Archivos diarios: 5/01/21

P IDOLATRÍA Y CONDENACIÓN

Enero 03 de 2021

Habla la Santísima Trinidad

Hijitos Míos, Yo Soy vuestro Dios y no hay otro Dios fuera de Mí.

Vosotros, a lo largo de vuestra existencia y a lo largo de los siglos, os habéis hecho de diferentes dioses, dioses que no os han dado lo que Yo os he dado: primeramente, la vida.

Sois muy mal agradecidos. Y esos dioses que habéis creado, algunos os destrozan totalmente porque Satanás está en ellos,

otros os desvían para que no Me deis a Mí el culto debido y el agradecimiento tan grande que Me debéis.

¿Acaso vuestros dioses os dieron el don de la vida?

¿Acaso los dioses que habéis creado a lo largo de vuestra existencia os dan el sustento que tenéis?

¿Acaso esos dioses en los que ahora creéis pueden controlar el día y la noche, los climas, la vida que os rodea?

¿Acaso esos dioses, en los que vosotros os basáis para vuestra existencia; os perdonan vuestros pecados, os han dado su sangre como Mi Hijo os la ha dado por vuestra Redención?

Habéis creado muchos dioses que, lejos de ser como Yo Soy, el Perfecto, el Santísimo, el Único;

están llenos de defectos porque son dioses creados por vosotros, por vuestros mismos defectos.

No podéis basaros en ellos porque no os van a responder como Yo os respondo que, a pesar de que Me tratáis mal, os sigo cuidando…

Y como os dije, los que vosotros habéis creado no responden con la Caridad con la que Yo os trato, aun a pesar de que Me traicionáis tantas veces a lo largo de vuestra existencia.

Esos dioses, en los que vosotros creéis, no os aconsejan para llevaros a la perfección y para que encaminéis vuestra vida por el camino que os llevará de regreso a vuestro Hogar Eterno.

VUESTRA MALDAD ES INMENSA

Y VUESTRA TONTERÍA MÁS,

PORQUE ESTÁIS BASANDO VUESTRA EXISTENCIA

EN UN IDEAL QUE HABÉIS CREADO

LLENO DE DEFECTOS Y DE MALDADES. 

No Me conocéis porque no Me buscáis; si realmente Me conocierais en lo profundo, olvidaríais todo aquello que habéis creado y regresaríais a Mí.

Vuestras creencias humanas, llenas de defectos, no os ayudan a que vosotros crezcáis en Virtudes y sobre todo en amor.

No tenéis otro Dios como Yo que os ame tanto, que os perdone tanto, que a pesar de vuestras traiciones espero el momento para que regreséis a Mí.

Os he enviado a Mi Hijo para que os abriera nuevamente las Puertas del Cielo,

¿Acaso vuestros dioses tienen esa autoridad?

Os he enviado a Mi Santo Espíritu para que os haga entender que

YO SOY EL ÚNICO DIOS VERDADERO

Y aquél que no esté Conmigo y que está contra Mí no tendrá acceso al Reino de los Cielos,

Porque ahí entran las almas QUE SABEN AMAR, pero sobre todo que saben agradecerMe a Mí tanto Amor que os he dado.

Os habéis desviado demasiado y, el simple hecho de que hayáis creado un dios fuera de Mí, eso indica vuestra falta de Sabiduría, la cual no os dará ninguno de los dioses que habéis creado.

La Perfección que os lleva a la santidad solamente puede venir a través Mío.

Vuestros errores, vuestra traición os puede costar la Vida Eterna.

Me alegra saber que de todos los ególatras, YO SOY el mejor de TODOS

No hay ningún otro dios fuera de Mí que os quiera llevar hacia la Vida Eterna.

Vuestros dioses son tan frágiles como vosotros lo sois, no hay ningún otro dios que sea tan poderoso como Yo, vuestro Dios, y que haya creado todo lo que tenéis a vuestro alrededor.

¿Acaso vuestros dioses pueden darle vida a alguien que ha muerto?

¿Pueden hacer oír a aquel que ha perdido el oído o ayudaros a volver a ver cuando estáis ciegos?

Mi Hijo, vuestro Dios también, os ha mostrado lo que Yo, vuestro Padre y Creador, puedo hacer y aún más, Mis pequeños.

Sois Mis hijos y tenéis derecho a infinidad de regalos que provienen de Mí y ninguno de esos regalos tan grandes, tan poderosos, tan bellos, tan llenos de Amor,

Os los pueden dar cualquiera de vuestros dioses que habéis creado con mentiras, con errores o a través de la Maldad del mismo Satanás,

que os quiere desviar para que NO Me rindáis el culto que solamente a Mí debéis tener.

Habéis llegado ya a un límite insoportable, os habéis alejado de la Verdad, de la realidad que debéis vosotros vivir y seguir.

No estáis ya en condiciones, si seguís así, de alcanzar la perfección a la que estáis llamados.

Reaccionad, Mis pequeños, antes de que sea demasiado tarde.

Regresad a Mí, vuestro Dios, el Único Dios Verdadero que os va a dar la salvación eterna. 

Meditad lo que os he dicho, os estáis dejando guiar por puras mentiras, por pura falsedad, por alucinaciones satánicas que os hacen creer que estáis siendo guiados por una realidad divina,

cuando realmente es una realidad satánica y llena de mentiras en lo que estáis basando vuestra existencia.

Meditad y preguntaos cuánto Amor, cuánto Verdadero Amor, Puro y Santo, os han dado esos dioses que habéis creado.

No hay Amor en ellos, os habéis creado esos dioses para que apoyen vuestros errores, vuestras falsedades…

Y estáis siguiendo una irrealidad que, os repito, en el mayor de los casos, es satánica.

Hijitos Míos, ciertamente Mi Donación fue dolorosa, ciertamente sufrí no solamente en cuerpo sino en espíritu.

Pero cuando todo se hace por Amor a los demás, ese dolor se vuelve gozo, Mis pequeños.

Cuántos hay que, ciertamente, son llamados al sufrimiento, a la donación, para defender Mi Santo Nombre…

Y algunos fallan, pero muchos toman ese sufrimiento también con amor, porque Yo estoy en ellos,.

Y así os lo he dicho, que si sois llamados al sufrimiento, a vuestra donación hacia Mí, Yo voy a tomar el dolor para que no sufráis,

pero quiero que vuestros hermanos vean vuestra donación y deis ejemplo de amor hacia Mí.

El sacrificio, como os he explicado, puede ser cruento o incruento, Yo tuve ambos.

Desde que fui concebido en el Vientre de Mi Madre María empezó Mi Sufrimiento, pero fue con un Amor inmenso por vosotros. 

Todo el Poderío Divino que tengo lo hice pequeño, para entrar en el Vientre de Mi Madre y con humildad, acepté ese desarrollo humano que vosotros lleváis de nueve meses en el vientre materno.

Vosotros no podéis entender ahora lo que es esa donación, ese acto tan fuerte de humildad de haber detenido todo ese Poderío Divino y entrar en el Vientre de Mi Madre y hacerMe como vosotros.

Todo eso es Amor, Mis pequeños, todo el desarrollo de Mi Vida sobre la Tierra estuvo marcado con el Amor.

MI DONACIÓN FUE TOTAL.

 Lo que no muchos de vosotros hacéis; a veces os detenéis ante el necesitado y no os dais en totalidad hacia ellos, ciertamente dais y os lo agradezco,

porque en esa forma estáis mostrando un corazón parecido al Mío, pero cuando os dais en totalidad, cuando veis primero al hermano antes que a vosotros mismos, 

vuestro acto de amor vale mucho más y será grandemente recompensado en el Reino de los Cielos.

También os he dicho que, deis poco o deis mucho, vuestra recompensa se dará,

porque todo acto de amor, pequeño o grande, solamente puede salir de Mi Corazón Divino que vosotros le habéis hecho vivir en vuestro corazón.

A lo que voy, Mis pequeños, y os lo he pedido tantas veces, es que os vayáis asemejando a Mí, vuestro Dios, por eso Me hice Hombre, para que Me conocierais. 

Ciertamente, como Dios, se pudo haber dado la Redención desde los Cielos sin que Yo tuviera que haber bajado a la Tierra a estar entre vosotros, pero

¿De dónde tomaríais vosotros el ejemplo a seguir si no Me hubierais conocido?

Por eso los grandes santos, y aun los pequeños, la gente buena, van tomando algo de Mi ejemplo sobre la Tierra, lo toman para sí mismos y lo dan a sus hermanos… 

por eso era necesario que Yo conviviera entre vosotros para que vierais lo que todo un Dios, con gran humildad y Amor hacia vosotros, puede hacer por la salvación de todos vosotros.

No despreciéis nunca, Mis pequeños, una oportunidad para dar ejemplo a vuestros hermanos, y hacedlo siempre con humildad, con sencillez.

Y como dicen las Escrituras, prácticamente a escondidas, que no sepa vuestra mano izquierda lo que hace la derecha;

en el Cielo se sabe y se reconoce ese acto de amor.. Y será recompensado grandemente.

Son tiempos en que dejaréis amor entre los hombres, en que seréis esos Cristos para ayudar a hermanos vuestros a regresar a Mí. 

En cada momento de Mi existencia, Yo iba dejando ejemplo para que los que Me veían lo siguieran. 

Ahora no os dais cuenta de cuántos se convierten con el ejemplo y vosotros mismos, en algún momento, habéis dejado ejemplo de amor…entre vuestros hermanos habéis dejado una palabra venida de Mí que les cambió la vida a uno o a varios de vuestros semejantes.

 Y de eso vosotros no os dais cuenta en la gran mayoría de los casos, pero en el Cielo se toma nota de cada uno de vuestros actos, buenos y malos.

Os pido, pues, que vuestros ejemplos cada vez sean mayores, que vayan llenos de Perfección Divina y de amor

para que podáis mover a muchos hermanos vuestros a la conversión, a la salvación eterna, al verMe a Mí en vuestros actos, en vuestras palabras, en vuestros hechos.

Mi Amor queda con vosotros, Mis pequeños.

Gracias por seguirMe, gracias por interceder por vuestros hermanos,

Yo os iré cuidando para que sigáis salvando muchas almas que tanto necesitan de Mi ejemplo a través de vosotros.

Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo.

Estando los tiempos como los estáis viviendo, son Mis momentos también, junto con Mi Esposa, la siempre Virgen María, para ir guiando a las almas hacia su salvación.

Vosotros habéis hecho de vuestra vida un desastre.

La gran mayoría de vosotros os habéis apartado de las bondades del Amor, de las Leyes, de la vida íntima que Nos deben a Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad,

y esto teneMos que detenerlo ya porque Satanás está llevando a muchas almas a la perdición eterna.

Tenéis que daros cuenta de tanto Amor que se ha derramado sobre vosotros.

Ciertamente, tenéis el libre albedrío, pero habéis actuado erróneamente a lo largo de vuestra existencia. 

Muchas almas Nos ha quitado el malo, mucha maldad ha corrompido los corazones,

vosotros os habéis guiado por vuestra carnalidad y no por la espiritualidad que debisteis haber tomado desde el principio de vuestra existencia.

Ciertamente, muchos de vosotros no tuvisteis guía paterna o materna para que se os enseñaran las buenas obras, los buenos caminos, las buenas intenciones,

Y SOBRE TODO EL AMOR HACIA NOSOTROS

Y tampoco Me buscasteis en vuestro interior, a pesar de que en momentos de vuestra existencia Yo os hacía ver en vuestro interior que vivíais en el error, que vivías dándoNos la espalda,

que no seguíais las Leyes dadas por el Padre y las Enseñanzas del Hijo,

pero Nuestro Amor es inmenso por vosotros y por eso son momentos en que Yo Me voy a manifestar más fuertemente en la mente y en el corazón de los hombres con la intención de salvaros,

23. Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.» Juan 4

de recuperar vuestras almas, de llevaros al arrepentimiento profundo y que, de esta forma, podáis vosotros regresar al buen camino; pero también deberéis poner de vuestra parte. 

Deberéis entrar en oración profunda, deberéis alejaros de todo aquello a donde Satanás os ha llevado y que os ha apartado de las Verdades de la Fe y del Amor profundo, tanto a vosotros como a vuestros hermanos.

Poco a poco iréis sintiendo más fuertemente Mi Presencia en vosotros; como una brújula que os guía hacia un punto fijo,

también estaré Yo guiándoos hacia un punto fijo, que es vuestra salvación eterna.

Entrad en oración, pedid Mi Guía amorosa, pedidLe a Mi Esposa, la siempre Virgen María, que os cuide en todo momento,

acudid al Cielo a pedir ayuda, porque no estáis solos, tenéis todo a vuestro favor; sois almas creadas por vuestro Dios,

sois almas que lleváis una misión de Amor, sois almas que, terminando vuestra misión, deberéis regresar al Reino de los Cielos.

ALMAS VÍCTIMAS Y CORREDENTORAS

Vuestro lugar está en el Reino de los Cielos no en el Infierno a donde os quiere llevar el enemigo. Centraos pues, ya, en vuestra misión.

Muchas, muchas almas se siguen perdiendo porque no creéis en el Amor con el que Nosotros os consentimos.

ENTENDED YA,

QUE ESTÁIS EN MOMENTOS DIFÍCILES DE LA HUMANIDAD,

21. Porque habrá entonces una gran = tribulación, cual no la hubo = desde el principio del mundo = hasta el presente = ni volverá a haberla.
22. Y si aquellos días no se abreviasen, no se salvaría nadie; pero en atención a los elegidos se abreviarán aquellos días.

EN MOMENTOS QUE, SI NO ESCOGÉIS CORRECTAMENTE,

OS PERDERÉIS ETERNAMENTE.

ORAD, ORAD, ORAD.

Os bendecimos en Nuestro Santo Nombre, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Que la Paz y el Amor estén siempre con vosotros y los vuestros y que la compañía y la veneración a Vuestra Madre Celestial os alcance la Vida Eterna.


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41 ALBORADA DEL MESÍAS

41 CONOCER A DIOS, ES EMPEZAR A AMARLO

Jesús examinado en su mayoría de edad en el Templo.

El Templo en días de fiesta.

Muchedumbre de gente entrando o saliendo por las puertas de la muralla, o cruzando los patios o los pórticos.

Gente que entra en esta o en aquella construcción sita en uno u otro de los distintos niveles en que está distribuido el conjunto del Templo.

Y también entra, cantando quedo salmos, la comitiva de la familia de Jesús; todos los hombres primero, luego las mujeres.

Se han unido a ellos otras personas, quizás de Nazaret, quizás amigos de Jerusalén, no lo sé.

José, después de haber adorado con todos al Altísimo desde el punto en que se ve que los hombres podían hacerlo.

Las mujeres se han quedado en un piso inferior, se separa. 

 Y con su Hijo, cruza de nuevo, en sentido inverso, unos patios.

Luego tuerce hacia una parte y entra en una vasta habitación que tiene el aspecto de una sinagoga. 

Habla con un levita.

Y éste desaparece tras una cortina de rayas para volver después con algunos sacerdotes ancianos.

Son sacerdotes, doctores de la Ley. maestros en cuanto al conocimiento de la Ley y tienen como misión examinar a los fieles. ‘

Los dos se inclinan con gran reverencia ante los diez doctores, los cuales se han sentado con majestuosidad en unas banquetas bajas de madera.

José presenta a Jesús:

–     Éste es mi hijo.

Desde hace tres lunas y doce días ha entrado en el tiempo que la Ley destina para la mayoría de edad.

Mas yo quiero que sea mayor de edad según los Preceptos de Israel.

Os ruego que observéis que por su complexión muestra que ha dejado la infancia y la edad menor.

Os ruego que lo examinéis con benignidad y justicia para juzgar que cuanto aquí yo, su padre, afirmo, es verdad.

Yo lo he preparado para este momento y para que tenga esta dignidad de hijo de la Ley.

Él sabe los preceptos, las tradiciones, las decisiones, conoce las costumbres de las fimbrias y de las filacterias, sabe recitar las oraciones y las bendiciones cotidianas.

Puede por tanto, conociendo la Ley en sí y en sus tres ramas, Halasia, Midrás y Haggadá, guiarse como hombre.

Por ello, deseo ser liberado de la responsabilidad de sus acciones y de sus pecados.

Que de ahora en adelante quede sujeto a los preceptos y pague en sí las penas por las faltas respecto a ellos.

Examinadlo.

El que parece ser el superior de todos, 

responde:

–     Lo haremos.

Acércate, niño. ¿Tu nombre?

Jesús, muy solemne, responde:

–     Jesús de José, de Nazaret.  

Varios entrecejos se levantan y se fruncen. 

El interrogatorio continúa:

–     Nazareno… Entonces…

¿Sabes leer?

–     Sí, rabí.

Sé leer las palabras escritas y las que están encerradas en las palabras mismas.

–     ¿Qué quieres decir con ello?

–     Quiero decir que comprendo el significado de la alegoría o del símbolo celado bajo la apariencia…

De la misma forma que no se ve la perla, pero está dentro de la concha fea y cerrada. Todos lo miran sorprendidos…

Ha captado totalmente su atención. 

El sacerdote dice:

–     Respuesta no común, y muy sabia.

Raramente se oye esto en boca de adultos, ¡Así que fíjate tú, oírselo a un niño, y además, por si fuera poco, nazareno!….

Se ha despertado la atención de los doctores y sus ojos no pierden de vista un instante al hermoso Niño rubio.

Que los está mirando seguro; sin petulancia sí, pero también sin miedo.

–     Eres honra de tu maestro, el cual ciertamente, era muy docto.

–     La Sabiduría de Dios estaba recogida en su corazón justo.

–     ¡¿Estáis oyendo?!

¡Dichoso tú, padre de un hijo así!

José, que está en el fondo de la sala, sonríe y hace una reverencia.

Entonces le dan a Jesús tres rollos distintos,

Y le dicen:

–     Lee el que está cerrado con una cinta de oro. 

Jesús lo desenrolla y lee.

Es el Decálogo.

Pero, leídas las primeras palabras, un juez le quita el rollo.

Y dice:

–     Sigue de memoria.

Jesús sigue, tan seguro que parece como si estuviera leyendo.

Y cada vez que nombra al Señor hace una profunda reverencia. 

El examinador pregunta asombrado:

–     ¿Quién te ha enseñado a hacer eso?

¿Por qué lo haces?

–     Porque es un Nombre santo y hay que pronunciarlo con signo interno y externo de respeto.

Ante el rey, que lo es por breve tiempo, se inclinan los súbditos… y es sólo polvo,

¿Ante el Rey de los reyes, ante el altísimo Señor de Israel, presente, aunque sólo visible al espíritu; no habrá de inclinarse toda criatura, que de Él depende con sujeción eterna?

–     ¡Muy bien! 

Y volviéndose hacia José,

Agrega:

–     Hombre, nuestro consejo es que pongas a tu Hijo bajo la guía de Hil.lel o de Gamaliel.

Es nazareno… pero sus respuestas permiten esperar de Él un nuevo gran doctor. 

José responde: 

–     Mi hijo es mayor de edad.

Hará lo que Él quiera. Yo, si su voluntad es honesta, no me opondré.

–     Niño, escucha.

Has dicho: «Acuérdate de santificar las fiestas, teniendo en cuenta que el precepto de no trabajar en día de sábado fue dicho no sólo para ti, sino también para tu hijo y tu hija, para tu siervo y tu sierva. E incluso para el asno».

Entonces, dime:

Si una gallina pone un huevo en día de sábado, o si una oveja pare,

¿Será lícito hacer uso de ese fruto de su vientre? o ¿Habrá que considerarlo como cosa oprobiosa?

–     Sé que muchos rabíes, el último de los cuales en vida aún, es Siammai, dicen que el huevo puesto en día de sábado va contra el precepto.

Pero Yo pienso que hay que distinguir entre el hombre y el animal. O quien cumple un acto animal como dar a luz.

Si le obligo al asno a trabajar, yo, al imponerme con el azote a que trabaje, cumplo también su pecado.

Pero, si una gallina pone un huevo que ha ido madurando en su ovario, o si una oveja pare en día de sábado, porque ya está en condiciones de nacer su cría, entonces no.

Tal obra en efecto, no es pecado, como tampoco lo son, a los ojos de Dios, ni el huevo puesto ni el cordero parido en sábado.

–     ¿Y cómo puede ser eso, si todo trabajo, cualquiera que fuere, en día de sábado, es pecado?

–     Porque el concebir y generar corresponde a la Voluntad del Creador.

Y están regulados por leyes dadas por Él a todas las criaturas.

Pues bien, la gallina no hace sino obedecer a esa ley que dice que después de tantas horas de formación, el huevo está completo y ha de ponerse.

Y la oveja lo mismo. No hace sino que obedecer a esas leyes puestas por Aquel que todo hizo, el cual estableció que dos veces al año, cuando ríe la primavera por los campos floridos.

Y cuando el bosque se despoja de su follaje y el frío intenso oprime el pecho del hombre, las ovejas se emparejasen para dar luego leche, carne y sustanciosos quesos en las estaciones opuestas,

en los meses de más arduo trabajo por las mieses, o de más dolorosa escasez a causa de los hielos.Pues entonces, si una oveja, llegado su tiempo, da a luz a su criatura, ¡Oh, ésta bien puede ser sagrada incluso para el altar, porque es fruto de obediencia al Creador!

El doctor se vuelve hacia los demás,

diciendo:

–     Yo no seguiría examinándole.

Su sabiduría es asombrosa y supera a la de los adultos. 

Algunos objetan:

–     No.

Se ha declarado capaz de comprender incluso los símbolos.

–     Oigámoslo.

–     Que antes diga un salmo, las bendiciones y las oraciones.

–     También los preceptos.   

Uno se vuelve hacia Jesús diciéndo:

–    Sí. Di los midrasiots.

Jesús dice sin vacilar una letanía de:  «no hagas esto… no hagas aquello… ».

Si nosotros debiéramos tener todavía todas estas limitaciones, siendo rebeldes como somos, lo más seguro es que no se salvaría ninguno…

Otro le indica:

–  Muy bien. 

Ahora abre el rollo de la cinta verde.

Jesús abre y hace ademán de leer. 

Le indica: 

–     Más adelante, más.

Jesús obedece.

–     Basta. Allí…

Lee y explica, si es que te parece que haya algún símbolo.

–     En la Palabra santa raramente faltan.

Somos nosotros quienes no sabemos ver ni aplicar. Leo: cuarto libro de los Reyes, capítulo veintidós, versículo diez:

«Safan, escriba, siguiendo informando al rey, dijo: ‘El Sumo Sacerdote Jilquías me ha dado un libro’. Habiéndolo leído Safan en presencia del rey, éste, oídas las palabras de la Ley del Señor, se rasgó las vestiduras y dio…».

–     Sigue hasta después de los nombres.

-«…esta orden: ‘Id a consultarle al Señor por mí, por el pueblo, por todo Judá, respecto a las palabras de este libro que ha sido encontrado;

pues la gran ira de Dios se ha encendido contra nosotros porque nuestros padres no escucharon, siguiendo sus prescripciones, las palabras de este libro’…».

–     Basta.

Este hecho sucedió hace muchos siglos.

¿Qué símbolo encuentras en un hecho de crónica antigua?

–     Lo que encuentro es que no hay tiempo para lo eterno.

Y Dios es eterno, y nuestra alma; como eternas son también las relaciones entre Dios y el alma.

Por tanto, lo que había provocado entonces el castigo, es lo mismo que provoca los castigos ahora. E iguales son los efectos de la culpa.

–     ¿Cuáles?

–     Israel ya no conoce la Sabiduría, que viene de Dios.

Y es a Él, y no a los pobres seres humanos, a quien hay que pedirle luz; pero la luz no se recibe sin justicia y fidelidad a Dios.

Por eso se peca, y Dios, en su ira, castiga.

–     ¿Nosotros ya no sabemos?

¿Qué dices, niño? ¿Y los seiscientos trece preceptos?

–     Los preceptos existen, pero son palabras. 

Los sabemos, pero no los ponemos en práctica. Por tanto, no sabemos.

El símbolo es éste: todo hombre, en todo tiempo, tiene necesidad de consultar al Señor para conocer su Voluntad.

Y debe atenerse a ella para no atraer su ira.

Un doctor sentencia:  

–     El niño es perfecto.

Ni siquiera la celada de la pregunta insidiosa, ha confundido su respuesta.

Que sea conducido a la verdadera sinagoga.

Pasan a una habitación de mayores dimensiones y más pomposa.

Aquí lo primero que hacen es rebajarle el pelo.

José recoge los rizos.

Luego le aprietan la túnica roja con un largo cinturón dando varias vueltas en torno a la cintura.

Le ciñen la frente y un brazo con unas cintas.

Y le fijan con una especie de bullones unas cintas al manto.

Luego cantan salmos.

Y José alaba al Señor con una larga oración…

E invoca toda suerte de bienes para su Hijo.

Termina la ceremonia.

Jesús sale acompañado de José.

Vuelven al lugar de donde habían venido.

Se unen de nuevo con los varones de la familia, compran y ofrecen un cordero.

Y luego, con la víctima degollada, van a donde las mujeres.

María besa a su Jesús.

Es como si hiciera años que no lo viera.

Lo mira — ahora tiene vestidura y pelo más de hombre — lo acaricia…

Salen y todo termina.