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520 El Buen Pastor

520 IMITAR A JESÚS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

432a Con los campesinos de Yocaná, cerca de Sefori.

Los apóstoles comentan…

Bartolomé:

–           ¡Cuánta gente!

Tomás:

–           ¡Han venido todos, incluso los niños!…

Andrés:

–           El Maestro estará contento…

Tadeo exclama:

–            ¡Ah, ahí está el Maestro!

Vamos a acercarnos.

Se unen al Maestro, que camina con dificultad por el prado.

Porque va apretujado entre los muchos que le rodean.

Cuando los apóstoles logran llegar hasta Él.

Jesús pregunta:

–           ¿Judas sigue todavía ausente?

–            Sí, Maestro.

Pero si quieres lo llamamos…

–           No hace falta.

Mi Voz lo alcanza en el lugar donde esté.

Y su conciencia, libre, le habla con su propia voz.

No es necesario añadir vuestras voces…

Para forzar una voluntad.

Venid, sentémonos aquí con estos hermanos nuestros.

Y perdonad si no he podido compartir con vosotros el pan,

en un ágape de amor.

Mientras se acercan al lugar designado,

todos recuerdan al soberbio apóstol rebelde.

Pues es de sobra conocidos su desprecio y su repudio

hacia éstos ínfimos de la sociedad judía: los siervos hebreos.

La SOBERBIA es el principal signo de la posesión demoníaca perfecta y NO PUEDE reverenciar a Dios, porque Satanás lo odia y a sus instrumentos, es lo que les trasmite…

Actitud que se agudizó el año pasado, en la anterior visita

cuando verificaron el castigo, en las tierras de Doras…

Pero ahora comparten el gozo de tener la Presencia del Dios Vivo.

¡Y eso es lo único que importa!

Se sientan en círculo con Jesús en el centro.

Quien quiere alrededor de Él a todos los niños.

Los cuales, se pegan a Él mimosos y con confianza.

Una mujer grita:

–          ¡Bendícelos, Señor!

Que vean lo que nosotros anhelamos ver.

¡La libertad de amarte!

Un anciano gime:

–          Sí.

Nos quitan incluso esa libertad.

No quieren ver grabadas tus palabras en nuestro espíritu.

Ahora nos impiden vernos.

Y te prohíben a Ti venir…

¡Ya no oiremos palabras santas!

Un hombre joven, se lamenta:

–          Abandonados así, nos volveremos pecadores.

Tú nos enseñabas el perdón…

Nos dabas tanto amor, que podíamos soportar la malevolencia del patrón…

Pero ahora…

Jesús dice:

–           No lloréis.

No os dejaré sin mi palabra.

Volveré, mientras pueda…

Varios dicen:

–           No, Maestro y Señor.

–           Él es malo.

–            Y también sus amigos.

–            Podrían dañarte…

Y por causa nuestra.

–            Nosotros hacemos el sacrificio de perderte;

pero no nos des el dolor de decir:

«Por nosotros lo prendieron»».

–           Sí, sálvate, Maestro.

Jesús dice:

–            No temáis.

Se lee en Jeremías (Jeremías 36)

cómo él mismo dijo a su secretario Baruc que escribiera lo que el Señor le dictaba.

Y que fuera a leer el escrito recibido a los que estaban reunidos en la casa del Señor;

leerlo en vez del profeta, que estaba preso y no podía ir.

Así voy a hacer Yo.

Muchos y fieles Baruc tengo entre mis apóstoles y discípulos.

Ellos vendrán a deciros la palabra del Señor…

Y no perecerán vuestras almas.

Y Yo no seré prendido por causa vuestra;

porque el Dios altísimo me ocultará a sus ojos…

Hasta que llegue la hora en que el Rey de Israel deba ser mostrado a las turbas,

para que el mundo entero lo conozca.

Y no temáis tampoco perder las palabras que hay en vosotros.

También en Jeremías se lee que, aun después de que Yoyaquim, rey de Judá

– el cual esperaba destruir las palabras eternas y veraces quemando el rollo –

destruyera el volumen.

El dictado de Dios permaneció,

porque el Señor mandó al profeta:

«Toma otro volumen

y escribe en él todas las cosas que había en el volumen quemado por el rey».

Y Jeremías dio un volumen a Baruc…

Un volumen sin escritura.

Y dictó nuevamente a su secretario las palabras eternas…

Además de otras más como complemento de las primeras,

porque el Señor remedia los estropicios humanos

cuando el remedio es un bien para las almas.

Y no permite que el odio anule lo que es obra de amor.

Ahora bien, aunque a Mí,

comparándome a un volumen lleno de verdades santas, me destruyeran…

¿Creéis que el Señor os dejaría perecer sin la ayuda de otros volúmenes?

En ellos estarán mis palabras y las de mis testigos,

que narrarán lo que Yo no voy a poder decir

por estar prisionero de la Violencia y ser destruido por ella.

¿Y creéis que lo que está impreso en el libro de vuestros corazones,

podrá borrarse por el paso del tiempo sobre las palabras?

No.

El ángel del Señor os las repetirá…

Y las mantendrá frescas en vuestros espíritus deseosos de Sabiduría.

Y no sólo eso, sino que os las explicará…

Y seréis sabios en la palabra de vuestro Maestro.

Vosotros selláis el amor a Mí con el dolor.

¿Puede acaso, perecer lo que resiste incluso la persecución?

No puede perecer.

Yo os lo digo.

El don de Dios no se cancela.

El pecado es lo único que lo anula.

Pero vosotros, ciertamente no queréis pecar…

¿No es verdad, amigos míos?  Muchos contestan:

–            No, Señor.

–            Significaría perderte también en la otra vida.

–           Pero nos harán pecar.

–           Nos ha impuesto que no salgamos ya más de las tierras el Sábado…

–           Y ya no volverá a haber Pascua para nosotros.

Así que pecaremos…

Jesús afirma:

–           No.

No pecaréis vosotros.

Pecará él.

Sólo él.

Él, que hace violencia al derecho de Dios y de los hijos de Dios,

de abrazarse y amarse en dulce coloquio de amor y enseñanza en el día del Señor.

–           Pero él hace reparación con muchos ayunos y dádivas.

Nosotros no podemos…

Porque ya es demasiado poca la comida,

en proporción al esfuerzo que hacemos…

Y no tenemos qué ofrecer…

Somos pobres…

–             Ofrecéis aquello que Dios aprecia:

Vuestro corazón.

Dice Isaías (58, 3 – 7) hablando en nombre de Dios a los falsos penitentes:

«En el día de vuestro ayuno aparece vuestra voluntad y oprimís a vuestros deudores.

Ayunáis para reñir, discutir y perversamente, pelear.

Dejad de ayunar como hasta hoy, para hacer oír en las alturas vuestros clamores.

¿Es éste, acaso, el ayuno que Yo deseo?

¿Que el hombre se limite a afligir durante un día su alma,

y castigue su cuerpo y duerma sobre la ceniza?

¿Vas a llamar a esto ayuno y día grato al Señor?

El ayuno que prefiero es otro.

Rompe las cadenas del pecado, disuelve las obligaciones que abruman;

da libertad a quien está oprimido, quita todo yugo.

Comparte tu pan con quien tiene hambre, acoge a los pobres y a los peregrinos,

viste a los desnudos y no desprecies a tu prójimo»

Pero Yocaná no hace esto.

Vosotros, por el trabajo que le hacéis y que lo hace rico, sois sus acreedores.

Y os trata peor que a deudores morosos.

Alzando la voz para amenazaros y la mano para golpearos.

No es misericordioso con vosotros y os desprecia por ser siervos.

Pero el siervo es tan hombre como el patrón.

Y si tiene el deber de servir,

tiene también el derecho a recibir lo necesario para un hombre;

tanto materialmente como en el espíritu.

No se honra el Sábado, aunque se pase en la sinagoga;

si ese mismo día el que lo practica pone cadenas

y da a sus hermanos áloe como bebida.

Celebrad vuestros sábados razonando entre vosotros acerca del Señor.

Y el Señor estará en medio de vosotros…

Perdonad y el Señor os glorificará.

Yo soy el buen Pastor y tengo piedad de todas las ovejas.

Pero sin duda, amo con especial amor,

a las que han recibido golpes de los pastores ídolos,

para que se alejen de mis caminos.

Para éstas, más que para ninguna otra, he venido.

Porque el Padre mío y vuestro me ha ordenado:

«Apacienta estas ovejas destinadas al matadero,

matadas sin piedad por sus amos, que las han vendido diciendo:

`¡Nos hemos enriquecido!’,

Y de las que no han tenido compasión los pastores».

Pues bien, apacentaré el rebaño destinado al matadero,

¡Oh pobres del rebaño!

Y abandonaré a sus iniquidades a los que os afligen

y afligen al Padre, que en sus hijos sufre.

Extenderé la mano hacia los pequeños de entre los hijos de Dios

y los atraeré hacia Mí para que tengan mi gloria.

Lo promete el Señor por la boca de los profetas

que celebran mi piedad y mi poder como Pastor.

Y os lo prometo Yo directamente a vosotros que me amáis.

Cuidaré de mi Rebaño.

A quienes acusen a las ovejas buenas de enturbiar el agua

y de deteriorar los pastos por venir a Mí, les diré:

«Retiraos.

Vosotros sois los que hacéis que falte el manantial y se agoste el pasto de mis hijos.

Pero Yo los he llevado a otros pastos y los seguiré llevando.

A los pastos que sacian el espíritu.

Os dejaré a vosotros el pasto para vuestros gruesos vientres,

dejaré el manantial amargo que habéis hecho manar vosotros.

Y Yo me iré con éstos, separando las verdaderas de las falsas ovejas de Dios;

ya nada atormentará a mis corderos,

sino que exultarán eternamente en los pastos del Cielo».

¡Perseverad, hijos amados!

Tened todavía un poco de paciencia, de la misma forma que la tengo Yo.

Sed fieles, haciendo lo que os permite el patrón injusto.

Y Dios juzgará que habéis hecho todo y por todo os premiará.

No odiéis, aunque todo se conjure para enseñaros a odiar.

Tened fe en Dios.

Ya visteis que Jonás fue liberado de su padecimiento y Yabés fue conducido al amor.

Como con el anciano y el niño,

lo mismo el Señor hará con vosotros:

en esta vida, parcialmente y en la otra, totalmente.

Lo único que os puedo dar son monedas,

para hacer menos dura vuestra condición material.

Os las doy.

Dáselas, Mateo.

Que se las repartan.

Son muchas, pero en todo caso pocas para vosotros que sois tantos…

Y que estáis tan necesitados.

No tengo otras cosas…

Otras cosas materiales.

Pero tengo mi amor, mi potencia de ser Hijo del Padre,

para pedir para vosotros los infinitos tesoros sobrenaturales

como consuelo de vuestros llantos y luz de vuestras brumas.

¡Oh, triste vida que Dios puede hacer luminosa!

¡Él sólo!

¡Sólo Él!…

Y digo: «Padre, te pido por éstos.

No te pido por los felices y ricos del mundo,

sino por estos que lo único que tienen es a Ti y a Mí.

Haz que asciendan tanto en los caminos del espíritu,

que encuentren toda consolación en nuestro Amor.

Y démonos a ellos con el amor, con todo nuestro amor infinito;

para cubrir de paz, serenidad y coraje sobrenaturales,

sus jornadas, sus ocupaciones,

de forma que, como enajenados del mundo por el amor nuestro,

puedan resistir su calvario…

Y después de la muerte, tenerte a Ti, a Nosotros, beatitud infinita».

Jesús, mientras oraba, ha ido poniéndose de pie

y librándose poco a poco de los niñitos que se habían dormido sobre Él.

En su Oración, su aspecto es majestuoso y dulce.

Ahora baja de nuevo los ojos,

diciendo:

–            Me marcho.

Es la hora, para que podáis volver a vuestras casas a tiempo.

Nos veremos todavía otra vez.

Y traeré a Margziam.

Pero, cuando ya no pueda volver…

Mi Espíritu estará siempre con vosotros.

Y estos apóstoles míos os amarán como Yo os he amado.

Deposite el Señor sobre vosotros su bendición.

Poneos en camino.

Y se inclina a acariciar a los niñitos, que duermen.

Y no opone resistencia a las expresiones de afecto de esta pobre turba,

que no sabe separarse de Él…

Pero al final, cada uno se pone en camino por su parte,

de forma que los dos grupos se separan mientras la Luna desciende.

Ramas encendidas deben dar algo de luz al camino.

Y el humo acre de las ramas aún ligeramente húmedas,

es una buena justificación del brillo de los ojos…

Judas los está esperando apoyado en un tronco.

Jesús lo mira y no dice nada.

Ni siquiera cuando Judas dice:

–          «Estoy mejor».

Siguen caminando durante la noche, como mejor pueden…

Luego con el alba, más ágilmente.

A la vista de un cuadrivio,

Jesús se detiene y dice:

–           Separémonos.

Conmigo vienen Tomás, Simón Zelote y mis hermanos.

Los otros irán al lago, a esperarme.

Judas dice:

–            Gracias, Maestro…

No me atrevía a pedírtelo.

Pero Tú me lo has facilitado.

Estoy verdaderamente cansado.

Sí lo permites, me detengo en Tiberíades…

Santiago de Zebedeo no se puede contener,

agregando:

–            En casa de un amigo.

Judas abre muchísimo los ojos…

Pero se limita a esto.

Jesús se apresura a decir:

–           Me basta con que el sábado vayas a Cafarnaúm con los compañeros.

Venid para que os bese a los que me dejáis.

Y con afecto, besa a los que se marchan,

dando a cada uno de ellos un consejo en voz baja…

Ninguno expresa objeción alguna.

Sólo Pedro, ya cuando se marcha, dice:

–            Ven pronto, Maestro.

los demás apoyan:

–           Sí, ven pronto.

Y Juan termina:

–             Estará muy triste el lago sin Ti.

Jesús los bendice una vez más.

Y promete:

–            ¡Pronto!

Todos se separan y se van…

512 El Hombre-Dios

512 IMITAR A JESÚS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

427 Bartolomé instruye a Áurea Gala.

Son tan precoces las albas estivas…

Que breve es el tiempo que media entre el ocaso de la Luna y la aparición del primer albor.

De manera que, a pesar de que hayan caminado ligeros;

la fase más oscura de la noche los sorprende todavía en las cercanías de Cesárea.

Y tampoco da suficiente luz una rama encendida de un arbusto espinoso.

Es necesario hacer un alto…

Incluso porque la jovencita, menos acostumbrada que ellos a caminar de noche;

tropieza a menudo en las piedras medio sepultadas en la arena, del camino.

Caminan rápido y todavía está oscuro en las cercanías de Cesárea.

Jesús dice:

–            Es mejor detenernos un poco.

La niña no ve y está cansada.

Castañeteando los dientes, mezclando hebreo y latín en un nuevo idioma, para hacerse entender…

La niña responde rápida:

–             No, no.

Si puedo…

Vámonos lejos, lejos, lejos…

Podría venir…

Por aquí pasamos para ir a esa casa.

Jesús trata de tranquilizarla:

–           Iremos detrás de aquellos árboles y nadie nos verá.

No tengas miedo.

Bartolomé, para darle ánimos,

dice:

–             No tengas miedo.

A estas horas, ese romano está debajo de la mesa, borracho como una cuba,

convertido en una sopa de vino…

Pedro agrega:

–             Y estás con nosotros.

¡Todos te queremos!

No permitiremos que te hagan daño.

¡Oh! ¡Somos doce hombres fuertes!…

Pedro, que apenas es un poco más alto que ella.

Él tan corpulento, cuánto grácil y delicada es ella.

Él quemado por el sol y ella blanca como alabastro.

¡Pobre florecita que fue criada para ser solamente estimulante, valiosa, admirada y más preciosa!

Entonces se escucha la voz llena de amor de Juan…

La jovencita, a la última luz de la improvisada antorcha;

Levanta sus maravillosos ojos azul verde como reflejo del mar,

con dos limpios iris aún brillantes por el llanto vertido con el terror de poco antes…

Es recelosa, pero, no obstante, de ellos se fía…

Juan le dice:

–           Eres una hermanita nuestra.

Y los hermanos defienden a sus hermanas.

Y cruza con ellos el arroyo seco que está pasado el camino.

Para entrar en una propiedad que termina allí en un tupido huerto.

Es noche oscura.

Cuando llegan a la arboleda,

se sientan y aguardan.

Los hombres se dormirían gustosos…

Pero a ella cualquier ruido la hace gritar.

Y el galope de un caballo la hace agarrarse convulsa al cuello de Bartolomé;

que quizás por parecer el más anciano, atrae su confianza y confidencia.

Por tanto es imposible dormir.

Bartolomé le dice:

–            No tengas miedo.

Cuando uno está con Jesús, nunca sucede una desgracia.

La niña contesta temblando:

–           ¿Por qué?

Mientras sigue todavía asida al cuello de Bartolomé.

–           Porque Jesús es Dios en la tierra.

Y Dios es más fuerte que los hombres.

–           ¿Dios?

¿Qué cosa es Dios?

Bartolomé exclama:

–         ¡Pobre criatura!

Pero, ¿Cómo te educaron?

¿No te enseñaron nada?…

La niña contesta:

–            Sí.

A conservar blanco el cutis.

brillante la cabellera.

A obedecer a los patrones.

A decir siempre que sí…

Pero yo no podía decir sí al romano…

Era feo y me daba miedo.

¡Todo el día tenía miedo!

En su casa siempre había unos ojos…

Siempre allí…

Cuando en el baño, en los vestidores dónde uno se viste;

en el cubiculum…

Siempre estaban unos ojos…

Y esas manos… ¡Oh!

¡Y si alguien no decía sí, era apaleado!…

Y comienza a llorar.

Jesús dice:

–               No lo serás más.

¡Ya no recibirás más palos!

Ya no está el romano.

Ni están sus manos…

Lo que hay es la paz…

Felipe comenta:

–           ¡Es una crueldad!

Cómo a bestias y peor todavía…

Porque a una bestia le enseñas su oficio.

Y los otros comentan:

             ¡Pero qué horror!

¡Como a animales de valor, no más que como a animales!

Y peor todavía…

Porque un animal sabe al menos que le enseñan a arar.

O a llevar la montura y el bocado porque ésa es su función.

Pero a esta criatura la lanzaron sin saber…

Ella responde:

–            Si hubiese sabido, me hubiera arrojado al mar.

Él decía: ‘Te haré feliz…’

Zelote dice:

–            De hecho te hizo feliz.

De una manera que nunca imaginó.

Feliz en la tierra y feliz en el Cielo.

conocer a Jesús, es la felicidad.

Hay un silencio en el que todos y cada uno,

meditan en las crueldades y los horrores del mundo.

Luego en voz baja, la niña le pregunta a Bartolomé:

–            ¿Me puedes decir que es Dios?

¿Y por qué Él es Dios?…

Después de una pausa agrega:

–            ¿Porque es hermoso y bueno?…

Bartolomé se siente atolondrado.

Se toma de la barba con perplejidad.

Y dice lleno de incertidumbre:

–            Dios…

¿Cómo haré para enseñarte a ti, que no tienes ninguna idea de religión en tu cabeza?

¿Qué estás vacía de toda idea religiosa?

–            ¿Religiosa?

¿Qué es?

Esto provoca otra pregunta todavía más complicada, para el abrumado apóstol:

–           ¿Qué cosa es religión?

Bartolomé decide pedir auxilio:

–           ¡Oh, que esto no me lo esperaba!…

¡Altísima Sabiduría!

¡Me siento como uno que se está ahogando en un gran mar!

¿Cómo me las arreglo ante esta sima?

¿Qué puedo hacer ante el abismo?

Jesús aconseja:

–          Lo que te parece difícil, es muy sencillo Bartolomé.

Es un abismo, sí.

Pero vacío…

Y puedes llenarlo con la Verdad.

Peor es cuando los abismos están llenos de fango, veneno, serpientes.

Habla con la sencillez con que hablarías a un niño pequeño.

Y ella te entenderá mejor, como no lo haría un adulto.

Bartolomé pregunta:

–           ¡Maestro!

¿Pero no podrías hacerlo Tú?

–           Podría.

Pero la niña aceptará más fácilmente las palabras de un semejante suyo:

que las mías que son de Dios.

Y por otra parte es que…

Os encontraréis en lo futuro ante estos abismos y los llenaréis de Mí.

Debéis pues aprender a hacerlo.

–          Es verdad.

Voy a intentarlo.

Lo probaré…

Después de pensarlo un poco, Bartolomé pregunta:

–            Oye niña, ¿Te acuerdas de tu mamá?

Ella sonríe y contesta:

–           Si, señor.

hace siete años que…

Que las flores florecen sin ella.

Pero antes estaba con ella.

–           Está bien.

¿La recuerdas?

¿La amas?

Ella solloza con un:

–          ¡Oh!

Y da un pequeño grito.

El acceso de llanto unido a la exclamación lo dice todo.

–             ¡Pobre criatura!

No llores.

¡Pobre niña!

Escucha:

Oye, el amor que tienes por tu mamita…

–              Y por mi papá y por mis hermanos…  -contesta sollozando.

–             Sí.

Por tu familia…

El amor por tu familia.

Los pensamientos que guardas por ella.

El deseo que tienes de regresar a ella…

–            ¡Nunca más los veré…!

¡Ya nunca…!

–            Pero todo es algo que podría llamarse religión de la familia.

Las religiones, las ideas religiosas son el amor…

El pensamiento, el deseo de ir a donde está aquel o aquellos en quienes creemos;

a quienes amamos y anhelamos;

a quienes deseamos ver…

Ella señalando a Jesús,

pregunta:

–            Si yo creo en ese Dios que está allí.

¿Tendré una religión?…

¡Es muy fácil!

Bartolomé está totalmente desorientado:

–             ¡Bien!

¿Fácil qué cosa?…

¿Tener una religión o creer en ese Dios que está allí?

La niña dice convencida:

–            En ambas cosas…

Porque fácilmente se cree en un Dios Bueno, como el que está allí.

El romano me nombraba muchos y juraba.

Decía:

‘¡Por la diosa Venus!

¡Por el dios Júpiter!

¡Por el dios Cupido!

Han de ser dioses malos, porque él hacía cosas malas cuando los invocaba.

Pedro comenta en voz baja:

–            No es tan tonta la niña.

Ella dice:

–           Pero yo no sé todavía que cosa es Dios.

Veo que es un hombre como tú…

Entonces es un Hombre- Dios.

¿Y cómo se hace para comprenderlo?

¿En qué aspecto es más fuerte que todos?

No tiene ni espada, ni siervos…

Bartolomé suplica:

–           Maestro, ayúdame…

Jesús responde:

–           No, Nathanael.

Enseñas muy bien.

–           Lo dices porque eres bueno.

Busquemos otro modo de seguir adelante.

Se vuelve hacia la niña,

diciendo:

–         Oye niña…

Oye niña, Dios no es hombre…

Él es como una luz, una mirada, un sonido tan grandes, que llenan el cielo y la tierra e iluminan todo.

Y todo lo ve, instruye todo y a todo da órdenes…

Y en todas las cosas manda…

–            ¿También al romano?

Entonces no es un Dios bueno.

¡Tengo miedo!…

Bartolomé se apresura a aclarar:

–            Dios es bueno y da órdenes buenas.

A los hombres les ha prohibido armar guerras, hacer esclavos;

arrebatar a las hijitas de sus madres y espantar a las niñas…

Pero los hombres no siempre escuchan las órdenes de Dios.

Ella dice:

–            Pero tú, sí.

–            Yo sí.

–            Si es más fuerte que todos…

¿Por qué no se hace obedecer?

¿Y Cómo habla, si no es un hombre?

Bartolomé está perdido,

y exclama:

–           ¡Dios…!

¡Oh, Maestro!…

Jesús dice:

–           Sigue.

Sigue, Bartolomé.

Eres un maestro muy competente.

Sabes decir con gran simplicidad pensamientos muy profundos.

¿Y ahora ya no quieres seguir?…

¿Siendo un maestro tan sabio?

¿Y sabiendo decir con tanta sencillez los más altos pensamientos, tienes miedo?

¿No sabes que el Espíritu Santo está en los labios de los que enseñan la Justicia?

Bartolomé argumenta:

–            Parece fácil cuando se te escucha.

Todas tus palabras están aquí dentro.

¡Pero sacarlas afuera cuando se debe hacer lo que Tú haces!…

¡Oh, miseria de nosotros los humanos!

¡Maestros inútiles!

¡Ay, míseros de nosotros, pobres hombres!

¡Qué maestros de tres al cuarto!

–            El reconocer la nulidad propia,

predispone el corazón a la enseñanza del Espíritu Paráclito…

–          Está bien, Maestro…

De todas formas vamos a intentar seguir adelante.

Se vuelve hacia ella, mirándola con ternura,

diciendo:

–           Escucha, niña…

Dios es fuerte, fortísimo.

Más que César.

Más que todos los hombres juntos con sus ejércitos y sus máquinas de guerra…

Pero no es un amo despiadado que haga decir siempre que sí…

so pena del azote para quien no lo dice.

Dios es un Padre.

¿Te quería mucho tu padre?

–            ¡Mucho!

Me puso por nombre Áurea Gala, porque el oro es precioso.

Y Galia es mi patria.

Y decía que me amaba más que el oro que en otro tiempo tuvo…

Y más que a la patria…

–          ¿Te azotó tu padre?

Áurea Gala contesta:

–           No. Jamás.

Cuando no me portaba bien, me decía:

‘Pobrecita hija mía’ y lloraba.

–            ¡Eso!

Así hace Dios.

Es Padre, nos ama y llora si somos malos.

 

Pero no nos obliga a obedecerle.

Pero el que decide ser malo, un día será castigado con suplicios horrendos…

–           ¡Oh, qué bueno!

El dueño que me arrebató de mi madre y me llevó a la isla.

Y también el romano, irán a los suplicios.

¿Y lo veré?…

Esto es demasiado para el pobre Nathanael,

que contesta:

–           Tú verás de cerca a Dios, si crees en Él y eres buena.

Y para ser buena no debes odiar ni siquiera al romano.

–           ¿No?

¿Y cómo lograrlo?

–           Rogando por él.

–           ¿Qué es rogar?

–           Hablar con Dios diciéndole que lo amamos.

Y pidiéndole lo que necesitamos…

 Ella llevada por su coraje, con salvaje vehemencia,

exclama apasionadamente:

–          Pero, ¡Yo quiero que mis dueños tengan una mala muerte!

Bartolomé objeta:

–          No.

No debes…

Jesús no te amará si dices así.

–           ¿Por qué?

–           Porque no se debe odiar a quien nos ha hecho el mal.

–            Pero no puedo amarlos.

–           Pero puedes por ahora no pensar en ellos.

Trata de olvidarlos…

Luego, cuando Dios te instruya más…

Rogarás por ellos.

Decíamos pues, que Dios es Poderoso, pero deja a sus hijos en libertad de obrar.

Ella pregunta:

–           ¿Yo soy hija de Dios?…

¿Tengo dos padres?…

¿Cuántos hijos tiene Dios?…

Bartolomé contesta:

–          Todos los hombres son hijos de Dios, porque han sido hechos por Él.

¿Ves las estrellas allá arriba?

Las ha hecho Él.

¿Y estos árboles?

Los ha hecho Él.

¿Y la tierra donde estamos sentados?

¿Y aquel pájaro que canta?

¿Y el mar con su grandeza?

¡TODO!

¡Y a todos los hombres!

Y los hombres son más hijos que todo, porque son hijos por una cosa que se llama alma…

Y que es luz, sonido, mirada, no grandes como su luz, su sonido, su mirada, que llenan el Cielo y la Tierra;

pero hermosos de todas formas.

Y que no mueren nunca, como tampoco muere Él.

Porque es una partecita de Dios que es inmortal como Él.

            ¿Dónde está el alma?

¿Tengo yo también un alma?

–             Sí.

En tu corazón.

Y es la que te ha hecho comprender que el romano era malo.

Y ciertamente no te hará desear ser como él.

¿No es verdad?

–            Sí…

Áurea reflexiona después del titubeante si…

Y luego con firmeza dice:

–             ¡Sí!

Era como una voz de dentro y una necesidad de que alguien me auxiliara…

Y con otra voz aquí dentro – pero esta era mía – llamaba a mi mamá…

Porque no sabía que existía Dios, que existía Jesús…

Si lo hubiera sabido, le habría llamado a Él con aquella voz que tenía aquí dentro.

Jesús interviene:

–              Has comprendido bien, niña.

Y crecerás en la Luz.

Yo te lo aseguro.

Cree en el Dios verdadero.

Escucha la voz de tu alma alma en la que no existe todavía una sabiduría adquirida,

pero en la que tampoco existe mala voluntad…

Y encontrarás en Dios a un Padre.

Y en la muerte, que es un paso de la tierra al Cielo para los que creen en el Dios Verdadero y son buenos…

Encontrarás un lugar en el Cielo cerca de tu Señor.

Como ella se ha arrodillado delante de Él,

Jesús le pone su mano sobre la cabeza.

Áurea dice:

–           Cerca de Ti.

¡Qué bien se siente uno al estar contigo!

No te separes de mí, Jesús…

Ahora sé Quién Eres y por eso me arrodillo.

En Cesárea tuve miedo de hacerlo…

Me parecías sólo un hombre…

Ahora sé que Eres Dios escondido en un Hombre.

Y que para mí eres un Padre y un Protector…

Jesús agrega:

–           Y Salvador, Áurea Gala.

Ella exclama jubilosa:

–           Y Salvador.

¡Sí! Me salvaste…

–             Y te salvaré más.

Tendrás un nombre nuevo…

–            ¿Me quitas el nombre que me dio mi padre?

El amo en la isla me llamaba Aurea Quintilia, porque nos dividían por color y por número.

Porque yo era la quinta rubia así…

Pero ¿Por qué no me dejas el nombre que me dio mi padre?

–            No te lo quito.

Llevarás, añadido a tu antiguo nombre, el nombre nuevo, eterno».

Isaías 43 2 : «Yo nunca te dejaré»

–            ¿Cuál?

–             Cristiana.

Porque Cristo te salvó…

Comienza a alborear.

Vámonos.

Jesús se vuelve hacia su más anciano apóstol,

y agrega:

–           ¿Ves Nathanael qué es fácil hablar de Dios a los abismos vacíos?

Hablaste muy bien.

La niña se instruirá fácilmente.

Se formará rápidamente en la Verdad.

Y ordena con suavidad:

–           Sigue adelante con mis hermanos Áurea…

La niña obedece pero con temor.

Preferiría quedarse con Bartolomé, el cual comprende todo…

El apóstol le dice:

–           Voy enseguida.

Vete…

Obedece.

LA CIENCIA DE LA MUERTE 2

1RESURRECCION

LA CONVERSION ES LA RESURRECCIÓN DEL ESPÍRITU  

Jesús llevó su Amor a empurpurarse con su Sangre sobre la cima del Calvario y ahí esplende, para recordarnos que fuimos hechos para el Cielo.

Y relampaguea para llamarnos a Sí. Para volver a grabar el Nombre Santo de Jesucristo, sobre el altar de nuestro corazón sin Dios y sobre el templo profanado de nuestra mente.

Para consagrarlos al Dios Verdadero con un verdadero culto a Dios.

Hay que amar, alabar, cantar, invocar, bendecir, CREER en el Nombre Bendito de Jesús.

EL ARREPENTIMIENTO ES EL DOLOR DE HABER CAUSADO DAÑO.

“Yo Soy el Señor Dios Tuyo.”

Pareciera que el dedo de Dios haya escrito esta sentencia en todo lo creado.

El pecador trata de ahogar este grito de la conciencia.

Pero siempre llega el momento en que en medio de la ebriedad y del placer. En el ajetreo del trabajo, en el reposo de la noche, en el paseo solitario, en el vacío de Dios, le reprocha:

Sufres porque has convertido en dios a esta carne que ávido besas; este oro que avaro acumulas; este odio que carcome tu existencia, con el ansia de venganza.

Dios es Paz.

El que quiere recuperarla, debe escombrar la mente, el corazón, la carne; de todo lo que no es paz y causa turbación.

EL PECADO ES UNA MALDICIÓN, que atrae la Justicia Divina. 

El arrepentimiento quita el anatema cuando es sincero.

Cada hombre debe examinarse con sinceridad y entonces sabe en dónde ha errado.

De Dios nadie puede hacer burla.

El alma que se acerca a Él con humildad, obtiene su Perdón.

NO HAY ARREPENTIMIENTO

Tropezar no es malo, encariñarse con la piedra, SÍ.

MIENTRAS DURE EL DESEO POR EL OBJETO POR EL QUE PECAMOS.

Dios no perdona a quién no se arrepiente, porque es necesario limpiar el corazón para obtener gracias…

Y las excusas no se pueden perdonar.

EL MAL NO BASTA NO HACERLO.

TAMBIÉN ES NECESARIO NO DESEAR HACERLO.

Por eso Jesús dijo: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió con ella adulterio en su corazón.”

Porque el pecado a los ojos de Dios es un delito realizado, cuando hay deleite alimentando pensamientos de adulterio, se es adúltero;

De homicidio, homicida; de traición, traidor; etc.

Jesús vino para salvar a los pecadores y cada alma que se arrepiente y se convierte; es una justificación para la tremenda humillación a que se sometió el Infinito al tomar forma humana.

Porque en la llama del arrepentimiento, el alma se ofrece amando a la Flama del Amor Divino, que la absuelve y la absorbe dentro de Sí Mismo.

El hombre es débil y cuando peca por lo sorpresivo de los ataques de Satanás, Dios le perdona si surge en él un arrepentimiento sincero y la voluntad de no pecar más.

PORQUE QUIÉN ES REALMENTE FIEL Y AMA A DIOS, NO SE DOBLEGA A LAS PASIONES,

NI LO QUEMA EL FUEGO DE SATANÁS,

YA QUE EL PECADO LE REPUGNA.

Y cuando amamos a Dios con todo nuestro ser, no pecamos.

Porque el pecado es un dolor que se da a Dios.

Quién ama verdaderamente no quiere lastimar jamás al Amado, ni con el más mínimo dolor.

Para el pecador arrepentirse significa abandonar su vida de pecado,

Postrado ante la Cruz en la que has muerto y a la que yo también te he condenado. Sólo puedo decirte hoy que lo siento, que te amo y te pido perdón por mis errores y te pido perdón por mis pecados. Perdóname Señor, HOY ME ARREPIENTO, Perdóname Padre mío por mi maldad, perdóname Señor, por mis errores, perdóname señor por mis pecados. PERDÓNAME SEÑOR, HOY ME ARREPIENTO, PERDÓNAME MI DIOS, CRUCIFICADO.

Y volverse hacia Dios por el camino de la Oración y la Penitencia.

Los pecadores son los muertos del espíritu y cuando el hombre atiende el llamado de Dios y se arrepiente, se verifica el milagro anunciado por Jesús.

Y los que escuchan y atienden su llamada, se levantan de su tumba espiritual y resucitan a la verdadera Vida.

NO HACER EL MAL, NO ES SUFICIENTE PARA ESCAPAR DEL INFIERNO.

El poder de Dios arranca de la esclavitud del pecado, pero el arrepentimiento debe llevar a la conversión.

Es decir, al deseo continuo de conocer, amar y pertenecer, cada vez más a Dios; buscando hacer siempre la Voluntad Divina.

Y el Reino de Dios llega al corazón que acepta la Ley que vino de los Cielos a través del Evangelio de Jesús, porque al practicarla el hombre se convierte en ciudadano del Reino.

LA CONVERSIÓN DEBE VIVIRSE TODOS LOS DIAS.

Para el cristiano, convertirse significa despertarse cada día, con el deseo ferviente de ser mejor que el día anterior,

de pertenecer más a Dios y amarle cada vez más, limando las imperfecciones.

Tratando de conquistar con el heroísmo y la voluntad, estratos más elevados de la perfección.

Conquistando la salvación con todas las potencias y poniendo en juego todos los dones recibidos de la Gracia de Dios.

LA RESURRECCIÓN MORAL Y ESPIRITUAL.

La salvación se encuentra en el Evangelio.

Aceptando todas sus verdades espirituales, practicando una auténtica caridad.

No se puede conciliar el Reino de Dios, con el Reino de Satanás.

No es posible dar gusto al mismo tiempo a la carne y al espíritu.

ES INDISPENSABLE EL ESCOGER. 

Él se ha dado a Sí Mismo dejando el seno del Padre, para hablar a los hombres.

Se ha humillado Él, Dios; a morir como un malhechor, para lavar nuestro corazón y volverlo capaz de acoger a Dios.

Él ha dado el Paráclito para que fuese Maestro en el conocimiento de su Doctrina de Caridad, pureza, bondad, humildad.

JESÚS LLAMA: 

 “¡Venid! Mis brazos están abiertos. Mi boca tiene besos de perdón y mi Corazón tiene Tesoros de Amor. Dejad las riquezas injustas y venid a Mí, Soy la Riqueza Verdadera.

Dejad los goces indignos y venid a Mí, Gozo Verdadero. Yo Soy el Dios de la Paz. Todo Dolor en Mí se calma. Todo peso se vuelve ligero.

Venid. Dejad aquello que mata y que muere. Aquello que hace daño. Aquello que quiere el Mal. Ayudadme a rechazar al infierno en el Infierno y a abriros el Cielo.

Venid a Mí que os amo. Ayudadme con vuestra voluntad. La quiero para actuar. No porque yo la necesite, sino porque es necesaria para vosotros, para merecer el Reino.

Yo puedo darles todo si venís a mi Corazón y no de manera humana, sino sobrehumana, eterna, inefablemente dulce.

No les digo que no conoceréis el Dolor, lo he conocido Yo que Soy Dios.

Pero les digo:

tu dolor se volverá suave si lo sufres sobre mi Corazón. Todo dolor en Mí se calma”

El llamado a la conversión, es el llamado a la Vida, a la resurrección del espíritu.

Y esto solo puede suceder aquí en la Tierra, en este momento, mediante un milagro de gracia.

Solo aquí, en nuestro único día.

La respuesta la tenemos nosotros con nuestra voluntad.

EL QUE LO AMA DE VERDAD Y QUIERE AMARLO SIEMPRE MÁS

SE LIBERA DE LAS CADENAS DEL ERROR Y DEL PECADO Y LE DA EL ‘’.

HAY QUE DAR EL PRIMER PASO Y DECIR A JESÚS: ‘SEÑOR. VENGO A TI.’

Y A SATANÁS: ‘ALÉJATE DE MÍ. YO NO TE PERTENEZCO’.

PREPARACIÓN A LA MUERTE

La muerte es inevitable. Entró en el mundo como consecuencia inmediata del Pecado. Nadie ama la muerte, sobretodo sí es dolorosa, sí es prematura e inmerecida. Nadie la ama.

Y sin embargo, todos debemos morir. Por eso se debe mirar a la muerte con la misma serenidad, con que se mira todo lo que debe terminar.

Si pedimos a Dios poder amarla, avanzaremos velozmente en el camino de la perfección.

Dios desea estar con sus creaturas y las creaturas debieran desear estar con Él.

            La contemplación de la Muerte es Escuela de Vida.

Si vivimos con santidad, la muerte se convierte en esto:

Separación temporal del cuerpo, del espíritu, para después resucitar triunfalmente para siempre, reunidos y felices en Dios.

Todos nacemos desnudos. Todos morimos y somos destinados a la corrupción.

Como se nace, reyes o pordioseros, así se muere. Es solo la envoltura superficial de lo ostentoso, lo que permite una diferencia entre uno y otro.

Pero lo esencial, el ser humano, no deja de ser carne muerta.

Despojos cuyo destino final es la destrucción. No es así lo incorruptible: el alma.

EN LA HORA DE LA MUERTE

La Cruz de la muerte es la última cruz del hombre y tiene dos brazos. Uno es la Cruz de Jesús y el otro el nombre de María.

Entonces la muerte sucede  en la paz de los liberados también de la cercanía de Satanás, porque estas son las dos cosas que el maldito no soporta.

Todos vamos a morir y esto nunca hay que olvidarlo, si queremos salir victoriosos de la extrema insidia que nos odia infinitamente.

El grito que salva porque nunca se le invoca inútilmente, es el Nombre de Jesús.

El vela en espera de ser llamado y acude pronto, pues ante el Nombre de Jesús, tiemblan de alegría los Cielos y de terror los Abismos.

Y SE OBRAN LOS MILAGROS… 

Sólo los hijos desamorados e imprudentes esperan el último momento, para llamarlo.

Satanás vela para apoderarse de las almas, como un ladrón que ataca de repente.

 

El mundo está lleno de muertes repentinas y es uno de los productos de nuestra manera de existir.

Hemos multiplicado los placeres y la muerte. El saber y la muerte.

Hay que luchar para que el sol quemante de nuestra carnalidad, no nos vuelva irreconocibles a los ojos de Dios y repelentes ante Él.

Hay que vencer, pidiéndole a Dios que nos ayude en nuestra voluntad de ser buenos y con un ferviente deseo de complacerlo. A Él le basta con esto.

Quién hace esto, hace todo. Porque Dios es nuestro refugio contra Satanás que trata de impedírnoslo.

Por eso hay que arder en el amor de Dios. El pecado nos ha enfermado.

Jesús vino por los enfermos y los pecadores.

Las fiebres pueden conocer sus caricias. Nuestros sudores, su Sudario. Nuestras agonías, sus brazos para sostenernos. Nuestras angustias, su Palabra.

Y la carne, fiera enloquecida; cuando se pierde se encuentra la Vida.

Los que están enfermos  por haber traicionado la Ley de Dios y servido a la carne, pueden encontrar alivio, Jesús no se cansa de salvar.

Él es el único que sufre y vela con nosotros. Sonríe a nuestras esperanzas y en canto el Padre lo quiere, las convierte en realidad.

Para los que tienen el decreto de muerte, Él toma a los que tiemblan frente al Misterio de la Muerte y que lo llaman.

Él trasforma las tinieblas en Luz, el dolor en alegría y nos toma de la mano.

Él conoce la muerte. La ha conocido antes que nosotros.

Él sabe que es solo un instante y que Dios aturde los sentidos sobrenaturalmente, para no dejar al alma sola en la lucha extrema.

Hay que confiar y mirarlo solo a Él.

Y cuando Él está con nosotros y su Amor y su Sangre nos cubren, ya no hay miedo para el encuentro con Dios.

Y así se gana el Combate Final.

VIVIR MURIENDO

El que quiere vivir por el espíritu y quiere llevar a otros a que vivan la misma vida, debe posponer la carne; casi matarla, para cuidar solo del espíritu.

El hombre debe pasar por una autogénesis a una segunda creación. Volver a crearse y hacer que el espíritu reine hasta llegar a la perfección.

Por eso hay que llorar por las culpas, pero ¡Hay que levantarse!

No siendo muertos vivos y formar parte en el futuro, de los eternos condenados.

El amor es el factor más potente que Jesús nos da en anticipo, para estimular un cambio.

El hombre es como un niño que aprende a hacerse adulto e independiente de la ayuda de otros, precisamente como lo necesita un incapaz que debe ser ayudado en todo;

para crecer, nutrirse caminar y lo auxilia el que ya está formado, habiendo alcanzado la edad perfecta en el cuerpo, en el intelecto, en el espíritu.

Y Jesús hace de ‘madre’ para hacer del hombre ‘infante espiritual’, un adulto de la estirpe selecta, un regio sacerdote, una hostia viviente, que continuamente se ofrece a Dios como Cristo, con Cristo, por Cristo,

a fin de continuar el Sacrificio Perpetuo que se ha iniciado con Cristo y que terminará hasta el Fin de los Siglos.

Y la leche que nos nutre, es su Caridad.

Verdaderamente los hombres han sido redimidos por el Amor, antes que por la Sangre y que la Muerte del Hijo de Dios.

Y es su Amor el que da la madurez necesaria, para que el alma aprenda a ser vino y hostia, consagrados a su Amor.

El hombre es un ser que solo delante del holocausto, se rinde. Jesús obtuvo su triunfo, después de la Muerte.

Y lo mismo es para sus discípulos.

Para ser harina de hostias, es necesario saberse despojar de todas las impurezas por el Amor.

Ninguna otra cosa como el Amor, es absoluta en operar esta depuración de la personalidad, para volverla apta para vivir en el Cielo.

Pero después de tanto dolor, toda la amargura que se vive por amor a nuestro Rey, la encontraremos convertida en dulzura.

ALMAS VÍCTIMAS Y CORREDENTORAS

Todas las heridas con las que seamos afligidos, serán gemas eternas. ¡Todo el dolor será júbilo!

El tiempo pasa y todo instante pasa. Solo queda Dios y con Él, su Eternidad.

Cuando se piensa en esto, se anhela el Dolor como el aire para respirar.

La uva es más dulce, cuanto más madura es y más madura es, cuanto más sol agarra.

El dueño de la viña no cosecha su uva para hacerla vino, si no está bien madurada.

Y para que madure. La poda de modo que el sol pueda descender y circular entre racimo y racimo.

Y hacer de los granillos ásperos y verdes, otras tantas perlas de líquido azucarado.

En el otoño, después de tanto sol y tanta podadura, las uvas están bellas y útiles al hombre.

Dios es el Sol y las almas-víctimas, la viña donde debe formar el Vino Eterno.

Dios es el Sol y el Viñador.

Las circunda y las inunda con sus rayos.

Y los mortifica para que sean verdaderos sarmientos cargados de fruta y no vanos zarcillos que no sirven a nadie.

Es necesario que el Sol y el Viñador los trabajen a su completo placer en las almas.

Y ellas deben imitar a los racimos que no hacen voces de protesta, ni hacen resistencia al Sol y al Viñador.

Sino al contrario, se dejan abrir para recibir los rayos cálidos.

Se dejan medicar con líquidos apropiados.

Se dejan acomodar sin reacción alguna. Y así se hacen siempre más grandes y dulces.

Un verdadero prodigio de jugos y de belleza.

También las almas deben desear el sol y la obra del Eterno Viñador,

cuanto más se acerca para ellas la hora de la Divina Vendimia.

No están destinadas al Místico Lagar, los racimos reacios y enfermos que no han querido volverse maduros, sanos y dulces.

Y que se han escondido, para no ser curados.

Los que son dignos de la Vendimia, son los racimos que no han tenido miedo de ser podados y medicados.

Y que dócilmente se han sacrificado en sus gustos por Dios.

Cuando la Vendimia se avecina, las almas-víctimas deben aumentar sus esfuerzos, para absorber cuanto más puedan de Dios.

ÉL LOS CONVERTIRÁ EN LICOR DE VIDA ETERNA.

Deben secundar su generosidad, para secundar las Obras de Jesús.

Él quiere hacer de ellos, racimos dignos de ser puestos a los pies del Trono de Dios.

ALMAS – VÍCTIMAS.

Los CORREDENTORES tienen el deber de salvar primeramente a sus familias.

Y Jesús tiene con ellos los mismos cuidados que el Viñador tiene con las plantas haraganas.

Aunque ahora no sepan darnos las gracias, cuando lleguen a la Vida las darán,

porque la Luz les ilumina horizontes que su humanidad les vela.

Y con éstas promesas no hay que llorar, sino continuar orando, llorando y sufriendo por ellos,

en los brazos de Jesús que son más dulces que aquellos de todas las madres.

Jesús nos devolverá los seres que hemos amado, en un Reino donde la triste muerte de la Tierra no tiene acceso y donde la horrible muerte del espíritu, ya no es posible.

Las promesas de Jesús secan las lágrimas, cuando desciende esta esperanza que es Fe y bendición.

La separación es penosa, pero cuando sabemos que no es total, el dolor disminuye.

Vivir muriendo, es morir amando.

Y morir amando es seguir el camino de la Cruz.

Es amar el Calvario, el Dolor, el Sacrificio, hasta el martirio Total.

MORIR AMANDO

Amar Es morir. Amar totalmente, es morir totalmente.

Para el que ama, la muerte deja de ser Destrucción para volverse Construcción.

El que muere construye, reedifica.

El que ama se dona totalmente, con una generosidad absoluta; porque lo único que desea, es la felicidad del ser amado y su completo bienestar.

PARA EL ALMA-VÍCTIMA QUE LLEGA A AMAR A DIOS CON UN AMOR TOTAL,

LA MUERTE ES LA OFRENDA CON LA CUAL AGRADECE TODOS LOS DONES RECIBIDOS

de Aquel que murió por ella primero y obtener la sonrisa y el beso de Jesús, es la máxima de las recompensas.

ALMAS VÍCTIMAS Y CORREDENTORAS

El Amor fue el sacerdote del Calvario.

El Amor es el sacerdote del místico altar donde se realiza la inmolación total, para morir por el Dios Único y Trino,

al cual ha llegado a amar de tal forma, que la muerte no solo ha perdido su horror, sino que se ha convertido en una imperiosa necesidad, con la cual puede abrazar a su Dios,

al probarle de esta manera, como Él es más importante que su propia vida y no puede ahogar el grito de su corazón, que clama jubiloso en una triple oblación.

Morir amando es una gloria que solo puede comprender el que la prueba.

Morir amando es rendir el Verdadero Culto a Dios.

Morir amando solo se puede gozar cuando se ha aprendido la Ciencia de la Muerte y una dulzura inefable envuelve las palabras:

“Sacrifícame Señor mío y Dios mío, porque te adoro sobre todas las cosas…”

ALMAS VÍCTIMAS Y CORREDENTORAS

El Amor de Dios, el hombre lo rechaza con desprecio y en los tiempos actuales, el Amor Vilipendiado de Dios, por Justicia y Respeto de su Perfección, no puede soportar más las afrentas.

Dios llama una y otra vez por todos los medios, pidiendo que se abran los corazones a su Amor Intensísimo y que se hagan víctimas, aceptando ser consumidos, para darle alivio al Amor.

Advierte que es la hoguera de un holocausto lo que ofrece;

pero que NO HUYAN de él, los que no se han vendido a Satanás.

NINGUNO, por más pequeño y mezquino que sea por su estado de pecado debe creerse rechazado por Él.

Eso es Misericordia.

Y de las almas más miserables, puede y quiere hacer, estrellas fulgidísimas para su Cielo.

Y repite su amoroso llamado:

“YO TE AMO TAL COMO ERES, EN ESTE MOMENTO.”

            No importa los pecados que hayas cometido. Ya los he pagado Yo en la Cruz. En Ella y con los brazos abiertos, te estoy diciendo cuanto te amo.

Te estoy esperando. Arrepiéntete y conviértete. SOY TU PADRE Y TE AMO.

 Quiero darte consuelo y alivio. Venid a Mí, todos. Pobres, manchados, débiles y los haré reyes. Dadme vuestra miseria, Yo la cubriré con mi Grandeza.

Dadme vuestras tinieblas y Yo os daré mi Luz. Vuestras imperfecciones y Yo os daré mi Perfección. Vuestro egoísmo y Yo lo cubriré con mi Bondad.

¡Venid! Entrad en mi Amor y dejadlo entrar en vosotros.

Soy el Pastor que se fatiga hasta la muerte por la oveja perdida y por ella Yo he dado mi Sangre.

¡Oh, mis corderitos! No teman si muchos harapos y manchas hay en vuestros vestidos y heridas en vuestra alma.

Abrid solo el corazón y aspirad mi Amor.

Seréis justos para con Dios y para con vosotros mismos, porque daréis consuelo a Dios y a vosotros, salvación.

¡Venid! Generosos que me amáis ya. Arrastrando a los hermanos que titubean todavía.

Si en todos pido que me permitan entrar,

es para dar alivio al Amor Rechazado.

A vosotras amadísimas almas-víctimas, pido de daros totalmente a Mí.

Seréis destruidos sobre la Tierra por mi Amor vehemente, pero recreados de una gloria tan alta, como ustedes no lo pueden concebir.

¡QUÉ FULGOR TENDRÁN LAS ALMAS QUE ACOGIERON EL AMOR DE DIOS,

HASTA SER CONSUMIDAS POR ÉL!

Tendrán el Fulgor mismo de mi Amor que quedará en ellas:

Fuego y Gema eterna de Divinísimo Esplendor.  

N272 UN VIAJE INESPERADO 3

«BIENVENIDOS A LA ESCUELA CIBERNÉTICA DEL ESPÍRITU SANTO»

Acostumbrados como estamos a la Presencia de nuestro ABBA, recibimos con infinito agradecimiento la asistencia del Cielo entero, con nuestro sublime RECTOR MAGNIFICUS: EL ESPÍRITU SANTO y su cuerpo de catedráticos celestiales que confoman las autoridades docentes en nuestras aulas.

Así que aquí el Magisterio Celestial será el protagonista de nuestra instrucción religiosa…

Para comprender mejor la estructura del Reino de Dios, abriremos una nueva Página llamada «VIVIR MURIENDO» cuyas publicaciones llevarán la Letra «M» y ésta es la Introducción.

Porque iniciaremos nuestro viaje por el PURGATORIO, con una parada que nos está llevando directo al inicio de la Historia de la Iglesia y veremos cómo los primeros cristianos recibían la instrucción básica en su catecumenado, antes de solicitar voluntaria y libremente su Bautismo y lo que éste significaba.  

Este post es una reproducción del capítulo titulado LA PRUEBA 1 y que pertenece a nuestra página ENFRENTANDO A NERÓN.

Recordemos que la ‘Puerta del Cielo’ era la academia cristiana situada en la domus que Séneca había donado a la Iglesia para que fueran evangelizados los romanos.

En la Puerta del Cielo, en el recinto de las vírgenes; están todas reunidas en uno de los jardines, cuando llegan a avisar a Celina, que hay un mensajero de su casa esperándola en el atrium.

Ella se levanta un tanto intrigada y dice a sus amigas:

–           Enseguida regreso. Voy a ver qué sucede.

Cuando llega al atrium, la saluda un hombre de mediana edad y que la saluda amorosamente:

–          La paz sea contigo amita. Eladio me mandó con esta carta para ti. Espero por la  respuesta.

Celina toma la tablilla y dice:

–           La paz sea contigo, Raymundo. Gracias. -muy sonriente agrega- Cuando Recordarás que ya no soy tu ama. Tú eres mi hermano. Hace quince años que eres libre.

Raymundo le contesta:

–           Tú siempre serás mi amita por el amor.

Celina sonríe y mueve la cabeza. Luego rompe el sello y lee:

Eladio a Celina:

La paz sea contigo, mi niña.

Ha venido varias veces a buscarte, el noble Narciso Haloto. Y ayer uno de los jardineros del Palatino, escuchó una conversación cuando estaba trabajando. El ministro de Nerón, estaba con su liberto de confianza y le estuvo dando instrucciones.

Y de esta manera fue como se enteró del siniestro complot con el que pretende raptarte, para obligarte a que te cases con su hijo. Creyó oportuno avisarme, porque también él sabe que eres una virgen consagrada. Te lo ruego: Durante un buen tiempo no regreses, ni vayas a ningún lugar donde él pueda encontrarte.

Por lo que cuentan sus esclavos, sabemos que es un hombre infame y muy cruel.  Solo a Raymundo con quién te envío esta carta, dile en donde podré encontrarte para enviarte noticias.

Cuídate mucho. Que el poder del Altísimo te siga protegiendo. Adiós.

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Celina se queda pensativa… Recuerda todo el trabajo que tienen y dice a Raymundo:

–           Dile que me quedaré aquí. Vete en paz hermano.

El hombre se retira y ella regresa nuevamente al jardín.

Diana al verla llegar, le pregunta:

–           ¿Qué pasó?

Celina les lee la carta…

Ariadna dice:

–           Te quedarás aquí.

Diana apoya:

–           También yo me quedaré contigo.

Celina sonríe con dulzura, como si ningún peligro la amenazara. La conversación se generaliza. Y todas vuelven a su tema preferido: JESÚS.

Mientras tanto en otro jardín de la misma mansión, sentados en una banca de mármol junto al estanque, Leonardo conversa con Sofía.

Sus grandes y expresivos ojos son muy diferentes… Reflejan una dulzura y veneración que antes no existían.

Tomando las manos de Sofía, las lleva a los labios, las besa. La mira conmovido y agradecido…

Luego le suplica:

–           Sofía… Amor mío.  Por favor ¡Perdóname! Ahora comprendo. Quiero que tu Dios, sea mi Dios.

Enséñame a amarlo como lo amas tú. Enséñame a conocerlo, como lo conoces tú. Enséñame sobre todo, a adorarlo y a servirlo como lo haces tú. Yo quiero ser cristiano, como tú.

ENAMORADOS dantea-thisbe

La sonrisa de Sofía se vuelve luminosa y tomándolo de la mano, se levanta y lo lleva hasta el Lararium.

Allí está la enorme cruz desnuda, con el sudario que pende de uno a otro de sus brazos.

Hay un cirio encendido a cada lado. Y hermosos jarrones llenos de lirios y azucenas.

Al frente, una balaustrada de mármol sirve como reclinatorio para arrodillarse.

Sobre el arco superior, están grabadas estas palabras:

DIOS ES AMOR’ 

Bajo el arco de la pared izquierda, hay un letrero tanto en griego como en latín:

‘EN ESTA CASA APRENDERAS A CONOCERLO, A AMARLO, A ADORARLO Y A SERVIRLO.’

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Bajo el arco de la pared derecha, igual se lee:

‘Para ser un verdadero hijo de Dios, aprende esta ciencia:

VIVIR MURIENDO

Y      

MORIR AMANDO

Cuando la domines, alcanzarás la Gloria.

Después de meditar un largo rato en estas palabras, los dos se dirigen a un amplio salón, donde está reunido un grupo de más de doscientas personas.

Leonardo se sienta en un banco junto a la pared de mármol gris.

Y la armoniosa voz de Sofía proclama las palabras de la Segunda Lección para los nuevos cristianos:

LA PRUEBA I

Cuando Dios creó a su Arcángel Predilecto, el Cielo entero enmudeció de admiración. Dios quiso a su lado a este maravilloso arcángel, cuando realizó la Creación del Universo.

El más bello de todos los ángeles, espíritu perfecto inferior solamente a Dios, fue llenado de dones: segundo en belleza de todo cuanto existe, una inteligencia privilegiada y poder.

Fue puesto al mando de la tercera parte de los Ejércitos Celestiales. Dirigía los coros angélicos. Y como intermediario entre Dios y los hombres, le fue dado el título de Dominador de las Naciones.

En las misiones destinadas a los hombres, él hubiera sido el ejecutor del querer divino y por eso se llamó:

LUCIFER = PORTADOR DE LA LUZ.

En los ángeles también hay Libertad de Arbitrio. En el orden perfecto del Universo, Lucifer abusó de su libertad. En su ser luminoso nació un vapor de soberbia, que él no dispersó:

Al verse en Dios. Al verse a sí mismo y compararse con sus compañeros, porque Dios le envolvía con su Luz y se gozaba en el esplendor de su arcángel.

Y porque los ángeles le veneraban como el espejo más acabado de Dios, se maravilló. Debía admirar solamente a Dios.

Más en todas las criaturas, se encuentran presentes todas las fuerzas buenas y malas que luchan entre sí, hasta que una de las dos partes vence para proporcionar bien o mal,

del mismo modo que en la atmósfera se encuentran todos los elementos gaseosos por ser necesarios y es la manera de usarlos la que determina que sean buenos o nocivosLucifer no era santo hasta el punto de ser todo amor. La medida del amor, Lucifer no quiso completarla y no rechazó la complacencia de sí mismo, que ocupaba en él un espacio en el que no podía haber amor.

De haber sido todo amor, no habría habido sitio en él para la soberbia, a la que también es justo llamar: desorden del entendimiento. Vapor de soberbia que él no dispersó.

Al contrario: lo condensó y lo cobijó. Y de esta incubación, nació el Mal.

Lucifer desarrolló la soberbia, la cultivó, la aumentó e hizo de ella, arma y seducción.

Dios había creado a un ministro glorioso y bellísimo. Y la libre voluntad del ángel creó a

SATANAS   =   ADVERSARIO.

La soberbia es la palanca que derriba los espíritus y los arranca de Dios. Lucifer quiso más de lo que era y de lo que tenía.

Él, que ya era tanto; quiso todo.

Y ésta fue la brecha por donde entró ruinosa, su depravación.

Siendo ella la causa de que no pudiera comprender ni aceptar al CRISTO-AMOR, compendio del Infinito, Único y Trino Amor.

Y se negó a servir.

Al conocer las futuras maravillas de Dios, quiso ponerse él en su lugar.

Con su mente turbada se vio a sí mismo al frente de los hombres futuros, adorado por ellos como poder supremo.

Y conociendo el secreto de Dios y sus designios, decidió que él podía terminar lo que Dios había comenzado y apoderarse del Reino que sería la Herencia de Jesús.

Sedujo a los menos reflexivos de entre sus compañeros, distrayéndolos de la contemplación de Dios como Suprema Belleza.

Y se rebeló contra Dios.

Los demás ángeles que estaban bajo su mando y que fueron débiles en el amor y la fidelidad hacia Dios, también se rebelaron.

Y así quedó orquestado el primer Golpe de Estado de la Historia.

Así se consumó, el PECADO DE LOS ÁNGELES.

Y partir de ese momento, fue su nombre: SATÁN.

Nombre dado por Dios, al Adversario. Al Enemigo Implacable en que se convirtió, el que fuera el más grande de todos los ángeles.

Y una Gran Batalla estalló en el Cielo. Batalla de inteligencia y de voluntad, combatida en la Presencia de Dios

y que determinó para la Eternidad, el futuro destino de los ángeles y de los hombres.

Fue un hecho histórico de importancia primaria, que incluyó Cielo y Tierra, pues la Historia de la Humanidad está atada y condicionada, a este acontecimiento.

Y Lucifer y los demás soberbios y desobedientes, fueron arrojados para siempre del Paraíso Celestial, por San Miguel Arcángel y sus ángeles.

Cuando los derrotados fueron castigados, Dios los congeló en su rebeldía y les quitó la capacidad de amar, (Dios se retiró de ellos para siempre) pero NO la necesidad de ser amados.

Y ésta se convirtió en IRA. El amor y la belleza, (atributos de Dios) les fueron quitados y de esta forma quedaron convertidos en demonios horrorosos.

El gran amor que los animaba se convirtió en Odio y fueron precipitados en el Infierno para ser devorados por la concupiscencia del espíritu… 

EN EL FUEGO DEL RIGOR DE DIOS

“Y creó Dios al hombre a su Imagen. A Imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los creó. Dios los bendijo diciéndoles: ‘Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la Tierra y sométanla.” (Génesis 1, 28)

Dios no les prohibió a los hombres amarse. Solo que Él deseaba que su amor fuera perfecto y sin el desorden perjudicial de las pasiones desordenadas.

El uno y la otra se complementaban a la perfección. Y fueron hechos para amarse. La perfección es amor. El amor es armonía.

La armonía es orden. No hay armonía en donde es turbado el orden. No hay amor en donde es turbada la armonía. No hay perfección en donde falta el amor.

Así sucede en todas las cosas y las obras. En las humanas y sobretodo en las sobrenaturales.

La única limitación al inmenso poseer del hombre, fue la prohibición de coger los frutos del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal.

Esto era inútil e injustificado, porque el hombre tenía ya la Ciencia que le era necesaria y en una medida superior a la establecida por Dios, no podía más que causar daño.

LA PRUEBA DE LA OBEDIENCIAEDEN-paraiso-terrenal_  Se había dado Él, Dios Mismo ¿Y prohibía mirar un fruto? Había dado al polvo la Vida, infundiéndole su hálito divino en el hombre, ¿Y prohibía de coger un fruto?

Había hecho al hombre Rey de todas las criaturas. Lo consideraba su propio hijo ¿Y prohibía comer un fruto?

Aunque este episodio pudiera parecer de una obstinación inexplicable, no es así.

El medio: el árbol y la manzana. Dos cosas pequeñas. Insignificantes si se las compara con las inmensas riquezas que Dios había concedido al hombre.

El árbol no era diferente de las otras plantas y como todo lo hecho por Dios, tenía sus frutos buenos, bellos y sabrosos. Pero era planta de Bien y Mal. Esto lo convertía según el comportamiento del hombre, no tanto por la planta, sino por la orden divina.

Obedecer es Bien. Desobedecer es Mal.

La manzana no era solo la realidad: fruto. Era también el símbolo: el símbolo del Derecho Divino y del Deber humano. Dios sabía que sobre aquel fruto andaría Satanás para tentar. Dios todo lo sabe.

El malvado Fruto era la palabra de Satanás, gustada por Eva.

El peligro de acercarse al árbol, estaba en la Desobediencia que haría que los Inocentes cayeran en la Trampa tendida por Satanás.

LA DESOBEDIENCIA

Eva fue al árbol. La curiosidad la arrastra para ver lo que había de especial en él. La imprudencia la empuja a no tener como útil la Orden Divina, puesto que Ella es fuerte y pura.

La Reina del Edén, en donde todas las cosas le obedecen y ninguna puede causarle mal.

La presunción la llevó a la ruina. La presunción es el fermento de la soberbia.

En el Árbol se encuentra al Seductor, el cual canta la Canción de la Mentira a su inexperiencia:

“¿Piensas que aquí hay algo de Mal? NO. Dios te lo prohibió porque os quiere tener como esclavos de su Poder. ¿Creéis ser reyes? No sois ni siquiera libres, como lo es la fiera.

Ella si puede amar de verdad. A ella se le ha permitido ser creadora como Dios. Ella engendrará hijos y los verá crecer y serán una familia feliz.

Pero vosotros, no. A vosotros se os ha negado esta alegría. ¿A qué fin os ha hecho macho y hembra, si debéis vivir de este modo?

¿Sois dioses y no sabéis lo que es ser dos en una sola carne, que crea una tercera y muchas más?

No creáis a las promesas de Dios de que tendréis una posteridad al ver que vuestros hijos procrean nuevas familias y dejan por ellas, padre y madre.

Os dio una apariencia engañosa de la vida: la verdadera vida consiste en conocer las leyes de la vida. Entonces seréis semejantes a dioses y podréis decir a Dios: ¡Somos tus iguales!…

Ven, acércate… Yo te enseñaré…”

Y la seducción continuó porque no había voluntad de rechazarla. Y lo que sí se quería, era conocer lo que no pertenecía al hombre.

Satanás sedujo a los hijos de Dios, con pensamientos de soberbia. Inoculó en los inocentes la sed de ser grandes de todas las grandezas: del Poder, del Saber y del Poseer.

A la ciencia pura que Dios les había dado, Satanás inoculó su malicia impura, que pronto fermentó también en la carne.

Pero antes corrompe el espíritu, haciéndolo rebelde y después el intelecto, haciéndolo astuto.

Y con todo esto lo lleva al pecado contra el Amor: la soberbia de la mente y del corazón, por el cual el hombre inocente se volvió culpable.

El tremendo pecado del ‘yo’ que quiere ser como Dios, cometido por Lucifer;

el mismo con el cual después seduce al hombre, para convertirlo al igual que él, en un Rebelde contra Dios.

Satanás robó la virginidad intelectual al hombre.

Y con su lengua serpentina acarició los miembros y los ojos de Eva, suscitando reflejos y agudezas que antes no había, porque la malicia no los había intoxicado.

Eva quiso conocer lo que de manera tan atractiva le fue presentado.

Lucifer la había seducido y ella deseó ardientemente, lo que solo Dios podía conocer sin peligro:

LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL 

Y el Árbol Prohibido fue mortal.

Porque de sus ramas pende el fruto del saber amargo que proviene de Satanás. Eva ‘vio’ y viendo quiso probar. La carne se había excitado.

Su seductor le enseñó con TEORÍA PRACTICADA Y EXPERIMENTO REALIZADO.

Y ‘comprendió’. La malicia bajó a morderle las entrañas.

Vio con nuevos ojos y oyó con nuevos oídos los instintos y las voces de los animales.

Y los anheló con loca ansiedad.

Y la Mujer se convirtió en Hembra.

Se corrompió en maldad y se volvió contra Dios con todos sus sentidos desordenados.

La Creación entera lloró amargamente la Inocencia de su Reina Profanada.

En lugar de arrepentirse y llamar al Señor, que la hubiera perdonado sin duda y le hubiera regenerado su pérdida, ella fue a seducir a su compañero.

Y con el fermento satánico en el corazón, fue a corromper a Adán y le enseñó todo lo que había aprendido.

De criatura se convirtió en creadora y al usar de este don indignamente, nada en el hombre quedó exento de Culpa…

Y todas las partes del ‘yo’ físico y moral, quedaron envenenadas con las tendencias al Mal.

Y con la voluntad cautiva para que fueran instrumentos para seguir pecando, convirtiéndolo así en esclavo de Satanás.

Eva inició sola el pecado. Lo llevó a término con su compañero.

Llegada a este nivel la carne, corrompido lo moral, degradado lo espiritual, conocieron el dolor y la muerte del espíritu privado de la Gracia y de la carne privada de la Inmortalidad.

Y por esto sobre la mujer pesa una condena mayor. Porque por ella el hombre se volvió rebelde a Dios y conoció la lujuria y la muerte.

Y es por causa de ella que el hombre ya no puede dominar sus tres reinos:

El del espíritu, porque permitió que el espíritu desobedeciese a Dios y con el pecado le dio la muerte.

El del alma, porque permitió que las pasiones lo dominaran.

Y el del cuerpo porque lo sometió a las leyes instintivas de los brutos.

A CAUSA DE LA MUJER Y POR SU GRAN PECADO 

DIOS TUVO QUE MORIR

LA REDENCIÓN NO HA TERMINADO…  

(Este es el verdadero motivo, por el cual las mujeres NO PODEMOS ser sacerdotizas y celebrar la Misa en la Iglesia católica)

HERMANO EN CRISTO JESUS:

ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONOCELA

F113 EL PRIMER PADRE NUESTRO

Y EL VERBO SE HIZO CARNE…

“Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Éste fue llamado ‘el primer censo’, siendo Quirino gobernador de Siria.  Todos pues empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén; porque era descendiente de David; allí se inscribió con María su esposa que estaba embarazada. 

«HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR, HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA…»

Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa.

En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un Ángel del Señor y la Gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados.

Pero el Ángel les dijo: ‘No tengan miedo pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría, para todo el pueblo: hoy en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. 

Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.’ De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al Ángel y alababan a Dios con estas palabras: ‘¡Gloria a Dios en lo más alto del Cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su Gracia!’

Después que los ángeles se volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: ‘Vayamos pues hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha dado a conocer.’

Fueron apresuradamente y hallaron a María y a José con el recién nacido acostado en el pesebre.  Entonces contaron lo que los ángeles habían dicho del Niño. Todos los que escucharon a los pastores quedaron maravillados de lo que decían. María por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar en su interior. Después los pastores regresaron alabando y glorificando a Dios, por todo lo que habían visto y oído, tal como los ángeles se lo habían anunciado.

Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el Nombre de Jesús, nombre que había indicado el Ángel antes de que madre quedara embarazada.” (Lucas 2, 1-21)

María revela:

Mi José era un hombre santo.

Desde que Dios le descubrió su secreto y le dio la misión de cuidar a su familia, no hubo un hombre más amoroso y tierno.

¡Con qué diligencia y solicitud, cuidó siempre de Jesús y de mí!

Cuando llegamos a Belén, su mortificación fue muy grande al no encontrar posada.

Y en la fría gruta en la que nos alojamos por fin, trató de hacer acogedor aquel pesebre.

Él se quedó junto a la entrada e hizo una hoguera para atenuar el intenso frío de aquella noche invernal.

Yo me retiré al fondo de la gruta y los dos nos arrodillamos a orar.

La Oración era la reina de nuestras ocupaciones;  nuestras fuerzas, nuestra luz, nuestra esperanza. Si en las horas tristes era consuelo, en las alegres era un cantar.

Era el alimento de nuestra alma, que nos separaba de la tierra,  del destierro; y nos llevaba a lo alto, hacia el Cielo, hacia la Patria Celestial.

Nos sentíamos unidos a Dios cuando orábamos, porque nuestra plegaria era adoración verdadera de todo nuestro ser, que se fundía en Dios adorándolo y que era abrazado por ÉL.Las plegarias son vivas, cuando están alimentadas del verdadero amor y del sacrificio.

La Oración era nuestro alimento, ¡TODO!

Y sumergidos en aquella profunda adoración a nuestro Padre y Creador…

Di a luz al Verbo de Dios.

¡De cuánta riqueza se despojó Eva!

Al ser desconocedora de culpa, tampoco conocí el dolor de dar a luz como las demás mujeres.

Un éxtasis fue la Concepción de mi Hijo.

Y un mayor éxtasis su Nacimiento.

ÉL, que vino para ser la Luz del Mundo, inundó en un mar de luz aquel lugar.

Y fue aquella luminosidad la que percibió José, cuando me vio arrodillada…

Cuando con lágrimas y sonrisas besaba a mi Niño Divino.

Mi José sintió una gran Alegría y un gran Dolor.

Felicidad y Dolor fueron como un puñal en su corazón, al verlo a ÉL…

La Voz del Padre hecha Carne entre mis brazos…

Aniquilándose por amor, hasta la condición de un pequeñín con voz de corderillo.

Un bebé totalmente indefenso…

Felicidad al ver las profecías realizadas.

Dolor al contemplar al Altísimo Padre, Creador del Universo…

En aquella miserable gruta; en medio de la pobreza más extrema…

Y que él sólo podría proteger con su pobre oficio de carpintero…

Yo amaba profundamente a mi esposo de la tierra.

José estaba temblando empavorecido, cuando le ofrecí abrazar a Jesús y murmuraba:

‘¿Yo? ¿Me toca a mí? ¡Oh NO! ¡NO soy digno! ¡Imposible tocar a Dios!’

Sin embargo sus lágrimas también mojaron el rostro infantil de mi Hijo…

Cuando lo estrechó contra su pecho varonil, para protegerlo del frío…

Mientras yo corría por los pañales y los lienzos, con los que cubriría su delicado cuerpecito de bebé, que estaba envuelto en mi velo.

Dimos gracias al Eterno y EL PRIMER PADRE NUESTRO, lo pronuncié yo en aquel momento…

Teniendo levantado entre mis brazos a mi Cordero Divino.

Venido al Mundo para ser sacrificado y dar vida a los muertos en el espíritu.

El ‘HÁGASE TU VOLUNTAD’ brotó de mis labios llorando…

Porque conocía el destino de mi Creatura Divina…

Las Profecías estaban ante nosotros,

Cumpliéndose, también en mí…

EL VARÓN DE DOLORES MENCIONADO POR ISAÍAS,

Estaba frente a nosotros Elevado hacia el Padre Celestial…

Y una oleada de amor atenuó un poco el Dolor de aquella Ofrenda.

Y me sentí arder en el fuego del Amor de Dios.

Superé el amor de creatura al amar con el Corazón de la Madre de Dios.

Dejé de ver a las creaturas con mentalidad de mujer…

Y empecé a verlas como Esposa del Altísimo y Madre del Redentor.

Aquellas creaturas eran mías. Los hombres también eran míos.

Fue entonces que también se inició mi Maternidad Espiritual y me convertí en Vuestra Madre…

¡Oh, hijitos míos tan pequeños y descarriados!…

¡Tan desobedientes y sin embargo tan amados!

¡TAN DOLOROSAMENTE MÍOS!…

Un Pesebre fue la primera cuna de Jesús.

Y envueltos en profunda Adoración sobre esa cuna…

Fue que nos encontraron los pastores que fueron avisados por los ángeles.

María termina de hablar y todos se quedan reflexionando en la enseñanza recibida.

Jesús dice que hay que reanudar la marcha y casi todos lo hacen en silencio.

Quieren guardar las palabras de la Virgen en el corazón.

Y llegan a la tumba de Raquel.

Todos se acercan a orar respetuosamente.

Después María dice:

–                     Aquí nos detuvimos José y yo… Está igual que entonces. Tan solo la estación es diferente.

En aquel tiempo era un día frío de Casleu. Había llovido y los caminos estaban lodosos.

Después sopló un viento helado.Los caminos se endurecieron y mi asnito caminaba con fatiga…

Jesús pregunta con ternura:

–      Tú madre mía, ¿No?

María lo mira con infinita dulzura y dice:

–         ¡Oh! Te tenía a Ti… La noche se acercaba y José estaba muy preocupado…

La gente se dirigía presurosa hacia Belén, chocando unos contra otros.

Y muchos se enojaban contra mi asnito, porque caminaba despacio, buscando donde poner las pezuñas.

Parecía como si supiese que Tú estabas ahí y que dormías la última noche en mi seno.

Hacía frío, pero yo ardía. Sentía que estabas por llegar.

Los Cielos bajaban sobre mí y yo veía sus resplandores.

Veía arder la Divinidad en su gozo, en tu próximo nacimiento. Y esos rayos me penetraban, me encendían, me abstraían de todo.

Frío, viento, gente… ¡De  todo!…

Pero yo sólo veía a Dios.

De vez en cuando sonreía a José que nos guiaba con cuidado y me envolvía en la manta, para que no me fuese a resfriar.

Yo sonreía a mi esposo que estaba muy afligido, para darle ánimos.

También a la gente que ignoraba que ya respiraba en el aire, el Salvador…Nos detuvimos aquí, para descansar un poco al asnito y para comer pan y olivas, nuestras provisiones de pobres.

Yo no tenía hambre; estaba colmada de alegría.

Emprendimos de nuevo el camino y os mostraré en donde encontramos al pastor.

De aquel campo a éste, vino Elías con sus ovejas.

Y José le pidió leche para mí.

Y allí en ese prado nos detuvimos, mientras Elías ordeñaba la leche caliente y restauradora.

Al llegar a la ciudad, era un mar de gente y de animales…  ¡Allí está Belén! ¡Oh! ¡Cómo lo amo! ¡Tierra querida de mis padres, que me dio el primer Beso de mi Hijo!

Te has abierto buena y fragante como el pan cuyo nombre tienes, (Belén significa: Casa del Pan) para dar el Pan Verdadero al Mundo que muere de hambre.

¡Mirad qué hermosa es la primavera! Pero también lo fue entonces, aunque los campos y los viñedos estaban desnudos.

Un ligero velo de escarcha resplandecía en las ramas limpias y parecía cubrirlas de diamantes.

De las casas salía humo. La cena se acercaba.

Todo era limpio y silencioso. Todo estaba en espera de Tí…¡Oh! De Ti hijo.

¡La Tierra presagiaba tu llegada!

Los betlemitas NO eran malos, aunque NO lo creáis; pero NO podían darnos hospedaje…

¡NO TODOS! ¡PERO CUÁNTOS!…

En los hogares buenos y honrados de Belén, se apretaban arrogantes como siempre, sordos y soberbios; los que todavía ahora lo son y que NO podían Sentirte… 

¡Cuántos fariseos, saduceos, herodianos, escribas, esenios, había!

¡Oh! El que ahora NO puedan entender, les viene desde entonces en que su corazón fue duro.Lo cerraron al Amor a aquella hermana suya, en aquella Noche…

Y permanecen en las Tinieblas.

Desde entonces rechazaron a Dios, al rechazarlo de su Amor al Prójimo.

Venid. Vamos a la Gruta. Es inútil entrar en la ciudad. Los mejores amigos de mi Niño ya NO están.

Basta la Naturaleza amiga, con sus piedras, su río, su leña para hacer fuego.

La Naturaleza que sintió la llegada de su Señor… Y la Naturaleza que Reacciona ante su Regreso…

Ved allí están las ruinas de la Torre de David,Oh! ¡Qué la amo más que un palacio! ¡Benditas ruinas! ¡Bendito río! ¡Bendita planta que como por milagro te despojaste con el viento de todas tus ramas, para que encontrásemos leña y pudiéramos encender el fuego!…

María baja rápida a la gruta atraviesa el riachuelo sobre una tabla que hace de puente, corre al lugar despejado en donde están las ruinas y cae de rodillas a sus umbrales. Se inclina y besa el suelo.

La siguen los demás, muy conmovidos.

El niño ha escuchado su maravillosa narración y la contempla absorto.

María se levanta y entra.

Observa todo con inmenso amor y una gran emoción…

Y dice:

–         Todo como entonces… Con excepción de que era de Noche.José hizo fuego en la entrada.

Sólo al bajar del asnito, sentí qué cansada y fría estaba yo.

Nos saludó un buey. Fui a donde estaba para sentir un poco de calor, para apoyarme en el heno.

José, aquí donde estoy, extendió heno para que me sirviese de lecho.

Y lo secó por mí y por Ti, Hijo; con el fuego que encendió en aquel rincón.Porque era bueno como un padre, en su amor de esposo ángel.

Y unidos de la mano, como dos hermanos extraviados en la oscuridad de la noche, comimos pan y queso.

Luego se fue allá para echar leña en la hoguera.

Y se quitó el manto para tapar la abertura.

En realidad, bajó el velo ante la Gloria de Dios que Descendía de los Cielos. Ante Ti, Jesús mío.

Yo me quedé sobre el heno al calor de los dos animales envuelta en mi manto y mi cobija de lana. ¡Querido esposo mío!

En aquella hora en que me encontraba temerosa ante el Misterio de la Maternidad; Hora en que la mujer primeriza ignora del todo y para mí, la hora de mi Única Maternidad.

Me encontraba sumergida ante lo ignoto del Misterio que sería ver al Hijo de Dios salir de mi carne mortal…

Y él, José; fue para mí como una madre, un ángel, mi Consuelo… Siempre.

Luego el Silencio y el Sueño envolvieron a José, para que NO viese lo que para mí era el Beso cotidiano de Dios: el Éxtasis.

Me adentré en un Océano de luz, de Alegría, de Amor, hasta encontrarme sumergida totalmente en Dios.

Entonces se oyó una voz de la tierra, ¡Tan lejana!…

Era un eco, un recuerdo de la tierra:

–                     ¿Duermes, María?

Es tan débil el alma, cuando se eleva en ese Abismo de Fuego, de Felicidad Infinita que es Dios… ¡Oh!…

¿Pero Eres Tú el que naciste de mí? O ¿Soy yo la que nací entre fulgores trinos aquella Noche?…

La Luz despertó a José y Tú, ¡Tú! Estabas sobre mi Corazón…

Sentada aquí, después de haberte adorado de rodillas, te amé.

Finalmente pude amarte sin las barreras de la carne.

Y de aquí me levanté para llevarTe al amor del que como yo, era Digno de amarte entre los primeros.

Y aquí entre estas dos columnas rústicas, te Ofrecí al Padre….

El PRIMER PADRE NUESTRO, brotó de mis labios…

Llorando de Felicidad y de… Dolor…

Y por primera vez estuviste sobre el pecho de José…

Que estaba aterrorizado de poder tocar a Dios.

Y lloraba de emoción…

Luego te envolví entre pañales y juntos te colocamos aquí.

Yo te mecía en mis brazos, mientras José secaba el heno en la hoguera y lo conservaba caliente, metiéndoselo en el pecho.

Después allí, ambos te adoramos. Inclinados sobre Ti, para aspirar tu aliento.

Para ver a qué grado puede conducir el Amor…  Para llorar lágrimas que ciertamente se vierten en el Cielo, al ver la gloria de Dios.

María al recordar aquella noche, ha ido y venido, señalando los lugares, llena de Amor. Con un parpadear de llanto en sus ojos azules.

Y con una sonrisa de alegría se inclina sobre su Jesús, que está sentado en una gran piedra… Y lo besa sobre los cabellos, llorando.

Adorándolo como en aquel entonces…

Ella continúa:

–        Y luego los pastores vinieron a adorarte aquí adentro con su buen corazón. Era el primer suspiro de la tierra que entraba con ellos. Era el Olor de la Humanidad, de rebaños, de heno. Que te adoraban con amor. Que te cantaban con cánticos que jamás repetirá criatura humana.

Que te amaban con el amor de los Cielos, en tu Nacimiento. ¡Oh, Bendito!…

María está arrodillada al lado de su Hijo y llora de emoción, con la cabeza apoyada sobre sus rodillas.

Nadie se atreve a romper el silencio.

Todos se miran entre sí…

Y se vuelve a escuchar la voz de María:

–         Este fue el Nacimiento de mi Hijo. Nacimiento infinitamente sencillo y grande. Lo he referido con mi corazón de mujer, NO con palabras sabias de un maestro. NO hubo nada más, porque fue la cosa más grande de la Tierra, Escondida bajo las apariencias más comunes.

María de Alfeo pregunta:

–                     ¿Y al día siguiente?

María contesta con su mirada evocadora y su dulce sonrisa llena de amor:

–          ¿Al día siguiente? Al día siguiente fui la Madre que amamanta a su Niño. Que lo baña. Que lo envuelve en pañales, como lo hacen todas las madres.

Calentaba el agua que tomaba del río cercano y bañaba a Jesús en una vieja jofaina. Y le ponía pañales limpios que lavaba en el río. Y luego ponía a mi Hijo sobre mi pecho y El bebía mi leche.

Se ponía cada día, más bonito y feliz.

El primer día, en la hora de más calor, fui a sentarme allá afuera, para verlo mamar.

Y a la luz del sol miré al Verbo Encarnado.

La Madre conoció entonces a su Hijo y la Sierva de Dios a su Señor.Y fui Mujer y Adoradora…

Después, la casa de Anna.

Los días que pasaste en la cuna. Tus primeros pasos…Tus primeras palabras…

Y la huída a Egipto…

Y María se sumerge relatando sus recuerdos en Belén…

Y sus oyentes la escuchan absortos.

HERMANO EN CRISTO JESUS:

ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONOCELA

F98 CREDO 16 (1)

CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA«TU ERES PEDRO Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARE MI IGLESIA…» (Mt. 16, 13:20)

PEDRO Y LA IGLESIA

¿Conoces tú a la Iglesia Católica?

Actualmente, muchos católicos abandonan su Iglesia porque NO la conocen. Tenemos un Tesoro de MÁS de 2,000 años, que aún permanece escondido para la gran mayoría de los católicos.

1.) ¿Quién fundó la Iglesia?

En el Evangelio de San Mateo 16 : 13-20 Jesús declara: «Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.»

Jesús fundó así Una Iglesia. El NO quiso un grupo de creyentes subsistiendo aislado…. O como ovejas sin Pastor.

2.) ¿A quién le habló Jesús en Mateo 16 : 13-20?

Jesús se dirigió a Simón Bar Jonás, uno de los que formarían parte de Sus Doce apóstoles…

Y Jesús le cambia el nombre por el de Pedro.  

3.) ¿Qué quiere decir Pedro?

El nombre de Pedro, NO aparece en ningún escrito de la antiguedad, hasta que Jesús se lo da a Simón.

Pedro es un nombre propio que tomó de la palabra «Petras» que quiere decir «Roca» en griego.   

Existen en este idioma 7 palabras para definir piedra. cuando se aplica a Jesús se utiliza «Acroniagos» que quiere decir «Piedra Angular»…

Y  Pedro significa «Roca Firme».

4.) ¿Por qué cambia Jesús el nombre a Un solo Apóstol?

Pedro es la única persona del Nuevo Testamento que recibe un nuevo nombre de parte de Jesús.

En el Antiguo Testamento, cuando Dios va hacer un Pacto con un hombre, le cambia de nombre…

Y le da uno de acuerdo con la misión que va a realizar.Y…. Como ejemplo tenemos a Abram, cuyo nombre fue cambiado por Abrahám que quiere decir «Padre de muchedumbres»… ésa sería su misión.  

Ser el Padre en la Fe de millones de hombres (cf. Gen 17: 4-8).  

Tenemos también a Jacob, cuyo nombre fue cambiado por el de Israel que quiere decir «Fuerza de Dios».

5.) ¿Por qué a Simón?

Jesús reconoce en Simón, la Fe sólida en la cual debía fundarse la Iglesia y por esa razón, le asigna la Misión de ser la Roca firme sobre la cual se sostiene aún después de 2,000 años .

A partir de la misión recibida, Simón pasa a ocupar el Primer lugar entre los Apóstoles (cf. Mc 3 : 16-19; Lc 6: 14-16).

En Lucas 22: 31-32, Jesús esclarece la misión de Pedro de confirmar en la FEP a los demás apóstoles y apacentar al Pueblo de Dios (cf. Jn 21: 15-19), como continuación del trabajo del Buen Pastor.   

6.) ¿Al morir Pedro, dejó de existir con él esta misión?

De ningún modo, en Mateo 16 : 19, Jesús promete dar las Llaves.¿Qué llaves? El profeta Isaías nos da la respuesta en Is 22 : 22.  Las Llaves indican sucesión cuando se habla del hecho relatado en Isaías.

David había muerto siglos antes… Sin embargo las Llaves que simbolizaban el Poder de Administrar siguieron transmitiéndose por generaciones.

Jesús es el Heredero del Reino de David (cf. Lc 1 : 32-33)

Y El transfiere el poder de administrar la Iglesia – Su Reino – a Pedro y a los sucesores de éste.

7.) ¿Si la palabra «Papa» NO aparece en la Biblia, por qué la usan?

La palabra «Papa» quiere decir en italiano Padre… Y por esa razón se le ha llamado así al Obispo de Roma.

En la Iglesia, sólo existen tres ministerios: Diácono, Presbítero y Obispo.

El Papa es Obispo de la Ciudad de Roma, donde nuestra Iglesia Católica tiene su Sede principal y donde habita el sucesor de Pedro…

A quién deben estar sujetas todas las demás iglesias;  permaneciéndo así bajo la autoridad y en comunión con el Obispo de Roma, ya que Dios es un Dios de orden.   

8.) ¿Por qué en Roma, si la Biblia NO menciona que Pedro haya estado allá?

La Biblia tampoco menciona que Pablo haya muerto, esto no quiere decir que aún esté vivo. El Libro de los Hechos de los Apóstoles fue escrito por Lucas, seguidor de Pablo; el cual  por la forma en que termina pareciera que NO fué concluido.

Todo historiador serio sabe por pruebas arqueológicas, que Pedro sí estuvo en Roma donde también murió… Su sucesor fue Lino y a éste le siguió Anacleto y así sucesivamente hasta el actual Papa Juan Pablo II. (En el año 2000)

En la Carta del sucesor de Pedro, Clemente I a los Corintios, que pertenece a los escritos de los de los Padres de la Iglesia, se hace mención del Martirio de Pedro en dicha ciudad.

La Carta fue escrita en el año 96 D.C.

El libro Historia de la Iglesia de Kenneth Scott Laturell (edición de la Casa Bautista de Publicaciones, pág. 162) dice:

» Aunque NO fue fundada por el uno ni por el otro, la Iglesia de Roma gozaba del prestigio de la visita de Pablo y de Pedro lo que parece información digna de crédito».   Declara igualmente que Roma fue el escenario del martirio tanto del miembro más prominente de los Doce Apóstoles originales, como del principal misionero de la Iglesia primitiva.

 La Nueva Enciclopedia Americana dice:

» Cuando Pedro dejó Jerusalém, se fue por un tiempo a Antioquia y después a Roma, donde fue Jefe de la Iglesia. «.

9.) ¿Cómo está constituida la Iglesia?

Iglesia Triunfante

Iglesia Purgante

Iglesia Militante

10.) Algunas personas afirman que el Papa es el Anticristo. ¿Es cierto esto?

Las Dos Bestias de Apocalipsis 13:
El Anticristo y el Falso Profeta

La Biblia profetiza de un tiempo cuando dos líderes vendrán al poder con y bajo la aprobación y autoridad de Satanás para Engañar al Mundo. Y esclavizarlo para que adoren a Satanás como a Dios.

La primera bestia, conocida como el Anticristo, NO vendrá proclamando que el es Satanás.  El vendrá actuando a ser Dios, (por esto lo del Falso Cristo) y la segunda bestia declarará que la primera es Dios y forzará al mundo a adorarlo.

La Biblia revela que en los últimos días Dos Bestias se levantarán en poder y trabajarán juntas, para engañar y destruir a la humanidad.

Y abolir la Esencia principal de la Santa Eucaristía: LA TRANSUBSTANCIACIÓN. (Cambiarán la Liturgia de la Eucaristía)

Y de esta manera, EXPULSAR A DIOS DE SU CASA…

En su reinado, tratarán de aniquilar a la Verdadera Iglesia, persiguiendo y matando especialmente a los católicos.

Y apoderándose de los templos para instituir la Falsa iglesia, consumando la Gran Abominación de la que habla el profeta Daniel, (Daniel 9 al 12)

El Anticristo y el Falso Profeta. 

En Apocalipsis 19:20 su futura captura es predicha:

20Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre»

Pero antes de esto, ellos infligirán muerte y destrucción sobre el Mundo, destruyendo nuestro mundo como lo conocemos.

Para la pregunta formulada al principio de este segmento, la respuesta ES:

«Si Oraste al Espíritu Santo y te concedieron los carismas de Sabiduría y Discernimiento; Comprobarás personalmente la respuesta… }

Y también sabrás lo que DEBES hacer

Tanto Jesucristo como las revelaciones actuales, manifestadas con la Unción del Espíritu Santo, el Señor nos ha reiterado muchas veces que pidamos el Don del Discernimiento, que tiene varias manifestaciones…

El objetivo principal de este Carisma es Preservarnos de los Engaños de Satanás y también de nuestro Ego; porque somos especialmente vulnerables a negarnos una realidad, que NO NOS GUSTA… Y tendemos a ‘forzar’ una respuesta Divina, a lo QUE deseamos y queremos que se doblegue a nuestra voluntad.

Y junto con el Don de la Sabiduría, nos marca la pauta a seguir… De acuerdo a lo que descubrimos, con el Don del Discermiento.

Porque el Padre Celestial mantiene su Promesa:

 » Las Fuerzas del Infierno NO prevalecerán sobre Ella «. La Santa Misa:

La Celebración más Grande tanto en el Cielo, como en la Tierra.

Habla Jesús:

Se está celebrando en la Iglesia una Primera Comunión comunitaria.

Primera Comunión en la Iglesia Perseguida por el ISIS, en Erbil, Irak

Se alegra Mí Corazón al ver tantos niñitos acercarse a Mí para tomar por primera vez Mi Cuerpo, Mi Sangre, Mi Vida misma.

¡Cómo se alegra Mi Corazón al ver Mi Templo lleno!

Pero a la vez se entristece porque la gran mayoría sólo viene por compromiso. Otros sólo para acompañar a los que los invitaron, NO para acompañarme a Mí, Vuestro Dios y Salvador.


Vienen a Mi Casa y la gran mayoría NO sabe siquiera cómo se deben comportar, el Respeto que se Me debe en Mi Casa, cómo seguir la ceremonia de la Santa Misa.

Veo corazones indiferentes a Mi Presencia Real y Verdadera en el Altar.

Veo corazones que llevan años de NO recibir Mí Cuerpo en la Sagrada Eucaristía.

Jesús a Magdalena: ¡NOLI ME TANGERE!

Veo corazones sucios por el Pecado y se acercan a tomarme de manos de Mi Ministro, como si fuera cualquier cosa… Sólo lo hacen por compromiso ante sus invitados, por el qué dirán o por llenar un requisito en la Misa.

Se levantan a tomarMe porque los demás lo hacen y ellos ya NI se acuerdan o poco les importa, de que hay que recibirMe con el alma limpia de todo pecado y alegre de recibirMe.

 ¡Cuántas almas son las que Me reciben estando en grave falta! NO saben que están tomando su propia condenación.

Hijitos Míos, pregunto ¿Acaso he dado ocasión para merecerme tanto desprecio, tanto pecado, tanta ingratitud de parte vuestra? Son tantas las bendiciones que derramo en la celebración de la Sagrada Eucaristía y NO sabéis apreciarlas y mucho menos, agradecerlas.

Venir a Misa ES: venir a compartir conmigo Mi Vida, Mi donación total por todos vosotros en todos los tiempos. Venir a compartir conmigo el recuerdo de la Institución de la Sagrada Eucaristía.

Venir a compartir Mis Palabras de Vida, venir a compartir la alegría de ver tantas almas que salen del Purgatorio por cada Misa bien realizada.

Venir a compartir conmigo Mi Donación, Entrega y Sacrificio Eterno a Dios Padre por vuestra salvación y santificación.
Venir a visitarme debiera ser una Fiesta Grandísima de vuestro corazón.Debiera ser la alegría de la familia, del poderse acercar a convivir en una forma real y verdadera con Mi presencia VIVA con vosotros. Debiera ser el deseo más grande de vuestro corazón y de vuestra alma de venir al menos, cada Domingo,

Para agradecerMe, para contarMe vuestras alegrías y necesidades, para acompañarMe a Mí, vuestro Dios y Señor, el Amor por excelencia, para compartir éstos momentos Divinos en los cuáles se une el Cielo con la Tierra. 

Es tanto y tan grande lo que se vive en una Misa, que quedaríais asombrados, si pudierais ver la Magnificencia que rodea un altar, una capilla, una Iglesia, al estarse celebrando una Misa.

Os daría vergüenza el presentaros en el estado del alma en la que muchos de Mis hijos se presentan a una celebración de Mi Sagrado Cuerpo y Sangre Preciosos.  El Cielo entero se encuentra entre vosotros, los ángeles rodean el altar y custodian cada lugar interna y externamente de la Capilla o Iglesia en donde se está celebrando Mi Sacrificio Perpetuo.

Los Santos del Cielo se sientan y os acompañan en los mismos lugares en los que todos vosotros estáis. Las Iglesias se llenan de Cielo, ¡Es la Fiesta preferida del Cielo! Es la fiesta Perenne de Mí Corazón.

Es la Fiesta que recuerda Mí Donación Total por vosotros, es la Fiesta que recuerda vuestra salvación y vuestra recuperación en todas las Gracias para vuestra salvación.

Es la Fiesta en la que se derraman TODAS las Gracias y Bendiciones que Mi Padre concede NO sólo a los que están asistiendo a la Santa Misa, sino a todo el Mundo. Son Gracias que se derraman de conversión, de salvación, de santificación para el Cielo, Purgatorio y Tierra. La Santa Misa es la Fiesta que reúne a toda la Creación, que reúne a todas las almas creadas de Todos los Tiempos, pasados, actuales y futuros. En la Santa Misa se derrama todo el poder Divino.

Es el Nuevo Paraíso para aquellos que viven en Mi Gracia, en estado limpio de su alma, en aquellos que realmente Me buscan para amarMe y para vivirMe en ellos. Es el Alimento Supremo para vuestro crecimiento espiritual.

“Quién no coma Mí Cuerpo, ni beba Mí Sangre, no tendrá parte Conmigo en el Paraíso” Así os lo dije y así es.

Pero también os lo repito: el Tibio, el Indiferente, el Convenenciero, el que sólo Me busca por interés personal y generalmente es por interés material… Será vomitado de Mi boca. Y peor será, recordadlo muy bien aquellos que tomen Mí Cuerpo y Beban Mi Sangre Preciosa estando en pecado mortal, NO Me están tomando a Mí, están tomando su Condenación Eterna.

Hijitos Míos, entendedlo bien: YO no Soy un dios de Temor, ni Justiciero, ni Rencoroso. Soy un Dios de Amor, un Dios que se dá en pleno, aún a aquellos que poco Me aman o que peor aún, Me atacan.

Pero Soy Paciente y os busco a lo largo de vuestra existencia en la Tierra, esperando el momento de vuestro retorno a la Gracia y a la Conversión; las cuáles perdéis por dejaros llevar por las asechanzas y propuestas mentirosas de Mi Enemigo.

Yo os acerco infinidad de ocasiones durante vuestras vidas, para que regreséis a la Verdad. Para que retoméis la Misión que Me prometisteis que realizaríais por Mí en la Tierra. Yo espero vuestro arrepentimiento sincero para Yo tomarlos y llevarlos de regreso a la Casa de Mi Padre. En una palabra, Yo busco sólo vuestro bien. Pero también exijo con justa exigencia, respeto a Mi Persona.

Respeto a Mi Casa, respeto a la recepción de la Sagrada Eucaristía, respeto a Mis ritos, respeto a Mi Nombre Santo en vuestras conversaciones y a Mis representaciones en imágenes y estatuas.

Respeto a Mi Presencia Real y verdadera dentro de vosotros. Respeto a los lugares santos que se encuentran diseminados por toda la Tierra, respeto al Amor que os doy.

Recapacitad hijos Míos y vivid las alegrías y las bondades que os concedo todos los días, ya sea que asistan o no a una Misa. De todos modos estáis recibiendo a diario las bendiciones que se derraman de cada Misa que se celebran en todos los lugares de la Tierra y NO os dais cuenta de ello y además, NO lo sabéis agradecer.  Ahora lo sabéis y espero vuestro agradecimiento. Y uníos a cada una de éstas santas Celebraciones alrededor de la Tierra en todo momento; porque son ésas gracias que se derraman, las que DETIENEN muchos males en vuestro Mundo y detienen la Furia de Mi Enemigo para atacarlos.

Pero también necesito de vosotros, que asistáis cuando menos los domingos a Mi Santísima Celebración de la Misa, para que personalmente y como invitados de Mí Corazón, vengan a compartir Conmigo Mi Vida y la puedan compartir, por manos de Mi Madre Santísima y del Señor San José, a Mi Padre Celestial…

Para el derrame de Gracias, bendiciones y agradecimientos para vosotros mismos, para vuestras familias, para el Mundo entero, para el Purgatorio y para el Cielo.

Recordad que en cada Misa el Cielo entero convive con vosotros, está junto a vosotros. Presentaos por favor de una manera digna, tanto de alma como de cuerpo… Sabiendo que es el mismo Padre el que está recibiendo toda vuestra vida junto con la Mía, en ésos momentos.  Vivid conmigo éstos momentos celestiales que se viven en cada Misa, junto con todo el Cielo. Son grandes momentos, los cuáles veréis cuando estéis conmigo… Y veréis entonces cuánto dejasteis de aprovechar en cada Misa

O cuánto ganasteis en cada una de ellas. NO Hay Celebración más grande en el Cielo o en la Tierra que la Santa Misa. NO la desaprovechéis hijos Míos.

Porque Hijitos Míos, si vosotros os dierais realmente cuenta de todas las bondades que fluyen de Mí Corazón abierto para vosotros, NO os separaríais de ésta fuente Viva de Gracias y Bendiciones.

Yo mismo permití que Mi Sacratísimo Corazón fuera expuesto por la lanza en la Cruz Bendita, Fuente de salvación por vosotros, para que al quedar al descubierto…

Pudiérais vosotros entrar fácilmente a Mi Amantísimo Corazón.

¡Cuántos de vosotros NO se acercan a Mí porque Me tienen miedo! ¡VedMe, estoy Clavado en la Cruz por vosotros, para levantaros de todas vuestras iniquidades!

Estoy Clavado en la Cruz para vuestra salvación, para abriros las puertas del Cielo, entrando desde estos momentos a través de Mi Corazón abierto por la Lanzada.

Mi Corazón es Fuente de Paz, es Fuente de Amor, es Fuente de crecimiento espiritual. Mi corazón así abierto, en vez de morir por la lanzada, ahora se abre en Vida por vosotros.  Todo aquél que se acerque a Mí con espíritu contrito, con una Fé verdadera y una confianza plena en que Vuestro Dios y Salvador os puede levantar a la Vida Eterna, al perdón de vuestros pecados, a tenerMe plenamente por toda la Eternidad…

Entonces obtendréis todo lo que Me pidáis, para los demás y para vosotros mismos.

Buscadme íntimamente, buscad Mi Luz Verdadera para que vuestra alma se quite el velo del Pecado, el velo de la Mentira con que Mi enemigo os cubre al llegar a la Tierra; para que NO podáis ver con los ojos del espíritu, con los ojos de la verdad, vuestra verdadera misión por la que habéis bajado a la Tierra.

Deberéis acercaros más seguido a recibir Mi alimento de Amor para que creciendo vuestra alma, al tomar el alimento Divino; podáis ser Mis apóstoles, Mis seguidores, Mis verdaderos hijos sobre la Tierra.  

Sed otros Cristos, pedid a Mi Padre tal gracia, porque sólo así se podrá dar la Luz Verdadera sobre el Mundo. Es cuando Mi Luz, la Luz Divina se derrame en corazones que acepten Mi Presencia en ellos, cuando Yo viviré y restauraré todo lo que fue creado por Mí Padre al principio de los siglos.

Recordad hijitos Míos, que Yo NO puedo actuar sin la ayuda de vosotros.

Son tan pocas las almas que se donan a Mí libre y plenamente, que NO guardan nada para sí mismos, que Me permiten una libre actuación en sus vidas. Hijitos Míos, os lo vuelvo a repetir, ¿Es que no tenéis confianza en Vuestro Dios?

¿Vosotros creéis que al daros por Mí, Yo permitiré que tropecéis? ¿O acaso apreciáis más los bienes humanos que los Divinos? Es vuestra falta de Fé y de Confianza la que os traiciona. Pedidme éstas dos virtudes a Mi Corazón, Fuente abierta de vida y pedidme también el Amor, porque sin él NO os podríais dar a Mí, como Yo Me di por vosotros.  Recordad que Yo nunca os voy a pedir más de lo que vuestras fuerzas puedan soportar. Se lo dije a Mis discípulos y os lo digo a vosotros: “No os prometo riquezas ni grandes alegrías materiales, ni comprensión de parte de los vuestros, pero sí tendréis alegrías espirituales aquí en la Tierra y poseeréis Mi Reino por toda la eternidad, el cuál sobrepasa, por mucho, lo que tenéis en la Tierra”.

La Fé, hijitos Míos, Fé en el Amor de Mí Padre, Fé en Mí Obra de salvación por todos vosotros, Fé en la guía interna con la Voz del Espíritu Santo, Fé en una nueva vida que trasciende a la de la Tierra.

Fé en la ayuda materna de Mi Madre Santísima, Fé en la ayuda espiritual de Mi Padre San José; tanto para vuestras familias como para nuestra Iglesia. Fé en la ayuda que os prestan Mis Angeles y Mis Santos.

Fé es lo que debéis pedir con todo vuestro corazón a Mí Corazón abierto… “Si tuvierais Fé del tamaño de una semilla de mostaza, podríais ordenar aquella montaña que se moviera de lugar y lo haría”.  Esta es la Fuerza de la Fé. Pero cuántas “montañas” de corazones duros existen entre vosotros. De corazones cerrados a la Luz Divina, de corazones encerrados en las pasiones de éste mundo, de corazones muertos y que matan a otros con falsas enseñanzas, falsas culturas, falsos amores.

Pedid con Fé que la Luz Divina que brota de Mí Corazón Abierto por vosotros renueve ésos corazones y muchos más. Es sólo a través de la Luz que Yo os puedo dar, que podréis entender la Luz de Mí Vida y Mis Enseñanzas. Venid a Mí y pedidla de corazón.

Son tantos en los cuáles se viven las mentiras de Mí Enemigo que NO podéis imaginároslo. Oh, hijitos Míos, a diario renuevo Mi Sacrificio en el Altar por todos, todos Mis hijitos sobre la Tierra.

No me importa a que religión pertenezcan, a que ideología, sólo deseo que me encuentren en Mí Corazón. Yo a todos os llamo, a todos. Por todos morí, sin excepción de raza, credo o cultura. En Mi Corazón hay cabida para todos vosotros. Vosotros sois Mis hijos y Yo soy Vuestro Dios y Salvador.

Venid TODOS, escuchad Mí Voz y todos los que seáis Míos escucharéis y reconoceréis Mi Voz de Pastor y os guiaré hacia pastos verdes en los que viviréis al amparo del Amor por toda la Eternidad.

Mí Corazón os espera, Mi Corazón os llama, Mi Corazón os bendice. Venid y bebed y Yo os daré agua de Vida Eterna.

Os Bendigo en Nombre de Mi Santo Padre, Señor y Creador de todas las cosas, en Mi Nombre, Vuestro Jesús y Redentor y en Nombre de Mi Santo Espíritu de Amor.

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F92 EL CREDO 11

AL TERCER DÍA, RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS

La vida comienza cuando parece que termina…

La muerte, es sólo la dolorosa transición hacia la verdadera Vida.

El hombre fue creado para el Cielo…

TRANSITO

Destinado desde un principio a ser el Templo Vivo de Dios, su paso por la tierra es solo la preparación de ese magnífico destino.

El Infierno fue creado para castigo de Satanás y sus ángeles rebeldes a Dios.

Ahora lo comparten los hombres que rechazan la Salvación y la Doctrina de Jesús, por más que se nieguen a creer que existe.

En la noche del Viernes Santo, después de una muerte cuyos tormentos sólo pueden compararse a los del Infierno…

Jesús bajó a él para sacar del Limbo a los que aguardaban el momento de su Triunfo, que les abriría las puertas del Cielo para llevarlos con Él.

¡Cuánto dolor experimentó el Salvador al entrar en aquel lugar tan atroz!

¡Qué espantoso es el Fuego del Rigor de Dios!

¡Qué terrible es perder el Amor para vivir y respirar Odio, que es lo único que palpita en aquel Reino Maldito!1limbo

Jesús nos creó una segunda vez.

El pecado mató la Gracia en el hombre y su alma profanada por Satanás, quedó convertida en un cadáver espiritual y su cuerpo vulnerable a la enfermedad.

Dios nos amó hasta el extremo de querer conocer la vida y la muerte de la Tierra, para hacerse Alimento de nuestra debilidad y Sacramento, para permanecer entre nosotros. Se despojó de la Vida para darnos la Vida.

Se despojó de su vestidura de Dios y se cubrió con la nuestra de Hombre. Y aun ésta la perdió por nosotros, después de probar todos sus horrores: Dolores, hambres, traiciones, torturas, fatigas, agonía y muerte…

¡Oh Redención del Hombre, cuánto le costamos!

Reparación y Obsequio ofrecido a su Padre Santísimo….Como Consagrante, Constructor y Víctima, Jesús adquirió el derecho a ser Sacerdote Supremo.

Esto es lo que constituye su Gloria: haber restituido a Dios los Templos Vivos de nuestras almas de nuevo consagradas…

Y de esta Gloria lo revistió el Padre…

Otorgándole el Poder de ser Juez de todas las creaturas que hizo suyas al Precio de un Sacrificio sin Límites, con una Victoria total manifestada el Domingo de Resurrección…northern-lights-6

La noche abre paso al amanecer. El cielo va tomando los tintes de un zafiro más claro… En el huerto hay un silencio total.

Las estrellas del cielo, van desapareciendo poco a poco y el tinte azul negro de la noche se difumina, ante el empuje del alba que avanza de oriente a occidente; como la ola de marea alta que cubre la playa mojando la arena y los arrecifes, con el agua y la espuma…

Las estrellas parpadean con su luz cada vez más débil, bajo la luz blanco-verdosa del alba, que baña los olivos mientras la aurora surge victoriosa…

Borrando la oscuridad de la noche precedente, con sus destellos áureos y rosados que se posan sobre el rocío que baña todas las hojas en el huerto…

Los pajarillos se despiertan entre el tupido ramaje de los altísimos cipreses y los setos de laureles, que defienden del cierzo.La puerta del sepulcro de Jesús ha sido reforzada con una gruesa capa de cal, como si fuese un contrafuerte.

Sobre el color blanco opaco del sello del Templo, golpean las largas ramas de un rosal…

Los guardias, fastidiados y temblando de frío; abrumados por el sueño… Custodian el sepulcro en diversas actitudes…

Alrededor de la fogata que hicieron durante la noche, sólo quedan los tizones, la ceniza, las sobras de la cena y los huesitos pulidos que usaron para jugar un juego parecido al dominó, sobre un tablero trazado sobre la tierra de la vereda…

Cuando se cansaron, se acomodaron para dormir un poco o velar…

En el cielo que ilumina una naciente aurora, se dibuja una raya rosada que avanza por el firmamento…

Viene de desconocidas profundidades…

Es un meteoro brillantísimo que desciende cual bola de fuego en un resplandor portentoso, seguido de una brillante estela…guardia-tumbaLos guardias espantados levantan su cabeza, porque junto con la luz resuena un retumbo armónico que llena todo lo creado…

Es el Aleluya angelical, la Gloria que acompaña al espíritu de Jesús que regresa a su Cuerpo Glorioso…

El meteoro choca contra la inútil piedra que es el sello el sepulcro. Lo destruye… Lo arroja por tierra esparciendo terror y fragor, sobre los guardias que fueron puestos como carceleros del Dueño del Universo.

Y al pegar contra la Tierra provoca un nuevo terremoto, parecido al que sucedió cuando el espíritu de Jesús, salió de su cuerpo Crucificado…

Entra en la oscuridad del sepulcro que se ilumina con esa luz maravillosa e indescriptible…

Y mientras permanece inmóvil, suspendida en el aire…

El espíritu vuelve a entrar en el cuerpo sin vida, que está embalsamado bajo las fúnebres vendas… Es muy lento describir… Pero todo ha sucedido en un instante: El aparecer, descender, penetrar y desaparecer la Luz de Dios; ha sido velocísimo…

El viernes por la tarde, el cadáver de Jesús fue sepultado…

Al alba del tercer día, su Espíritu bajó como un rayo poderoso: destruyó los sellos de los hombres, tan inútiles ante el Poder de Dios.

Derribó la piedra y aterrorizó a los guardias puestos para vigilar al que Es Vida, a quién ninguna fuerza humana puede impedir que lo sea.

Jesucristo con su Fuego Divino, calentó los fríos restos de su cadáver y el Nuevo Adán, se dijo a Sí Mismo: ‘Vive. Lo quiero.’

El «Quiero» del divino Espíritu a su frío cuerpo no recibe contestación.

El «Quiero» lo dice la Esencia a la materia muerta. Sin embargo no se oye ni una palabra.

1jmuerto

La carne recibe la orden y obedece…

Bajo el Sudario y la Sábana despierta del sueño de la muerte, vuelve de la «nada» en que estaba. El corazón se despierta…

Da el primer latido… Empuja en las venas el resto de la helada sangre que quedó e inmediatamente crea lo que necesitan las arterias vacías… Lo que necesitan los pulmones inmóviles… Lo que necesita el cerebro…

Llevando calor, salud, fuerzas, pensamiento…

Y su cadáver siente que la Vida vuelve a Él.

Como un hombre que se despierta después de un profundo sueño, Jesús da un gran respiro.

Ni siquiera abre los ojos. Lentamente la sangre vuelve a llenar las venas vacías, vuelve a latir el corazón, da calor a los miembros.

Las heridas se cierran, los moretones desaparecen. ¡Cuán herido estaba Él…! Pero la Fuerza entra en actividad.

Y su Cuerpo es sanado.

Lentamente ha despertado. Ha vuelto a la Vida. Estuvo muerto. AHORA VIVE.

Ahora se levanta. Se quita las sábanas en las que estuvo envuelto. Se libra de los ungüentos. Aparece tal cual ES: la Belleza Eterna. La Perfección Absoluta.Jesus Resucitado ASe pone un vestido que no es de esta tierra, se lo tejió su Padre, que es el que teje la delicadeza de os lirios. Está revestido de resplandor. Sus Llagas son sus adornos. No manan sangre, sino Luz.

Esa Luz que será la alegría de su Madre, de los bienaventurados…

Y el terror de los Malditos, de los Demonios en la Tierra y en el Último Día.

Un instante más…  Y aparece de pie:

Imponente, brillantísimo con su vestido de inmaterial materia, sobrenaturalmente hermoso y majestuoso. Con esa solemnidad que lo cambia y lo eleva, siendo siempre el mismo…  Apenas si el ojo humano tiene tiempo de captar los cambios.

Y ahora nuestro espíritu puede admirarlo…

Han desaparecido todas las huellas de su atroz tormento. Está limpio… Sin heridas, ni sangre. Despide Luz de sus Cinco llagas y la misma Luz brota también de cada poro de su piel.

Cuando da el primer paso al moverse, los rayos que brotan de manos y pies le forman como aureola de luz, desde la cabeza nimbada de una corona que le hicieron las heridas de las que NO brota sangre, sino resplandor, hasta la orla del vestido.

Cuando al abrir sus brazos que tiene cruzados sobre el pecho, descubre una luminosidad vivísima que se trasluce por el vestido encendiéndole a la altura del corazón; se puede apreciar entonces que realmente es la «Luz» que ha tomado cuerpo.  1JRESUCITÓ

NO se trata de la pobre luz terrena, ni de la de los astros, ni de la del sol; sino de la de Dios…

Todo el brillo paradisíaco se junta en un solo Ser y le da su azul inimaginable por pupilas, su fuego de oro por cabellos, su candidez angelical por vestiduras y colorido…

Y lo que NO puede describir la palabra humana: el inmenso ardor de la Santísima Trinidad…

Que anula con su potencia abrasadora cualquier Fuego del Paraíso absorbiéndolo en Sí,  para engendrarlo de nuevo en cada instante del tiempo eterno.

Corazón del cielo que atrae y difunde su sangre, las incontables gotas de su sangre incorpórea…

Los bienaventurados, los ángeles, todo cuanto es el Paraíso: el amor de Dios, el amor a Él. Lo que forma al Jesús resucitado todo es Luz.

Cuando se dirige hacia la salida…

Su magnífico resplandor, permite ver dos luminosidades hermosísimas, que son cual estrellas con respecto al sol.Carl_Heinrich_Bloch_-_The_ResserectionEl Ángel de su vida terrestre y el Ángel que lo acompañó en su Dolor, están postrados ante Él y adoran su Gloria.

Sus dos ángeles… Uno para sentirse bienaventurado a la vista del Hombre a quién guardó y que ya no tiene necesidad de su protección angelical.

El otro que vio sus lágrimas para ver su sonrisa… Que vio su lucha, para ver su Victoria; que vio su dolor, para ver su alegría.

Están a cada lado del umbral, postrados en adoración ante su Dios que pasa envuelto en su luz…  derramando júbilo con su sonrisa.

Los guardias están allí afuera, semi-desmayados…

Los ojos mortales no ven a Dios, pero sí los puros del Universo…  

Toda la Creación Redimida por Él… Todos los seres, ven y admiran  al Poderoso que pasa en un nimbo de Luz que es suya, más esplendorosa que  un nimbo de luz solar.

Su sonrisa, su mirada que se posa sobre las flores, sobre las ramas de los árboles; que se levanta al cielo…  Todo lo reviste de su Belleza llena de gloria.

Sale. Deja su fúnebre gruta.

Vuelve a pisar la tierra que se despierta de alegría y se adorna con el brillo del rocío, con los colores de las hierbas, de los rosales, con las corolas de los manzanos que se abren milagrosamente al primer beso que les da el sol.

La Tierra saluda adorando al Sol Eterno que por ella pasa…  cristo_resucitadoPasa entre los guardias semidormidos, símbolo de las almas en pecado mortal, que NO sienten cuando pasa su Dios…

Es Pascua: ¡El Paso del Ángel de Dios! Su paso de la Muerte a la Vida. Su paso para dar Vida a los que creen en su Nombre. Es la Paz que pasa por el mundo.

Y su pensamiento se dirige hacia la que con su FE y su santidad ha logrado que Dios se Encarnase en su vientre purísimo…

Lo primero que hace al pisar nuevamente la Tierra, es ir a ver a su Madre…  Con su vestido de Hombre Glorificado, con su resplandor sin igual y de diamantes.

Ella lo puede tocar porque es la Pura, la Hermosa, la Amada, la Bendita, la Santa de Dios.

El Nuevo Adán va donde la Nueva Eva.

Dolci_Madonna_

El Mal entró en el mundo por la mujer y por la Mujer fue vencido.

El Fruto Bendito del seno de la Mujer, ha desintoxicado a los hombres del veneno de Lucifer.

Ahora SI QUIEREN, PUEDEN SALVARSE.

Ha salvado a la mujer que quedó tan frágil, después de la herida mortal…

Jesús Resucitado sale al huerto lleno de flores. Los manzanos abren sus corolas para formar un arco sobre su Cabeza de Rey.

Las hierbas se doblan para servir de alfombra a sus pies que vuelven a pisar la Tierra Redimida.

Lo saludan los primeros rayos del sol; el aire abrileño; las nubecillas que pasan y los pájaros.

Es su Dios y LO ADORAN.

Más luminosos y transparentes que el del más esplendoroso diamante,  son los fulgores que forman una corona sobre la cabeza del Vencedor.

El rocío le brinda sus destellos.

El cielo se refleja en sus ojos resplandecientes, como dos zafiros bellísimos.

El sol del alegre amanecer abrileño, pinta con sus colores las nubes que son empujadas por una ligera brisa, para que venga a besar a su Rey…  rhapsodyinblueTrayéndole los perfumes de los jardines y las caricias de los delicados pétalos de las flores más hermosas, que se rinden adorando a su Creador…

Jesús levanta su mano y Bendice.

Los pajarillos se desgranan en trinos.

El viento en fragancias…

La Tierra en celestiales armonías…

Luego Jesús desaparece…

Dejando a su paso un rastro de gloria e incomparable dicha…

LA RESURRECCION DE JESUS

Mientras tanto en el cenáculo, en la habitación de la Virgen…

El aguijón de su Cuerpo Destrozado, redoblaba las plegarias ardientes de su Madre…

Y para consolar su corazón agonizante, Jesús anticipó el Milagro de su Resurrección.

Ella está postrada con el rostro en tierra. Parece un ser abatido, como la flor muerta de sed de que ha hablado.

La cerrada ventana se abre bruscamente…  Y con el primer rayo del sol entra Jesús.

1maria-dolorosa

María, que se estremeció al oír ruido y levanta su cabeza para ver qué clase de viento hubiera abierto las hojas de la ventana.

Mira a su radiante Hijo: hermoso, infinitamente más hermoso de lo que era antes de su Pasión. Sonriente, Vivo.

Luminoso más que el sol, con un vestido blanco que parece tejido con luz  y se acerca a Ella.

María se endereza sobre sus rodillas y juntando sus manos sobre el pecho en cruz, habla con un sollozo que es risa y llanto: «Señor, Dios mío.»

Y se queda extasiada al contemplarlo.

Las lágrimas que bañaban su rostro se detienen. Su rostro se hace sereno, tranquilo con la sonrisa y el éxtasis.

Jesús no quiere ver a su Madre de rodillas como a una esclava…

Tendiéndole las manos de cuyas Llagas salen rayos que hacen más luminoso su cuerpo…

La saluda jubiloso:

–                        ¡Madre!

NO es la palabra desconsolada de las conversaciones y de los adioses anteriores a la Pasión, NI el lamento desgarrador de su encuentro en el Calvario y en su último suspiro…

Es un grito de Triunfo, de Alegría, de Victoria, de Fiesta, de Amor, de Gratitud.

Se inclina sobre su Madre que NO se atreve a tocarlo…

Le pasa las manos por los codos doblados, la pone de pie, la estrecha contra su corazón y la besa.

¡Oh!, Entonces es que María comprende que NO es sólo una visión…

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Que es realmente su Hijo Resucitado…

Que es su Jesús, su Hijo quien la sigue amando como a tal.

Y con un grito se le echa al cuello, lo abraza, lo besa, entre lágrimas y sonrisas. Lo besa en la frente donde NO hay más heridas; en la cabeza que NO está despeinada, NI ensangrentada.

En los brillantes ojos, en las mejillas sanas, en la boca que NO está hinchada.

Luego le toma las manos, besa el dorso y la palma.

Se arrodilla, besa sus pies al levantar la resplandeciente vestidura.

Luego se pone de pie. Lo mira, pero NO se atreve a hacer más…

Entonces Él sonríe y comprende. Entreabre su vestido, muestra el pecho y…

Pregunta Amorosísimo:

–                       ¿Madre, no besas ésta, que tanto te hizo sufrir y que eres la única digna de besar? Bésame en el corazón, Madre. Tu beso me borrará el último recuerdo de todo lo que fue dolor y me dará la alegría que falta aún a mi júbilo de Resucitado.

divinamisericordia24_03_2010

Toma entre sus manos el rostro de la Virgen, le apoya sus los labios en la Herida del Costado, de la que manan ríos de vivísima Luz.

El rostro de María se nimba con esa luz, pues está envuelto en sus rayos.

Besa una y otra vez la herida, mientras Jesús la acaricia. No se cansa de besar.

Parece un sediento que bebe de un Manantial y que bebe las linfas la vida misma, que iba perdiendo.

Corazones1

Jesús habla:

–                  “Ha terminado todo, Madre. Ahora NO tienes más por qué llorar a tu Hijo. La Prueba ha acabado. La Redención se ha realizado. Madre.

Gracias por haberme concebido, alimentado, ayudado en la vida y en la muerte.

Tus plegarias llegaron hasta Mí. Fueron mi Fuerza en el Dolor, mis compañeros en mi viaje por la Tierra y más allá. Conmigo fueron a la Cruz y al Limbo. Fueron el incienso que precedían al Pontífice que fue a llamar a sus siervos para llevarlos al templo queNO muere: a mí Cielo.

Fueron conmigo al Paraíso, adelantándose cual voz angelical al cortejo de los redimidos a cuya cabeza iba para que los ángeles estuviesen prontos a saludarme corno al Vencedor, que regresaba a su Reino.

El Padre y el Espíritu vieron…  Oyeron tus plegarias, que tuvieron la sonrisa de la flor más bella; que fueron más melodiosas que el más dulce cántico que en el paraíso hubiera brotado…

Los patriarcas los nuevos santos, los primeros ciudadanos de mi Jerusalén las oyeron y te traigo ahora su agradecimiento…

Madre, al mismo tiempo que el beso y bendición de nuestros parientes, te traigo los de tu esposo de alma: José…

1jose

Todo el cielo te canta sus hosannas a ti, Madre mía, ¡Madre santa!

Un hosanna que NO muere, que NO es falaz como el que hace pocos días me brindaron…

Ahora me voy al Padre con mi vestido humano.

El Paraíso debe ver al Vencedor en su vestido de Hombre con el que vencí el Pecado del hombre.

Pero luego volveré otra vez. Debo confirmar en la FE a quien aún NO cree y que tiene necesidad de creer para llevar a otros…

Debo fortificar a los pusilánimes que tendrán necesidad de mucha Fortaleza, para resistir el ataque del Mundo.

Luego subiré al Cielo. Pero NO te dejaré sola. Madre, ¿Ves ese velo?…

En mi Aniquilamiento, quise mostrarte una vez más mi poder con un Milagro, para que te consolase.

26veonica

Ahora realizo otro. Me tendrás en el Sacramento, real como cuando me llevabas en tu seno…

NO estarás jamás sola. En estos días lo has estado… Este dolor tuyo era necesario a mi Redención. Mucho se le irá añadiendo porque seguirá aumentando el Pecado…

Y llamaré a todos mis siervos para que coparticipen de esta Redención… Tú eres la que Sola harás más que todos los santos juntos. Por esto era necesario también este Abandono. Ahora NO más…

No estoy más separado del Padre. Tú NO lo estarás más de tu Hijo.

Y al tener al Hijo, tienes a nuestra Trinidad.

Cielo Viviente, llevarás sobre la Tierra a la Trinidad entre los hombres y Santificarás la Iglesia.1madre-eucaristia

Tú, Reina del sacerdocio y Madre de los que creerán en Mí.

Luego vendré a llevarte… NO estaré ya más en ti, sino tú en Mí en mi Reino, para que hagas más bello mi Paraíso…

Ahora me voy, Madre. Voy a hacer feliz, a la otra María. Luego subiré a donde mi Padre y de ahí vendré a ver a quien NO cree…

Madre, dame tu beso por bendición. Mi Paz te acompañe. Hasta pronto.”

María le toma la cabeza, como lo hizo tantas veces a lo largo de treinta y tres años… Y lo besa con muchísima ternura y respeto sobre su frente coronada de Luz y ya no de espinas…

Jesús desaparece en el sol que baja a torrentes del cielo matinal y tranquilo.

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HERMANO EN CRISTO JESUS:

ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA

F90 EL CREDO 9

Y SEPULTADO.

LA CONVERSION ES LA RESURRECCIÓN DEL ESPÍRITU.  

Jesús llevó su Amor a empurpurarse con su Sangre sobre la cima del Calvario y ahí Esplende, para recordarnos que fuimos hechos para el Cielo.

Y relampaguea para llamarnos a Sí.

Para volver a grabar el Nombre Santo de Jesucristo, sobre el altar de nuestro corazón sin Dios y sobre el templo profanado de nuestra mente. Para consagrarlos al Dios Verdadero con un verdadero Culto a Dios.

Hay que amar, alabar, cantar, invocar, bendecir, CREER en el Nombre Bendito de Jesús.

EL ARREPENTIMIENTO ES EL DOLOR DE HABER CAUSADO DAÑO.

“Yo Soy el Señor Dios Tuyo.” Pareciera que el dedo de Dios haya escrito esta sentencia en todo lo creado.

El pecador trata de ahogar este grito de la conciencia.

Pero siempre llega el momento en que en medio de la ebriedad y del placer. En el ajetreo del trabajo, en el reposo de la noche, en el paseo solitario, en el vacío de Dios, le reprocha:

‘Sufres porque has convertido en dios a esta CARNE que ávido besas; a este ORO que avaro acumulas;  a este ODIO que carcome tu existencia, con el ansia de Venganza.’ Dios es Paz. El que quiere recuperarla, debe escombrar la mente, el corazón, la carne; de todo lo que NO es paz y causa turbación.

El Pecado es una Maldición.

El arrepentimiento quita el Anatema cuando es sincero.

Cada hombre debe examinarse con sinceridad y entonces sabe en dónde ha errado.

De Dios nadie puede hacer Burla. El alma que se acerca a Él con humildad, obtiene su Perdón.

NO HAY ARREPENTIMIENTO

MIENTRAS DURE EL DESEO

POR EL OBJETO POR EL QUE PECAMOS.

1-tentacion

Dios NO perdona a quién NO se arrepiente,…

Porque es necesario limpiar el corazón para obtener gracias…

Y las excusas NO se pueden perdonar.

EL MAL NO BASTA NO HACERLO.

TAMBIÉN ES NECESARIO NO DESEAR HACERLO.

Por eso Jesús dijo: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió con ella adulterio en su corazón.” (El poder de nuestros deseos en el Bién o en el Mal, ES INFINITO)

Porque el Pecado a los ojos de Dios es un delito realizado.

Cuando hay deleite alimentando pensamientos de adulterio, se es adúltero; de homicidio, homicida; de traición, traidor; etc.

1tentacion-

Jesús vino para salvar a los pecadores y cada alma que se arrepiente y se convierte; es una Justificación para la tremenda humillación a que se sometió el Infinito, al tomar forma humana.

Porque en la Llama del arrepentimiento, el alma se ofrece Amando a la Flama del Amor Divino, que la absuelve y la absorbe dentro de Sí Mismo.

El hombre es débil y cuando peca por lo sorpresivo de los ataques de Satanás, Dios le perdona si surge en él un arrepentimiento sincero y la voluntad de no pecar más.

Porque quién es realmente fiel y ama a Dios, NO se doblega a las pasiones, NI lo quema el Fuego de Satanás, ya que el pecado le repugna.

Y cuando amamos a Dios con todo nuestro ser, NO pecamos. Porque el Pecado es un dolor que se da a Dios.

Quién ama verdaderamente NO quiere lastimar jamás al amado, ni con el más mínimo dolor.

Para el pecador Arrepentirse significa abandonar su vida de pecado y volverse hacia Dios por el camino de la Oración y la Penitencia.

Los pecadores SON los muertos del espíritu.

Y cuando el hombre atiende el llamado de Dios y se arrepiente, se verifica el Milagro anunciado por Jesús.

Y los que escuchan y atienden su llamada…

 Se levantan de su tumba espiritual y resucitan a la verdadera Vida.NO hacer el Mal NO es suficiente para escapar del Infierno.

El poder de Dios arranca de la esclavitud del pecado, pero el arrepentimiento debe llevar a la conversión.

Es decir, al deseo continuo de Conocer, Amar y Pertenecer cada vez más a Dios; buscando hacer siempre la Voluntad Divina.

Y el Reino de Dios llega al corazón que acepta la Ley que vino de los Cielos a través del Evangelio de Jesús, porque al practicarla el hombre se convierte en ciudadano del Reino.

LA CONVERSIÓN DEBE VIVIRSE TODOS LOS DIAS

1Last_Supper

Para el cristiano, convertirse significa despertarse cada día, con el deseo ferviente de ser mejor que el día anterior…

De pertenecer más a Dios y amarle cada vez más, limando las imperfecciones. Tratando de conquistar con el heroísmo y la voluntad, estratos más elevados de la perfección.

Conquistando la salvación con todas las potencias y poniendo en juego todos los dones recibidos de la Gracia de Dios.

LA RESURRECCIÓN MORAL Y ESPIRITUAL.1jesushealsLa salvación se encuentra en el Evangelio. Aceptando todas sus verdades espirituales, practicando una auténtica caridad.

NO se puede conciliar el Reino de Dios, con el Reino de Satanás.

NO es posible dar gusto al mismo tiempo a la carne y al espíritu. Es indispensable el escoger.

Él se ha dado a Sí Mismo dejando el Seno del Padre, para hablar a los hombres.

Se ha humillado Él, Dios; a morir como un malhechor, para lavar nuestro corazón y volverlo capaz de acoger a Dios.

Él ha dado el Paráclito para que fuese Maestro en el conocimiento de su Doctrina de Caridad, pureza, bondad, humildad.

1sacredheart

Jesús Llama:

 “¡Venid! Mis brazos están abiertos. Mi boca tiene besos de perdón y mi Corazón tiene Tesoros de Amor. Dejad las riquezas injustas y venid a Mí, Soy la Riqueza Verdadera.

Dejad los goces indignos y venid a Mí, Gozo Verdadero. Yo Soy el Dios de la Paz. Todo Dolor en Mí se calma. Todo peso se vuelve ligero.

Venid. Dejad aquello que mata y que muere. Aquello que hace daño. Aquello que quiere el Mal. Ayudadme a rechazar al infierno en el Infierno y a abriros el Cielo.

Venid a Mí que os amo.

Ayudadme con vuestra voluntad…

La quiero para actuar.

No porque YO la necesite, sino porque es necesaria para vosotros, para merecer el Reino.

YO puedo darles TODO si venís a mi Corazón y NO de manera humana, sino sobrehumana, eterna, inefablemente dulce.

NO les digo que no conoceréis el Dolor,

Lo he conocido Yo que Soy Dios.

Pero les digo:

Tu dolor se volverá suave si lo sufres sobre mi Corazón.  

En MÍ todo Dolor en Mí se calma”

1sacred-heart-of-jesus-2

El llamado a la conversión, es el Llamado a la Vida…

A la Resurrección del espíritu.

Y esto solo puede suceder aquí en la Tierra, en este momento,

Mediante un milagro de gracia.

Solo aquí, en nuestro único día.

La Respuesta la tenemos nosotros con nuestra voluntad.1Dragon%20de%20la%20Muerte_800

El que lo ama de verdad, se libera de las cadenas del Error y del Pecado y le da el ‘Sí’.

Hay que dar el primer paso y decir a Jesús:

Señor Jesús. Vengo a Ti.’

Y a Satanás:

‘Aléjate de mí. Yo NO te pertenezco’.

PREPARACIÓN A LA MUERTE.

La muerte es inevitable. Entró en el mundo como consecuencia inmediata del Pecado.

Nadie ama la muerte, sobretodo sí es dolorosa, sí es prematura e inmerecida. Nadie la ama.

Y sin embargo, todos debemos morir.

Por eso se debe mirar a la muerte con la misma serenidad, con que se mira todo lo que debe terminar.

Si pedimos a Dios poder amarla, avanzaremos velozmente en el camino de la perfección.

Dios desea estar con sus creaturas y las creaturas debieran desear estar con Él.1MUERTE-DESPRENDIMIENTO DEL ALMA

            La Contemplación de la Muerte es Escuela de Vida.

Si vivimos con santidad, la muerte se convierte en esto:

Separación temporal del cuerpo, del espíritu; para después resucitar triunfalmente para siempre, reunidos y felices en Dios.

Todos nacemos desnudos. Todos morimos y somos destinados a la corrupción. Como se nace, reyes o pordioseros, así se muere.

Es solo la envoltura superficial de lo ostentoso, lo que permite una diferencia entre uno y otro.

Pero lo esencial, el ser humano, no deja de ser carne muerta.

Despojos cuyo destino final es la destrucción.

NO es así lo incorruptible: el alma.

1Cerca-de-la-muerte

EN LA HORA DE LA MUERTE

LA Cruz de la Muerte es la última cruz del hombre y tiene dos brazos:

Uno es la Cruz de Jesús y el otro el nombre de María.

Entonces la muerte sucede  en la paz de los liberados también, de la cercanía de Satanás…

Porque estas son las dos cosas que el Maldito NO soporta.

Todos vamos a morir y esto nunca hay que olvidarlo, si queremos salir victoriosos de la extrema Insidia que nos Odia Infinitamente.

El grito que salva porque NUNCA se le invoca inútilmente, es el Nombre de Jesús.  

El vela en espera de ser llamado…

Y acude pronto, pues ante el Nombre de Jesús…

Tiemblan de Alegría los Cielos y de Terror los Abismos.

Y SE OBRAN LOS MILAGROS…

Sólo los hijos desamorados e imprudentes esperan el último momento, para Llamarlo.

Satanás vela para apoderarse de las almas, como un Ladrón que ataca de repente.

El Mundo está lleno de muertes repentinas y es uno de los productos de nuestra manera de existir.

Hemos multiplicado los placeres y la muerte. El saber y la muerte.

Hay que luchar para que el sol quemante de nuestra carnalidad, NO nos vuelva irreconocibles a los ojos de Dios y repelentes ante Él.

Hay que Vencer, pidiéndole a Dios que nos ayude en nuestra voluntad de ser buenos y con un ferviente deseo de complacerlo.

A Él le basta con esto. Quién hace esto, hace todo.

Porque Dios es nuestro Refugio contra Satanás que trata de impedírnoslo.

_1ngel_de_la_muerte__

Por eso hay que arder en el Amor de Dios. El Pecado nos ha enfermado.

Jesús vino por los enfermos y los pecadores. Las fiebres pueden conocer sus caricias. Nuestros sudores, su Sudario. Nuestras agonías, sus brazos para sostenernos. Nuestras angustias, su Palabra.

Y la carne, fiera enloquecida cuando se pierde se encuentra la Vida. Los que están enfermos  por haber traicionado la Ley de Dios y servido a la carne, pueden encontrar alivio, Jesús NO se cansa de salvar.

Él es el Único que sufre y vela con nosotros. Sonríe a nuestras esperanzas y en canto el Padre que lo quiere, las convierte en realidad.

Para los que tienen el decreto de muerte, Él toma a los que tiemblan frente al Misterio de la Muerte y que lo Llaman.

1lamuerte

Él trasforma las Tinieblas en Luz, el Dolor en Alegría y nos toma de la mano.

Él Conoce la Muerte. La ha conocido antes que nosotros.

Él sabe que es solo un instante y que Dios aturde los sentidos sobrenaturalmente, para NO dejar al alma sola en la lucha extrema.

Hay que confiar y mirarlo solo a Él.

Y cuando Él está con nosotros y su Amor y su Sangre nos cubren… YA NO hay miedo para el encuentro con Dios.

Y así se gana el Combate Final.

DRAGON DE LA MUERTE

DRAGON DE LA MUERTE

VIVIR MURIENDO

El que quiere vivir por el espíritu y quiere llevar a otros a que vivan la misma vida, debe posponer la carne; casi matarla, para cuidar solo del espíritu.

El hombre debe pasar por una autogénesis, a una segunda creación.

Volver a crearse y hacer que el espíritu reine hasta llegar a la perfección.

Por eso hay que llorar por las culpas, pero ¡Hay que levantarse!…

No siendo muertos vivos y formar parte en el futuro, de los eternos condenados.

El amor es el factor más potente que Jesús nos da en anticipo, para estimular un cambio. El hombre es como un niño que aprende a hacerse adulto. E independiente de la ayuda de otros, precisamente como lo necesita un incapaz que debe ser ayudado en todo para crecer, nutrirse caminar…

Y lo auxilia el que ya está formado, habiendo alcanzado la edad perfecta en el cuerpo, en el intelecto, en el espíritu.

Y Jesús hace de ‘madre’ para hacer del hombre ‘infante espiritual’, un adulto de la estirpe selecta, un regio sacerdote, una hostia viviente…

Que continuamente se ofrece a Dios como Cristo, con Cristo, por Cristo, a fin de continuar el Sacrificio Perpetuo que se ha iniciado con Cristo y que terminará hasta el Fin de los Siglos.

Y la leche que nos nutre, es su Caridad.

Verdaderamente los hombres han sido redimidos por el Amor, antes que por la Sangre y que la Muerte del Hijo de Dios.

Y es su Amor el que da la madurez necesaria, para que el alma aprenda a ser Vino y Hostia, consagrados a su Amor.

El hombre es un ser que solo delante del holocausto, se rinde. Jesús obtuvo su triunfo, después de la Muerte. Y lo mismo es para sus discípulos.

Para ser harina de hostias, es necesario saberse despojar de todas las impurezas por el Amor. Ninguna otra cosa como el Amor, es absoluta en operar esta depuración de la personalidad, para volverla apta para vivir en el Cielo.

Pero después de tanto dolor, toda la amargura que se vive por amor a nuestro Rey, la encontraremos convertida en dulzura.

Todas las heridas con las que seamos afligidos, serán gemas eternas. ¡Todo el dolor será júbilo! El tiempo pasa y todo instante pasa. Solo queda Dios y con Él, su Eternidad.

Cuando se piensa en esto, se anhela el Dolor como el aire para respirar.

La uva es más dulce, cuanto más madura es y más madura es, cuanto más sol agarra.

El dueño de la viña no cosecha su uva para hacerla vino, si no está bien madurada.

Y para que madure. La poda de modo que el sol pueda descender y circular entre racimo y racimo. Y hacer de los granillos ásperos y verdes, otras tantas perlas de líquido azucarado.

En el otoño, después de tanto sol y tanta podadura, las uvas están bellas y útiles al hombre. Dios es el Sol y las almas-víctimas, la viña donde debe formar el Vino Eterno.

Dios es el Sol y el Viñador. Las circunda y las inunda con sus rayos. Y los mortifica para que sean verdaderos sarmientos cargados de fruta y no vanos zarcillos que no sirven a nadie.

Es necesario que el Sol y el Viñador los trabajen a su completo placer en las almas.Y ellas deben imitar a los racimos que no hacen voces de protesta, ni hacen resistencia al Sol y al Viñador.

Sino al contrario, se dejan abrir para recibir los rayos cálidos.

Se dejan medicar con líquidos apropiados. Se dejan acomodar sin reacción alguna.

Y así se hacen siempre más grandes y dulces. Un verdadero prodigio de jugos y de belleza.

También las almas deben desear el sol y la obra del Eterno Viñador, cuanto más se acerca para ellas la hora de la Divina Vendimia.  NO están destinadas al Místico Lagar los racimos reacios y enfermos que NO han querido volverse maduros, sanos y dulces.

Y que se han escondido, para NO ser curados.

Los que son dignos de la Vendimia, son los racimos que NO han tenido miedo de ser podados y medicados.

Y que dócilmente se han sacrificado en sus gustos por Dios.   Cuando la Vendimia se avecina, las almas-víctimas deben aumentar sus esfuerzos, para absorber cuanto más puedan de Dios. Él los convertirá en Licor de Vida Eterna.

Deben secundar su generosidad, para secundar las Obras de Jesús. Él quiere hacer de ellos, racimos dignos de ser puestos a los pies del Trono de Dios.

ALMAS -VÍCTIMAS 

Los Corredentores tienen el deber de salvar primeramente a sus familias.

Y Jesús tiene con ellos los mismos cuidados que el Viñador tiene con las plantas haraganas.

Aunque ahora NO sepan darnos las gracias, cuando lleguen a la Vida las darán; porque la Luz les ilumina horizontes que su humanidad les vela.Y con éstas promesas no hay que llorar, sino continuar orando, llorando y sufriendo por ellos, en los brazos de Jesús que son más dulces que aquellos de todas las madres.

Jesús nos devolverá los seres que hemos amado, en un Reino donde la triste muerte de la tierra no tiene acceso y donde la horrible muerte del espíritu, ya no es posible.

Las promesas de Jesús secan las lágrimas, cuando desciende esta esperanza que es fe y bendición. La separación es penosa, pero cuando sabemos que no es total, el dolor disminuye.

Vivir muriendo, es morir amando.

Y morir amando es seguir el camino de la Cruz. Es amar el calvario, el dolor, el sacrificio, hasta el martirio Total.

1Camino_de_cruZ

EL CAMINO DE LA CRUZ

MORIR AMANDO.

Amar Es morir. Amar totalmente, es morir totalmente.

Para el que ama, la muerte deja de ser Destrucción para volverse Construcción.

El que muere construye, reedifica. El que ama se dona totalmente, con una generosidad absoluta, porque lo único que desea, es la felicidad del ser amado y su completo bienestar.

Para el alma-víctima que llega a amar a Dios con un amor total, la muerte es la Ofrenda con la cual agradece todos los dones recibidos de Aquel que murió por ella primero…

Y obtener la sonrisa y el beso de Jesús, es la máxima de las recompensas.

El Amor fue el sacerdote del Calvario.

Porque somos los «otros» CRISTOS…

El Amor es el sacerdote del místico altar donde se realiza la inmolación total, para morir por el Dios Único y Trino, al cual ha llegado a amar de tal forma, que la muerte no solo ha perdido su horror…

Sino que se ha convertido en una imperiosa necesidad, con la cual puede abrazar a su Dios, al probarle de esta manera, como Él es más importante que su propia vida y no puede ahogar el grito de su corazón, que clama jubiloso en una triple oblación.

Morir amando es una gloria que solo puede comprender el que la prueba.

Morir amando es rendir el Verdadero Culto a Dios.

Morir amando solo se puede gozar cuando se ha aprendido la Ciencia de la Muerte y una dulzura inefable envuelve las palabras:

“Sacrifícame Señor mío y Dios mío, porque te adoro sobre todas las cosas…”

El Amor de Dios, el hombre lo rechaza con desprecio y en los tiempos actuales, el Amor Vilipendiado de Dios, por Justicia y Respeto de su Perfección, NO puede soportar más las afrentas.

Dios llama una y otra vez por todos los medios, pidiendo que se abran los corazones a su Amor Intensísimo y que se hagan víctimas, aceptando ser consumidos, para darle alivio al Amor.Advierte que ES la hoguera de un holocausto lo que ofrece; pero que NO huyan de Él, los que no se han vendido a Satanás.

Ninguno, por más pequeño y mezquino que sea por su estado de pecado, debe creerse rechazado por Él. Eso es Misericordia.

Y de las almas más miserables, puede y quiere hacer, estrellas fulgidísimas para su Cielo.

Y repite su amoroso llamado:

1JESS_-~cor

“YO TE AMO TAL COMO ERES, EN ESTE MOMENTO.”

            No importa los pecados que hayas cometido. Ya los he pagado Yo en la Cruz. En Ella y con los brazos abiertos, te estoy diciendo cuanto te amo. Te estoy esperando. Arrepiéntete y conviértete. SOY TU PADRE Y TE AMO.

 Quiero darte consuelo y alivio. Venid a Mí, todos. Pobres, manchados, débiles y los haré reyes. Dadme vuestra miseria, Yo la cubriré con mi Grandeza. Dadme vuestras tinieblas y Yo os daré mi Luz. Vuestras imperfecciones y Yo os daré mi Perfección. Vuestro egoísmo y Yo lo cubriré con mi Bondad.

¡Venid! Entrad en mi Amor y dejadlo entrar en vosotros. Soy el Pastor que se fatiga hasta la muerte por la oveja perdida y por ella Yo he dado mi Sangre.

1bp

¡Oh, mis corderitos! No teman si muchos harapos y manchas hay en vuestros vestidos y heridas en vuestra alma. Abrid solo el corazón y aspirad mi Amor.

Seréis justos para con Dios y para con vosotros mismos, porque daréis consuelo a Dios y a vosotros, salvación.

¡Venid! Generosos que me amáis ya. Arrastrando a los hermanos que titubean todavía.

Si en todos pido que me permitan entrar, es para dar alivio al Amor Rechazado.

1amor rechazado

LOS PRIMEROS CORREDENTORES…

A vosotras amadísimas almas-víctimas, pido de daros totalmente a Mí.

Seréis destruidos sobre la Tierra por mi Amor vehemente, pero recreados de una gloria tan alta, como ustedes NO lo pueden concebir.

¡Qué fulgor tendrán las almas que acogieron el Amor de Dios, hasta ser consumidas por Él! Tendrán el Fulgor mismo de mi Amor que quedará en ellas:

Fuego y Gema eterna de Divinísimo Esplendor.

HERMANO EN CRISTO JESUS:

ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA,CONOCELA

F89 EL CREDO 8

MUERTO… 

En el Cenáculo hay unos grandes salones anexos al triclinium principal, que es donde se celebra la Eucaristía y en uno de ellos, están reunidas más de trescientas personas que han sido convocadas por el trabajo apostólico de todos los discípulos de Jesucristo. 1la-muerteSon personas de todas las edades, estratos sociales y razas. De hecho, son personas que sólo podrían accesar al Patio de los Gentiles, en el Templo de Jerusalén.

Mannaém, ungido por el Espíritu Santo y ordenado por Pedro de acuerdo a los carismas recibidos, es el maestro elegido por Dios para instruir a los nuevos catecúmenos cristianos.

Muy poco queda del antiguo y regio hermano de Herodes. Ahora es un maestro cristiano, humilde, amoroso y sencillo; al que escuchan con mucha atención los nuevos catecúmenos cristianos, que anhelan recibir las enseñanzas de su nueva religión.

Mannaém ungido por el Espíritu Santo, habla con poder y convicción:

El Misterio de la Muerte.

JINETE DE LA MUERTE

JINETE DE LA MUERTE

Dios creó todo, pero la Muerte, no es obra suya. Dios no creó la Muerte. Ha sido generada por los esponsales humanos con Satanás.

Adán la generó, antes de generar a su hijo, cuando débil ante la debilidad de la Mujer pecó seducido por ella, bajo el silbido de la Serpiente y las lágrimas de los ángeles.

Pero la pequeña muerte no es un gran mal, cuando con ella cae como una hoja que ha terminado su ciclo, la carne. Al contrario, es un bien porque nos regresa a nuestro Origen, en donde un Padre nos Espera…

Y así como no ha hecho la muerte de la carne, Dios tampoco ha hecho la muerte del espíritu. Al contrario, él mandó al Resucitador Eterno, a su Hijo Jesucristo a darnos la Vida, a los que estábamos muertos.

El milagro de Lázaro, del joven de Naím y de la hija de Jairo, fueron milagros de la pequeña muerte. De Magdalena, Zaqueo, Dimas, etc. Todos muertos en el espíritu, Jesús hizo vivos en el Señor.

La muerte da gloria a Dios, cuando es aceptada y sufrida con santidad. La muerte es una voluntad de Dios que se cumple.

También aunque el ejecutor de ella, sea un hombre feroz que se ha vuelto árbitro de los destinos de los demás. Y por su adhesión a Satanás, se convierte en instrumento para atormentar a sus iguales, asesinando a los mismos y siendo maldito por Dios.

Солдат смертиLa muerte es siempre la extrema obediencia a Dios, que amenazó con la muerte al hombre por su pecado. La muerte del cuerpo, es liberación del espíritu.

Nuestra vida en la Tierra no es más que una gestación para nacer a la Luz, a la Vida. Muchos miran con horror la fosa sepulcro oscuro, donde el cuerpo que se ama con idolatría, vuelve a la verdad de su origen: Lodo.

Fango del cual se suelta una flama, una luz: el alma.

Qué es lo que hace valioso al cuerpo con el espíritu, que es manifestación de Dios y ante el cual la carne es una nada despreciable.

El hombre cuida mucho de los derechos de la carne que es perecedera y mortal. Y que solo cuando es tenida como esclava del espíritu y no dueña del espíritu, puede convertirse a su debido tiempo en regia habitante del Reino de los Cielos.

La pequeña muerte es la que nos saca de la tierra y libera nuestro espíritu de la carne. La gran Muerte es la que mata lo inmortal: el espíritu. De la primera se resucita. De la segunda no se resucita en la eternidad. Se estará para siempre separado de la Vida, porque Dios es nuestra vida.

1PEQUEÑA MUERTE

Los animales obedeciendo la orden de los instintos saben regularse en la comida, en los connubios, en el escogerse las madrigueras.

Y el hombre con sus continuas desobediencias en el orden natural y sobrenatural, muchas veces se da la primera y la segunda muerte; con abusos en sus placeres y en sus vicios, matando también su carne; al manejarlos como si fueran armas esgrimidas en un loco frenesí de autodestrucción, matando su alma.

Buscan la muerte con los errores de la vida. Y la perdición con las obras de sus manos.

1Cartas%20de%20la%20Muerte

Siempre es justa la hora de la muerte, porque es dada por Dios. Él es el Dueño de la vida y de la muerte. Y si no son de Él ciertos medios de muerte usados por el hombre por instigación demoníaca; son siempre de Él, las sentencias de muerte dadas por Él, para quitar a un alma de un tormento terreno demasiado atroz o para impedir mayores culpas a aquella alma.

La muerte es siempre un calvario, grande o pequeño, pero siempre calvario. Aunque las apariencias indiquen lo contrario. Porque es proporcionada por Dios, a las fuerzas de cada uno de sus hijos.

Fuerzas que Dios aumenta a medida que la muerte que ha destinado para su creatura, es cumplida santamente.

Cuando la hora de la reunión con Dios está más próxima, es más necesario aumentar la Fe, porque en la hora de la muerte Satanás nunca se cansa de perturbar con sus trampas: Es astuto, feroz, lisonjero y con sonrisas, con cantos, con engaños, aparentes caricias de sus garras, tratando de hipnotizar con silbidos repentinos con los que siempre ha buscado doblegarnos; aumenta sus operaciones para arrancarnos del Cielo.

Y es precisamente en esta hora cuando debemos abrazarnos de la Cruz, para que las olas del último huracán satánico no nos sumerjan.1cruz

Después viene la Paz Eterna. Hay que tener ánimo.

La Cruz es la fuerza en la hora de la muerte.

El justo no le teme a la muerte, porque sabe que al obrar el bien tiene la sonrisa de Dios.

Para los impíos la muerte es pavorosa. Tienen miedo. Y más miedo todavía cuando sienten que no han actuado bien o lo han hecho mal del todo.

La boca mentirosa del hombre trata de engañarse a sí mismo, para consolarse y engañar a los demás. ‘Yo he actuado bien’ Pero la conciencia, que está como un espejo de dos caras bajo su rostro y el Rostro de Dios; acusa al hombre de no haber obrado bien y de no obrar para nada bien como lo proclama.

Y es entonces cuando un gran miedo los molesta: el miedo del Juicio de Aquel que todo lo conoce. Y aquí la gran pregunta: ¿Por qué si se le teme tanto como a Juez, no evitan el tenerlo como tal?

¿Por qué lo rechazan como salvador y no lo aceptan como Padre? ¿Por qué si lo temen, no actúan obedeciendo sus mandatos y no lo saben escuchar con voz de Padre que guía, hora por hora con mano de amor?

Si al menos lo obedecieran cuando habla con voz de Rey. Sería obediencia menos premiada, porque es menos dulce a su corazón. ¡Pero sería obediencia!

Entonces, ¿Por qué no lo hacen y sin embargo le tienen pavor a la muerte?

La muerte no se evita y son felices los que llegan a ella vestidos de amor, al encuentro de Aquel que los espera.

Temen a la muerte aquellos que no conocen el amor y que no tienen la conciencia tranquila. Éstos, cuando por enfermedad, por edad o por cualquier otro motivo, se sienten amenazados por la muerte; se asustan, se afligen o se rebelan.

Intentan por todos los medios y con todas sus fuerzas, escapar de ella.

1MUERTE

Inútilmente, porque cuando la hora ha sido señalada, ninguna cautela vale para desviar la muerte.

La muerte de los inocentes que mueren sin rencor, es bella como un martirio. Y como no tienen la mancha del odio, también son víctimas que Dios toma como hostias. Son las flores de hoy, cortadas por el Enemigo de Dios que busca destruir a sus hijos.

Y por el Odio desencadenado con todas sus fuerzas en el fragor del Infierno de la violencia en su máximo esplendor.

1elveon

No solamente la muerte del pecador es horrible, sino también su vida. No hay que ilusionarse sobre su aspecto exterior, es un maquillaje. Un barniz para cubrir la verdad.

Porque una hora; solamente una hora de la paz del justo, es incalculablemente más rica en felicidad, que ni la más larga vida de pecado.

Las apariencias indican lo contrario. Y así como a los ojos del mundo no aparecen la riqueza y la alegría de los santos; así también se esconde el abismo de inquietud y de insatisfacción que hay en el corazón del injusto.

Y del que como cráter de un volcán en erupción vomita vapores acres, corrosivos y venenosos; que intoxican  a los desventurados, cada vez más.

Tratan de sofocar la inquietud buscando darse todas las satisfacciones que apetecen en su ánimo extraviado y por lo mismo satisfacciones de maldad, porque están fermentados en ella.

Los pecadores obstinados e impenitentes, llegan a la perfección del mal y su muerte es un horror que los hace estallar en la otra vida, porque los sumerge en un horror mucho más grande.1Guerrero%20de%20la%20Muerte_800

LA GRAN MUERTE.

El alma tiene derecho a la Vida Verdadera.

El alma muere cuando se la mantiene separada de Dios. Hay que nutrirla lo más posible con la Palabra de Dios. Y solo así saturados de Él, todos los días tendremos vitalidad espiritual, para vencer todas las asechanzas y todas las tentaciones.

La muerte del espíritu se puede constatar a la medida que se pierde la noción del Bien y del Mal.

El alma que se ha sumergido en la impenitencia final, es incapaz de sentir ni siquiera remordimientos y se vuelve insensible al daño causado al prójimo.

La falta de remordimiento es la señal de su decadencia espiritual.

1MUERTE DE LA CONCIENCIA

El espíritu está muerto cuando no se tiene la gracia vivificante del Espíritu Santo. Un espíritu muerto, comunica su muerte al alma y de la misma manera que un espíritu vivo, trasmite su vida al alma.

Como la sangre trasmite la vida al cuerpo, así el espíritu proporciona la vida al alma. ¡Hay que vivir! Sólo entonces la muerte no será un fin, sino un principio. Un principio de alegría sin medida.

El espíritu es el señor de nuestro ser y cuando está muerto es un esclavo. Y ésta será la culpa de la que responderemos. El hecho de que el hombre lo atropelle y lo mate, no le cambia su característica de señor de nuestro ser.

El que deja que el Enemigo mate su espíritu se convierte en cómplice del delito de Deicidio. Porque a los ojos de Dios, el espíritu es la parte selecta que Él Mismo dio al hombre y permite a Dios convertirnos en Templos Vivos e hijos suyos.

El espíritu es el que volverá a animar la carne, en la hora del Último Juicio. Resurrección gloriosa del espíritu vivo o tremenda realidad, para merecer la Segunda Muerte.

1SEGUNDA MUERTE

Dios no quiere moradas hechas por mano de hombre. Él quiere los templos que Él hizo con sus propias Manos. Templos de sangre y de alma.

Templos que la Sangre de Jesús ha revestido de Púrpura Inmortal, Purificando sus preciosos altares. Esto es lo que Él quiere para reconciliarse con el hombre.

Las tentaciones son inevitables, pero ellas por sí solas no hacen daño. Son malas cuando cedemos a ellas. Nunca serán más fuertes que nosotros, porque el Padre siempre da fuerzas superiores a quién quiere permanecer en el Bién.

El Mal está, cuando deseamos ceder al mal y es entonces cuando nosotros mismos saboteamos las fuerzas de Dios con una voluntad perversa, al abandonarnos al beso de la Tentación.

Cuando procedemos así, sometemos al alma a un trance de muerte y de un alma enferma o moribunda, salen aquellos sentimientos que causan asombro.

Y no debería. En un cuerpo corrupto están los hedores de la muerte y en las almas corruptas, están las manifestaciones de Pecado.

Por eso hay que ser cristianos verdaderos y no de nombre o de palabra.

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El signo de la Cruz debe ser grabado en las fibras vivas de nuestro corazón, no sobre frontones vacíos. Hay que abrir el corazón al Amor. Para el cristiano, la muerte ha sido destruida con la Muerte de Jesús.

Nuestras culpas han sido anuladas con su Sangre. En anticipo Él nos ha rescatado. Y el espíritu que es impulsado por el Espíritu Santo, debe dar obediencia y agradecimiento a Dios por los dones del Espíritu Santo que auxilian al espíritu vivo en el que Él habita y nos convierte en verdaderos hijos de Dios.

Y por eso hay que imitar en todo a Cristo.

¿Hay sufrimiento? Hay que reflexionar en quién nos hace sufrir. Veremos que es el hombre. Siempre está el nombre de un hombre detrás de la causa de nuestro sufrimiento y solo Dios puede aliviarlo.

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¿Nos sentimos débiles en el espíritu y mortificados por nuestras caídas? Examinémonos bien ¿Somos nosotros los que pusimos los medios y no huimos de nuestros tentadores?

En nuestra alma la culpa ha sido lavada por el Bautismo, pero han quedado los fomes. Por eso debemos rechazar totalmente las tentaciones y buscar siempre la semejanza y la perfección, tal como lo ordenó el mandato de Jesús.

Quién espontánea y premeditadamente mata su alma, termina casi siempre por matar también su cuerpo. Violento contra su alma, se vuelve violento contra su carne.

Y la mata con sus vicios y termina suicidándose como Judas.

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Quién sin premeditación mata su alma con el pecado mortal, pero poseyendo voluntad de vida, arrepentido busca regeneración y confía en la Misericordia, no solo devolverá la vida a su espíritu, sino por la humillación de la caída, disminuirá en soberbia y crecerá en su amor por Dios.

LA CONVERSIÓN ES LA RESURRECCIÓN DEL ESPÍRITU

1RESURRECCION

HERMANO EN CRISTO JESUS:

ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONOCELA

F87 EL CREDO 6

 

PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATOS
Yo, vuestro Dios y Señor, el Rey del Universo, ahora, hago un llamado a todos aquellos que son cabezas de pueblo, a todos aquellos que tienen el poder de mandar sobre sus conciudadanos, aquellos reyes, presidentes, jefes de pueblos, que deben de regir a sus pueblos en justicia, en amor, en respeto.

Os digo, en el Nombre de Mi Hijo, así como Él le respondió a Poncio Pilato “tú no seríais quien eres, si el poder no se te hubiera dado de lo Alto”.

Ahora os lo digo a vosotros, vosotros presidentes, reyes, gobiernos de la Tierra no serías lo que sois si el poder no lo hubierais recibido de Mí. Vuestro compromiso es grande, líderes del mundo, vuestra responsabilidad ante Mí, es inmensa, porque vosotros habéis recibido ése poder para mandar y si lo usáis para mal, si lo usáis para destrucción, grave pecado cometéis ante Mis Ojos y gran dolor recibiréis por vuestro actuar.

La justicia que claman los que están siendo gobernados por vosotros llegará a Mis Oídos y vosotros recibiréis lo que merecéis. No os habéis dejado guiar por la Luz Divina del Espíritu Santo…La Única Luz que os iba a dar tanto a vosotros, como a vuestros gobernados, el camino recto, seguro, para convivir ante los hombres y poder llegar ante Mí… Y de ésta forma, poder unir los Cielos con la Tierra, por la virtud a la que debierais haber llegado como pueblos de Dios.

Os habéis vuelto pueblos rebeldes, como el antiguo pueblo de Israel. Y vosotros gobernantes, por NO haber guiado a vuestro pueblo según Mis Designios y sí de acuerdo a vuestros designios o por designios satánicos, recibiréis el pago a vuestro error, a vuestra maldad.

Se os ha dado un poder que habéis desperdiciado, que lo pusisteis a órdenes de falsos ídolos y NO acudisteis a Mí vuestro Dios, para buscar guía segura para atraerlos a Mí.

 Habéis destruido moralidad y espiritualidad, porque vosotros mismos no fuisteis ejemplo entre los pueblos, habéis llevado a vuestros gobernados a la guerra y a la destrucción, al hambre, a la peste, a la miseria, porque vosotros mismos no acudisteis a Mí, para vivir en virtud, en justicia, en equidad. La maldad se apoderó de vuestro corazón y vosotros mismos NO quisisteis apartaros de ella, vuestra maldad será juzgada y las almas de aquellos a los cuales afectasteis, que matasteis, porque NO les quisisteis tender la mano, con el poder que Yo os concedí. Están clamando justicia, ésa justicia os aplastará y os matará eternamente, conoceréis el Averno, al cual llevasteis en vida a muchos de vuestros gobernados.

Mi Justicia está pronta por caer sobre la Tierra, es cuando vosotros mismos pediréis, como se dice en las Escrituras, que las montañas os cubran, para que no veáis Mi Justicia, pero NO podréis apartaros de ella.

Os la habéis ganado porque no escuchasteis a tiempo Mi llamado, hicisteis a un lado todo lo que se os pidió, preferisteis actuar en el mal, en la injusticia, en el pecado. Buscasteis vuestros propios intereses y no los de vuestro pueblo.

Intereses que eran los Míos, para hacer de éste pueblo la Tierra entera, un pueblo en el cual se viviera los Mandamientos que Yo os di y el Amor que Mi Hijo os enseñó. Reparad el daño si podéis, PORQUE EL TIEMPO SE ACABÓ. Arrepentios, arrepentios, Yo, vuestro Dios, el Rey del Universo os lo pide.

Hijitos Míos, en Poncio Pilato Yo representaba a todos los gobiernos de la Tierra, cuando él se siente poderoso, que él se siente que puede mover las leyes porque él es el dueño de ellas, que tiene el poder para gobernar… Yo le respondo que ése poder, ése gobierno sobre su gente, lo recibió de lo Alto, lo recibió de Mi Padre,

 Y ahora lo vuelvo a repetir para todos los gobernantes de la Tierra, el gobierno que tenéis, el don de gobernar y el puesto que tenéis lo habéis recibido de Mi Padre, pero debéis de actuar en justicia y siempre guiados por la Luz del Espíritu Santo.

Cuando vosotros, gobernantes de las naciones, actuáis con injusticia, viendo vuestros propios intereses, llenándoos de los recursos de vuestros hermanos, olvidando sus necesidades, olvidando su bienestar, vosotros estáis actuando en injusticia, en  maldad y así, por ésta misma injusticia y maldad se os juzgará.Cada alma que NO haya recibido justicia de vosotros, os acusará en vuestro juicio. Vosotros  estaréis ante miles y millones de vuestros conciudadanos que os señalarán vuestro mal proceder, porque actuasteis injustamente cuando, el don que se os dio, era Divino.

No vivís según lo que se os da, un poder, un poder Divino, con el cual debéis de ayudar a vuestros hermanos y siempre basados en el Amor. Cuando no hubo Amor en vuestro corazón y hubo maldad para con vuestros hermanos, por ello seréis  juzgados.

Poncio Pilato Me preguntó: “¿Y qué es la verdad?”

Hijitos Míos, todos vosotros creéis tener la verdad y ésta dependerá de vuestra cultura, de vuestros principios, de vuestra propia historia, de vuestra propia experiencia, etc., en pocas palabras si os dais cuenta, estáis hablando de miles o millones de diferentes “verdades”, que solamente los beneficiarán a ellos mismos o a minorías que los sigan.  Pongamos unos ejemplos: Si hubierais nacido en los pueblos de Sodoma y Gomorra, donde prácticamente se vivía en todos los pecados más graves, los niños ahí nacidos podían considerar todo ello como normal y natural y por consiguiente, su verdad sería comportarse como lo que vivía.

Otro ejemplo: Si a través de engaños o de curiosidad os interesarais en estudiar ciencias ocultas, gnósticas, satánicas, de hechicería, etc., al cabo de un tiempo vuestro pensar y vuestro actuar seria el aprendido ahí y vuestra “verdad” sería muy diferente a la de la mayoría de vuestros hermanos.

Otro ejemplo: Si vuestra mentalidad fuera la de los líderes opresores que ahora gobiernan a vuestro mundo y estudiarais de acuerdo con su forma de gobierno y su forma de denigrar al ser humano, buscando una supuesta igualdad económica y social, vuestra “verdad”, también seria muy diferente a la de aquellos hermanos vuestros oprimidos.

Y así os puedo seguir dando infinidad de ejemplos en donde podréis ver como la “verdad” humana fácilmente puede ser manipulada según vuestras conveniencias. Por eso la pregunta de Poncio Pilato: “¿Y qué es la verdad?”, porque él en su tiempo, también vivía  con multitud de maneras de pensar, tanto locales como extranjeras.

Mis pequeños, la verdadera Verdad, valga la redundancia, es aquella que no tiene opositores, puesto que de ella, de una forma u otra todos se benefician.

Es aquélla a la que buscan los hombres virtuosos y con la cual crecen más y se perfeccionan.

Es aquella con la cual se van a guiar durante su vida y les evitará muchos problemas y caídas.Es aquella con la cual traeréis paz y amor, primeramente a vuestro corazón y posteriormente a vuestro prójimo.

Es aquella que traerá paz a todos los pueblos y naciones, borrando las fronteras y reuniéndoos a todos vosotros como un solo pueblo y Yo como vuestro Pastor.

La verdadera Verdad sólo puede venir de Mi, vuestro Dios y Yo os la vine a compartir a la Tierra para que todos vosotros la recibierais y la siguierais.

Ciertamente Mi Verdad sí tiene opositores, uno sólo, Satanás con sus secuaces. Pero si realmente estudiáis su forma de ataque, hasta ellos mismos se benefician de Mi Verdad. Sí, es paradójico, pero para poder engañaros mejortoman una buena parte de Mis Verdades e introducen su Mentira en puntos y momentos estratégicos; para que aquellos que NO están protegidos por el Don del Discernimiento, puedan caer fácilmente en su Engaño.Mis Verdades son las únicas que os pueden llevar a la perfección como ser humanos y como seres espirituales, tal y como Yo Soy. Soy el Dios-Hombre, perfecto como Dios y perfecto como Hombre y todos vosotros, por Mi donación a todos vosotros, estáis invitados a ello también…

Lo cual os va a llevar a vuestra santificación, que es el poder ser otros Cristos para el bien de vuestros hermanos. Observad que os dije: el poder ser otros Cristos para el bien de vuestros hermanos y no os dije, para vuestro propio bien.

Y os digo esto porque Yo, Cristo Jesús, vine a darMe a todos vosotros, NO vine para ser alabado y que se Me hiciera un altar y todos Me alabaran y Me rindieran culto. Mi Misión fue de servicio y por el servicio que os di, Mi Padre Me glorificó y Yo os salvé, os santifico si seguís Mis pasos.

Os vuelvo a remarcar, la única y verdadera  Verdad sólo puede venir de Mi y fue para toda la Humanidad y de todos los tiempos. NO se la vine a dar a unas minorías que creyéndose los escogidos, cada uno con sus ideas, se sintieran mejores que los demás. Eso es soberbia y mentira y en ellas NO puede desarrollarse la Verdad.

La Verdad es transparente y todos vosotros la podéis apreciar y gozar. El error crece en lo oculto y en la obscuridad y os lleva tarde o temprano a la Destrucción, tened cuidado con lo que os traten de tentar.

Y dicen las Escrituras: «Los cristianos se distinguían por su hermandad, estaban todos unidos, vendían sus propiedades y el dinero lo ponían a disposición de los apóstoles, quienes lo repartían según la necesitaran todos, vivían felices ayudándose mutuamente y se diferenciaban de la demás gente.»

Estos fueron los frutos inmediatos de Mis Enseñanzas sobre la Tierra.Después de Mi Muerte y Resurrección, mandé a Mis Apóstoles y Discípulos a enseñar a todas las Naciones y así se lograron crear las primeras comunidades Cristianas, las cuáles vivían como lo que Yo deseo que seáis, como verdaderas hermanos.

La distinción ante los demás NO sólo la daba el hecho de ser cristianos, sino el hecho de comportarse como las almas se comportan el Cielo como hermanos, pero hermanos verdaderos; cuidando de los bienes que se tienen en común, que su Padre les ha permitido compartir, que es fruto de su trabajo.

Esta frase que os dí al principio, encierra todos los frutos de Mi Evangelización. Dice, además de vivir como hermanos, «estaban unidos».

Os he explicado en uno de los últimos Mensajes lo que significa la unión. Esta os dará la fuerza para vencer todos los ataques del Mal mientras estéis de misión sobre la Tierra. Os dará alimento espiritual a través de la oración de comunidad y divinizará vuestros actos al realizarlos unidos a Mis Méritos con lo cuál viviréis Conmigo en Mi Santísima Trinidad. En la unidad se encuentra la ayuda necesaria para sobrellevar y aún vencer, las dificultades que se os presenten. Las primeros cristianos lo sabían y aprovechaban ésta Gracia perfectamente. Cuando se les presentaba algún problema entre comunidades, se unían a orar para que el Espíritu Santo los guiara.

Se unían en un solo corazón y en un solo deseo ante Mi Presencia, pidiendo por Mi Intercesión, la ayuda del Espíritu Santo, para que los condujera por los caminos perfectos de la predicación y de la solución a !os problemas que se les presentaban,

¡Confiaban perfectamente en su Jesús, en su Dios! Cosa que ahora muy raramente veo entre vosotros, Mis hijos actuales. Si se os presenta algún «problema», que realmente son situaciones en las que pongo a prueba al alma para probar su Fé en Mí; en vez de acudir a Mí primero, lo tratáis de resolver con vuestras propias fuerzas.

Si no podéis, pedís ayuda a algún amigo o conocido vuestro de los que «todo lo pueden», porque tienen algún puesto alto en alguna institución o gobierno.

Si por ahí tampoco podéis aún resolver vuestro problema, acudís a brujos o adivinadoras; haciendo cada vez más grave vuestro problema… Y como por ahí tampoco vais a resolver vuestro problema, algunos ya al final se acuerdan de Mí, de su Jesús, de su Dios.

Pero ved como en la gran mayoría de vosotros y aún de los que Me consideran su Dios, no vengo a ser el primero en quién confiáis, sino que acudís a Mí ya que agotasteis vuestros «recursos humanos» y os sentís desesperados. Cuando todo se podía haber resuelto, como Me gusta que sea, a través de la confianza en Mí, vuestro Dios, a través de la oración y en la vivencia real y sincera de Mis Enseñanzas y de Mis Leyes.

Las comunidades actuales son pequeñas y aisladas, por eso vuestro Mundo ahora se revuelca en el lodo y vive en las Tinieblas del Mal, porque NO hay suficiente Oración.

Si vosotros todos o en una gran mayoría, os unierais a orar, como en los principios de la cristiandad, ¡Fácilmente venceríais al Mal y a sus secuaces!

Os atacan y se aprovechan de vosotros porque, a pesar de que os unís a orar, NO lo hacéis de corazón y con la total confianza de que vuestra oración va a ser escuchada por Mí… Y mantenéis la duda sobre la posibilidad de que Yo sí pueda resolver vuestros problemas personales o de comunidad.

¡Cuánta Fe os hace falta, Mis pequeños!

¡Con cuánto fervor y amor se reunían en las primeras comunidades!Se reunían sin que nadie, ni nada los presionara. Se reunían porque el común Amor que los unía: el Mío; se manifestaba ahí, en cada corazón.

Se reunían a tomar de Mi Alimento ávidamente. Alimento de Palabra y alimento Celestial, Mi Cuerpo y Sangre Divinos.

En toda reunión Yo Me Manifestaba a través de Mi Santo Espíritu y salían fortalecidos en cuerpo y alma. Posteriormente, si había algún enfermo de cuerpo o de alma, Mis Apóstoles les imponían las manos para ayudarles a recuperar su salud.

LOS MILAGROS Y LA FE, SEGÚN EL EVANGELIO DE SAN MARCOS 16,20

¡Todo lo Podéis cuando estáis en Mí!

La salud de vuestro Mundo, la salud de vuestra alma, la salud de vuestro cuerpo, TODO está bajo Mi Poder y Yo lo puedo todo, en aquellos que Me piden con verdadera confianza y con verdadera Fé.

Siguiendo con la frase del principio: «Y todos vendían sus propiedades y el dinero lo ponían a disposición de los Apóstoles». Aquí lo más bello a destacar, es el valor del desprendimiento de las cosas del Mundo, buscando las riquezas del Cielo.

No hay riqueza más grande que tenerMe en vuestro corazón. Corazón que Me posee verdaderamente, ya no necesita buscar nada de éste Mundo, ya que ha encontrado por fin, el verdadero Bien.Al poner el dinero para ser administrado por los Apóstoles, ellos lo hacían siempre bajo la guía del Espíritu Santo. Primero a las viudas desamparadas, luego, a los enfermos, a los que no podían trabajar por estar lisiados, etc.

En el mero principio, ellos llevaban, tanto el rito espiritual como la administración de los bienes económicos, pero pronto se dieron cuenta de que son dos cosas muy diferentes y muy opuestas por lo que, con la ayuda del Espíritu Santo, eligieron a hombres justos para llevar los dineros y a otros para llevar y propagar Mi Palabra.

De aquí se formaron escalafones y se dieron los primeros pasos para establecer las reglas y leyes de Mi incipiente Iglesia.

Cuando doy el poder de mando a alguien, como en el caso de los Apóstoles, en un principio y posteriormente a otros, éste es siempre para servir a los demás y NO para ser servido aprovechándose del liderazgo.Esto se los hice notar cuando Poncio Pilatos Me dijo: ¿Sabías que yo tengo el poder para dejarte en libertad? Y Yo le contesté: «No tendrías poder si no se te hubiera dado de lo alto».

Esto lo dije y lo digo actualmente, para todos aquellos que se les ha permitido ser jefes o autoridades sobre sus hermanos, el puesto que les concedo es para servir, para ver las necesidades de sus hermanos y para administrar los bienes y el dinero que pertenecen a todos.

Los bienes, tanto espirituales como materiales, os pertenecen a todos. Todos sois Mis hijos, porque Soy vuestro Dios y todos sois Mis hermanos al ser Yo, vuestro hermano mayor, Jesucristo.

Buscad el vivir siempre bajo la Verdad que sólo se puede dar al vivir bajo Mi Amparo y Mi Guía, bajo el Amparo de vuestro Dios en Su Santísima Trinidad.“Y todos vivían Felices, ayudándose mutuamente”. La vida en Mi Vida, produce esta alegría sobrenatural. Es una alegría celestial, a pesar de aún estar viviendo sobre la Tierra.

Al actuar con caridad verdadera con todos vuestros hermanos, Me estáis dejando en cada corazón y ése es el mayor regalo que le podéis dar a un alma, dejarMe actuar y vivir en las otras almas.

Recordad el pasaje en el cual San Pedro le dice a un lisiado, que le pedía una monedita, a la entrada del Templo: “No tengo DINERO que darte, pero te puedo dar lo que nos legó Jesucristo, el AMOR y con él se puede todo, y tomándolo de la mano, lo sanó”.

Con Fé y con Amor podréis salvar a todas las almas, podréis salvar al Mundo entero.

Yo os Bendigo en el Nombre de Mi Padre, en Mi Nombre y en el Nombre de Mi Santo Espíritu.

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