservado para nuestro tiempo;

en el que la tecnología es apta para descubrirlo…

Y cuando este mensaje sea más necesario.

“Este puede ser el caso de la imagen de la familia en el centro del ojo de la Virgen, en una época en que la familia está bajo un serio ataque en nuestro mundo moderno” .

Un mensaje además, universal y antirracista, pues varias etnias se encuentran reflejadas.

Estudios oftalmológicos realizados a los ojos de María Santísima han detectado que al acercarles luz, la pupila se contrae,

y al retirar la luz, se vuelve a dilatar, tal cual como ocurre en un ojo vivo.

¡Los ojos de María están vivos en la tilma!.

También se descubre que los ojos poseen los tres efectos de refracción de la imagen, que un ojo humano normalmente posee.

Lograr estos efectos a pincel es absolutamente imposible, aún en la actualidad.

El Dr. Enrique Graue, oftalmólogo de fama internacional, director de un hospital oftalmológico en México, afirma:

«Examiné los ojos con oftalmoscopio de alta potencia… y pude apreciar en ellos profundidad de ojo, como al estar viendo un ojo vivo».

En estos ojos aparece el efecto Púrkinje-Sánsom: se triplica la imagen en la córnea y en las dos caras del cristalino.

Este efecto fue estudiado por el Dr. Púrkinje de Breslau y Sánsom de París, y en oftalmología se conoce por el fenómeno Púrkinje-Sánsom.  

Este fenómeno, exclusivo del ojo vivo, fue observado también en el ojo de la Virgen de Guadalupe, por el Dr. Rafael Torija con la ayuda de un oftalmoscopio.

Él lo certifica con estas palabras: «Los ojos de la Virgen de Guadalupe dan la impresión de vitalidad».

Lo mismo afirman los doctores Guillermo Silva Ribera, Ismael Ugalde, Jaime Palacio, etc.

Desde el año 1950, los ojos de la Virgen de Guadalupe han sido examinados por una veintena de oftalmólogos.

Según un estudio por computadora, son ojos de una persona viva.

Están semicerrados, símbolo de pureza, humildad.

En el ojo izquierdo descubrieron un indio de cuerpo entero y en el ojo derecho a un español barbudo. El iris del ojo izquierdo es ligeramente mas grande.

Descubre un cuerpo en ambas pupilas. Ni un oleo, guache, temple o pastel es posible pintar miniaturas.

La imagen de la Virgen de Guadalupe impresa en la tilma de Juan Diego tiene varios elementos, cada uno de ellos con un significado especial.

Conoce cuáles son:

Nubes.

Los antiguos mexicanos asociaban las nubes con lo divino. Las nubes se abren para dar paso a María, quien es enviada del cielo.

Rayos.

La Virgen de Guadalupe está rodeada de rayos del sol.

Ella está delante, como en un eclipse que, a diferencia de lo que creían los indígenas, no presagia destrucción sino una Nueva Era.

Manto color azul verde.

El color turquesa indica que es una emperatriz.

Las estrellas visibles en el Manto de María responden a la exacta configuración y posición, que el cielo de México presentaba en el día en que se produjo el milagro,

según revelan estudios astronómicos realizados sobre la imagen.

Cabello suelto.

El pelo suelto evidencia virginidad, pues las mujeres casadas se peinaban con trenzas.

Piel morena.

Su color de piel muestra una mezcla de raza blanca e indígena.

¿No estoy yo aquí, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y en hueco de mi mano?

Ojos.

Miran hacia abajo con ternura.

Estudios que se han realizado a la tilma muestran que la calidad de detalle de la imagen refleja, como ojos humanos vivos, a quienes estaban presentes al momento del milagro.

Cabeza inclinada y expresión facial.

Simboliza que a pesar de que viene del Cielo y pertenece a la realeza no viene a imponerse ni a arrasar, sino con actitud bondadosa y humilde.

Cruz negra en el cuello. Síntesis de dos culturas:

Su color recordaba a Quetzalcóatl, se había transformado en hormiga negra para crear a la humanidad, pero su forma la cruz de Cristo, verdadero Dios y Hombre que dio Su vida para nuestra salvación.

Manos unidas.

En oración y como formando la casita que pidió para poder recibir en ella a todos sus hijos, escucharlos y darles su amor, su mirada compasiva y su auxilio.

Parecen tener dos tonos distintos, representan razas distintas unidas por la misma fe.

Cinta negra.

La empleaban las mujeres nobles embarazadas (‘encinta’).

Vientre abultado.

Muestra un embarazo avanzado, a unos días de dar a luz. 

EL VIENTRE DE MARÍA LATE CON VIDA ADENTRO

Otro descubrimiento fue, que un ginecólogo colocó su estetoscopio en el vientre de la imagen… Y escuchó y sintió un pulso de 115 a 120 por minuto, igual al examen de una mujer embarazada con su feto.

Lo que se atribuye al pulso del niño Jesús que se está gestando.

Y este cuadro celestial, con su sola Presencia, provocó la conversión del pueblo azteca, pues María los evangelizó, con sólo mirarla…

Rodilla flexionada.

Los indígenas danzaban a manera de oración.

Nuevamente sintetiza dos mentalidades: la oración occidental, con sus manos unidas y la oración indígena, con su rodilla doblada que expresa movimiento, ‘paso de danza’.

El contorno del manto.

Es perfil negro, que nos recuerda la profecía de Simeon: “estaría rodeada de muchos dolores”.

Señora de los mares y estrellas del cielo.  

Manto azul verdoso

 De acuerdo con el doctor Juan Homero Hernández Illescas se comprueba, con admirable exactitud, que en el manto de la Virgen de Guadalupe está reproducido el cielo. del momento de la aparición:

la mañana del solsticio de invierno de 1531.

En el manto están representadas las estrellas más brillantes de las principales constelaciones visibles desde el Valle del Anáhuac aquella madrugada del 12 de diciembre de 1531.

Allí están las constelaciones completas.

Las estrellas se encuentran agrupadas como en la realidad.

Son un deslumbrantes testimonian la grandeza del milagro.

El manto azul

salpicado de estrellas es la “Tilma de Turquesa” con que se revestían los grandes señores.

E indica la nobleza y la importancia del portador.

Los rayos del sol

circundan totalmente a la Guadalupana como para indicar que es portadora de la luz del Sol que disipa las Tinieblas.

Símbolo de Huitzilopochtli, azul verdoso, dios del firmamento a quien llamaban “azul cielo”. Cubre su cabeza y su cuerpo. Esta adornado por un ancho galón de oro.

Tiene 46 estrellas de ocho puntas.

Veintidós del lado derecho y veinticuatro del lado izquierdo.

Símbolo de las gracias y dones repartidos por los santos. Constelación: solsticio de invierno.

Manto cubierto de estrellas.

Su manto está lleno de estrellas no puestas al azar sino que coinciden con las constelaciones que brillaban en esa fecha sobre el valle de México.

Túnica rosa.

Por su color, representa la tierra. Contiene nueve flores doradas que representan los nueve pueblos indígenas que peregrinaron y poblaron nuestro valle.

Flores y tallos.

Siguen los pliegues del vestido porque son códices no adornos.

Los tallos surgen como del manto, que representa el cielo.

Son ríos divinos que dan vida y rematan en flores que representan lo más bello de lo verdadero, entre las cuales unas simbolizan una nueva era,

anunciada por una conjunción planetaria, otras son como corazones con rostro que representan el amor de un Dios que se ha hecho Hombre y a la vez representan al Tepeyac,

desde el cual sale un mensaje hacia todos los puntos cardinales. Se expresa así la misericordia divina y la salvación para todos los pueblos.

Flores coinciden con volcanes en el mapa de México.

Si se coloca un mapa orográfico de México sobre la túnica se descubre que los volcanes coinciden con las flores.

Flor de cuatro pétalos en el centro de su vientre.

Para los indígenas representaba los cuatro elementos, los cuatro puntos cardinales, las cuatro estaciones, las cuatro épocas pasadas a la espera del quinto sol.

Es una flor solar cuyo centro representa al Niño Sol, y cuya posición indica movimiento perpetuo, es decir:

Que en el vientre de María está Dios, Omnipotente y Eterno, Sol verdadero que se ha hecho cercano y viene no a destruir sino a iluminar.

Luna negra.

Alude al nombre náhuatl de México (‘en el ombligo de la luna’).

Ángel.

Es indio, niño y anciano a la vez, fuerte y sabio. Mensajero de la Virgen, representa a Juan Diego, portador de la gran noticia que trae vida y verdad.  

Alas del Ángel.

De color verde, blanco y rojo, colores sagrados para los indígenas y con el tiempo, los que se plasmaron en la bandera de México.

Manos del Ángel.

Con una toma el manto y con la otra la túnica. Expresa la comunicación, la unión del cielo con la tierra.

HECHOS INEXPLICABLES POCO CONOCIDOS

Los  rigurosos estudios científicos, antropológicos y académicos sobre la imagen de la Virgen de Guadalupe han develado importantes aspectos,

siendo los más significativos hasta el momento lo descubierto en sus ojos  y el mapa de la bóveda celeste plasmado de forma extraordinaria en su manto…

Dejando entrever un claro Signo no solo de unión y protección de la Santísima Virgen como Madre de la humanidad y su fusión con el Universo, como Madre de todo lo creado,

Sino porque además dejó un testimonio milagroso que aglutinó la mirada no solo de los creyentes, también atrajo el interés de los hombres de ciencia,

debido a la misteriosa naturaleza y profundidad del mensaje plasmado en una tilma indígena.

Mensaje que sigue velado en gran parte hasta nuestros días.

En agosto de 2017, circularon dos enlaces en los medios sociales que sugerían que la NASA había anunciado que había considerado a la Virgen de Guadalupe de la Ciudad de México, estampada en una tilma,

una capa o manto hecho de fibra de cactus, sobre la cual su cara está impresa como “viva”, en el sentido de que la imagen reacciona a estímulos externos.

Hecho principalmente de fibras de cactus, la tilma era de muy mala calidad y tenía una superficie áspera, haciendo que fuera difícil de usar, mucho menos para pintar una imagen tan delicada y prodigiosa en él.

Basílica cerrada y sin peregrinos en este Doce de Diciembre 2020

Para que se pudiera utilizar y al analizarla, lo primero que se observa es que la parte que contiene la imagen, se siente como la seda al tacto;

 mientras que la parte no utilizada de la tilma permanece áspera.

Lo que es más, los expertos en fotografía infrarroja, estudiando la tilma a finales de los años 70, determinaron que no había pinceladas (¡ninguna!)

Era como si la imagen hubiera sido pegada a la superficie de una sola vez, y fue descubierta por el Dr. Phillip Callahan, un biofísico de la Universidad de Florida,

dice que es imposible recrear la diferencia de apariencia con su textura y coloración de la piel de Nuestra Señora de cerca en comparación con una pequeña distancia.

Semejante técnica sería un logro imposible en manos humanas.

Ocurre a menudo en la naturaleza, sin embargo, en el colorido de plumas de pájaro y escamas de mariposa, y en el elítra de escarabajos de colores brillantes…

Al alejarse lentamente de la pintura, a una distancia donde el pigmento y la escultura de superficie se mezclan, la belleza abrumadora de la Madonna de color oliva, emerge prodigiosa y cautivadora.

En 1979, cuando el Dr. Callahan estaba analizando la tilma usando tecnología infrarroja, aparentemente descubrió también que la tilma mantiene una temperatura constante de 98.6 grados Fahrenheit

(36.6-37 grados centígrados), lo mismo que la de una persona viviente.

Cuando el Dr. Carlos Fernández de Castillo, un ginecólogo mexicano, examinó la tilma, notó por primera vez una flor de cuatro pétalos sobre el vientre de María.

La flor, para los aztecas, se llamaba Nahui Ollin y era el símbolo del sol, así como un símbolo de plenitud.

PARECE SER VIRTUALMENTE INDESTRUCTIBLE.

A lo largo de los siglos se han producido dos sucesos distintos en torno a la tilma, uno en 1785 y otro en 1921.

En 1785, un trabajador estaba limpiando el vidrio de la imagen cuando accidentalmente derramó el 50% de disolvente de ácido nítrico sobre una gran parte de la imagen misma.

La imagen y el resto de la tilma, que debería haber sido devorada casi instantáneamente por el derrame, fue restaurada durante los 30 días siguientes.

Tiene la mancha del ácido en una de las esquinas, aunque está más deteriorada por la parte de atrás que por la de enfrente.

Y permanece indemne hasta el día de hoy, aparte de pequeñas manchas en las partes que no llevan la imagen.

El 14 de noviembre de 1921, Luciano Pérez, un anarquista español, depositó un arreglo floral al lado de la Tilma de Juan Diego que contenía 29 varas de dinamita. 

Cuando estalló la bomba, casi todo, desde el altar de mármol y el suelo a unos pocos metros de distancia de la explosión, hasta las ventanas a 150 metros de distancia se rompieron…

Convirtió en polvo jarrones, floreros y vidrios de casas cercanas a la basílica y el cristal de un cuadro de San Juan colgado detrás de la Virgen de Guadalupe.

Esto es totalmente cierto.

Pero el milagro fue que a pesar de la dinamita, la imagen no tuvo daño.

Esto fue observado por los que estaban en ese momento rezando a la imagen.

Y que también fueron los que lograron dar las declaraciones y atrapar a los sujetos.

Pero posteriormente fueron liberados, por obvias razones, porque el gobierno lo había planeado y no iba a dejar presos a sus cómplices.

Una Cruz de pesado metal que se encontraba en las proximidades fue totalmente doblada por la explosión y se guarda como testimonio en el templo.

Sin embargo, el cristal que protegía la Tilma no se rompió, teniendo en cuenta que en aquella época no había cristales blindados.  

El único daño que ocurrió cerca de la tilma fue un fuerte crucifijo de latón, que fue torcido y doblado hacia atrás por la explosión”

LA CIENCIA Y LOS HEREJES ESTÁN PERPLEJOS

Algunos estudios son verdaderamente sorprendentes…

Los más mencionados son: Miguel Cabrera (siglo XVIII), Phillip Serna Callahan y Jody Brant Smith (siglo XX), José Sol (siglo XX), José Flores (siglo XX), entre otros.

“Callahan y Smith, la analizan con película infrarroja y se topan con la sorpresa de que la túnica rosa es transparente al infrarrojo.” Y afirman que la imagen es de origen inexplicable.

Además el azul del manto, unido a la intensidad, duración y a su semitransparencia, combinado a la densidad, dejaron perplejos a los estudiosos.

Y se refieren al manto, la túnica, las manos y el rostro de la Virgen, con estupor y algunos con escepticismo.

Pero las conclusiones no pueden negarlas…

No hay preparación, ni existe decolaramiento.

Y dijeron que la imagen pierde su estética sin ellos. Y esto comprueba que en los milagros no existen explicaciones; porque todo desafía la lógica humana. 

“Guadalupe” en náhuatl significa: “aplasta la cabeza de la serpiente”Es justo Génesis 3,15: María Vencedora del Maligno.  Y la imagen de la tilma, es una pintura exacta como la detalla el Apocalipsis 12,

Aunque “No se ha descubierto ningún rastro de pintura en la tela. De hecho, a una distancia de 10 centímetros de la imagen, sólo se ve la tela de maguey en crudo.

Los colores desaparecen.

Estudios científicos no logran descubrir el origen de la coloración que forma la imagen, ni la manera en que la misma fue pintada.

No se detectan rastros de pinceladas o de otra técnica de pintura conocida.”

Afirmaron que el material que origina los colores no es ninguno de los elementos conocidos en la tierra.

Es mucho más importante precisar que la Virgen mantiene un atractivo hacia los fieles, que ha aumentado con el tiempo y con los sorprendentes resultados, que la ciencia moderna obtiene

Con los nuevos descubrimientos que arroja el Misterio del Tepeyac.

Hicieron pasar un rayo láser en forma lateral sobre la tela, detectándose que la coloración de la misma no está ni en el anverso ni en el reverso.  

Sino que los colores flotan a una distancia de tres décimas de milímetro sobre el tejido sin tocarlo, literalmente los colores se mantienen en el aire sobre la superficie de la tilma.

Su poder es acercarnos al Corazón de Jesús, como la Perfecta y Siempre Virgen María, Madre del Verdadero Dios, por quien se vive.

Ella la perfecta, es la Inmaculada que aparece rodeada del sol y con la luna bajo sus pies rodeada de doce estrellas.

Es la Mujer que acompaña al pueblo cristiano, tal y como Apocalipsis 12 relata.

Que Ella la Inmaculada, la Virgen, la Madre de Dios, la Virgen Asunta, siga siendo el faro de luz para los que la invoquen.

LA CONSERVACIÓN DEL AYATE

La tilma se ha conservado la mayor parte de los siglos expuesta al medioambiente y al manoseo de los fieles.

Se dice popularmente que no se puede explicar cómo esa imagen ha resistido casi cinco  siglos en un lienzo tan ordinario.

Existe un experimento realizado por el Dr. José Ignacio Bartolache en 1787, donde el resultado fue más que sorprendente,

pues cuando él intentó reproducir todas las condiciones con una tilma fabricada igual, ésta se desintegró en un lapso de 10 años.  

TIENE LA TEMPERATURA DEL CUERPO HUMANO

En agosto de 2017, circularon dos enlaces en los medios sociales que sugerían que la NASA había anunciado que había considerado a la Virgen de Guadalupe de la Ciudad de México, estampada en una tilma:

Una capa o manto hecho de fibra de cactus sobre la cual su cara está impresa como “viva”, en el sentido de que la imagen reacciona a estímulos externos.

Aunque afirman que el ayate tiene la temperatura del cuerpo humano, en una persona viva, 36.6 grados.

Y esto tiene confirmación en este testimonio de Manuel Capetillo.

LA TELA REPELE EL POLVO

Otro hecho notable, es que en la tilma no hay rastro de polvo ni de insectos vivos o muertos. Pues la imagen de la Virgen repele el polvo, a los insectos, los hongos y las bacterias.

Además que es refractaria a la humedad.  

Lo más increíble es la conservación de sus colores que a veces, pareciera que los acaban de pintar.

Se dice que en las fibras no hay restos de colorantes, ni vegetales, ni animales, ni minerales.

Y muchos estudiosos han quedado sorprendidos porque no se explican cómo aparecieron los colores.

LAS ESTRELLAS DEL MANTO REPRODUCEN EL CIELO DE 1531

Un estudio astronómico reveló que en el manto de la Virgen está representado el cielo en el solsticio de invierno a las 10:40 del martes 12 de diciembre de 1531, en la ciudad de México.

REINA DE MÉXICO Y EMPERATRIZ DE AMÉRICA

O sea en el momento preciso en que Juan Diego abrió su tilma y apareció estampada la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Y en el diseño de lo que parecen flores en la túnica rosa, están plasmadas las profecías evangélicas del Mesías, que terminan siendo confirmadas, por la doncella Virgen y Madre de Dios…

¡María tiene un códice azteca, plasmado en su atavío!

Y es nada más y nada menos, que una ¡Biblia Viviente..!

Todo esto lo anunció personalmente la Santísima María Inmaculada al pueblo de los aztecas… 

Y lo está proclamando ahora, la Reina de los Apóstoles, al mundo entero. 

Un mundo que ha olvidado a Dios y una cultura que está tratando de exterminar las enseñanzas del Evangelio…

Esta intervención Divina del Cielo deja al hombre un Signo extraordinario para indicarnos el camino a transitar,

de forma que seamos capaces de llegar al Conocimiento de la Verdad y así corregir nuestras desavenencias o bien para que mantengamos la Fe viva ante los embates del mundo.

Una profecía de esperanza, implícita en la imágen de la tilma, la cual interpretamos como un gran auxilio que el Cielo dará al hombre en el instante más álgido de la Gran Tribulación.

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